The Stooges.
FUN HOUSE
Elektra (1970)
Detroit
es conocida por ser la sede original de la compañía musical Motown. Su nombre
sale de apocopar ‘motor town’ (ciudad del motor) ya que Detroit también es
conocida por albergar a las compañías Ford y General Motors.
Por
último, Detroit también es la ciudad en la que The Stooges surgieron a finales
de los 60 como una banda que encarnaba el final del sueño dorado y la caída de
bruces en un mundo abatido por el paro, la guerra de Vietnam, las drogas duras
y el desencanto de una juventud maltratada por el sistema.
“Fun
House” es el segundo disco del grupo liderado por Iggy Pop (James Newell
Osterberg) y supone uno de los primeros pasos que llevarían hacia el movimiento
Punk en la segunda mitad de la década de los 70.
Su
contenido es sucio, descarnado, insultante. El sonido que vomitan los surcos
del Lp llega al límite decibélico soportable y las siete canciones que contiene
te empujan por una escalera sin retorno que te lleva directamente al infierno.
Tan solo a mitad del disco, en la cuarta canción (Dirt), encontramos un rellano
de melodía y esperanza. Pero es solo eso, un descanso. La guitarra de Ron
Asheton, con fraseos machacones, y la desgarradora voz de Iggy te dan bofetón
tras bofetón para que no olvides dónde estás. “Fun House” es algo más que una
casa de putas, es un aquelarre sadomasoquista dirigido por la ‘iguana’ y que te
transporta a un estado estremecedor.