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sábado, 31 de mayo de 2014

Dos X Uno: Héroes del Silencio - El Espíritu del Vino.


Cuando en su día repasamos la carrera de Enrique Bunbury en cinco discos, no nos detuvimos en su tercer disco con Héroes del Silencio: el excesivo El Espíritu del Vino de 1993. A gusto personal, el disco menos coherente y mas difuso de su carrera. Contiene momentos brillantes que estarían entre lo mejor de su carrera y ejercicios que no pasan el aprobado por lo sobrecargado o lo inacabado de su resultado. Compré este doble vinilo cuando salió a la venta en una época en la que andaba bastante colgado por el grupo zaragozano. Me supo a decepción ya que no me esperaba este giro al rock mas duro y por eso no acabé de conectar con ese sonido mas guitarrero y sobrecargado que presentaban en bastantes de las nuevas composiciones. Ademas, siempre tenia en la cabeza discos mas orientados al rock/pop como los anteriores Senderos de Traición y El Mar No Cesa, y eso quizás jugaba algo en contra con El Espíritu del Vino.

Actualmente, El Espíritu del Vino se vende en un Cd único de dieciséis temas, muchos de ellos de generosa duración para un minutaje total de setenta y un minutos. Demasiado para un disco con tal carga sonora entre sus surcos. Así que me ha parecido apropiado hacer el ejercicio de reducir el disco a uno solo y componer un album de diez temas mucho mas sugerente y homogéneo en su desarrollo. Y lo voy a hacer dejando de lado las canciones que menos me gustan por otras que aunque quizás pequen de ser menos pomposas o reconocidas, si contienen aquellos elementos que hicieron de Héroes del Silencio mi grupo español favorito durante muchos años.



Nuestros Nombres fue el primer single de presentación del disco y el tema de apertura de la obra. Nueva pose mas dura, sonidos mas agresivos y el mismo trasfondo épico de su anterior larga duración. Perfecta para iniciar el disco. Tumbas de Sal mantendría la energía ya iniciada con el tema de presentación. La minimalista Tesoro (para mi la mejor canción del disco y extrañamente reducida a apenas dos minutos de duración) serviría como impagable interludio al disco. Apostaría ademas por ofrecer una versión mas larga de la ya conocida. Lo merece. La dupla Flor de Loto y La Herida, ambas extraídas como singles en su día, formarían el pasaje mas poderoso del disco. Generosas en duración, son las que mejor reflejan el giro estilístico y semi-espiritual del grupo y ganarían mucha mas presencia en un disco único. 

La Cara B ofrecería un cariz mucho mas melódico, mas calmado y menos enérgico que la Cara A a lo largo de todo su desarrollo. Para ello, nos apoyamos en La Sirena Varada, excelsa pieza de su cancionero clásico como tema de apertura. Culpable, con su ritmo trotón y desenfadado también tendría su sitio en esta segunda cara. Siempre me gustó mucho la cadencia de esta canción. Bendecida, con su fenomenal estribillo, aportaría mucho mas poder sonoro en esta propuesta de disco único que el que realmente tiene en la versión original al estar colocada entre las ultimas de la selección. Canción grandilocuente pero muy bien construida. No llega a cansar como otras que aquí hemos desechado. La extraña La Alacena, suaviza la audición a través de unos pasajes tranquilos y sosegados que invitarían a la reflexión. Pieza infravalorada, en mi opinión. Y de ahí al exquisito instrumental Z que cerraría la obra entre un halo de misterio y satisfacción.


El Espíritu Del Vino simbolizó como ningún otro disco del grupo maño todo lo excesivo, ambicioso y grandilocuente de su sonido, dejando su lado mas pop casi arrinconado. Con el siguiente album, Avalancha, dos años después, rizaron el rizo y giraron aún mas hacia un sonido mas agresivo si cabe. La propuesta de álbum único de El Espíritu del Vino que aquí proponemos resulta bastante mas asimilable que el doble album ya conocido, aunque para gustos, los colores.

Propuesta de album único de El Espíritu del Vino

CARA A:
Nuestros Nombres.
Tumbas de Sal.
Tesoro (en una versión mas larga).
Flor de Loto.
La Herida.

CARA B:
La Sirena Varada.
Culpable.
Bendecida.
La Alacena.
Z.



sábado, 4 de enero de 2014

Lo mejor de 2013 (2 de 2)

Revolver

Para mí 2013 sí ha sido un año lleno de buenos discos y muchos de los que he comprado se quedarán fuera de esta selección del año (David Bowie, Miles Kane, North Mississippi Allstars, Lee Ranaldo, Charles Bradley, Brendan Benson, Mavis Staples, Yo La Tengo, Iron & Wine, Lloyd Cole, etc).

Mi selección, en contraposición a la de Manuel, está formada por tres discos de debut:

Matthew E. White: BIG INNER.  

Big Inner salió a la venta en agosto de 2012 en EE.UU. pero no fue hasta enero de este año que se publicó en nuestro país, por eso lo considero un álbum de 2013 y quiero destacarlo como una de las más gratas sorpresas musicales del año que ahora finaliza.
Big Inner es un gran álbum lleno de referencias a casi toda la música americana del siglo pasado y también lleno de reflexiones, humanas y espirituales, que Matthew E. White nos transmite con su profunda voz, a veces desganada, en su justa dimensión y llenando los surcos de intenso Soul y Pop, acompañado por un amplio elenco de colaboradores que hacen de este álbum de debut una obra mayor.


The Shouting Matches: GROWNASS MAN.

Justin Vernon abandona su alter ego, Bon Iver, para sorprendernos con un nuevo trabajo lleno de Blues, algo de Gospel y mucho de sentimiento sureño. Acompañado por Phil Cook y Brian Moen, nos invitan a pasarlo bien, como parece que han hecho ellos mientras grababan el disco, con un puñado de canciones que pasan del Soul al Funky, o del Rockabilly al sonido más pantanoso de una forma honesta y sin pretensiones.



The Strypes: SNAPSHOT.

Tercer disco de debut, pero esta vez desde Irlanda del Norte y facturado por cuatro chavales de entre 17 y 19 años. Energía a raudales y un sonido sesentero que llena los surcos de riffs y ritmos que me recuerdan lo mejor de los Animals, los Yardbirds o los Rolling Stones, con versiones de Muddy Waters, Bo Diddley, Willie Dixon o Nick Lowe incluidas. Excelente ejecución musical y una puesta en escena desafiante y profesional para la corta edad del grupo.

Mansion

Como le ocurre al compañero revolver, también pienso que este 2013 ha sido un año de muy buenos discos. Varios de ellos, ya han sido comentados en el blog, por lo que sin llegar a insistir nuevamente en repasarlos, si que es bueno volver a recomendarlos. Yo me he decidido por estos tres (ademas de varios de los que que mis compañeros de redacción han citado anteriormente).


Nick Cave & The Bad Seeds: PUSH THE SKY AWAY.

Desde que escuché por primera vez esa barbaridad que responde al nombre de Jubilee Street, tuve claro que estaba ante uno de los discos del año y un retorno por todo lo alto del mejor Nick Cave. El disco, es apasionado, oscuro, intenso. El Cave de toda la vida. Temas como el precioso inicio con Whe No Who U R, la maestría de Wide Lovely Eyes, o la intensidad apocalíptica del tema que da titulo al album, son muestras maestras del extraordinario talento de este enfant terrible del rock. Con este disco, Nick Cave ha demostrado que lejos de haberse quedado estancado, sigue demostrando que su voz y su apasionado muestrario estilístico, siguen tan vivos como siempre. 


Arcade Fire: REFLEKTOR.

Quizás, uno de los discos mas esperados del año. Esa expectativa ha hecho del cuarto album de los canadienses, uno de los albumes mas debatidos por los aficionados. Y es que a nadie ha dejado indiferente. Hay muchos que lo consideran un paso atrás en su carrera y que no han aceptado el cambio de estilo, y otros, como servidor, que lo consideran una obra maestra redonda y atemporal. Sin haber sido nunca un admirador del grupo, me he tenido que rendir a la evidencia y considero Reflektor como disco favorito de todos los escuchados (como novedades) en este año. Lifting absoluto de estilo, atmosférico, innovador, complejo. Una obra ambiciosa y absorbente con canciones como la propia Reflektor, Porn, You Already Know, Joan Of Arc, Normal Person o Afterlife.



Bunbury: PALOSANTO.

Incluyo este trabajo del aragonés más ilustre, primero por poner el guiño de producción nacional a esta lista, y segundo, porque es un disco que he escuchado y disfrutado muchísimo. Es el album de Bunbury que llevaba esperando hace mucho tiempo. Concretamente desde esa joya sorprendente que fué Las Consecuencias, en 2009. Disco mas atmosférico que nunca, con largos y preciosos pasajes instrumentales,combativo, regular, y maduro. Muy maduro. Album que crece con las escuchas repetidas y que acaba recompensado al oyente atento. Dividido en dos partes diferenciadas, contiene canciones que deben pasar con galones a lo mas granado del repertorio bunburyano como Los Inmortales, El Salvavidas, Prisioneros, Nostalgias Imperiales o El Cambio y La Celebración.

jueves, 5 de diciembre de 2013

Bunbury - Palosanto


En todas las entrevistas que Enrique Bunbury viene realizando para los diferentes medios dentro de la campaña promocional de su nuevo album Palosanto, repite constantemente una frase que es toda una declaración de intenciones respecto a como el propio músico entiende su oficio: "Yo hago canciones, para que el pueblo me las cante". Bunbury es un cantante popular, siempre ha querido que fuera así, y durante años se ha ido despojando de cualquier poso underground. Su rock fronterizo, sus guiños constantes a la musica popular latinoamericana y la apasionada y permanente busqueda de nuevos caminos y sonidos, definen el adn de este músico que para servidor, hace tiempo que se ganó mi bendición. Pienso ademas que desde su formidable album Las Consecuencias (2010), su espectro musical se ha abierto mucho mas y sus canciones han ganado en profundidad y exquisitez. Palostanto es el colofón perfecto de esa evolución.

Dos discos en uno. Con una primera parte mas profunda, densa y detallista. Y una segunda parte mas introspectiva, personal y directa. Un album para escucharlo tal y como se ha concebido. No es una mera colección de canciones, como era el exhuberante Flamingos, sino que este album enlaza inevitablemente con sus joyas Pequeño y el citado Las Consecuencias. Su primera parte, es la que a servidor le ha maravillado desde un principio. Contiene las canciones que llevaba tiempo esperando escuchar de parte de este aragones herrante. Temas llenos de profundidad, matices, fondos instrumentales que dotan a su musica y su mensaje de mucho mas calado. 



Despierta, tema de adelanto del album, consigue su proposito de despertar las conciencias de quienes le escuchan. Pero lo mejor viene despues con canciones como El Salvavidas, Los Inmortales o Prisioneros. Tres temas densos, en donde Bunbury se recrea en la instrumentacion exquisita, y donde estrofa a estrofa nos envuelve en un ambiente de relajación y reflexión únicos. Este es un disco para escuchar en el sofá de casa, relajadamente y degustando todos los aspectos del disco, como ese bajo, presente de forma permanente en todo el desarrollo del disco y que sustenta la mayor parte de las nuevas canciones. En esta primera parte hay tambien rabia y tensión como en las aguerridas Habrá Guerra en las Calles o en Destrucción Masiva, pepinazo que seguro abrirá sus conciertos y que a mi me recuerda sospechosamente (llamadme loco)  al Personal Jesus de Depeche Mode (¿?). Y para acabar otra delicia aun mas tenue y calmada como la excelsa El Cambio y La Celebración, canción comedida y de formato casi inedito en el cancionero Bunburyano y que finiquita esta primera parte de una forma magistral.


La segunda parte es mas terrenal, mas personal y sin duda, mas sujeta a la tradición bunburyana. No resiste comparación con la primera parte del album pero tampoco la pretende. Podemos desvincularla y hacerla nuestra, porque es un notable ejercicio de autoreflexion en el que Enrique simplemente nos transmite que si no podemos cambiar el mundo tal y como lo estamos conociendo, si podemos cambiar el nuestro propio (familias, entornos, amistades...) y así, con pequeños cambios cotidianos, hacer que el mundo gire hacia un tiempo mejor.

Me sobran algo Hijo de Cortes y Mar de Dudas, quizas porque me recuerdan a ecos de un pasado algo trasnochado, pero en cualquier caso se trata de dos buenos temas. Pero sobresalen otros como Miento cuanto te digo que lo siento, la excelente Nostalgias imperiales y sobre todo dos de las piezas angulares de la obra. Plano secuencia, que es una autentica amalgama de estilos e ideas buen construidas, y con un Bunbury a la voz en un estado verdaderamente superior. Y el final con Todo, un cierre-despedida ideal para un album con tantas despedidas entre sus recovecos. Lo ha vuelto a hacer, y Bunbury ha vuelto a dar un paso de madurez creativa en una carrera que parece no tener un fin muy cierto. Y ademas, pariendo uno de sus mejores discos de su carrera. Un disco que funciona globlamente como ningun otro que haya hecho antes, sinceramente. Gracias, maestro.


jueves, 7 de marzo de 2013

Bunbury en cinco discos.

Incluir a Bunbury en esta sección reservada a artistas con un bagaje musical de varias décadas puede ir contra natura. Realmente, el aragonés no puede competir con otros nombres ilustres del rock/pop estatal con varios lustros de carrera a sus espaldas. Mucho menos si pensamos en los nombres internacionales para los que esta sección fue creada. Corro el riesgo de pervertir el objetivo de esta sección incluyendo y comentado discos de una músico que empezó sus andaduras en 1988 y que visto en perspectiva, no tiene una discografía oficial que realmente requiera una guía para iniciados. Aunque podemos verlo de otra manera y afirmar que su carrera ha sido tan cambiante y tan sugerente, que fobias aparte, bien merece un repaso de sus cinco obras más importantes, o las que creemos que un neófito de la música de Enrique Ortiz de Landazuri debe conocer. Os parece? 

Heroes del Silencio – El Mar No Cesa (1988). 



Lógicamente, no podemos entender la carrera de Bunbury sin tener en cuenta su trabajo con su primer grupo. Quizás, uno de los dos o tres grupos que mayor cantidad de seguidores han arrastrado en este país. Solo hace falta ver las entradas masivas a sus conciertos en la gira de reunificación de 2007. Una gira donde el gigantismo propio de las grandes bandas internacionales fue su carta de presentación. Héroes del Silencio también fueron el grupo que mas división entre amores y odios generó en su época. Su música grandilocuente, su ambición, su pose provocadora, etc…, les granjeo bastantes enemigos pero también muchísimos seguidores no solo a nivel nacional sino a nivel internacional. Su primer disco, me sigue pareciendo una excelente muestra del pop iniciático que les caracterizó en un principio. Temas como Mar Adentro, Héroe de Leyenda, El Estanque, Olvidado, No Mas Lagrimas o La Lluvia Gris siguen sonando hermosos a pesar de la pobre producción y la particular voz del entonces imberbe Enrique


Héroes del Silencio – Senderos de Traición (1990). 


Lo que en El Mar No Cesa eran meras declaraciones de intenciones y ejercicios de estilo, aquí se muestra en todo su esplendor. El disco mas relevante del grupo y el mejor. Situado a medio camino entre el sonido pop-épico de su primer LP y el cargante sonido de sus siguientes entregas, Senderos de Traición es un álbum redondo si te gusta el particular sonido del grupo. Arreglos suntuosos, letras apasionadas, ambientes etéreos y melodías seudo-épicas. Quizás lo mas cerca de U2 que han estado nunca. Pero también una gran colección de canciones rock. Entre Dos Tierras y Maldito Duende calaron muy hondo entre aquella generación, pero Oración, La Carta, Decadencia o Hechizo son aún mucho mas sugerentes. 

Bunbury – Pequeño (1999).
Harto de la cada vez mayor aparatosidad del sonido de Héroes del Silencio (Avalancha, su ultimo disco, jamas me gustó y hoy día su escucha me resulta un suplicio) y consciente del callejón sin salida al que habían llegado, Bunbury, previo acuerdo con el resto del grupo, pone punto final a su etapa con el grupo que le hizo famoso. Afronta su carrera en solitario con ambición y con la promesa de ser consecuente con sus inquietudes y con la libertad creativa que le otorga el ser único dueño de su destino. Empezó su aventura con Radikal Sonora, que adoptaba a su estilo los sonidos electrónicos tan de moda en aquella época. Pero el salto de gigante lo dio con Pequeño. Un disco que conseguía tres cosas. La primera, dar carpetazo definitivo a su imagen de líder de Héroes del Silencio. La segunda, abrirle un abanico de posibilidades estilísticas inmejorable (cabaret, la música latina, coqueteos con la música oriental, etc…). Y la tercera, el reconocimiento expreso de critica y el publico. Hubo mucha gente que conectó con Bunbury a partir de este disco sin haberlo hecho nunca con el sonido de su antigua banda. Para mi, es su mejor disco con otro que comentaré mas adelante. Aquí las canciones son todas excelentes: El Extranjero, Algo en común, la deliciosa Viento a Favor, Pequeño, etc… Un disco ejemplar. 

Bunbury - Flamingos (2002).


Siguiendo la senda abierta con Pequeño, y consciente de su triunfo con aquel disco y gira (recomiendo el álbum Pequeño Cabaret Ambulante), ahora nos propone un viaje musical con el boxeo como tema central. Su portada, con el cantante en pleno k.o en un ring pugilistico ya nos señala claramente por donde van a ir los tiros. Bunbury disfruta de un reconocimiento bien asumido aunque aquí, en mi opinión, vuelven algunos excesos del pasado (El Club de los Imposibles). En cualquier caso, otro buen disco del aragonés con cosas como Sácame de Aquí, San Cosme y San Damian, Si, Enganchado a ti, etc… En las entrevistas de la época, Bunbury señala a Bowie como gran influencia. Y mas que influencia yo creo que se torna en obsesión. El tema Lady Blue (para mi, su mejor canción), es un claro homenaje al Duque Blanco, del que adopta poses y estilos en directo. Poco a poco a Bunbury le cuesta menos mostrar sus influencias de una forma mas explícita. Y desde luego, así es como mas cómodo se encuentra. 

Bunbury - Las Consecuencias (2009). 


Este es un disco que he descubierto hace relativamente poco. Tengo que decir que el doble álbum Viaje a Ninguna Parte no me gustó nada y me distanció totalmente de su música. Como digo siempre, creo que tensó demasiado la cuerda con sus influencias latinas y me agotó. Con Herville de Luxe apenas le presté atención, pero Las Consecuencias pasa por ser su disco mas personal y todo un descubrimiento. Lo mas cerca que ha estado nunca de hacer un disco de autor. Una especie de Blood On The Tracks bunburyano, aunque salvando las distancias lógicas con la obra maestra de Dylan, absoluta referencia para Enrique. Las Consecuencias es un álbum emocionante, compacto, sorprendente. Le desmarca de su obra reciente y casi lo podría considerar como una isla desierta dentro del global de su carrera. Maravillosa la versión del Frente a Frente. Comienzo arrebatador con Las Consecuencias y Ella Me Dijo que No. Bunbury canta mejor que nunca y canciones como 21 de Octubre y El Boxeador suenan colosales. El disco que mas gusta a aquellos que no comulgan con su música.