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lunes, 16 de febrero de 2015

Eduardo Izquierdo - Bob Dylan, La Trilogía del Tiempo y el Amor


Ha sido una pena quedarnos sin fuelle en el blog al comenzar 2015. A finales del año pasado nos planteamos comenzar a trabajar en el mes Dylan para junio o julio, tal y como hicimos con el mes Beatles a principios del verano de 2014. Al no disponer de material nuevo ya en febrero, no nos queda más remedio que publicar todas las entradas sobre Dylan que podrían haber formado parte de aquello. En fin... quizá un mes sobre Dylan hubiera saturado al personal cosa mala. Igual estas entradas se disfrutan más en pequeñas dosis que no en un largo evento dedicado al genio de Duluth.

En cuanto al libro que nos ocupa, diré en primer lugar que lo que ha hecho Eduardo Izquierdo me parece muy valiente. Hace algunos años me planteé hacer lo mismo que él en una escala mucho más pequeña y no fui capaz. El 25 de enero de 2011 escribí una entrada llamada Bob Dylan, el eterno retorno en la que hablaba de como Dylan había conseguido recuperarse artísticamente varias veces a lo largo de su carrera y prometía una serie de tres entradas en las que hablaría de su última resurrección con discos como Time Out Of Mind, Love & Theft y Modern Times. Releyendo dicha entrada, me ha sorprendido encontrar una referencia de mi propia cosecha hablando de estos álbumes como La Trilogía del Crepúsculo. Eduardo Izquierdo la llama ya desde el título del libro La Trilogía del Tiempo y el Amor, un apelativo mucho más optimista y favorecedor. Me gustaría aclarar que no fui capaz de escribir ninguna de las tres críticas anunciadas, de manera que sólo quedó mi intención de hacerlo. Quizá empecé la de Time Out Of Mind, pero no me vi capaz de terminarla y se me hizo muy cuesta arriba hablar de discos como Love & Theft o Modern Times cuando prácticamente me parecen la misma cosa. El autor del libro que nos ocupa no sólo escribe las críticas de estos tres álbumes, si no que también consigue armar un libro muy interesante sobre la última etapa de Dylan como músico. Etapa que pilló a todos por sorpresa y que ha vuelto a escribir con letras de oro una nueva página en la historia de la música.


La Trilogía del Tiempo y el Amor no puede limitarse a hablar de los tres discos y punto. De hecho, sería un pecado quedarse ahí cuando la carrera de Dylan a partir de la publicación de Time Out Of Mind se ha expandido triunfante en otros muchos aspectos. Eduardo Izquierdo expone en primer lugar el porqué de considerar esta triada de discos como una trilogía cuando la obra musical de Dylan no puede etiquetarse tan alegremente. Tras esa justificación, que seguro contentará a los fans del músico más fervientes, resulta tan interesante hablar de la creación de Time Out Of Mind como de la etapa previa que encaminaba a Dylan a ser rescatado de un olvido que abarcaba casi dos décadas. Leyendo el libro he caído en la cuenta de que Time Out Of Mind no sólo reactivó su carrera discográfica, si no que también expandió a Dylan a otros campos que con el paso del tiempo incluso los fans hemos olvidado. Desde 1997, la colección de bootlegs se ha reactivado en paralelo a su discografía oficial ofreciéndonos joyas como el legendario concierto del Royal Albert Hall, las tomas alternativas de Tell Tale Signs o todo el material que reivindica las denostadas sesiones de Self Portrait. El genio de Duluth ha ganado un Oscar, ha publicado un libro maravillosamente bien escrito llamado Chronicles Volume 1 y ha colaborado en uno de los documentales más celebrados de los últimos años dirigido por nada menos que Martin Scorsese. Además, el Never Ending Tour se empezó a conformar durante estos frenéticos años y, algo que pocos habían considerado, Dylan ha logrado reunir a la mejor banda de acompañamiento con la que ha contado nunca desde The Band.

La Trilogía del Tiempo y el Amor está bien planteado por todos estos motivos. No sólo tiene la oportunidad de hablar de tres discos maravillosos, si no que también aprovecha para hacer un repaso a todos los acontecimientos que han ido expandiendo el universo Dylan en su última resurrección discográfica. No se deja nada en el tintero e incluso aborda aspectos tan peliagudos como las acusaciones de plagio sobre los dos últimos discos de la trilogía. Sobre este tema, creo que el propio Dylan se ha reído descaradamente incluyendo Early Roman Kings en Tempest (un plagio más que evidente a Manish Boy de Muddy Waters). ¿Aspectos negativos? El principal de todos ellos que, al establecer la trilogía de discos como eje central del libro, el autor se ve obligado a hablar de todas las canciones y en ocasiones hay poco que decir, pero hay que decir algo. Cada vez que empieza la review de un álbum viene acompañada de la tan temida enumeración de cortes. En casos de álbumes tan genéricos como Love & Theft o Modern Times se hace especialmente cuesta arriba por que varios temas son muy parecidos y hay poco que decir.

domingo, 11 de enero de 2015

Fernando Merinero - Las Huellas de Dylan


Tengo que agradecer al amigo Mansion el préstamo de este documental en DVD, ya que ha supuesto para mí recordar una de las experiencias personales más intensas en lo que a música se refiere. Las Huellas de Dylan es un documental de acercamiento al músico a través de sus fans y para ello recoge infinidad de testimonios a través de los cuales el profano puede intuir que significa Bob Dylan para todos aquellos que lo veneramos.

El documental fue rodado en 2004 durante su gira española en la que visitó ciudades como Motril, Córdoba o Santiago de Compostela. Para mí no ha sido un documental más sobre tal o cual músico, ya que lo que refleja fue vivido por mí en primera persona durante mi visita a Córdoba para ver al más importante de todos mis mitos musicales. Y es que, aunque no lo parezca por el volumen de entradas que dedico a unos y a otro, Bob Dylan está a la misma altura que los Beatles en mi panteón particular con la diferencia capital de que aún puedes verlo en directo. Recuerdo que aquel año tuve que elegir entre ver a McCartney en Madrid y a Dylan en Córdoba... no lo dudé un instante. Fue la primera de un total de tres veces: Córdoba 2004, Collado Villalba 2006 y Jérez de la Frontera 2008 (si mal no recuerdo).



En primer lugar, me gustaría decir que este documental parte de una idea genial y sumamente práctica. Teniendo en cuenta que Dylan es impenetrable a la prensa, que mejor que acercarse a su figura de la mano de sus fans. De esa manera puedes retratar un aspecto que ni el propio Scorsese consiguió en No Direction Home: capturar la imagen que el fan de la calle tiene de su ídolo. Desde el veterano curtido en mil conciertos hasta el imberbe nervioso que va a verlo por primera vez, desde la estrella de la canción al hippie de la camioneta con su esposa japo... todos sin excepción se sienten traspasados por esa enigmática figura que ha sido protagonista principal del siglo XX y parte del XXI. Tengo que decir que de toda la gente que ha participado en este documental, la intervención que más me ha llegado ha sido la de Joaquín Sabina. Es otro de mis ídolos musicales, quizá mi número uno a nivel nacional, y me quito el sombrero ante su percepción personal de Bob Dylan. Eclipsa al resto de entrevistados y, cada vez que se asoma, suelta una certera genialidad a la que intenta quitar hierro con su correspondiente broma.

Por otro lado, me ha sorprendido reencontrarme en este DVD con fans de a píe como Antonio Iriarte o Antonio Terni, ya que compartí con ellos varias horas esperando a las puertas de El Fontanar bajo un sol de justicia. Por cierto, que poco tiempo le dedican al público de Córdoba. Al menos a mí me lo parece, ya que tenía la esperanza de verme en la cola. Si hubieran grabado la apertura de puertas, estoy seguro de que se habría visto a un sevillano de casi dos metros corriendo como una quinceañera para llegar a las primeras filas (me quedé en la cuarta o quinta).


Joaquín Sabina y Benjamín Prado, de lo mejor del documental

Lo más destacable para mí de Las Huellas de Dylan es como captura lo divino y lo humano de los fans de Dylan. Aparece gente que da gusto escuchar ofreciendo opiniones con las que puedes sentirte más o menos reflejado o que incluso te muestran un nuevo enfoque sobre tu ídolo. Otros sin embargo, los menos, desvarían ante la cámara e intentan por todos los medios transmitir su desmedida pasión por el músico. Tanto esfuerzo dialéctico en estos casos no hace otra cosa que sacar a la luz el lado más oscuro de los dylanitas: la intransigencia, el amor ciego en el que la música queda eclipsada por la figura mesiánica... en definitiva, el acólito incapaz de entender otra realidad que no sea la suya. Ser dylanita tiene también sus luces y sus sombras. El único punto negativo que me parece imperdonable es ese artificioso montaje de intervenciones en el que se aparenta un diálogo entre los entrevistados. Lo de Loquillo y González Sinde me parece de muy mal gusto, no entiendo donde está la gracia y no merecía la pena manchar un documental tan entretenido con un montaje tan ridículo.

Las Huellas de Dylan gustará a los fans del músico, pero también acercará a los profanos a una de las sectas musicales más peculiares y excéntricas de la música rock. Merece la pena.


lunes, 1 de septiembre de 2014

5 Obras maestras que se retrasaron


The Beatles - Let It Be (1970)


Let It Be fue el último álbum publicado por los Fab Four, pero no fue el último que grabaron como grupo. Tal honor corresponde a Abbey Road, el auténtico epitafio del grupo, mientras Let It Be es el sucesor natural al White Album. Let It Be tardó más de año y medio en ser publicado debido a lo difícil que suponía en aquella época sacar algo aprovechable de sus sesiones de grabación. El proyecto fue abandonado por los Beatles cuando comenzaron a trabajar en Abbey Road y Phil Spector fue el elegido por Lennon a posteriori para sacar algo en claro de aquellas cintas. Su solución fue ocultar con orquestaciones los fallos técnicos del grupo en la ejecución de sus temas, hecho que enfado a McCartney precipitando aún más el anuncio oficial de la separación del grupo. Let It Be siempre ha tenido fama de ser el peor álbum de los Beatles, aunque yo discrepo con esta afirmación. With The Beatles, Beatles For Sale o la BSO de Yellow Submarine se merecen ese dudoso honor. Tras la publicación del Naked, las canciones del periodo Let It Be han sacado pecho para reivindicarse al mismo nivel que el mejor material de los de Liverpool.
by Manuel J


Neil Young - Tonight's the Night (1975)

Las canciones de Tonight's The Night surgen de las entrañas de Neil Young tras el fallecimiento de su compañero en Crazy Horse Danny Whitten y su roadie Bruce Berry, ambos victimas del consumo de drogas y del rock´n´roll way of life. Young reune a Ralph Molina y Billy Talbot junto a Nils Lofgren y Ben Keith para registrar en los Studio Instrumental Rentals una serie de intensas maquetas sumergidas en tequila y humo de marihuana. La discográfica espera un nuevo Harvest y rechaza el indigesto material de su rutilante estrella. Dos años después, tras regresar de la triunfal gira de 1974 con CSNY, Young registra los temas que conformarían su nuevo álbum cuyo título iba a ser Homegrown. Después de presentarlo a varios de sus amigos en una escucha privada, la cinta con el nuevo material continúa girando y saca a relucir el tortuoso material rechazado por la discográfica años atrás. Los presentes apoyan a Young diciéndole que ese debería ser su siguiente álbum. Reprise termina cediendo y aquellas crudas maquetas se completan con otros temas añadidos a posteriori como Borrowed Tune y el directo Come On Baby Let's Go Downton. Tonight's The Night está repleto de temas ejecutados de forma penosa (quizá fue aquí donde surgió el lo-fi por primera vez), pero también es una obra maestra que retrata de forma inmejorable el descenso a los infiernos de su autor.
by Manuel J


Prince - The Black Album (1994)


Durante los seis años que mediaron entre su grabación en 1987 y su edición oficial en 1994, el Black Album de Prince se convirtió en uno de los discos bootleg mas buscados de todos los tiempos. De hecho, por unas primeras copias que se dieron a conocer, se llegaron a desembolsar importantes cantidades de dinero, solo por el placer de escuchar las nuevas ideas de un genio que en aquella época todo lo que tocaba lo convertía en oro. The Black Album es el disco intermedio entre la excelencia de Sign´O The Times y la exuberancia de Lovesexy. De hecho, este ultimo, se grabó por el descontento que a Prince le había supuesto el resultado de Black Album y que se había negado a publicar. Pero el disco negro fue carne de coleccionistas y de muy diversas leyendas. Con su edición oficial en 1994 se nos descubrió un disco de claro poso experimental, muy negro en sonidos y texturas y que mostraba a un Prince muy alejado de la música que facturaba en aquellos años. De hecho, hoy día, aun se me hace difícil situarlo en un contexto determinado dentro del conjunto de su legado.
by Mansion


Bob Dylan - The "Royal Albert Hall" Concert (1998)

Tuvieron que pasar la friolera de treinta y dos años para que el legendario concierto del Royal Albert Hall (celebrado en realidad en el Free Trade Hall de Manchester) fuera asimilado por la discografía oficial de Bob Dylan. Después de la publicación del primer bootleg series de 1991 dedicado a temas inéditos de toda su carrera, pasaron siete años hasta dar luz verde a esta cuarta entrega en la que se recogía el concierto más importante de la trayectoria del músico. La calidad de la grabación es exquisita en su mayor parte, aunque hay algún que otro cambio brusco de sonido debido a que el doble álbum se compone de tres fuentes distintas de grabación. Dylan realiza una ejecución perfecta en el show acústico y se muestra intratable en el eléctrico, plantando cara al fan que lo llamó Judas en aquel mítico instante de la historia del rock. No sé cuantas veces habré escuchado este concierto, aunque tengo que reconocer que siento predilección por el primer CD con la parte acústica. La parte eléctrica es más apreciable teniendo en cuenta el contexto histórico en el que se encuentra, pero tengo que rendirme ante interpretaciones tan increíbles como las de Visions Of Johanna o Desolation Row.
by Manuel J


Brian Wilson - Smile (2004)

Cualquier aficionado la música conoce la historia del que ha sido quizás, el álbum oculto mas famoso de todos los tiempos. Tras la excelencia de Pet Sounds, Brian Wilson, en un ejercicio de ambición que pocas veces se ha dado a lo largo de la historia de la música popular, ideó lo que el llamó: La Sinfonía Pop definitiva. El no va mas. Good Vibrations, la obra maestra que resultó de aquellas primeras y largas sesiones, no dejaba lugar a la duda. Smile era el disco que lo iba a cambiar todo. Extrañamente, Wilson no acababa de terminar con el trabajo y las sesiones de grabación se fueron extendiendo durante meses. Incluso la ambición y perfeccionismo de su autor llevó a los colaboradores con los que trabajaba a situaciones realmente extrañas como trabajar en un estudio lleno de arena o entrar a grabar con cascos de bombero. La salida al mercado del single de los Beatles Strawberry Fields/Penny Lane fué el colofón a todo ello. Como Wilson recordaba: "Eso era lo que estaba buscando y los Beatles ya lo habían conseguido". Esta situación (además del LSD, del que venía abusando desde 1965) llevó a Brian a un colapso nervioso del que jamás se recuperó del todo y a Smile al baúl de los recuerdos. En 2004, rescató en una nueva versión los contenidos de ese álbum. Desde luego no es la excelencia que se prometía pero escuchando esta versión tardía si podemos darnos cuenta de lo que Wilson pretendió y casi logró. En 2011 salieron a la venta de forma oficial las míticas y originales Smile Sessions, y ahí es donde apareció en toda su grandeza.
by Mansion

lunes, 21 de julio de 2014

¿Debería Bruce Springsteen aprender de Bob Dylan?

Desde hace ya unos años, Bruce Springsteen me tiene muy descolocado (desmotivado?). Le he visto nueve veces en directo, le escucho y sigo fielmente desde que tengo quince años y hasta le estreché la mano en el momento rock mas inolvidable de mi vida, pero creo que poco a poco su carrera actual me está dejando de interesar. Ha perdido misterio. Ha perdido sustancia. Ha perdido ese nosequé tan autentico que tenia incluso en 1993 (si, en esa época aun era muy grande). Y con esta entrada, comparándole con el gran maestro, solo pretendo hacer ver la realidad antagónica de dos de los grandes compositores americanos por excelencia. Porqué esa distancia entre uno y otro en estos tiempos? Que ha pasado por el camino? 


Realmente Dylan y Springsteen nunca fueron lo mismo, mas allá de que Greetings From Asbury Park recuerde al Dylan de Another Side. Era lógico. Todos crecen a la sombra del genio de Duluth. En 1975 Born To Run disparó a Springsteen a un estatus privilegiado y con su carrera posterior hasta Tunnel Of Love, pudo llegar a alcanzar la proeza del Dylan de los 60 y 70. En los noventa ambos se perdieron y ambos se encontraron, pero en el nuevo siglo se han convertido en dos artistas antagónicos. Mientras Dylan ha logrado un estado de madurez creativo pletórico (Time Out Of Mind, Love and Theft, Modern Times, Tempest...), Springsteen ha envejecido su formula de la mano de fallidas producciones, falta de canciones esenciales y mucha sorbreexposición. Uno se ha renovado a su manera y ante la admiración perpetua de seguidores como servidor. El otro se ha marchitado fruto del querer estar siempre en la pomada cuando lo que siempre mas me atrajo de el, era su perfil mas bajo, mas terrenal. Repasemos y comparemos sus etapas desde los ochenta....

Años 1980-1989: Dylan continua en plena etapa cristiana. Saved y Shot Of Love me encantan pero hoy dia, pocos los recuerdan (injustamente). Con Infidels vuelve a entregar nuevos clásicos y recupera a parte de la audiencia perdida entre los sermones de giras recientes. Pero a mitad de década, encuentra un camino sin retorno con albumes fallidos, falta de inspiración y una afición a la botella que casi acaba con su carrera. Para alivio de todos aparecen los Travelling Willburys y Daniel Lanois (Oh Mercy) y le dan un poco de aire en forma de crédito artístico ante las nuevas generaciones. Bruce arrasa desde 1980 con su gran obra cumbre: The River. Su prestigio como artista de directo sube como la espuma gracias al boca a boca. Nebraska afianza su figura de músico autentico y de culto, pero Born In The USA lo lleva a las televiones de todo el mundo gracias a una colección de temas impoluta. En 1986 todo el mundo quiere ser SpringsteenTunnel Of Love baja la intensidad pero es el colofón perfecto a una década triunfal. No se puede hacerlo mejor. Punto para Springsteen.


Años 1990-1999: Dylan continua con su Never Ending Tour (iniciado en 1988), atravesando etapas gloriosas con otras menos recordadas. Empieza flojo con Under The Red Sky pero gracias a dos discos impecables de versiones de viejos clásicos (Good As I Been To You y World Gone Wrong) se encuentra así mismo, se autoreafirma y sella en 1997 uno de los mejores discos de la década: Time Out Of Mind. Tras ese trabajo, su figura vuelve a brillar como antaño, actúa ante el papa, gana los Grammys que se le debían y relanza su carrera. Bruce decide romper con la E Street Band para entregar dos discos incomprendidos pero necesarios (Human Touch y Lucky Town). Sigo defendiendo esa etapa y al Springsteen sin la E Street Band. Tras el previsible fracaso comercial, gana un Oscar, graba un album minimalista (The Ghost Of Tom Joad) y reunifica a la banda de su vida en una gira que presentaba una antología impecable de temas inéditos (Tracks).  Empate técnico.



Años 2000-2009: Dylan gana su Oscar y en 2001 lo borda de nuevo con Love And Theft. La madurez del genio es un hecho y vuelve a tener a todo el mundo a sus pies, como en 1966. Refuerza su interés ante los aficionados gracias a nuevas entregas de la Bootleg Series y revisiones de su catalogo. En directo se sigue mostrando imprevisible, diferente, y genial. Siempre por delante, aunque no le entiendan. Su voz se hace mayor y tira hacia lo crooner. Y le siguen mas triunfos (Modern Times). Bruce pega el gran bombazo con The Rising. Vuelve a los estadios de la gira del 85 y su nombre recupera todo el clamor popular. Se atreve a volver por los cauces acústicos (Devils and Dust), revisiona su cancionero e incluso el ajeno (We Shall Overcome: The Seeger Sessions). Hasta ahí muy bien. Incluso ofrece nuevas referencias de fondo como las cajas de Born To Run Darkenss On The Edge Of Town. Pero lejos de seguir con la linea de trabajo de sus mejores años, decide explotar al máximo su figura y empieza a aparecer en todos los medios de forma constante. Ademas, la pila creativa se le acaba y toma decisiones erróneas por intentar sonar moderno. Punto para Bob.

Años 2010-Actualidad:
Ambos siguen en la misma linea. Dylan incluso mas imprevisible que nunca y Springsteen mas cansado y repetitivo. Mientras el de Minnesota vuelve a demostrar que sigue en forma (Tempest), juega con nuestra imaginación gracias a esfuerzos tan curiosos como el disco de villancicos. En directo sigue siendo el mismo. Pierde audiencias en sus conciertos pero gana fieles en su religión. Dylan ya es eterno aunque cumpla años y años. El de Freehold actúa sin parar y suple con soltura bajas irreparables en el seno de la ya machacada E Street Band. Se agradece su entusiasmo y su energía juvenil, pero ya resulta repetitivo a ojos de muchos de sus seguidores. En estudio, en mi opinión, entrega el peor disco de su carrera (Wrecking Ball) y se adentra en un extraño callejón sin salida. Lo que antaño era perfeccionismo ahora es un todo vale que muchos no toleramos. Punto para Bob.


Así esta el asunto a dia de hoy. Y mientras uno actúa de la mano del presidente demócrata de turno, el otro hace anuncios para coches y lencería de mujer. Que tiene eso de diferente? Para mi, nada. Ambas cosas me parecen nobles y comprensibles. Así es el negocio...o no?



miércoles, 7 de mayo de 2014

Top 10: Las giras mas importantes del rock (2 de 2).

Tras el repaso a los puestos del diez al seis, llegamos al Top 5 con las cinco giras mas importantes de la historia del rock. Insistimos en que cada uno puede tener las suyas y que es posible que hayamos cometido algún error imperdonable por dejar de lado alguna otra, pero estas son las que son y no las que podrían haber sido. Vamos allá.

5. Bruce Springsteen: Darkness On The Edge Of Town Tour 1978.


Si debemos quedarnos con una gira que definiera al mejor Bruce Springsteen, tengo muy claro que debemos viajar a 1978. Antes ya había hecho historia con la gira de Born To Run y aquel memorable concierto del Hammersmith de Londres (disponible en DVD oficial), pero la gira de presentación de su cuarto album y tras un período de litigios legales con su ex-manager, puso a Bruce en la cima de los artistas de rock en escena. Desde esa cima no ha vuelto a bajarse aunque en los últimos años sus espectáculos se hayan convertido en acontecimientos mediáticos donde lo importante es lo extra-musical y no lo meramente musical. Aquí en cambio, las interpretaciones de las canciones de su entonces, reciente repertorio, son irrepetibles. Ademas, muy acertadamente, Springsteen decidió enfocar esa gira en teatros y arenas de 2.500 a 4.000 personas con pocas excepciones para lugares de mayor aforo. La gente tenia hambre de Bruce y este no solo no les defraudó sino que sembró la semilla para la megaestrella que vino después.

Visiónalo en: Live In Houston de la caja Darkenss On The Edge OF Town.

4. The Beatles: First American Tour 1964.


Nada volvió a ser igual tras el desembarco de los cuatro de Liverpool en el Aeropuerto de New York en Febrero 1964. Esa visita del grupo mas grande de la historia, destrozó por completo todos los parámetros por los que era conocida la música popular. Audiencias televisivas históricas, histeria colectiva, etc... Sin duda, uno de los instantes mas relevantes a nivel social y mediático de todo el siglo XX. Los Beatles entraron por la puerta grande en EE.UU y la gira que siguió a ese momento, ha quedado como el ejemplo mas palpable de la mayor revolución musical que se recuerda. I Want To Hold Your Hand, repertorio inaudible ante los gritos de la muchedumbre, Ringo girando con su batería, Lennon y sus movimientos espasmódicos, la sonrisa permanente de Paul, etc.... Dos años después se cansaron de ese ritmo de vida y dejaron de disfrutar sus propios conciertos. Pero eso no quita para que todos y cada uno de nosotros hayamos deseado alguna vez haber podido estar ahí por un instante.

Visiónalo en la Caja de DVD The Beatles Anthology

3. David Bowie: Ziggy Stardust 1972/1973.


Llegamos al podium con la gira de presentación de los albumes Ziggy Stardust And The Spiders From Mars y Aladdine Sane de David Bowie en 1972 y 1973. Esta gira supuso un antes y un después en la concepción escénica del rock. Nadie se había atrevido a tanto en aquella época. Dos años en los que David Bowie reinventó el rock no sólo en estudio sino también en escena. Todo eran elementos nuevos. La androginia, las estrafalarias vestimentas, la pintura facial, el aire teatral y marciano de su personaje, la creación inaudita de un alter-ego, etc...Aquellos que vieron aquella gira in situ, se transformaron para siempre.

Visiónalo en la película Ziggy Stardust and the Spiders from Mars.

2. The Rolling Stones: American Tour 1972.


La gran gira del exceso. Aquella donde lo de ser una estrella del rock cobra sentido y con la que los Stones marcan la pauta en cuanto al rock and roll way of live se refiere. Aviones privados, groupies, orgías, drogas, etc...y mucho del mejor rock and roll que se haya podido escuchar nunca. Es la gira de presentación del Exile on Main Street ni mas ni menos. Ademas, con el bagaje reciente de discos tan antológicos como Sticky Fingers, Let It Bleed o Beggar´s Banquet. El abc del rock, para entendernos. La icónica lengua stoniana brilla mas que nunca, y los espectáculos se suceden noche tras noche. Musicalmente, la banda sonando mas autentica que nunca, y con un Mick Taylor tocando el cielo. En el 73 repitieron la experiencia americana en varios países de Europa dando como lugar varios de los conciertos mas memorables de su carrera. Si los Rolling Stones son considerados la banda mas grande del rock and roll es gracias a giras como esta.

Lo puedes disfrutar en el documental Ladies and Gentlement: The Rolling Stones.

1. Bob Dylan: World Tour 1966.


Sinceramente, la gira que Bob Dylan y The Hawks (luego The Band) hicieron por Reino Unido en 1966 debe ser considerada la gira mas importante de la historia de la música popular. Concebida en si misma como gira de presentación de las obras maestras Highway 61 Revisited y Blonde On Blonde, todo lo que hayas podido leer sobre ella, se queda corto. El punto de arranque del rock tal y como lo entendemos. La mecha que encendió todo y que posibilitó que el rock evolucionara desde las brasas de un folk que ya agotaba su propuesta, y que ademas elevaría a Dylan a la figura de leyenda. Es la gira del "Judas!" y del "I Don´t Believe You. You are a liar". La gira de los abucheos y de los desprecios a un repertorio avasallador: "Play it fuckin loud". Aquellos conciertos acabaron por hacer explotar los cerebros del publico mas purista que ya intuía lo que se les venia encima en las segundas partes. Pero era el peaje que Dylan debía de pagar para poder orientar su carrera hacia otros horizontes. A partir de entonces, ya nada volvería a ser igual. El rock ya había sido perfeccionado para siempre.


Lo puedes ver en el documental de Martin Scorsese No Direction Home y escucharlo en el imprescindible Bootleg Series Volumen 4.

jueves, 1 de mayo de 2014

Top 10: Las giras mas importantes del rock (1 de 2).

El tema de los conciertos no ha sido un tema que hayamos tratado de forma muy recurrente en el blog. Y la verdad, no sabemos las razones. Quizás porque hemos priorizado mas los discos o los análisis exhaustivos de determinadas carreras. Pero no ha sido algo premeditado. Sirvan por tanto estas dos entradas, para repasar las que servidor considera las diez giras mas importantes de la historia del rock. Y porque estas y no otras? La principal razon sería la importancia histórica que tuvieron en su momento y el impacto mediático que conllevaron. De alguna manera, son giras sin las que no podríamos entender la escena del rock en el siglo XX. Algunas fueron muy influyentes, otras fueron musicalmente brillantes, otras con una puesta en escena apabullante y todas ellas, históricas por igual. 

10. Pink Floyd: The Wall Tour 1980/81.


Es quizás la gira mas megalómona que se ha hecho nunca. Claro que posteriormente hubo giras mucho mas espectaculares y masivas, pero el espectáculo de The Wall marcó un antes y un después en las giras de rock. Y también en la propia historia del grupo, que acabó arruinándose tras consumar todas las fechas del tour. Una gira enfocada en cuatro únicas ciudades: New York, Los Angeles, Dortmund y Londres. Cada una de las cuales albergaron varias noches de conciertos únicos en su puesta en escena y con la presentación de uno de los discos de rock mas excesivos de la historia. El espectáculo era en si mismo una bendita locura: el concierto empezaba con el grupo en escena, libre de cualquier adorno, y a medida que el concierto avanzaba, un muro de enormes proporciones se construía delante de la banda, que al final del concierto, quedaba invisible ante la audiencia, separada esta por dicho muro. Años después, Roger Waters repetiría la idea, recuperando económicamente mucho de lo perdido en 1980. 



9. The Rolling Stones: World Tour 1981/82.


Si preguntáramos a cualquiera de los asistentes a los conciertos celebrados en el Vicente Calderón de Madrid en Julio de 1982, cómo recuerdan aquellas noches, no dudaríamos en incluir esta gira de los Stones como una de las mas legendarias del rock. Y así lo hacemos. Considero este tour como la gira que marcó a muchas de las mas masivas que se organizaron en los ochenta y noventa. Una gira de estadios y arenas descomunal a nivel de asistencia, grandes escenarios y espectacularidad. Han pasado mas de treinta años y la tecnología en los conciertos de rock ha evolucionado de una manera increíble y ahora cualquier pelele lleva luces y aparatos audiovisuales en sus conciertos, pero en 1982 nadie se atrevía a tanto. Los Stones ademas volvían a lo grande, con un disco (Tattoo You) muy exitoso y con una gran energía. Lo peor, las impagables rodilleras de jugador de fútbol americano de Mick Jagger

Lo puedes visionar en el documental: Let´s Spend The Night Together (1983).


8. Bob Dylan: Rolling Thunder Revue 1975/76.


Tengo muy claro que Bob Dylan, ha sido y es, el artista mas importante y relevante de la historia del rock. Y no solo por su incomparable carrera discográfica sino por su esencial concepción escénica e interpretativa. Quizás, la Rolling Thunder Revue de 1975-76 sea la que mejor defina a Bob Dylan. Una gira que quedaba muy lejos de los espectáculos masivos con The Band celebrados dos años antes, y que presentaba a un Dylan mas carismático que nunca y liderando un combo de compañeros de viaje impagable: Roger McGuinn, Joan Baez, Mick Ronson, etc....Todo ello, bajo una concepción del espectáculo absolutamente diferente a lo que hasta entonces se había conocido. Todos participaban con canciones propias, cambios de set constantes, apariciones sorpresa, etc...Y con unas interpretaciones asombrosas de muchos clásicos dylanianos. Aquí empezó a cobrar importancia la constante transformación de las canciones por parte de su autor, que se ha convertido en marca de la casa y que lo ha llevado hasta nuestros días a través de otra gira que podría estar aquí por méritos propios: la Neverending Tour.

Escúchalo en: Hard Rain (1976) y en el Bootleg Series Volumen 5.


7. Led Zeppelin: American Tour 1973


Sin ser un rendido admirador de la música de Led Zeppelin, si considero al grupo inglés como uno de los mas grandes de la historia del rock, y con un papel fundamental en la evolución del directo. Desde que irrumpieron con su primer album y se convirtieron en la banda de rock mas exitosa de su tiempo gracias a sus siguientes discos, los directos de Led Zeppelin adquirieron caracter de ceremonia rock por parte de tus miles de seguidores. La gira norteamericana de 1973 fué la que significó para el grupo su punto mas álgido a nivel interpretativo, y es considerada por sus seguidores mas fieles como la cima del grupo. Solo hace falta escuchar cualquier interpretación de aquellos conciertos para darse cuenta del poder y la magnitud que adquiría su música en los grandes escenarios. 

Para el recuerdo queda el imprescindible documental The Song Remains the Same.


6. U2: Zoo Tv Tour 1992/93.


El que esto escribe, fué testigo de esta gira con dieciocho años y tengo muy claro que es el concierto o el concepto de concierto que ha marcado todo lo que ha venido después. U2 giraban con su mejor album, el fantástico Achtung Baby, y Bono todavia estaba mas pendiente de cantar que de otras cosas. Musicalmente resultaba abrumador, y el grupo, mas valiente que nunca, defendía las nuevas canciones y los nuevos sonidos con total convicción. Igualmente, la mezcla de aspectos visuales con los teatrales (donde Brian Eno tuvo mucha de la culpa), daba al concepto una dimensión irresistible. Dos años dando vueltas al mundo con un espectáculo que metia a U2 en la liga de los grandes escenarios, aunque años antes ya habian triunfado a lo grande pero bajo un prisma mucho menos ambicioso. Zoo Tv Tour es la gira, para servidor, mas importante de los últimos veinte años. Y eso no se lo puede quitar nadie a U2.

Visiónalo en el DVD: Live in Sidney 1993.


domingo, 13 de abril de 2014

Traduciendo a Dylan: Like A Rolling Stone

Retomamos hoy una sección algo abandonada los últimos meses. El principal motivo para dejarla en barbecho durante tanto tiempo ha sido que se nos colara el extenso Top 20 acerca de las canciones inéditas de Dylan. No era cuestión de saturar a nuestros lectores con una sobredosis del genio de Duluth, aunque la verdad es que también me daba algo de miedo abordar un tema tan emblemático como Like a Rolling Stone, canción de la que se han escrito libros enteros (y si alguien no se lo cree, que le pregunte a Greil Marcus). Espero a pesar de todo hacerlo medianamente bien y redactar algo conciso sobre lo más importante que se ha escrito sobre el tema.

Empezamos como siempre por el principio, cuando Dylan recibió la inspiración para componerla. Según cuenta Paul Williams en el primer libro de su trilogía sobre el músico, después de publicar Bringing It All Back Home y promocionar aquel álbum por el Reino Unido, Dylan se encontraba en una encrucijada creativa. Se veía incapaz de componer nuevas canciones e incluso se planteó abandonar su carrera en aquel punto. Al volver a su país, comenzó a escribir un largo poema de varias páginas (diez o veinte, según la fuente) a partir del cual comenzó a cristalizar la canción. Cuando se habla de que Dylan resumió aquel largo texto en las cuatro estrofas de Like a Rolling Stone, se supone que la canción logra captar la esencia musical de aquello que Dylan había escrito. Con aquel ejercicio de síntesis compositiva, Dylan logró reinventarse y salir de aquel atasco creativo que le impedía seguir sacando nuevo material.


Al Kooper y Bob Dylan

Like a Rolling Stone fue tocada por Dylan las primeras veces en un ritmo de 3/4 al piano, pero poco a poco fue evolucionando a su forma final en un ritmo de 4/4. El tema fue registrado en el estudio bajo la producción de Tom Wilson y contó con la participación de músicos tan destacados para darle su forma definitiva como Mike Bloomfield y Al Kooper. De hecho, la osadía de Al Kooper para situarse en el órgano sin que nadie se percatara cuando apenas sabía tocar ese instrumento fue un hecho fortuito que terminó siendo en beneficio para el tema, dando a Like a Rolling Stone esas largas notas de órgano tan características que parecen ir con algo de retraso respecto al resto de instrumentos. Según Howard Sounes, la discusión entre Dylan y el productor Tom Wilson acerca de si el órgano debía o no terminar en la mezcla final provocó una especie de cisma que terminó con la relación profesional que ambos habían mantenido hasta ahora. De hecho, el resto de temas de Highway 61 Revisited sería registrado con otro productor, Bob Johnston, el cual trabajaría con Dylan en sus siguientes álbumes.

Like a Rolling Stone es un punto de inflexión no solo para la carrera de Dylan, sino también para la música en general. Con sus seis minutos de duración desafiaba la longitud normal de un single para la radioformula y con su temática misógina y vengativa también rompía con los ligeros temas que hasta entonces se trataban en la música popular. El tema influyó en músicos contemporáneos como los Beatles y sembró una semilla en aquellos que estaban por venir como, por ejemplo, Bruce Springsteen. La canción dejó una enorme huella en la cultura popular y aún a día de hoy es reivindicada por su autor como una de las mejores canciones que ha escrito nunca. A comienzos del presente siglo, varias publicaciones musicales como Uncut o MOJO colocaban sin discusión Like a Rolling Stone como la mejor canción del último siglo.



Once upon a time you dressed so fine
Hubo un tiempo en que ibas muy trajeada
You threw the bums a dime in your prime, didn’t you?
En la flor de la vida arrojabas moneditas a los mendigos, ¿recuerdas?
People’d call, say, “Beware doll, you’re bound to fall”
La gente ya te avisaba: "Ojo, niña, vas a acabar mal"
You thought they were all kiddin’ you
Tú pensabas que bromeaban
You used to laugh about
Y te reías
Everybody that was hangin’ out
De todo bicho viviente
Now you don’t talk so loud
Ahora ya has bajado el tono
Now you don’t seem so proud
No pareces tan orgullosa
About having to be scrounging for your next meal
De tener que rebuscar tu próxima comida
How does it feel
¿Qué se siente
How does it feel
Qué se siente
To be without a home
Vagando sin hogar
Like a complete unknown
Por todos ignorada
Like a rolling stone?
Como un canto que rueda?
You’ve gone to the finest school all right, Miss Lonely
Si, doña Soledad, fuiste al mejor colegio
But you know you only used to get juiced in it
Pero no nos engañemos, te pasabas el día mamada
And nobody has ever taught you how to live on the street
Y nadie te enseñó a vivir en la calle
And now you find out you’re gonna have to get used to it
Y ahora te toca acostumbrarte a eso
You said you’d never compromise
Dijiste que jamás transigirías
With the mystery tramp, but now you realize
Con el vagabundo misterioso, pero ahora entiendes
He’s not selling any alibis
Que él no vende coartadas
As you stare into the vacuum of his eyes
Mientras contemplas el vacío de sus ojos
And ask him do you want to make a deal?
Y le preguntas si quiere hacer un trato
How does it feel
¿Qué se siente
How does it feel
Qué se siente
To be on your own
A solas en la vida
With no direction home
Sin hogar en tu destino
Like a complete unknown
Por todos ignorada
Like a rolling stone?
Como un canto que rueda?
You never turned around to see the frowns on the jugglers and the clowns
Nunca te volviste a ver el ceño de malabaristas y payasos
When they all come down and did tricks for you
Cuando acudían a hacerte sus números
You never understood that it ain’t no good
Jamás comprendiste que no conviene
You shouldn’t let other people get your kicks for you
Dejar que otros vivan en su piel tus emociones
You used to ride on the chrome horse with your diplomat
Montabas el caballo cromado con ese diplomático
Who carried on his shoulder a Siamese cat
Que llevaba un gato siamés al hombro
Ain’t it hard when you discover that
Debió de ser muy duro descubrir
He really wasn’t where it’s at
Que no era tan estupendo
After he took from you everything he could steal
Cuando te sopló todo lo que tenías
How does it feel
¿Qué se siente
How does it feel
Qué se siente
To be on your own
A solas en la vida
With no direction home
Sin hogar en tu destino
Like a complete unknown
Por todos ignorada
Like a rolling stone?
Como un canto que rueda?
Princess on the steeple and all the pretty people
Princesa en el campanario y toda esa gente guapa
They’re drinkin’, thinkin’ that they got it made
Que bebe convencida de su éxito
Exchanging all kinds of precious gifts and things
E intercambia preciosos obsequios
But you’d better lift your diamond ring, you’d better pawn it babe
Pero más vale que te quites y empeñes el anillo de diamantes
You used to be so amused
Te hacía mucha gracia
At Napoleon in rags and the language that he used
Aquel napoleón andrajoso y cómo se expresaba
Go to him now, he calls you, you can’t refuse
Ve ahora con él, te llama y no puedes rechazarlo
When you got nothing, you got nothing to lose
Cuando no tienes nada, nada tienes que perder
You’re invisible now, you got no secrets to conceal
Ya eres invisible, no tienes secretos que ocultar
How does it feel
¿Qué se siente
How does it feel
Qué se siente
To be on your own
A solas en la vida
With no direction home
Sin hogar en tu destino
Like a complete unknown
Por todos ignorada
Like a rolling stone?
Como un canto que rueda?

domingo, 23 de marzo de 2014

Paul Williams - Bob Dylan · Años de Juventud


Creo que nunca antes me había topado con una obra como la que voy a reseñar ahora. Sólo Bob Dylan es capaz de desatar pasiones para inspirar el texto más excesivo de todos los que he leído sobre literatura rock. Años de Juventud es un volumen que evita constantemente la objetividad, de hecho parece escrito con el único fin de que compartas la pasión del que lo firma por la música y figura de Dylan. Esta premisa no pinta nada mal en un principio y como fan del músico tenía muchas esperanzas con este libro, ya que nunca está de más conocer nuevas opiniones sobre cualquiera de sus canciones o discos.

El problema fue, creo yo, que tanta intensidad no puede mantenerse a largo plazo y, mientras más se esfuerza el escritor por transmitirte sus sensaciones, más se quema el lector, porque, al fin y al cabo, estás viviendo la música a través de los ojos de otro sin tregua alguna. A medida que iba pasando páginas, mis buenas vibraciones iniciales se tornaron cansancio y tuve que realizar varias paradas durante su lectura, hastiado de leer la enésima suposición peregrina sobre tal o cual asunto. Y es que Paul Williams no se limita a ofrecer su opinión personal sobre cada álbum oficial, concierto o canción descartada en el estudio. Lo más alucinante es que se intenta meter en los sentimientos del propio Dylan para contarte sus conflictos interiores. Al principio te llama la atención, pero después te preguntas... ¿en base a qué? Resulta muy cargante y te desilusiona descubrir que el libro que estás leyendo no se toma demasiado en serio cuando hace semejantes elucubraciones. Te queda el regusto amargo de que al final no estás leyendo sobre Bob Dylan, sino sobre el fanatismo de otro tío hacia el músico. De hecho, Williams quiere meterte sus razonamientos a base de continuas metáforas e imágenes mentales, por lo que seguir el hilo y no perderte por el camino supone un gran esfuerzo.

Paul Williams (1948 - 2013)

Por poner un ejemplo ilustrativo: Williams habla del tema inédito I'm Not There e indica que hay varias partes en las que la letra no se entiende. La causa es tan simple como que Dylan no había terminado el texto y mascullaba sonidos al micrófono para rellenar los espacios en la toma grabada del estudio. El escritor sin embargo se lanza sin paracaídas estableciendo una analogía con la teoría de la caverna de Platón. No voy a explicar su razonamiento para llegar a una metáfora tan descabellada, pero os podéis hacer una idea de lo que supone leer este libro. O te tomas a broma todas estas salidas por la tangente o entiendes y perdonas que el autor pierda el norte de vez en cuando, ya que es evidente que no es capaz de filtrar entre sus mecanismos mentales y lo que quiere plasmar en el papel.

Y sin embargo, en su defensa me gustaría resaltar que, entre tanta paja mental, el autor es capaz de dar en la diana con algunas de las teorías que va lanzando. Por ejemplo, Paul Williams te ofrece una perspectiva bastante sólida a través de la cual entender la forma en la que Dylan concibe la interpretación de su música. Te deja bastante claro que para el músico de Duluth una canción en un álbum oficial es tan importante desde el punto de vista emocional como puede serlo un tema en directo del que no se haya grabado testimonio sonoro. La única ventaja del tema incluido en el álbum es que se convertirá en la versión definitiva y reconocible para el público a lo largo de los años. Es por ese motivo por el que las canciones de Dylan cambian con cada nueva interpretación en directo, hecho que viene ocurriendo hasta nuestros días para exasperación de muchos que acuden a sus conciertos sin pertenecer al núcleo duro de sus fans.


El puto amo desde 1962

Otro momento importante del libro es aquel en el que te retrata el complicado trasfondo según el cual fue concebida Like a Rolling Stone. Según el escritor, Dylan estuvo a punto de dejarlo todo tras Bringing It All Back Home al sentir que su modus operandi para componer empezaba a agotarse. Ese abandono momentáneo provocó en él una catarsis interior que le llevó a escribir un poema de varias páginas a partir del cual surgió la canción Like a Rolling Stone. A partir de ahí se abre la veda para explotar ese nuevo filón creativo con las canciones incluídas en Highway 61 Revisited o Blonde On Blonde. Tan sólo el propio Dylan sabe si ese razonamiento es o no cierto, pero lo que más me sorprende de esa teoría es que el propio Ian McDonald hablaba en Revolución en la Mente de una catarsis similar producida en Lennon poco antes de escribir otro tema clásico como Strawberry Fields Forever.

El libro llega hasta Planet Waves y también merece la pena leer las teorías del autor hacia discos como John Wesley Harding, Nashville Skyline o Self Portrait. Me llama la atención especialmente lo que dice Paul Williams sobre Nashville Skyline. Según él, fue concebido por parte de Dylan con una doble función: establecer una base de nuevos fans al estilo de músicos más convencionales y romper a la vez con el mito que el propio Dylan se había ido forjando durante los sesenta y que ahora le acarreaba sufrir los inconvenientes de sus seguidores más radicales. El tiempo transcurrido entre John Wesley Harding y New Morning es considerado por Williams como unos años en los que el músico intenta reinventarse sin llegar a conseguirlo. De hecho, tan sólo Planet Waves entraría para él dentro de la categoría de un álbum 100 % Dylan en este periodo.

Como le decía el otro día medio en broma a Mansion, Paul Williams con este libro se convierte en uno de los primeros bloggers de la historia y Años de Juventud es la entrada más larga que he leído nunca. ¿Merece la pena su lectura? Supongo que depende de lo que estés dispuesto a soportar por conocer varias ideas arriesgadas que dan nueva luz sobre una trayectoria tan conocida como la de Dylan. Se nota que Paul Williams sabe de lo que habla, no sólo ofreciendo datos contrastados, sino estableciendo teorías y suposiciones; el principal problema es que le resta mucha credibilidad que el autor se abstraiga tanto sobre lo que el propio Dylan pensaba o sentía en cada momento de su carrera, provocando que el texto pierda el rumbo en muchas ocasiones.