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viernes, 16 de mayo de 2014

5 Obras maestras que dijeron adiós

The Beatles - Abbey Road (1969)



No sé si lo había dicho alguna vez, pero Abbey Road es para mí el mejor álbum de los Beatles. Conociendo la historia del grupo como la conozco, a veces me resulta difícil que pudieran ponerse de acuerdo para combinar sus talentos y crear esta maravilla. Lo único que se podría decir en contra de este álbum con cierta razón es que está compuesto en su mayor parte por trozos de canciones que sobraron de álbumes anteriores, pero este hecho no hace sino enriquecer de ideas un trabajo que parecía abocado al fracaso. Los implicados en el proceso, desde los propios Beatles hasta Geoff Emerick y George Martin, sabían de antemano que iba a ser el canto de cisne de la banda y se aplicaron al máximo en hacer el último disco de los Beatles. Incluso el inconformista Lennon deja sus ideales a un lado para colaborar en algo que le parecía tan artificial como el soberbio medley de la cara B. Harrison se destapa como un compositor a la altura de sus compañeros, mientras McCartney armoniza todas las piezas para la traca final.
by Manuel

Simon & Garfunkel - Bridge Over Troubled Water (1970)



Bridge Over Troubled Water fue la despedida por la puerta grande del dúo por excelencia de los años sesenta. Garfunkel quería dedicarse a su carrera cinematográfica y Simon no sabía hacer otra cosa que componer buena música. Ambos se separaron para reunirse esporádicamente a lo largo de las siguientes décadas, pero Bridge Over Troubled Water quedará para la posteridad como su epitafio escrito con letras doradas. No es mi álbum favorito del dúo (siempre he sido más de Bookends), pero atesora una colección de temas imprescindibles. La canción que da título al álbum es un vendaval de intensas sensaciones conducido por la angelical voz de Garfunkel, The Boxer encierra una trágica historia que se convertiría en uno de sus mayores clásicos y temas aparentemente menores como So Long Frank Lloyd Wright o The Only Living Boy In New York son para mí de lo mejor de su discografía. Una versión de Bye Bye Love y un despropósito como Why Don't You Write Me no pueden empañar una obra magna coronada por una joya como Song For The Asking.
by Manuel

The Doors - L.A. Woman (1971)



En este caso, el fin de The Doors vino derivado de la repentina muerte de Jim Morrison a los fatídicos veintisiete años y tras varios años de consumo de alcohol y excesos varios. A pesar de ello, el último album que grabó la banda permanece como uno de sus mas brillantes esfuerzos dentro de una carrera discográfica impecable. Un album de sonido áspero, crudo, de marcado componente blues en muchos temas, sobresale por la decadente voz de su líder, que ya por entonces estaba dando lo ultimo de si (recordemos que este disco se publicó apenas tres meses de su deceso). Raiders On The Storm, pieza que cierra la colección, es un estupendo epitafio de la carrera de este singular grupo y a gusto personal, uno de esos momentos mágicos que valen por toda una carrera.
by Mansion

The Police - Synchronicity (1983)


En 1983 The Police eran con toda probabilidad el grupo mas importante del momento. Con Synchronicity consiguieron el mayor de sus éxitos comerciales y el himno Everybreath You Take sonó en todas las radios del mundo. A pesar de todo ello, los miembros del grupo ya no se soportaban, sobre todo por el ego desmedido de Sting y su interés por triunfar en solitario, y tras la triunfal gira se separaron en la cima. Solo se reunificaron para la gira de Amnistia Internacional de 1986 y para una lucrativa gira mundial hace unos pocos años. El album Synchronicity me sigue pareciendo uno de sus mejores discos, a pesar de haberlo escuchado centenares de veces. A día de hoy me sigue pareciendo aun mas satisfactorio escuchar, al margen de las piezas redondas como Everybreath You Take o Wrapped Around Your Finger, temas como las dos Synchronicity o piezas mas minimalistas como Miss Gadenko y O My God.
by Mansion

The Smiths - Strangeways, Here We Come (1987)


Johnny Marr intentaba sacudirse el sonido jingle jangle que hasta entonces había caracterizado a las canciones de los Smiths. Quería que Strangeways Here We Come tuviera como referencia principal el White Album de los Fab Four, ya que se sentía atraído por la música desencantada de los últimos Beatles. El quinto álbum de los Smiths fue grabado sin que ellos mismos supieran que iba a ser el último. Aunque su autor tenía en mente romper con el sonido habitual del grupo, Strangeways se aleja muy poco del sonido clásico de los Smiths. Tras la grabación de varias caras B para los singles del álbum, la relación entre Marr y Morrissey comenzó a enfriarse rápidamente. La prensa británica elucubró con la separación del cuarteto ávida de impactantes noticias y actúo como catalizador para que los acontecimientos se precipitaran. Con el paso del tiempo , Strangeways se ha convertido curiosamente en el álbum favorito de todos los miembros de los Smiths.
by Manuel

miércoles, 28 de agosto de 2013

MIMS Gran Reserva: TOP 5 Músicos sobrevalorados

NOTA: la presente lista es responsabilidad total y exclusiva de su autor. La dirección de Music is my Savior no comparte con el autor ni sus opiniones, ni los mismos gustos, ni tampoco grado de parentesco alguno o la más mínima simpatía. Siéntete libre de opinar si han insultado a tu grupo o músico favorito, o si no estás de acuerdo. Gracias.

5. Tom Waits

Este puesto es el que más me ha costado elegir. No porque guarde especial simpatía a Waits, al que siempre he visto como un buen farsante con su pose de crooner maldito y atormentado, de bohemio romántico y miserable. Es un personaje, una careta demasiado poco agraciada, y no lo entro a valorar ni para bien ni para mal.

Tom Waits disfrazado de Tom Waits

Tengo que reconocer que aunque no conozco toda su discografía, buena parte de lo que he escuchado me gusta: sus primeros trabajos me parecen realmente buenos, y admito que es un gran compositor. Closing time y The heart of Saturday night son dos discos que me gustan bastante. Pero llega un punto en su carrera donde pasa a ser su propio imitador, y el personaje se vuelve más paródico que otra cosa. Mención aparte merece su voz de estoy-a-punto-de-echar-la-pota, personalmente insoportable para mi (no llega al nivel de la voz del cantante de Manos de Topo, que me provoca ganas de montar mi propio holocausto caníbal, pero casi).

Dejando todo eso a un lado mi principal problema con Waits no es él ni su música, sino sus fans. Resulta que si pretendes ir de intelectual tiene que gustarte Tom Waits, adorarle y besar el suelo por donde pisa: no conozco a ningún snob o aspirante a artista que no lo idolatre, y eso es lo que no soporto. Que entiendo perfectamente que te guste su música, de acuerdo; pero que tenga que gustarte porque sí… Parece que es como un salvoconducto con el que franquear la estanca frontera que separa a la intelectualidad del resto de los mortales: dices que escuchas a Waits y te acogen con los brazos abiertos y te invitan a beber absenta. Si además dices que te gustan Nick Cave y/o algún étnico tipo Youssou N'Dour o Toumani Diabaté, puedes optar al premio especial plasta del año, consistente en una chaqueta negra de pana, unas gafas de pasta y un abono de por vida al WOMAD.

4. Nirvana


Imagino que más de uno habrá dejado de leer ya, pero si aún sigues aquí, ¡enhorabuena! ¡Llegó el momento de criticar a uno de tus grupos favoritos!

El bajista ahora va para gobernador de Washington. En serio.

¿Alguien sigue escuchando a Nirvana? Me refiero que, pasados todos estos años, ¿queda alguien que le siga apeteciendo al llegar a casa poner en el equipo el Nevermind In utero? Es decir, que no es que dude que haya muchos a los que les guste Nirvana, o quien incluso los oiga puntualmente. Pero, ¿de verdad musicalmente fueron para tanto, para perdurar? ¿Hicieron mejor música que, por ejemplo, Pearl Jam o Stone Temple Pilots? De verdad, ¿cuántas de sus canciones pasarán a la historia del Rock (con mayúsculas)? Pues eso.

El mito de Nirvana se sustenta única y exclusivamente en el carisma de Kurt Cobain: toda una generación buscaba un líder que los guiara, y él estuvo en el sitio y lugar adecuados. Si a eso le sumamos que se suicidó cuando su figura seguía en alto (vaya coñazo que están dando ahora con lo del Club de los 27, además de que comparar a la Winehouse o a Cobain con Hendrix o Joplin me parece no solo una herejía, sino auténtico mal gusto), nace la leyenda. Fijaos hasta qué punto es así, que la revista Rolling Stone considera a Cobain ¡¡el duodécimo mejor guitarrista de la historia!!

3. U2

¿Cómo se explica que la revista RS los considere el tercer grupo más importante de la historia del rock? Sí, ya sé que la credibilidad de RS está incluso por debajo de las portadas del Marca, pero ¿en qué cabeza cabe? Si el principal problema de Bono y compañía es que hace tiempo que olvidaron que eran un grupo de rock y se han quedado en una simple sociedad anónima. Bueno, puede que anónima no, pero sociedad mercantil desde luego.

Míralos, reventaítos que están (de contar billetes, por supuesto)

Si al menos tuvieran la ironía de Zappa para decir aquello de estamos en esto solo por la pasta, hasta tendrían un pase. Pero no, ahí siguen con su pose de estrellitas aburguesadas del rock, con sus looks perfectamente estudiados, sus declaraciones cuidadosamente medidas (mezclando dos partes de compromiso social, una parte de compra-nuestro-disco, y una pizca de falsa rebeldía juvenil, sin pasarse), sus espectáculos calculados hasta el último detalle… y sus discos tristemente vacíos. Y es una pena, porque sus últimos 20 años no hacen justicia a sus primeros trabajos: WarThe Joshua tree o Achtung Baby han sido sepultados tras una pila de música desechable y superflua con la que mantener su particular neverending tour (véase nuestra crítica a su concierto aquí).

En fin, eran otro de esos grupos llamados a ser los nuevos Beatles… y su principal aportación al rock fueron los fuegos artificiales. Ahí queda.

2. Dire Straits

Por una sola razón: porque son un coñazo.

Se lo pasan bien: no están escuchando sus propias canciones

No son un mal grupo, de acuerdo, y tienen canciones que se salvan, las típicas que a todo el mundo gustan: Sultans of swingCalling ElvisWalk of lifeBrothers in arms… claro que en veinte, o treinta, o cuarenta años de carrera tampoco es que sea para tirar cohetes; pero ese no es el tema. Además, me da igual que Mark Knopfler tenga menos voz que un grillo pisado. Y vale, toca la guitarra muy bien y su técnica de fingerpicking es la mejor desde Chet Atkins. O mejor que él incluso, lo que quieras.

Pero es el grupo más mortalmente aburrido que he escuchado nunca. Con eso sobra todo lo demás.

1. The Doors

El grupo sobrevalorado por excelencia.

Si no queréis aburriros aprended de Dire Straits

Imprescindible cuando eres un adolescente que crees saber de música, y te seducen sus letras oscuras y los ritmos cansinos: te compras sus discos, ves la película de Oliver Stone (ahora también puedes ver el documental ese que sacaron hace poco, el que narra Johnny Depp, si cabe más coñazo aún que sus discos) y cuelgas en tu cuarto el poster de Morrison. Y después, ¿qué?

Después creces y descubres que si no estás fumado su canciones no son para tanto. Tienen un puñado de buenos temas, desde luego: Riders on the stormThe endPeople are strangeLove streetBreak on throughTouch meL.A. woman y poco más. Pero que muy poco más. Pero es que además, si aprendes inglés y lees sus letras, te entra la risita floja cuando oyes decir que Jim Morrison era un "poeta". Es que hoy es artista cualquiera.

Si Nirvana le debe el 80% de su éxito al carisma de CobainThe Doors le debe el 100% a Morrison, sino más. Probablemente nunca se consiguió tanto con tan poco.

jueves, 8 de diciembre de 2011

The Doors - The Doors

Puede extrañar que escriba sobre The Doors cuando, hace poco, los coloqué en el primer puesto de mi Top5 de músicos sobrevalorados. Que yo crea que están sobrevalorados (que lo creo) es diferente a que no me gusten. Y ciertamente me gustan, aunque cada vez menos: hace años, en el instituto, incluso visité la tumba de Morrison en París. Con el tiempo las cosas van ocupando el sitio que le corresponde, y aunque The Doors no entrarían ni en mi Top20 de grupos favoritos creo que ha llegado el momento de que se les dedique una líneas en el blog.


The Doors era básicamente Jim Morrison, y el que diga lo contrario o es familiar de alguno de los otros tres componentes o es que no quiere reconocerlo. Sí, los otros ponían su granito de arena: Densmore era un buen batería, que aportó a la banda su interés por los ritmos latinos y el jazz; otro tanto ocurría con Krieger, un competente guitarrista interesado en el flamenco; y luego estaba Manzarek, que daba ese toque bluesero con su teclado, y quien siempre me pareció el pegamento que mantenía a la banda funcionando y aportaba un poco de cordura (quizá sea por llevar gafas, quién sabe).

Pero todo eso palidece frente a Morrison: no solo era el frontman de la banda y componía la mayoría de canciones (letra y melodía), siendo el ideólogo y guía del grupo, sino que su personalidad y magnetismo hicieron de The Doors lo que llegó a ser. Tan solo hay que ver su actuación en el Ed Sullivan Show para comprenderlo: no es un gran cantante y no era músico en absoluto (era incapaz de tocar ningún instrumento) pero su actitud, carisma, teatralidad, expresividad y talento aportan a la banda más que cualquier solo de órganoo redoble de tambores. Por no hablar de su atractivo, pero de eso que se ocupe mejor alguna señorita si es que entra aquí alguna xD



The Doors ofrecían el contrapunto a la sonriente generación hippie, eran algo así como el lado oscuro: en vez de floridas y luminosas canciones hablando del amor y la alegría de vivir (es un decir), sus letras eran tétricas y oscuras, que a menudo hablaban de muerte, sufrimiento y dolor. Muchas de estas canciones fueron "evolucionando" en sus actuaciones: las letras podían ser las que tenían ensayadas, bien, pero Morrison en las actuaciones era muy a dado a improvisar y a insertar pasajes nuevos. Así las canciones pasaban a ser otras muy diferentes: The end, en principio una canción sobre una ruptura sentimental (This is the end, beautiful friend), pasó a hablar de ruinas romanas de dolor, niños enfermos, asesinos que quieren matar a su padre... En sus shows el resto del grupo, conociendo a Jim, se limitaban a acompañarle "temiendo" qué iba a cantar.

El álbum en cuestión es básicamente The Doors en directo, de ahí la fuerza de estas canciones. Sin doblajes, ni instrumentaciones adicionales ni efectos de estudio: así sonaban en sus actuaciones, salvo por la inclusión de un bajista para la grabación, que doblaba con su instrumento las líneas de Manzarek. Break On Through es un inicio demoledor: la batería marca un inusitado ritmo de bossanova, sobre el que bajo y guitarra lanzan el inconfundible riff (del que Elmore James tendría algo que decir) para que Morrison cante, contenido al principio y con rabia en los estribillos. En la parte central, tras el solo de órgano, se cortó una línea que decía she gets high (ella se coloca), para evitar la censura en las radios.




Morrison muestra su otra cara, la de aspirante a crooner, en temas como The Crystal Ship, una etérea balada que compuso para su primera novia. Alabama Song es un simpático tema sacado de una ópera de Kurt Weill; los arreglos del tema son muy apropiados para la etílica letra, así como los despreocupados coros en los que colabora toda la banda.

Light My Fire, uno de sus temas más conocidos y emblemáticos, fue escrito por Robbie Krieger. El compositor habitual del grupo era Morrison: llegaba con la letra y la melodía en la cabeza (él decía que le ponía música a sus poemas para no olvidarlos) para que los demás miembros de la banda hicieran el acompañamiento; viéndose sin temas suficientes exhortó a sus compañeros para que compusieran algo, y Krieger apareció con este romántico tema folkie. En los ensayos la banda fue aportando a la canción su característico sonido, así como la famosísima introducción a cargo de Manzarek. Igualmente, Morrison escribió la letra de la segunda estrofa, en la que introducía el tema de la muerte, algo que chocó a Krieger pero que aceptó como algo natural viniendo de su compañero. Convencidos del potencial de la canción se decidió sacarla como single, para el cual se editó una versión acortada en la que prácticamente se eliminaba toda la parte instrumental.


El tema que cierra el disco, el citado The End, es uno de los momentos más inspirados de toda su carrera: pese a sus once minutos largos, te mantiene en tensión y siempre atento, porque nunca sabes por dónde puede salir la banda. Como ya dijimos, esta es una de esas canciones que prácticamente se fue gestando en directo; su tendencia a experimentar y a dejar a Morrison improvisar fue haciendo que este tema fuera creciendo poco a poco: en temáticas, en sonoridad... y en duración. El acompañamiento resulta hipnótico, como ocurre con la guitarra que suena como un sitar, y ciertamente toda la canción tiene una tonalidad que nos resulta lejanamente oriental; el lento tempo y el reverb dan al sonido mayor profundidad. Morrison declama (que no canta) una enigmática letra. El momento álgido se produce sobre la mitad de la canción, en la parte de el asesino que quiere matar a su padre. Simplemente sobrecogedor.



El álbum fue editado en 1967, alcanzando el puesto nº2 en las listas de EE.UU. tan solo por detrás del Sgt. Pepper's de The Beatles; el single Light My Fire alcanzó el nº1 en las listas. Puedes escuchar el álbum en spotify pinchando aquí.

martes, 9 de agosto de 2011

TOP 5 Músicos sobrevalorados

NOTA: la presente lista es responsabilidad total y exclusiva de su autor. La dirección de Music is my Savior no comparte con el autor ni sus opiniones, ni los mismos gustos, ni tampoco grado de parentesco alguno o la más mínima simpatía. Siéntete libre de opinar si han insultado a tu grupo o músico favorito, o si no estás de acuerdo. Gracias.

5. Tom Waits

Este puesto es el que más me ha costado elegir. No porque guarde especial simpatía a Waits, al que siempre he visto como un buen farsante con su pose de crooner maldito y atormentado, de bohemio romántico y miserable. Es un personaje, una careta demasiado poco agraciada, y no lo entro a valorar ni para bien ni para mal.

Tom Waits disfrazado de Tom Waits

Tengo que reconocer que aunque no conozco toda su discografía, buena parte de lo que he escuchado me gusta: sus primeros trabajos me parecen realmente buenos, y admito que es un gran compositor. Closing time y The heart of Saturday night son dos discos que me gustan bastante. Pero llega un punto en su carrera donde pasa a ser su propio imitador, y el personaje se vuelve más paródico que otra cosa. Mención aparte merece su voz de estoy-a-punto-de-echar-la-pota, personalmente insoportable para mi (no llega al nivel de la voz del cantante de Manos de Topo, que me provoca ganas de montar mi propio holocausto caníbal, pero casi).




Dejando todo eso a un lado mi principal problema con Waits no es él ni su música, sino sus fans. Resulta que si pretendes ir de intelectual tiene que gustarte Tom Waits, adorarle y besar el suelo por donde pisa: no conozco a ningún snob o aspirante a artista que no lo idolatre, y eso es lo que no soporto. Que entiendo perfectamente que te guste su música, de acuerdo; pero que tenga que gustarte porque sí… Parece que es como un salvoconducto con el que franquear la estanca frontera que separa a la intelectualidad del resto de los mortales: dices que escuchas a Waits y te acogen con los brazos abiertos y te invitan a beber absenta. Si además dices que te gustan Nick Cave y/o algún étnico tipo Youssou N'Dour o Toumani Diabaté, puedes optar al premio especial plasta del año, consistente en una chaqueta negra de pana, unas gafas de pasta y un abono de por vida al WOMAD.

4. Nirvana


Imagino que más de uno habrá dejado de leer ya, pero si aún sigues aquí, ¡enhorabuena! ¡Llegó el momento de criticar a uno de tus grupos favoritos!

El bajista ahora va para gobernador de Washington. En serio.

¿Alguien sigue escuchando a Nirvana? Me refiero que, pasados todos estos años, ¿queda alguien que le siga apeteciendo al llegar a casa poner en el equipo el Nevermind o In utero? Es decir, que no es que dude que haya muchos a los que les guste Nirvana, o quien incluso los oiga puntualmente. Pero, ¿de verdad musicalmente fueron para tanto, para perdurar? ¿Hicieron mejor música que, por ejemplo, Pearl Jam o Stone Temple Pilots? De verdad, ¿cuántas de sus canciones pasarán a la historia del Rock (con mayúsculas)? Pues eso.




El mito de Nirvana se sustenta única y exclusivamente en el carisma de Kurt Cobain: toda una generación buscaba un líder que los guiara, y él estuvo en el sitio y lugar adecuados. Si a eso le sumamos que se suicidó cuando su figura seguía en alto (vaya coñazo que están dando ahora con lo del Club de los 27, además de que comparar a la Winehouse o a Cobain con Hendrix o Joplin me parece no solo una herejía, sino auténtico mal gusto), nace la leyenda. Fijaos hasta qué punto es así, que la revista Rolling Stone considera a Cobain ¡¡el duodécimo mejor guitarrista de la historia!!

3. U2

¿Cómo se explica que la revista RS los considere el tercer grupo más importante de la historia del rock? Sí, ya sé que la credibilidad de RS está incluso por debajo de las portadas del Marca, pero ¿en qué cabeza cabe? Si el principal problema de Bono y compañía es que hace tiempo que olvidaron que eran un grupo de rock y se han quedado en una simple sociedad anónima. Bueno, puede que anónima no, pero sociedad mercantil desde luego.

Míralos, reventaítos que están (de contar billetes, por supuesto)

Si al menos tuvieran la ironía de Zappa para decir aquello de estamos en esto solo por la pasta, hasta tendrían un pase. Pero no, ahí siguen con su pose de estrellitas aburguesadas del rock, con sus looks perfectamente estudiados, sus declaraciones cuidadosamente medidas (mezclando dos partes de compromiso social, una parte de compra-nuestro-disco, y una pizca de falsa rebeldía juvenil, sin pasarse), sus espectáculos calculados hasta el último detalle… y sus discos tristemente vacíos. Y es una pena, porque sus últimos 20 años no hacen justicia a sus primeros trabajos: War, The Joshua tree o Achtung Baby han sido sepultados tras una pila de música desechable y superflua con la que mantener su particular neverending tour (véase nuestra crítica a su concierto aquí).




En fin, eran otro de esos grupos llamados a ser los nuevos Beatles… y su principal aportación al rock fueron los fuegos artificiales. Ahí queda.

2. Dire Straits

Por una sola razón: porque son un coñazo.

Se lo pasan bien: no están escuchando sus propias canciones

No son un mal grupo, de acuerdo, y tienen canciones que se salvan, las típicas que a todo el mundo gustan: Sultans of swing, Calling Elvis, Walk of life, Brothers in arms… claro que en veinte, o treinta, o cuarenta años de carrera tampoco es que sea para tirar cohetes; pero ese no es el tema. Además, me da igual que Mark Knopfler tenga menos voz que un grillo pisado. Y vale, toca la guitarra muy bien y su técnica de fingerpicking es la mejor desde Chet Atkins. O mejor que él incluso, lo que quieras.




Pero es el grupo más mortalmente aburrido que he escuchado nunca. Con eso sobra todo lo demás.

1. The Doors

El grupo sobrevalorado por excelencia.

Si no queréis aburriros aprended de Dire Straits

Imprescindible cuando eres un adolescente que crees saber de música, y te seducen sus letras oscuras y los ritmos cansinos: te compras sus discos, ves la película de Oliver Stone (ahora también puedes ver el documental ese que sacaron hace poco, el que narra Johnny Depp, si cabe más coñazo aún que sus discos) y cuelgas en tu cuarto el poster de Morrison. Y después, ¿qué?

Después creces y descubres que si no estás fumado su canciones no son para tanto. Tienen un puñado de buenos temas, desde luego: Riders on the storm, The end, People are strange, Love street, Break on through, Touch me, L.A. woman y poco más. Pero que muy poco más. Pero es que además, si aprendes inglés y lees sus letras, te entra la risita floja cuando oyes decir que Jim Morrison era un "poeta". Es que hoy es artista cualquiera.




Si Nirvana le debe el 80% de su éxito al carisma de Cobain, The Doors le debe el 100% a Morrison, sino más. Probablemente nunca se consiguió tanto con tan poco.