Mostrando entradas con la etiqueta dire straits. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta dire straits. Mostrar todas las entradas

miércoles, 28 de agosto de 2013

MIMS Gran Reserva: TOP 5 Músicos sobrevalorados

NOTA: la presente lista es responsabilidad total y exclusiva de su autor. La dirección de Music is my Savior no comparte con el autor ni sus opiniones, ni los mismos gustos, ni tampoco grado de parentesco alguno o la más mínima simpatía. Siéntete libre de opinar si han insultado a tu grupo o músico favorito, o si no estás de acuerdo. Gracias.

5. Tom Waits

Este puesto es el que más me ha costado elegir. No porque guarde especial simpatía a Waits, al que siempre he visto como un buen farsante con su pose de crooner maldito y atormentado, de bohemio romántico y miserable. Es un personaje, una careta demasiado poco agraciada, y no lo entro a valorar ni para bien ni para mal.

Tom Waits disfrazado de Tom Waits

Tengo que reconocer que aunque no conozco toda su discografía, buena parte de lo que he escuchado me gusta: sus primeros trabajos me parecen realmente buenos, y admito que es un gran compositor. Closing time y The heart of Saturday night son dos discos que me gustan bastante. Pero llega un punto en su carrera donde pasa a ser su propio imitador, y el personaje se vuelve más paródico que otra cosa. Mención aparte merece su voz de estoy-a-punto-de-echar-la-pota, personalmente insoportable para mi (no llega al nivel de la voz del cantante de Manos de Topo, que me provoca ganas de montar mi propio holocausto caníbal, pero casi).

Dejando todo eso a un lado mi principal problema con Waits no es él ni su música, sino sus fans. Resulta que si pretendes ir de intelectual tiene que gustarte Tom Waits, adorarle y besar el suelo por donde pisa: no conozco a ningún snob o aspirante a artista que no lo idolatre, y eso es lo que no soporto. Que entiendo perfectamente que te guste su música, de acuerdo; pero que tenga que gustarte porque sí… Parece que es como un salvoconducto con el que franquear la estanca frontera que separa a la intelectualidad del resto de los mortales: dices que escuchas a Waits y te acogen con los brazos abiertos y te invitan a beber absenta. Si además dices que te gustan Nick Cave y/o algún étnico tipo Youssou N'Dour o Toumani Diabaté, puedes optar al premio especial plasta del año, consistente en una chaqueta negra de pana, unas gafas de pasta y un abono de por vida al WOMAD.

4. Nirvana


Imagino que más de uno habrá dejado de leer ya, pero si aún sigues aquí, ¡enhorabuena! ¡Llegó el momento de criticar a uno de tus grupos favoritos!

El bajista ahora va para gobernador de Washington. En serio.

¿Alguien sigue escuchando a Nirvana? Me refiero que, pasados todos estos años, ¿queda alguien que le siga apeteciendo al llegar a casa poner en el equipo el Nevermind In utero? Es decir, que no es que dude que haya muchos a los que les guste Nirvana, o quien incluso los oiga puntualmente. Pero, ¿de verdad musicalmente fueron para tanto, para perdurar? ¿Hicieron mejor música que, por ejemplo, Pearl Jam o Stone Temple Pilots? De verdad, ¿cuántas de sus canciones pasarán a la historia del Rock (con mayúsculas)? Pues eso.

El mito de Nirvana se sustenta única y exclusivamente en el carisma de Kurt Cobain: toda una generación buscaba un líder que los guiara, y él estuvo en el sitio y lugar adecuados. Si a eso le sumamos que se suicidó cuando su figura seguía en alto (vaya coñazo que están dando ahora con lo del Club de los 27, además de que comparar a la Winehouse o a Cobain con Hendrix o Joplin me parece no solo una herejía, sino auténtico mal gusto), nace la leyenda. Fijaos hasta qué punto es así, que la revista Rolling Stone considera a Cobain ¡¡el duodécimo mejor guitarrista de la historia!!

3. U2

¿Cómo se explica que la revista RS los considere el tercer grupo más importante de la historia del rock? Sí, ya sé que la credibilidad de RS está incluso por debajo de las portadas del Marca, pero ¿en qué cabeza cabe? Si el principal problema de Bono y compañía es que hace tiempo que olvidaron que eran un grupo de rock y se han quedado en una simple sociedad anónima. Bueno, puede que anónima no, pero sociedad mercantil desde luego.

Míralos, reventaítos que están (de contar billetes, por supuesto)

Si al menos tuvieran la ironía de Zappa para decir aquello de estamos en esto solo por la pasta, hasta tendrían un pase. Pero no, ahí siguen con su pose de estrellitas aburguesadas del rock, con sus looks perfectamente estudiados, sus declaraciones cuidadosamente medidas (mezclando dos partes de compromiso social, una parte de compra-nuestro-disco, y una pizca de falsa rebeldía juvenil, sin pasarse), sus espectáculos calculados hasta el último detalle… y sus discos tristemente vacíos. Y es una pena, porque sus últimos 20 años no hacen justicia a sus primeros trabajos: WarThe Joshua tree o Achtung Baby han sido sepultados tras una pila de música desechable y superflua con la que mantener su particular neverending tour (véase nuestra crítica a su concierto aquí).

En fin, eran otro de esos grupos llamados a ser los nuevos Beatles… y su principal aportación al rock fueron los fuegos artificiales. Ahí queda.

2. Dire Straits

Por una sola razón: porque son un coñazo.

Se lo pasan bien: no están escuchando sus propias canciones

No son un mal grupo, de acuerdo, y tienen canciones que se salvan, las típicas que a todo el mundo gustan: Sultans of swingCalling ElvisWalk of lifeBrothers in arms… claro que en veinte, o treinta, o cuarenta años de carrera tampoco es que sea para tirar cohetes; pero ese no es el tema. Además, me da igual que Mark Knopfler tenga menos voz que un grillo pisado. Y vale, toca la guitarra muy bien y su técnica de fingerpicking es la mejor desde Chet Atkins. O mejor que él incluso, lo que quieras.

Pero es el grupo más mortalmente aburrido que he escuchado nunca. Con eso sobra todo lo demás.

1. The Doors

El grupo sobrevalorado por excelencia.

Si no queréis aburriros aprended de Dire Straits

Imprescindible cuando eres un adolescente que crees saber de música, y te seducen sus letras oscuras y los ritmos cansinos: te compras sus discos, ves la película de Oliver Stone (ahora también puedes ver el documental ese que sacaron hace poco, el que narra Johnny Depp, si cabe más coñazo aún que sus discos) y cuelgas en tu cuarto el poster de Morrison. Y después, ¿qué?

Después creces y descubres que si no estás fumado su canciones no son para tanto. Tienen un puñado de buenos temas, desde luego: Riders on the stormThe endPeople are strangeLove streetBreak on throughTouch meL.A. woman y poco más. Pero que muy poco más. Pero es que además, si aprendes inglés y lees sus letras, te entra la risita floja cuando oyes decir que Jim Morrison era un "poeta". Es que hoy es artista cualquiera.

Si Nirvana le debe el 80% de su éxito al carisma de CobainThe Doors le debe el 100% a Morrison, sino más. Probablemente nunca se consiguió tanto con tan poco.

jueves, 11 de julio de 2013

Concert For Montserrat

En septiembre de 1997, sir George Martin reunió en un lugar tan emblemático como el Royal Albert Hall a varios músicos de renombre por una noble causa, recaudar fondos para ayudar a la población de la isla de Montserrat debido al desastre causado dos años antes por el volcán Soufriere Hills. El concierto fue retransmitido en España por M-80 con la colaboración de Julian Ruiz y grabado por un servidor en una cinta cassette TDK de 90 minutos. Fue una de las grabaciones que más habré escuchado en mi adolescencia, en aquella época en la que andaba obsesionado con cualquier cosa que tuviera relación con los Beatles. Aún no me había hecho con la discografía completa del grupo y atesorar un directo reciente de McCartney era algo para mí de un valor incalculable (por entonces no existía Internet). Guardé aquel Concert For Montserrat con los comentarios de Julian Ruiz intercalados como oro en paño, ya que me parecía una grabación única, una especie de alineación planetaria que se producía con muy poca frecuencia. Ahora, después de tantos años, cuando veo el DVD original del Concert for Montserrat no me siento ni la mitad de asombrado que cuando escuchaba aquella cinta TDK. Dentro de poco cumpliré 34 añazos (escribí esta entrada hace meses y ya los he cumplido xD) y tendré el doble de la edad que tenía por entonces, así que se me ha ocurrido hacer una retrospectiva del concierto haciendo memoria de aquellas emocionantes primeras escuchas.



Tras la solemne presentación de sir George Martin, el primer músico que apareció en el escenario fue Phil Collins. Por aquel entonces, iluso de mí, creía que era toda una figura internacional, una vaca sagrada respetada por crítica y público. Se arrancó con Take Me Home, el tema que cierra su álbum No Jacket Required de 1985 y en el que siempre he notado una gran influencia de la primera obra de Peter Gabriel. Es curioso lo de este hombre, debe ser duro pasar de ser una rutilante estrella del pop en los ochenta, tanto en solitario como con Genesis, a ser ahora un músico repudiado por cualquier entendido en música. No debe sentar muy bien forjar una carrera de éxito y que años después se devalúe ante tus ojos con el paso del tiempo. No hay foro en Internet sobre música en el que se hable bien de Phil Collins, un músico ya retirado y aquejado por múltiples dolencias cuyo último lanzamiento discográfico ha sido un triste álbum de versiones de la Motown. A mí me da bastante pena, aunque tengo que reconocer que no escucho sus discos ni por equivocación. 

Dos actuaciones que se produjeron en el Concert For Montserrat, pero que no fueron retransmitidas por M-80 en su momento, fueron las de Arrow & His Band y la de Jimmy Buffet. Como no las escuché en su día ni recuerdo haberlas visto en el DVD, no tengo nada que decir sobre ellas. Por cierto, en el DVD oficial omiten la participación de Midge Ure, el que fuera lider de Ultravox, mientras que los temas que cantó si fueron radiados por M-80 en su momento. Creo recordar que se arrancó en acústico con dos antiguos éxitos que le quedaron bastante bien: Dancing With Tears In My Eyes y Vienna. Carl Perkins, por su parte, realizó sin saberlo su última actuación multitudinaria en directo interpretando el clásico Blue Suede Shoes, un tema propio cuyo éxito le fue arrebatado por Elvis Presley a finales de los cincuenta. Cuatro meses después de aquella actuación, Perkins fallecía victima del cáncer.



Mark Knopfler interpretó Brothers In Arms y Money For Nothing, temas de aquel exitoso álbum de los Dire Straits que fue grabado precisamente en los estudios Air que George Martin se había construido en Montserrat. La vinculación de George Martin con esta isla venía por aquel estudio abierto en tierras paradisíacas que indirectamente aumentó el turismo en la isla gracias a la llegada de músicos de primera línea desde todos los puntos del planeta para grabar con el mítico productor de los Beatles. Volviendo a la actuación de Mark Knopfler no me parece muy reseñable, aunque la participación de Sting en los coros de Money For Nothing es curiosa e incluso histórica, ya que es la única vez que ambos la interpretaban en directo tal y como fue registrada en el estudio. Sting, por su parte, canta Every Little Thing She Does Is Magic de una forma bastante convencional, pero se sale con un acústico de Message In A Bottle en el que deslumbra con una versión acústica y pausada de dicho tema. De hecho, me gusta más que la versión oficial de The Police y quizá sea la mejor interpretación de un tema en todo el Concert For Montserrat.


Tanto Elton John como Eric Clapton cumplen discretamente con su cupo de canciones. Ese tramo del concierto era el que se me hacía más largo y pesado. Julian Ruiz decía solemne que Elton John nunca más volvería a interpretar Candle In The Wind en directo y a mí, sinceramente, me daba igual. Con el tiempo he aprendido a apreciar la obra de Elton John de principios de los setenta, aunque por entonces su música no me gustaba nada por la imagen que guardaba de su etapa más reciente, cuando creó la banda sonora para The Lion King o bailando el Don't Go Breaking My Heart con Ru Paul. Eric Clapton interpretó entre sus tres canciones una versión acústica de Layla. El tema cambia una barbaridad con respecto a la versión oficial de Derek And The Dominoes y creo que tardé años en relacionarlos. Si Message In A Bottle en acústico es una maravilla, Layla en acústico, sacada quizá del famoso Unplugged de Clapton, es un verdadero tostón (al menos para el que esto suscribe). Cómo podemos ver, en las interpretaciones de buena parte del plantel de músicos, lo acústico tenía pegada a finales de los noventa, debido quizá al éxito de los famosos MTV Unplugged.


El plato fuerte de la noche era Paul McCartney y sir George Martin lo dejó para el final a sabiendas de que era el más esperado. No recuerdo las palabras exactas que uso para presentarlo, pero eran muy emotivas en los oídos de cualquier fan de los Beatles. McCartney se marcó la consabida Yesterday para continuar después con el sorpresón de la noche: el final completo de Abbey Road con Golden Slumbers / Carry That Weigth / The End. Esta era mi parte favorita del concierto, ya que por entonces me acababa de comprar Abbey Road y lo escuchaba varias veces al día. Andaba obsesionado con él y fue una gran sorpresa escuchar las primeras notas del piano de Golden Slumbers. Phil Collins se marcó el sólo de batería de Ringo en The End y Julian Ruiz babeaba entre exclamaciones por la emoción del momento. Decía algo así como "el corazón se te va con ellos" o no sé que más. Después de aquello, era difícil mantener el nivel y McCartney se arrancó con un Hey Jude en el que también tomaron parte Sting y Elton John, aunque al primero de ellos le falló el micro en las primeras frases. Para poner punto y final al evento, Macca se marcó una de las versiones que los Beatles habían publicado en Beatles For Sale: Kansas City / Hey Hey Hey que cantó con ganas y sirvió como cierre perfecto para un concierto que, en su momento, me pareció legendario.

miércoles, 13 de marzo de 2013

Pequeños flops entre grandes hits (Parte 1 de 3)

No sé si le ocurrirá a alguien más, pero siempre que escucho un disco recopilatorio me encuentro con alguna canción que por su calidad no me parece digna de ser incluida entre lo mejor de tal o cual grupo. En esta entrada voy a enumerar algunas de esas canciones, no es ningún ranking ni están ordenadas siguiendo un criterio específico. Son simplemente temas que aparecen con asiduidad en discos de grandes éxitos y que no me gustan nada de nada. Puede que aparezcan canciones con las que todo el mundo esté de acuerdo y otras que, por emblemáticos, pueden crear algo de controversia. Nada más lejos de mi intención, esta entrada es una selección muy personal con la que sólo yo puedo estar de acuerdo al cien por cien.


The Beatles - Eight Days a Week

Empezamos fuerte con The Beatles. Nadie es perfecto y, aunque los Beatles rozaron la perfección, también guardan entre sus singles algún que otro tema que deja mucho que desear. Eight Days a Week pertenece a la época de Beatles For Sale, es decir, a un momento en el que los Beatles se encontraban en horas bajas, cansados de componer y salir de gira. Había que sacar un nuevo single en plena vorágine de la beatlemania y el tándem Lennon/McCartney se esforzó para cumplir con una de sus canciones más tontas hasta la fecha. Eight Days a Week es un tema sin alma escrito por compromiso en el que el grupo bordea con temeridad la barrera entre la melodía tonta y la ridícula.



Paul McCartney - Ebony And Ivory

Aunque Tug Of War es uno de los álbumes más queridos por los fans de McCartney, para mí no es un trabajo muy reivindicable y el hecho de que Stevie Wonder participara en él, tiene buena parte de culpa. Aparte de la aberración que supone plantar una estridencia como What's That You're Doing en la cara A con esos sintetizadores (que dañan el oído como tenedor en plato), la otra colaboración que apareció como single tampoco les quedó muy allá. Ebony & Ivory es una canción de McCartney en la que Wonder se prestó para poner la segunda voz y hacer el contraste de buenrollismo que sermoneaba la letra. Es una canción simpática en las primeras escuchas, pero que he llegado a aborrecer después. No se pierde ningún recopilatorio de McCartney y el paso del tiempo le ha pasado factura. El verdadero éxito de este tema lo ha alcanzado a la postre en un medio tan denostado como el karaoke.



John Lennon - Whatever Gets You Through The Night

A mediados de los setenta, Lennon era el único beatle que no había alcanzado el nº 1 con ninguno de sus singles (incluso Ringo se le adelantó). Durante las sesiones de Walls & Bridges se sacó de la manga una canción creada expresamente para alcanzar esa diana. Y contra todo pronóstico, lo consiguió. Cuenta la leyenda que Elton John vaticinó el éxito de Whatever Gets You Through The Night en cuanto escuchó la canción en el estudio, yo tengo que confesar que no habría acertado esa predicción ni en un millón de años. Este tema peca de sonido atronador y, como he dicho antes, se le ven demasiado las intenciones por agradar. Ese saxofón que entra desde el principio rebuznando no tiene precio.



Dire Straits - Private Investigations

Los Dire Straits nunca fueron santo de mi devoción, pero con esta canción se superaron a sí mismos en todos sus defectos. El principio con la guitarra española me mata por hortera y ese recitado de Mark Knopfler llega a lograr lo más difícil todavía, conseguir que una canción de Dire Straits supere los niveles de aburrimiento a los que nos tienen acostumbrados. La atmósfera de novela negra que intentan conseguir llega a resultar ridícula y ese final en el que cambian a la guitarra eléctrica en plan grandilocuente... ¿a santo de qué? ¿aportar más dramatismo a la historia? No le veo ningún sentido, es como intentar acabar a lo grande cuando entre tanto recitado ni siquiera se llegó a empezar nada.



The Beach Boys - Heroes & Villains

Es sabido por casi todos que si Good Vibrations fue antesala de Pet Sounds, Heroes And Villains debería haberlo sido para aquel proyecto frustrado de Brian Wilson llamado Smile. Cualquier comparación con un monumento al pop como Good Vibrations me parece desafortunado y Heroes And Villains no hace más que testificar la perdida total de rumbo por parte de Brian Wilson en un momento en el que se encontraba al borde del colapso. Esta canción no es digna sucesora de Pet Sounds y no me parece para nada un single brillante. Aparece en todos los recopilatorios del grupo y yo me pregunto, ¿nadie se da cuenta de que está compuesta por partes a cada cual más ridícula?



Simon & Garfunkel - Cecilia

No la aguanto en ningún recopilatorio y, mucho menos, en el álbum al que pertenece, Bridge Over Troubled Water. Después de una canción tan increíble como la que da título al disco, Simon & Garfunkel se descuelgan con un tema chusco en percusión y de temática irreverente. Me resulta extraño encontrarme una canción sobre una ninfómana descontrolada, cuando antes he levitado de gozo ante un himno dedicado a la amistad y a la superación como es Bridge Over Troubled Water. Además, es una canción tan impropia del dúo que resulta extraña de por sí, ya que en toda su discografía precedente no existe algo parecido. Por canciones como ésta (y Keep the Customer Satisfied, y Baby Driver, etc.), tengo claro que Bridge Over Troubled Water no es ni un álbum redondo ni el mejor trabajo de Simon & Garfunkel.

martes, 9 de agosto de 2011

TOP 5 Músicos sobrevalorados

NOTA: la presente lista es responsabilidad total y exclusiva de su autor. La dirección de Music is my Savior no comparte con el autor ni sus opiniones, ni los mismos gustos, ni tampoco grado de parentesco alguno o la más mínima simpatía. Siéntete libre de opinar si han insultado a tu grupo o músico favorito, o si no estás de acuerdo. Gracias.

5. Tom Waits

Este puesto es el que más me ha costado elegir. No porque guarde especial simpatía a Waits, al que siempre he visto como un buen farsante con su pose de crooner maldito y atormentado, de bohemio romántico y miserable. Es un personaje, una careta demasiado poco agraciada, y no lo entro a valorar ni para bien ni para mal.

Tom Waits disfrazado de Tom Waits

Tengo que reconocer que aunque no conozco toda su discografía, buena parte de lo que he escuchado me gusta: sus primeros trabajos me parecen realmente buenos, y admito que es un gran compositor. Closing time y The heart of Saturday night son dos discos que me gustan bastante. Pero llega un punto en su carrera donde pasa a ser su propio imitador, y el personaje se vuelve más paródico que otra cosa. Mención aparte merece su voz de estoy-a-punto-de-echar-la-pota, personalmente insoportable para mi (no llega al nivel de la voz del cantante de Manos de Topo, que me provoca ganas de montar mi propio holocausto caníbal, pero casi).




Dejando todo eso a un lado mi principal problema con Waits no es él ni su música, sino sus fans. Resulta que si pretendes ir de intelectual tiene que gustarte Tom Waits, adorarle y besar el suelo por donde pisa: no conozco a ningún snob o aspirante a artista que no lo idolatre, y eso es lo que no soporto. Que entiendo perfectamente que te guste su música, de acuerdo; pero que tenga que gustarte porque sí… Parece que es como un salvoconducto con el que franquear la estanca frontera que separa a la intelectualidad del resto de los mortales: dices que escuchas a Waits y te acogen con los brazos abiertos y te invitan a beber absenta. Si además dices que te gustan Nick Cave y/o algún étnico tipo Youssou N'Dour o Toumani Diabaté, puedes optar al premio especial plasta del año, consistente en una chaqueta negra de pana, unas gafas de pasta y un abono de por vida al WOMAD.

4. Nirvana


Imagino que más de uno habrá dejado de leer ya, pero si aún sigues aquí, ¡enhorabuena! ¡Llegó el momento de criticar a uno de tus grupos favoritos!

El bajista ahora va para gobernador de Washington. En serio.

¿Alguien sigue escuchando a Nirvana? Me refiero que, pasados todos estos años, ¿queda alguien que le siga apeteciendo al llegar a casa poner en el equipo el Nevermind o In utero? Es decir, que no es que dude que haya muchos a los que les guste Nirvana, o quien incluso los oiga puntualmente. Pero, ¿de verdad musicalmente fueron para tanto, para perdurar? ¿Hicieron mejor música que, por ejemplo, Pearl Jam o Stone Temple Pilots? De verdad, ¿cuántas de sus canciones pasarán a la historia del Rock (con mayúsculas)? Pues eso.




El mito de Nirvana se sustenta única y exclusivamente en el carisma de Kurt Cobain: toda una generación buscaba un líder que los guiara, y él estuvo en el sitio y lugar adecuados. Si a eso le sumamos que se suicidó cuando su figura seguía en alto (vaya coñazo que están dando ahora con lo del Club de los 27, además de que comparar a la Winehouse o a Cobain con Hendrix o Joplin me parece no solo una herejía, sino auténtico mal gusto), nace la leyenda. Fijaos hasta qué punto es así, que la revista Rolling Stone considera a Cobain ¡¡el duodécimo mejor guitarrista de la historia!!

3. U2

¿Cómo se explica que la revista RS los considere el tercer grupo más importante de la historia del rock? Sí, ya sé que la credibilidad de RS está incluso por debajo de las portadas del Marca, pero ¿en qué cabeza cabe? Si el principal problema de Bono y compañía es que hace tiempo que olvidaron que eran un grupo de rock y se han quedado en una simple sociedad anónima. Bueno, puede que anónima no, pero sociedad mercantil desde luego.

Míralos, reventaítos que están (de contar billetes, por supuesto)

Si al menos tuvieran la ironía de Zappa para decir aquello de estamos en esto solo por la pasta, hasta tendrían un pase. Pero no, ahí siguen con su pose de estrellitas aburguesadas del rock, con sus looks perfectamente estudiados, sus declaraciones cuidadosamente medidas (mezclando dos partes de compromiso social, una parte de compra-nuestro-disco, y una pizca de falsa rebeldía juvenil, sin pasarse), sus espectáculos calculados hasta el último detalle… y sus discos tristemente vacíos. Y es una pena, porque sus últimos 20 años no hacen justicia a sus primeros trabajos: War, The Joshua tree o Achtung Baby han sido sepultados tras una pila de música desechable y superflua con la que mantener su particular neverending tour (véase nuestra crítica a su concierto aquí).




En fin, eran otro de esos grupos llamados a ser los nuevos Beatles… y su principal aportación al rock fueron los fuegos artificiales. Ahí queda.

2. Dire Straits

Por una sola razón: porque son un coñazo.

Se lo pasan bien: no están escuchando sus propias canciones

No son un mal grupo, de acuerdo, y tienen canciones que se salvan, las típicas que a todo el mundo gustan: Sultans of swing, Calling Elvis, Walk of life, Brothers in arms… claro que en veinte, o treinta, o cuarenta años de carrera tampoco es que sea para tirar cohetes; pero ese no es el tema. Además, me da igual que Mark Knopfler tenga menos voz que un grillo pisado. Y vale, toca la guitarra muy bien y su técnica de fingerpicking es la mejor desde Chet Atkins. O mejor que él incluso, lo que quieras.




Pero es el grupo más mortalmente aburrido que he escuchado nunca. Con eso sobra todo lo demás.

1. The Doors

El grupo sobrevalorado por excelencia.

Si no queréis aburriros aprended de Dire Straits

Imprescindible cuando eres un adolescente que crees saber de música, y te seducen sus letras oscuras y los ritmos cansinos: te compras sus discos, ves la película de Oliver Stone (ahora también puedes ver el documental ese que sacaron hace poco, el que narra Johnny Depp, si cabe más coñazo aún que sus discos) y cuelgas en tu cuarto el poster de Morrison. Y después, ¿qué?

Después creces y descubres que si no estás fumado su canciones no son para tanto. Tienen un puñado de buenos temas, desde luego: Riders on the storm, The end, People are strange, Love street, Break on through, Touch me, L.A. woman y poco más. Pero que muy poco más. Pero es que además, si aprendes inglés y lees sus letras, te entra la risita floja cuando oyes decir que Jim Morrison era un "poeta". Es que hoy es artista cualquiera.




Si Nirvana le debe el 80% de su éxito al carisma de Cobain, The Doors le debe el 100% a Morrison, sino más. Probablemente nunca se consiguió tanto con tan poco.