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martes, 22 de marzo de 2016

Elvis Costello & Me (2 de 2): Top 10 Canciones

Y después del preámbulo de días anteriores en el que hablaba de como la música de Elvis Costello había entrado en mi vida, nos metemos de lleno en el fin primordial por el que empecé a escribir la entrada anterior: un ranking con mis diez canciones favoritas del susodicho a día de hoy. Aprovecharé por supuesto para dejar algunas pinceladas sobre lo que pienso de cada álbum en el que esté incluida cada canción. Comenzamos...

10. Couldn't Call It Unexpected No 4
Mighty Like a Rose, 1991

No hace mucho vi un ranking que situaba a Mighty Like a Rose como el peor álbum de Elvis Costello. Me chocó mucho, porque es un disco que me gusta bastante a pesar de que sé reconocer que no es una obra redonda. En cualquier caso, Mighty cuenta en su haber con cuatro o cinco temas que me parecen de lo mejor de Costello además de la canción que nos ocupa: All Grown Up, Georgie And Her Rival, Playboy To a Man, por poner algunos ejemplos. Couldn't Call It Unexpected es una marcha militar con un estilo similar al Rainy Day Women de Dylan donde Costello deja su impronta personal con una majestuosa y sentida interpretación. Me parece una canción solemne y bastante melancólica. ¿Que ocurrió con las tres versiones anteriores del tema? No sé tanto sobre el álbum como para poder hablar de eso.

09. Brilliant Mistake
King Of America, 1986

En una biografía que leí sobre Costello y de la que escribí una reseña hace algún tiempo, se decía que King Of America había sido el reencuentro del músico con el éxito después de publicar el peor disco de su carrera. Tuvo que volver a empezar de nuevo definiendo en este trabajo un estilo más maduro que le acompañaría en su carrera a partir de aquí. Otros temas de este álbum que me parecen a la misma altura que el que nos ocupa son Indoor Fireworks, American Without Tears, Jack Of All Parades y Suit Of Lights. He elegido Brilliant Mistake de entre todos ellos porque, quizá al ser el primer tema del álbum, le he dado más escuchas que a los anteriores. No lo sé. El caso es que me parece una canción tan contundente como deliciosa. Estoy seguro de que los fans de Costello de la época supieron a ciencia cierta que había vuelto en su mejor forma musical con sólo escuchar este tema.

08. Blue Chair
Blood & Chocolate, 1986

Blood & Chocolate salió medio año después de King Of America y continuó como si nada la misma estela de excelentes canciones. Si King Of America era un disco más aperturista en cuanto a géneros musicales, Blood & Chocolate es más pop de la vieja escuela. Hablamos de un álbum que contiene canciones tan capitales para la carrera de Costello como I Hope You're Happy Now, Battered Old Bird, Crime Of Paris y Poor Napoleon. No he mencionado I Want You, porque me parece una canción insoportable y aburrida. Sé que soy de los pocos que piensa así, pero qué le voy a hacer. Blue Chair me parece un tema muy vitalista que retrotrae al oyente casi sin proponerselo a la mejor obra de los Beatles, igual puede tener algo que ver esa parte vocal sacada directamente del Anna (Go To Him).

07. Crime Of Paris
Blood & Chocolate, 1986

Repetimos álbum y no será la única vez que lo hagamos en el presente ranking. Crime Of Paris es uno de las grandes canciones de la segunda mitad de Blood & Chocolate junto con Poor Napoleon. Es un tema pop en la misma línea que Blue Chair con una inteligente estructura del que poco más puedo decir.

06. Baby Plays Around
Spike, 1989

Spike es un álbum con el que aún me estoy peleando, me parece demasiado excesivo. Soy consciente de que tiene canciones geniales, pero como conjunto me parece un batiburrillo poco consistente. Chewing Gum, por ejemplo, ha envejecido fatal, Satellite es una aparatosa obra maestra, los instrumentales a la mitad cortan el ritmo del álbum y las canciones escritas con McCartney andan desperdigadas peleándose por un hueco. Entre estilos tan diferentes se cuela una intimista balada a guitarra que habla de forma magistral del fin de una relación remarcando el fuerte contraste entre los problemas adultos y los banales juegos infantiles. Magistral.

05. Men Called Uncle
Get Happy!!, 1980

La primera vez que escuche Get Happy!! en spotify pensaba que era un álbum doble por la ingente cantidad de canciones. De hecho, aún me sorprende que pudieran haber metido tanto material en un sólo vinilo. Quizá por el hecho de ser tan inabarcable en una primera toma de contacto, me costó hacerme con él y al principio lo consideraba uno de sus discos menos interesantes. A base de escuchas ha terminado por convertirse en uno de mis favoritos. Entre las veinte canciones que componen el álbum, Men Called Uncle es una genialidad. Me parece una canción sublime, sobre todo por esas estrofas tan vitalistas. A partir de este álbum nos damos cuenta de que el Costello de los tres primeros discos se ha transformado en un autor mucho más amable.

04. New Amsterdam
Get Happy!!, 1980

Otra canción de Get Happy!!. New Amsterdam es un medio tiempo encantador con un fuerte aroma inglés. Al menos es lo que a mí me parece, no sé si será por esas notas tocadas al órgano por Steve Nieve.

03. I Still Have That Other Girl
Painted From Memory, 1998

Creo que ya hablé largo y tendido de este álbum en las pasadas semanas. Poco puedo añadir a lo ya dicho entonces. I Still Have That Other Girl es mi tema favorito de Painted From Memory y, por lo que se puede ver en este ranking, mi tercera canción favorita de toda la carrera de Elvis Costello. Es fácil enamorarse de un tema tan exquisito.

02. Beyond Belief
Imperial Bedroom, 1982

Imperial Bedroom aparece en casi todas las quinielas como el mejor álbum de Costello. Incluso algunos fans hablan de este trabajo como  de su Sgt. Pepper particular al ser más elaborado que los discos anteriores y contar con Geoff Emerick como productor. Yo no diría tanto y entre mis preferencias situaría un buen puñado de otros álbumes por delante de éste. Sin embargo, es innegable que Beyond Belief es una de las canciones más magnéticas y originales de toda su carrera. Siempre que la escucho tengo la sensación de que no repite una maldita línea melódica, el tema crece y crece sin descanso conservando en todo momento la coherencia que la hace un todo indisoluble. Beyond Belief me parece uno de los mayores logros de su carrera, aún no me explico cual es la magia que envuelve a una canción así. Es única.

01. Alison
My Aim Is True, 1977

Adoro My Aim Is True, es uno de mis discos favoritos sin lugar a dudas. Me gusta esa contundencia en la ejecución, la influencia clara de géneros clásicos, la inteligente autoría compositiva, la descarada actitud new wave... y entre todos estos aspectos se cuela hacia la mitad del álbum una sentimental obra maestra que habla del encuentro con una chica del pasado. La letra de la canción parece un diálogo abierto con la chica en cuestión, pero después de escucharla infinidad de veces parece más bien la plasmación de los pensamientos del propio Costello al verla. Con una economía lírica sin parangón se nos insinúa que Alison había salido en el pasado con un amigo cercano al propio Costello. Después ella se había casado con alguien que no la había tratado precisamente bien. La chica no para hablar y hablar... y entre medias el autor confiesa sentir algo por ella. En cuanto a la ejecución instrumental no me cansaré de decir que los acordes de guitarra alternándose con la voz de Costello me parecen sublimes.

sábado, 19 de marzo de 2016

Elvis Costello & Me (1 de 2)

Recuerdo lo mucho que me gustaba confeccionar un ranking cuando el blog estaba tan activo años atrás. Algunos de ellos me llevaron largas semanas de preparación, como el de las versiones sobre canciones de los Beatles en MOJO o el de los temas inéditos de Bob Dylan. Hoy vamos a recuperar esa sana costumbre, aunque no emplearemos cinco o seis entradas en ir desgranando cada posición (eso espero).

La verdad es que llevo mucho tiempo queriendo hablar de mi idilio musical con Elvis Costello gracias a la recomendación del amigo Héctor. No me considero un erudito en su obra y por tanto no me veo capacitado para dedicar una entrada a cada disco que considero reseñable de su trayectoria como músico. Es por ello que he decidido publicar un pequeño ranking con las diez canciones que más me gustan de todo lo que le he escuchado. Este tipo de entradas, ágiles y compuestas por pequeñas partes, son ideales cuando quiero hablar de discos sin tener que elaborar largas parrafadas. Ordenar los temas dentro del ranking me ha llevado menos de un cuarto de hora.



Me gustaría comentar antes de entrar en faena como empecé a escuchar al bueno de Elvis y la percepción que tengo de él como músico y creador. Y es que la música de Costello no ha sido precisamente para mí un amor a primera vista como ya me ocurrió en su día con Bob Dylan o los Beatles. Sus discos han ido horadando mi mente a base de escuchas y supongo que mi persistencia en escucharle a pesar de las primeras malas sensaciones partía de la intuición de que al final terminaría por gustarme. No fue fácil, la verdad. Sus tres primeros discos con los que empecé no me gustaron nada de nada de primeras, de hecho me desagradaba su voz y no me cuadraba su forma de componer. Toda su música me parecía cortada por el mismo patrón, demasiado agresiva y sin momentos de auténtico disfrute. Lo veía demasiado cerebral, en definitiva. Me di por vencido después de probar varias veces con My Aim Is True y Armed Forces. En esta primera intentona no fui más allá de sus tres primeros álbumes.

Pasó el tiempo y entonces recordé King Of America, el único disco que le conocía de muchos años atrás y que había escuchado por recomendación de un amigo (quizá por 2002 más o menos). King Of America había sido para aquel chico que me lo recomendó el álbum de su vida. Lo tenía en cassette, vinilo y CD, varios formatos a su vez en varias versiones. Cuando escuché King Of America por primera vez por su insistencia no tendría más de veintipocos años. Recuperarlo por segunda vez pasada la treintena y después del bombardeo de las canciones de su primera obra fue una especie de bálsamo. Me sonaban todas las canciones de años atrás y, por primera vez, era capaz de disfrutar verdaderamente de la música de Costello. Esta experiencia me hizo ver de otra forma los discos que hasta entonces me habían mortificado. Recuperé My Aim Is True y, casi por arte de magia, empecé a percibir la música que contenía de otra forma muy distinta.



Supongo que los prejuicios nos juegan malas pasadas a veces y, si lo que esperamos de un músico no es finalmente lo que nos ofrece, terminamos frustrados. Elvis Costello es pop, pero su música no tiene nada que ver con, por ejemplo, los Beatles. La melodía inmediata no es precisamente su fuerte y escucharlo con la mente más abierta me ayudó a apreciar su original forma de componer. Ahora lo veo como un creador de canciones bastante versátil capaz de nadar en cualquier género musical ajeno al pop. Sus canciones encierran un fuerte componente visceral, quizá por estar cantadas con esa indomable y bronca voz, pero también poseen a su vez ese matiz más académico por los inteligentes y originales textos que rubrica como letrista. Me parece una combinación difícil de ver en un artista pop y, quizá cuando entendí su música desde ese prisma, empecé también a disfrutarla como correspondía.

Como ya he dicho, después de King Of America volví a comenzar con Costello escuchando su primera y genial trilogía de álbumes. Me llevé meses desgranando cada canción de esos primeros trabajos y, a partir de ahí, me decidí a recorrer su discografía completa por orden cronológico. No creo que entonces tuviera la más mínima idea de las agradables sorpresas que me deparaba esta decisión: Get Happy!!, Blood & Chocolate, etc. Esta iba a ser una mera introducción al ranking, pero se ha convertido en una entrada por sí misma. Espero poder hablar de las diez canciones del top en las próximas entradas. Quizá pueda hablar de todas ellas en una sola... quién sabe :)

lunes, 7 de marzo de 2016

Elvis Costello & Burt Bacharach - Painted From Memory


A veces las obras maestras surgen de donde menos lo esperas. Hará dos o tres años empecé a escuchar a Elvis Costello por recomendación del amigo Héctor. Reconozco que me costó familiarizarme con los primeros álbumes, pero después de muchos intentos empecé a apreciar su música y su forma de componer. El esfuerzo mereció la pena y, poco a poco, fui escalando trabajos en su discografía hasta Mighty Like a Rose. Si hago recuento de toda la música que he escuchado en estos últimos años, Elvis Costello podría ser el músico al que más horas he dedicado, saltando de álbum en álbum según me apetecía. Y digo todo ésto remarcando que mis conocimientos sobre su obra se limitaban por aquella época desde sus inicios hasta 1991.

A partir de Mighty Like A Rose tenía el presentimiento de que Costello había mutado en algo muy distinto, de ahí que me plantara precisamente en ese álbum. Sólo hay que ver su discografía para corroborar que a partir de Juliet Letters la cosa no se pone precisamente fácil para el fan medio del músico. Demasiados estilos, demasiadas colaboraciones, demasiada promiscuidad musical en definitiva. También reconozco que me sentía cómodo buceando entre las geniales canciones pop del periodo 1977 - 1991, había allí tanto material en el que ahondar que no me apetecía echar más leña al fuego. A pesar de todo, el amigo Héctor continuaba insistiendome en que había mucho más Costello después de 1991, que me estaba perdiendo grandes discos como Momofuku o éste Painted From Memory. Fue así como, sin muchas expectativas, empecé a escuchar algunos discos de esa segunda etapa el año pasado. A día de hoy Momofuku es, junto con The Delivery Man, el disco que más me han llamado la atención de este periodo más reciente. Y luego está Painted From Memory, que se ha aupado contra todo pronóstico a mi top 5 de discos favoritos de Costello junto a obras maestras como My Aim Is True, Get Happy!!, King Of America y Blood And Chocolate. No me esperaba que un álbum de colaboraciones pudiera llegarme tanto, aunque también hay que tener en cuenta que el colaborador de Costello en este trabajo es una auténtica leyenda de la música.


Antes de hablar de la música del álbum, toca ponernos en situación. La colaboración musical entre Elvis Costello y Burt Bacharach comenzó en 1996 con la canción God Give Me Strength incluida en la película Grace Of My Heart. El propio Costello afirmó después, visto el resultado, que aquella colaboración puntual no podía quedar ahí. Por lo tanto, entre 1995 y 1998 ambos músicos comenzaron a trabajar en el álbum que nos ocupa. Costello llevaba cuatro años sin sacar nuevo material, ya que Kojak Variety es un álbum de versiones y All This Useless Beauty un disco de canciones inéditas. Burt Bacharach por su parte no sacaba álbum propio desde Futures de 1977. Durante aquel largo periodo de veintiun años hasta Painted From Memory Bacharach había escrito varios singles de éxito interpretados por otros cantantes como Arthur's Theme de Christopher Cross o That's What Friends Are For de Dionne Warwick.

Aunque Painted From Memory aparece acreditado a ambos, veo mucho más de Bacharach en las canciones que de Costello. Supongo que cualquier fan de Costello reconocería sin demasiada dificultad esta afirmación. El estilo compositivo de todas las canciones nos remite a los grandes clásicos de Bacharach de los sesenta y setenta, los coros femeninos, el acompañamiento orquestal, la propia construcción melódica... y digo todo ésto intentando no quitar mérito al bueno de Elvis. De hecho, supongo que por algo aparecerá su nombre antes que el de Bacharach en la portada del álbum. Es una impresión que tengo por ser Painted From Memory una rara avis si intentamos ubicarla dentro de la amplia discografía del gafotas. Por otro lado, también me gustaría destacar el impresionante trabajo vocal de Costello como cantante. Creo que ningún otro álbum ha sido tan exigente con su voz como éste del que estamos hablando. Aún sufro como oyente pensando que no llegará a las notas requeridas a pesar de haber escuchado el álbum infinidad de veces. Al tener una voz tan grave me siguen pareciendo imposibles esas notas agudas sostenidas durante tanto tiempo. Supongo que usará técnicas profesionales para poder cantar así, porque trucos de estudio no hay. He visto muchas interpretaciones en directo con las canciones del álbum y puedo corroborar que el tío las canta sin inmutarse mientras Bacharach toca detrás el piano.

Para terminar me gustaría destacar algunos temas en concreto, difícil tarea cuando me gustan todos salvo My Thief (el más flojo con diferencia respecto al resto). Mi canción favorita es sin lugar a dudas I Still Have That Other Girl. Me parece una canción tan compleja y tan impresionante melódicamente que aún la estoy asimilando. La interpretación de Costello es arrebatadora. This House Is Empty Now juega en la misma liga que el tema anterior. En la segunda parte del álbum, The Long Division tiene uno de los swings más atractivos y los coros femeninos en los estribillos refuerzan además todos los atributos del tema. The Sweetest Punch es uno de los temas más alegres con un sonido tan similar a las grandes canciones de Bacharach en los sesenta que parece haber sido compuesta en el mayor momento creativo de su autor. Y me paro aquí, pero podría hablar con idéntico apasionamiento del resto de canciones.

Painted From Memory tiene la extraña cualidad de apabullar al oyente por la enorme calidad de sus cortes. Es difícil encontrar doce canciones juntas publicadas en un año tan tardío para el pop como 1998 que te remitan a los mejores clásicos del pop de todos los tiempos. Uno detrás de otro. Imposible quedar impasible ante tanta genialidad, tanto buen hacer, tanta emoción concentrada en unas canciones destiladas hasta su máxima expresión artística.

jueves, 3 de julio de 2014

5 Obras maestras que fueron opera prima

The Byrds - Mr. Tambourine Man (1965)


El primer álbum de los Byrds es un milagro en sí mismo. Aglutina las influencias de pilares culturales como los BeatlesBob Dylan para posteriormente ramificarse en distintos estilos que se irán consolidando años después. Milagro por partida doble, ya que inaugurará el difícil equilibrio en la cuerda floja que mantendrá el grupo durante toda su carrera y en la que, contra todo pronóstico, forjará una de las discografías más deslumbrantes de los sesenta. David Crosby aportará exquisitas armonías vocales, un profesional del estudio como Roger McGuinn le dará su característico sonido de las doce cuerdas y Gene Clark incluirá obras maestras a la altura de los otros temas versionados, mientras Michael Clarke y Chris Hillman (de momento) serán añadidos por la discográfica para construir la sección rítmica. En años posteriores, todos los miembros del grupo, a excepción de Michael Clarke, serán fundamentales para forjar las bases en las que se apoyara la música americana de las próximas décadas.
by Manuel

The Band - Music From Big Pink (1968)


En prácticamente cualquier foro de música en el que participo, siempre señalo al primer álbum de The Band como el mejor disco de debut de toda la historia del rock. O por lo menos, el que a mi me parece el mas brillante. Un disco que abrió mas ventanas al rock que otros discos mucho mas populares de su época. The Band estaban predestinados a parir un disco como este tras años de aprendizaje como banda de acompañamiento de Ronnie Hawkins y Bob Dylan (entonces como The Hawks). El concepto coral de The Band halló en Music From Big Pink todo un hito. Un album donde las composiciones de Robertson brillan como pocas otras veces y donde el papel de cada uno de los miembros del grupo tuvo las dosis de equilibrio perfectas. Pura armonía. Especialmente resulta extraordinario escuchar la angelical voz de Richard Manuel en temas como Tears Of Rage o la canción cedida de Dylan I Shall Be Released. Pero ahí también estan los clásicos deslumbrantes The Weigth, Chest Fever o Caledonia Mission. Un album de debut extraordinario de un grupo único.

by Mansion

Elvis Costello - My Aim Is True (1977)


My Aim Is True representa la entrada en la new wave por la puerta de atrás de los estilos más clásicos gracias al saber hacer de un pequeño genio de dientes separados y cara no muy agraciada. El álbum escuchado por primera vez podría parecer tosco en comparación con lo ofrecido por Costello en entregas posteriores, pero es una carta de presentación compacta y sin fisuras. Alison es un clásico en toda regla cuya delicadeza representa un oasis entre tanta rabia, además de poseer el dialogo más bello entre voz y guitarra que he escuchado en mi vida. Canciones como Miracle Man, Sneaky Feelings o Less Than Zero demuestran un saber hacer exquisito como compositor de canciones y un abanico de influencias extraordinario para un chico de veintipocos años. My Aim Is True nace con todas las señas de identidad del primer Costello y la fuerza rompedora del advenedizo que intenta hacerse un hueco en el rabioso panorama musical que le ha tocado en suerte.
by Manuel

R.E.M - Murmur (1983)


En 1983, la revista Rolling Stone, eligió a Murmur, el primer album de R.E.M, como el mejor disco de los publicados ese año. Eso da un cariz de lo fundamental que fué este disco en el devenir del rock durante los siguientes años. Aunque la banda mejoró y concretó mejor su propuesta en otros discos posteriores, Murmur permanece inalterable al paso del tiempo y sigue mostrándose tan misterioso, oscuro e inteligente como hace treinta años. Un album de escucha compleja, Murmur inauguró lo que entonces se llamó rock alternativo en los Estados Unidos y que poco a poco fue calando en otros mercados. Disco impoluto, sorprendentemente maduro (en letras, en esencia) para la edad que entonces tenían los miembros de R.E.M y que sigue siendo hoy día una de las grandes piedras de toque del inigualable legado de los de Athens. Un tema para la eternidad: Talk About The Passion.


by Mansion

Jeff Buckley - Grace (1994)



Este álbum es la excepción a la regla y desafía la escasa probabilidad de que un genio de la música pueda engendrar a otro. Jeff Buckley deslumbro con este álbum en varios frentes, realizando un trabajo marcadamente personal y haciendo gala de una voz inalcanzable para el resto de los mortales. Alguna que otra vez he calificado a Grace como el Astral Weeks de los noventa, un álbum único en su género e irrepetible incluso para su propio autor, aunque nunca sabremos si esta afirmación es cierta del todo, ya que Buckley falleció antes de terminar su segundo trabajo. En cualquier caso, hablamos de un disco poliédrico que muestra varias facetas en el universo en el que se mueve, capaz de saltar de la épica de la propia Grace la nostalgia de Lover You Should've Come Over o de la celebración de las sensaciones en Last Goodbye al recogimiento monacal de Corpus Christi Carol. Buckley se mueve como pez en el agua a través de los cortes, adaptándose a las subidas y bajadas en una interpretación magistral coloreada por el amplio espectro al que podía llegar con su voz.
by Manuel

domingo, 4 de mayo de 2014

Eduardo Margaretto - Elvis Costello


Confieso que cada vez me cuesta más encontrar músicos a los que admirar. Al principio era fácil, en la adolescencia descubrí a los Beatles y a punto de entrar en la veintena me dio por Pink Floyd. Con veintitantos empecé con Bob Dylan en vena y pocos años después Peter Gabriel, The Byrds y todas sus ramas posteriores, etc. La música por entonces estaba llena de excitantes descubrimientos, pero estos años atrás me costaba encontrar un nuevo músico que monopolizara mis escuchas. El amigo Mansion acudió al rescate sugiriéndome a Elvis Costello e indicándome que, en base a mis gustos y mi tendencia hacia el pop, era ideal para mí. Yo recordaba haberlo intentado años atrás y la cosa no cuajó, pero no me importó probar de nuevo con su música las veces que hicieran falta.

Me decidí a intentarlo por orden cronológico y me saturé con sus primeros y rabiosos discos. No fue muy buena idea, aunque quizá no era el momento adecuado. La llave para entrar en su discografía fueron para mí sus álbumes más calmados de finales de los ochenta, King Of America y Mighty Like a Rose. Ellos fueron los que abrieron camino para que recuperara sus primeros discos y aprendiera a verlos con otros ojos. Muchos meses después puedo decir que he encontrado mi nueva obsesión, no paro de escuchar los discos de Costello en cuanto tengo ocasión. Me conozco bastante bien toda su primera época hasta Mighty Like A Rose y últimamente estoy dudando si empezar con los discos posteriores a 1991. Me siento tan cómodo con la primera etapa de Costello que me da mucho respeto entrar en The Juliet Letters y ese mar de colaboraciones.

Una vez comprobado que había picado el anzuelo, el amigo Mansión me prestó por correo el libro que vamos a comentar sobre Elvis de la editorial Cátedra. Acabo de terminarlo y me he decidido a escribir una reseña, aunque el libro en cuestión se publicara hace más de veinte años. Tengo que confesar que los libros sobre pop rock de la editorial Cátedra me dan un poco de miedo. Como decía Forrest Gump, son como una caja de bombones... nunca sabes lo que te vas a encontrar. Digo esto porque hace años compré uno sobre David Bowie infumable desde cualquier perspectiva y también tengo otro sobre Peter Gabriel que podría considerarse correcto casi por los pelos. El volumen que tengo en las manos ahora escrito por Eduardo Margaretto me ha sorprendido gratamente, aunque tampoco lo situaría entre lo mejor que he leído sobre literatura rock. Los libros publicados bajo Cátedra tienen la extraña cualidad de provocar que el autor se pierda en metáforas ridículas y Margaretto resulta el más comedido de todos en ese aspecto, cosa muy de agradecer.



El libro va al grano desde la primera página mientras te desgrana la biografía de Costello sin meterse en jardines enfangados. Se podría decir que la biografía del músico está perfectamente retratada, pero las partes más flojas suelen coincidir cuando el autor se embarca en el análisis musical de sus discos. No lo hace del todo mal, pero se agradecería un punto más de profundidad psicológica y algo más de dinamismo, ya que se hace un poco aburrido el análisis canción por canción. Lo que si es un claro punto a su favor es que te vaya hablando con detalle de las historias que Costello cuenta en cada una de sus letras. Yo siempre he sido más de escuchar la música y me sorprende la originalidad en la temática de sus canciones, otro suma y sigue para caer rendido ante la producción musical de este hombre. La variedad de situaciones, enfoques y perspectivas es tan amplio que parece poseedor de una desbordante imaginación. No sólo hablo de las típicas variaciones románticas, hablo de crítica política o interesantes reflexiones personales.

El libro termina en Mighty Like a Rose porque se editó en 1993 y el autor se despide confesando que no tiene ni idea de por donde va a tirar la producción musical de Costello a partir de ahí. Hizo bien, porque a fecha de hoy ha publicado más discos de los analizados en el libro, ha colaborado con multitud de músicos y se ha embarcado en géneros musicales que serían impensables desde la perspectiva de un admirador de principios de los noventa. Me gustaría resaltar también lo interesante que resulta leer un libro publicado hace más de veinte años para apreciar el cambio en la visión sobre su obra pasados unos años. My Aim Is True continua siendo la opera prima inteligente y perfectamente engrasada, pero sorprende contrastar las críticas de otros álbumes en el libro con reseñas actuales. Por ejemplo, Get Happy!! era en el libro un álbum difícil y saturado de material, pero correcto, mientras ahora se le considera como uno de sus mejores trabajos de los ochenta. En cambio, Mighty Like a Rose sólo recibía alabanzas en el libro (con las que estoy de acuerdo) cuando ahora es considerado por algunas publicaciones como el peor trabajo de toda su carrera.

Me gustaría recomendar este libro, pero creo que es difícil de conseguir a menos que encontréis alguna edición de segunda mano en ebay. A mí me ha servido para sumergirme de lleno en la obra de Costello cuando no tenía más información sobre él que las sensaciones que me provocaba su música. Me ha servido de mucho para contextualizar su obra con su biografía personal y entender mejor el porqué de cada movimiento profesional. Por ejemplo, queda totalmente clara la aparición de King Of America tras dar tumbos con discos anteriores como Punch The Clock o Goodbye Cruel World. En resumen, la literatura rock bien escrita sigue siendo la aliada perfecta para conocer mejor a tus ídolos.

lunes, 19 de agosto de 2013

MIMS Gran Reserva: Elvis Costello en cinco discos.

¿Elvis Costello en sólo cinco discos? Me parece aun mas difícil que escalar el K-2 andando hacia atrás. Misión imposible, pero lo intentaremos. Soy un fanático absoluto de este señor y de su obra. Por supuesto, tiene sus altibajos, pero de hasta sus momentos mas bajos (Goodbye Cruel World) soy capaz de extraer petróleo. Costello es así. Si pestañeas, te adelanta por la derecha. Un genio, un brujo, un maestro. De cara a esta lista de cinco discos, y a diferencia de otras ocasiones, ha pesado mas el estilo que Costello aborda en el disco que el éxito o la fama critica que pueda tener. Ha abarcado tantos estilos y tantos géneros a lo largo de su carrera, que es muy difícil decidirse por cinco únicos discos sin resultar injusto con el resto. Así que en este caso, vamos a abordarlo de esa manera. Algunos de ellos son incuestionables y responden también al gusto particular propio, otros en cambio, sin contar con tanta fama, son básicos para entender no solo la carrera de este músico sino su filosofía de trabajo y su peculiar forma de entender la composición.

My Aim Is True (1977).


El mejor comienzo imaginable. Con veintidós años y padre de un hijo de un año, Costello entrega una de sus colecciones de canciones mas incontestables. Este disco, sigue siendo un absoluto referente generacional de aquel movimiento que se denominó New Wave. Mas allá de esa etiqueta, My Aim Is True es quizás el album mas emblemático de su autor, en dura pugna con su sucesor, el también imprescindible This Year's Model. Canciones pop de tres minutos, letras abrasivas, actitud provocadora, ingenio y sobre todo, mucho talento. Nick Lowe a los mandos en la producción, y varias canciones destinadas a ser eternas en su cancionero: Waiting For The End Of The World, Welcome To The Working Week, Miracle Man, Red Shoes, Mistery Dance, Blame It On Cain, etc... Sobresale por méritos propios la extraordinaria balada Alison, quizás el tema mas conocido de su repertorio, y que nunca te cansas de escuchar. Un disco irrepetible.

También son imprescindibles dentro de este estilo: los eternos This Year´s Model (1978) y Armed Forces (1979).

Gett Happy!! (1980).


Get Happy!! marca el primer punto y aparte en la carrera de Costello. Con este disco, lleno de inevitables guiños soul de dos minutos, abre su abanico de estilos de una forma impecable. Amante irredento de la música americana y de la negra en particular, Costello se atreve a dar un paso mas allá en la composición y entrega un disco chispeante, atrevido y encantador. Canciones que suenan una detrás de otra sin descanso, con los Atracctions dando una de las mejores lecciones de su carrera, y unas melodías al alcance de muy pocos. Sobresalen Opportunity, la galopante King HorsePosessionMen Called Uncle (una de mis grandes favoritas de siempre), Riot ActNew Amsterdam, y las mas conocidas High Fidelity y la versión del clásico I Can´t Stand Up For Falling DownCostello brilla en un estilo antagónico al que practicaba hasta ese momento, aunque opta por mezclaros muy juicisoamente (los experimentos con gaseosa, como se suele decir) y da en la diana. Triunfo absoluto.

King Of America (1986).


King Of America es, sin duda, el disco mas decisivo de la carrera de Elvis Costello. Aquel con el que rompió muchas barreras (autoimpuestas o no) y con el que dio eso que se suele llamar el salto definitivo de madurez. Por primera vez, se desprende de sus eternos Atracctions (aunque la deliciosa Suit Of Ligths esta grabada con su grupo de siempre) y de la mano del productor T-Bone-Burnett (con el que había formado un dúo) firma el album como The Costello Show. Ni rastro de su nombre artístico mas conocido. Muchos cambios, aunque el principal, sería el estilo que aborda en esta colección incontestable de canciones: el americana, el folk-rock o el sonido mas deudor de las raíces americanas. De cierto carácter semi-acústico, King Of America es el disco que Costello siempre quiso hacer pero no pudo. De hecho, con el album de versiones Almost Blue de 1981, ya dió algun aviso de por donde podrían ir los tiros a medio-largo plazo. King Of America es un disco brillante. Lleno de canciones deliciosas, delicadas, y tratadas con mimo. Brilliant Mistake, Our Little Angel, Little Palaces, etc... Aunque las piezas maestras hay que buscarlas en las emblemáticas Indoor Fireworks, American Without Tears, I'll Wear It Proudly, Jack of All Parades y Poisoned Rose. Piezas de una maestría absoluta en donde la áspera y personal voz de Costello llega a emocionar. El disco que le reconcilió con público y crítica al otro lado del Atlántico. Obra maestra.

También son imprescindibles dentro de este estilo: The Delivery Man (2004), otra lección de buena música americana, el album de género Secret,Profane & Sugarcane (2009) y el impecable National Ransom (2010).

Blood And Chocolate (1986). 


Confieso que he dudado hasta el último momento en incluir este disco (editado el mismo año que King Of America, ojo al dato) o decantarme por el impecable Imperial Bedroom . Al final, por eso del cariño, me he decantado por el primero, dejando de lado (y no por ello prescindible) el fantástico disco de pop excelso de 1982 y que tuvo sus continuaciones (con matices) en otras discos como Spike o Mighty Like a Rose. Pero confieso que soy muy fan del Costello mas artesano, mas rudo, mas rockero. Y Blood And Chocolate es uno de mis preferidos, para que engañarnos. Tras su apabullante lección de americana en King Of America, edita a los seis meses un album de reencuentro con los Atracctions. Y donde hubo fuego, aun quedan brasas, y el resultado es portentoso. Vuelve la mala leche, las canciones marca de la casa y esta vez, con un punto mas de sofisticación ganada con los años. I Want You es una de sus canciones definitivas, Uncomplicated un inicio muy expresivo (como en sus primeros tiempos), I Hope You´re Happy Now y Blue Chair pop de muchos quilates. Para mi, uno de sus mejores discos.

También son imprescindibles dentro de este estilo: el soberbio Trust (1981), Brutal Youth (1994), su ultimo disco con los Atracctions al completo, y el formidable y enigmático Momofuku (2008), una debilidad personal. 

Painted From Memory (1998).


No podemos pasar por alto la facilidad camaleónica de Costello y su capacidad para mutar en diferentes estilos y géneros. Es una de sus señas de identidad y uno de los aspectos que mas valoro en el y que de alguna manera le diferencian de casi todos los músicos de nuestro tiempo. Cuando en 1998 une fuerzas con Burt Bacharach, sorprendió a todo el mundo. El resultado de dicha colaboración, es a gusto personal, uno de los discos imprescindibles de su carrera. Inteligente siempre, supo tejer con Bacharach un sonido y unas canciones memorables, demostrando por si hacia falta a esas alturas, su pasmoso talento par salir triunfador de cualquier nuevo reto. La capacidad melódica de Bacharach con el talento y ojo clínico de Costello para las letras y la cadencia pop. Quien da mas? Todas, y digo todas, son autenticas gemas. De hecho, me cuesta mucho entenderlas por separado porque todas resultan tremendamente emotivas. Pero a destacar varias de mis piezas favoritas: la ya clásica God Give Me Strength, la emotiva I Still Have Another Girl, la elegante Toledo, la brillante Tears At The Birthday Party, o la misma Painted From Memory. Un album sorprendente de pop de cámara, puro y cristalino.

También son muy interesantes dentro del Costello menos conocido y mas imprevisible: The Juliette Letters (1993), coqueteando con la música clásica, el invernal y muy recomendable North (2004), muy del estilo de este Painted From Memory y The River In Reverse (2006), lujosa colaboración con su viejo camarada Allen Toussaint.

miércoles, 24 de abril de 2013

Elvis Costello en cinco discos.

¿Elvis Costello en sólo cinco discos? Me parece aun mas difícil que escalar el K-2 andando hacia atrás. Misión imposible, pero lo intentaremos. Soy un fanático absoluto de este señor y de su obra. Por supuesto, tiene sus altibajos, pero de hasta sus momentos mas bajos (Goodbye Cruel World) soy capaz de extraer petróleo. Costello es así. Si pestañeas, te adelanta por la derecha. Un genio, un brujo, un maestro. De cara a esta lista de cinco discos, y a diferencia de otras ocasiones, ha pesado mas el estilo que Costello aborda en el disco que el éxito o la fama critica que pueda tener. Ha abarcado tantos estilos y tantos géneros a lo largo de su carrera, que es muy difícil decidirse por cinco únicos discos sin resultar injusto con el resto. Así que en este caso, vamos a abordarlo de esa manera. Algunos de ellos son incuestionables y responden también al gusto particular propio, otros en cambio, sin contar con tanta fama, son básicos para entender no solo la carrera de este músico sino su filosofía de trabajo y su peculiar forma de entender la composición.

My Aim Is True (1977).


El mejor comienzo imaginable. Con veintidós años y padre de un hijo de un año, Costello entrega una de sus colecciones de canciones mas incontestables. Este disco, sigue siendo un absoluto referente generacional de aquel movimiento que se denominó New Wave. Mas allá de esa etiqueta, My Aim Is True es quizás el album mas emblemático de su autor, en dura pugna con su sucesor, el también imprescindible This Year´s Model. Canciones pop de tres minutos, letras abrasivas, actitud provocadora, ingenio y sobre todo, mucho talento. Nick Lowe a los mandos en la producción, y varias canciones destinadas a ser eternas en su cancionero: Waiting For The End Of The World, Welcome To The Working Week, Miracle Man, Red Shoes, Mistery Dance, Blame It On Cain, etc... Sobresale por méritos propios la extraordinaria balada Alison, quizás el tema mas conocido de su repertorio, y que nunca te cansas de escuchar. Un disco irrepetible.

También son imprescindibles dentro de este estilo: los eternos This Year´s Model (1978) y Armed Forces (1979).

Gett Happy!! (1980).


Get Happy!! marca el primer punto y aparte en la carrera de Costello. Con este disco, lleno de inevitables guiños soul de dos minutos, abre su abanico de estilos de una forma impecable. Amante irredento de la música americana y de la negra en particular, Costello se atreve a dar un paso mas allá en la composición y entrega un disco chispeante, atrevido y encantador. Canciones que suenan una detrás de otra sin descanso, con los Atracctions dando una de las mejores lecciones de su carrera, y unas melodías al alcance de muy pocos. Sobresalen Opportunity, la galopante King Horse, Posession, Men Called Uncle (una de mis grandes favoritas de siempre), Riot ActNew Amsterdam, y las mas conocidas High Fidelity y la versión del clásico I Can´t Stand Up For Falling Down. Costello brilla en un estilo antagónico al que practicaba hasta ese momento, aunque opta por mezclaros muy juicisoamente (los experimentos con gaseosa, como se suele decir) y da en la diana. Triunfo absoluto.

King Of America (1986).


King Of America es, sin duda, el disco mas decisivo de la carrera de Elvis Costello. Aquel con el que rompió muchas barreras (autoimpuestas o no) y con el que dio eso que se suele llamar el salto definitivo de madurez. Por primera vez, se desprende de sus eternos Atracctions (aunque la deliciosa Suit Of Ligths esta grabada con su grupo de siempre) y de la mano del productor T-Bone-Burnett (con el que había formado un dúo) firma el album como The Costello Show. Ni rastro de su nombre artístico mas conocido. Muchos cambios, aunque el principal, sería el estilo que aborda en esta colección incontestable de canciones: el americana, el folk-rock o el sonido mas deudor de las raíces americanas. De cierto carácter semi-acústico, King Of America es el disco que Costello siempre quiso hacer pero no pudo. De hecho, con el album de versiones Almost Blue de 1981, ya dió algun aviso de por donde podrían ir los tiros a medio-largo plazo. King Of America es un disco brillante. Lleno de canciones deliciosas, delicadas, y tratadas con mimo. Brilliant Mistake, Our Little Angel, Little Palaces, etc... Aunque las piezas maestras hay que buscarlas en las emblemáticas Indoor Fireworks, American Without Tears, I'll Wear It Proudly, Jack of All Parades y Poisoned Rose. Piezas de una maestría absoluta en donde la áspera y personal voz de Costello llega a emocionar. El disco que le reconcilió con público y crítica al otro lado del Atlántico. Obra maestra.

También son imprescindibles dentro de este estilo: The Delivery Man (2004), otra lección de buena música americana, el album de género Secret,Profane & Sugarcane (2009) y el impecable National Ransom (2010).

Blood And Chocolate (1986). 


Confieso que he dudado hasta el último momento en incluir este disco (editado el mismo año que King Of America, ojo al dato) o decantarme por el impecable Imperial Bedroom . Al final, por eso del cariño, me he decantado por el primero, dejando de lado (y no por ello prescindible) el fantástico disco de pop excelso de 1982 y que tuvo sus continuaciones (con matices) en otras discos como Spike o Mighty Like a Rose. Pero confieso que soy muy fan del Costello mas artesano, mas rudo, mas rockero. Y Blood And Chocolate es uno de mis preferidos, para que engañarnos. Tras su apabullante lección de americana en King Of America, edita a los seis meses un album de reencuentro con los Atracctions. Y donde hubo fuego, aun quedan brasas, y el resultado es portentoso. Vuelve la mala leche, las canciones marca de la casa y esta vez, con un punto mas de sofisticación ganada con los años. I Want You es una de sus canciones definitivas, Uncomplicated un inicio muy expresivo (como en sus primeros tiempos), I Hope You´re Happy Now y Blue Chair pop de muchos quilates. Para mi, uno de sus mejores discos.

También son imprescindibles dentro de este estilo: el soberbio Trust (1981), Brutal Youth (1994), su ultimo disco con los Atracctions al completo, y el formidable y enigmático Momofuku (2008), una debilidad personal. 

Painted From Memory (1998).


No podemos pasar por alto la facilidad camaleónica de Costello y su capacidad para mutar en diferentes estilos y géneros. Es una de sus señas de identidad y uno de los aspectos que mas valoro en el y que de alguna manera le diferencian de casi todos los músicos de nuestro tiempo. Cuando en 1998 une fuerzas con Burt Bacharach, sorprendió a todo el mundo. El resultado de dicha colaboración, es a gusto personal, uno de los discos imprescindibles de su carrera. Inteligente siempre, supo tejer con Bacharach un sonido y unas canciones memorables, demostrando por si hacia falta a esas alturas, su pasmoso talento par salir triunfador de cualquier nuevo reto. La capacidad melódica de Bacharach con el talento y ojo clínico de Costello para las letras y la cadencia pop. Quien da mas? Todas, y digo todas, son autenticas gemas. De hecho, me cuesta mucho entenderlas por separado porque todas resultan tremendamente emotivas. Pero a destacar varias de mis piezas favoritas: la ya clásica God Give Me Strength, la emotiva I Still Have Another Girl, la elegante Toledo, la brillante Tears At The Birthday Party, o la misma Painted From Memory. Un album sorprendente de pop de cámara, puro y cristalino.

También son muy interesantes dentro del Costello menos conocido y mas imprevisible: The Juliette Letters (1993), coqueteando con la música clásica, el invernal y muy recomendable North (2004), muy del estilo de este Painted From Memory y The River In Reverse (2006), lujosa colaboración con su viejo camarada Allen Toussaint.

domingo, 7 de octubre de 2012

El día que acusaron de racista a Elvis Costello.

La carrera de Elvis Costello, es ante todo, un viaje apasionante por la mejor música de los últimos treinta y cinco años. Se me ocurren muy pocos casos de carreras discográficas tan eclécticas, complejas y brillantes como la que lleva ofreciendo Costello desde que allá por 1977, su álbum debut, el generacional My Aim Is True, viera la luz. Ha tocado casi todos los palos y de todos ellos ha salido triunfador. Eso sin contar que es autor de varios discos que bien merecen la coletilla de “obra maestra”. Elvis Costello es todo un género en si mismo, un talento innato y un verdadero superviviente.

En 1979, su tercer álbum, el cuasi-perfecto Armed Forces (donde se encuentran varias de sus canciones primerizas mas reconocibles como Oliver´s Army o Accidents Will Happen, cuyo título resulta premonitorio de los hechos que vamos a relatar en esta entrada) le había catapultado a los primeros puestos de las listas británicas, siguiendo y mejorando (comercialmente) la estela del debut y del también imprescindible This Year´s Model. En prácticamente dos años, Declan McManus, se había convertido casi sin querer, en el líder de una nueva generación de músicos británicos que fueron cobijados en aquello que se llamó new age. Aunque en sus canciones había cierto poso punk, no se le podía catalogar como tal. Y aunque su pasmosa facilidad para la melodía pop era marca de la casa, tampoco era un músico de pop en la línea de lo que por aquellos años se consideraba como música pop. Una rara-avis que supo acertar y conectar con el público de aquella generación gracias a unas colecciones de canciones sencillas en su textura pero complejas en su trasfondo. Además, su imagen, perfectamente diseñada, heredera de una especie de Buddy Holly actualizado y rabioso, todavía lo hizo más reconocible para el público.



Los Atracctions, su legendaria banda a los que había incorporado en su segundo disco, eran el vehículo perfecto para que Costello diera rienda suelta a su incansable creatividad y con ellos vivió aquellos primeros años a un ritmo de verdadera montaña rusa,  en la que además del tradicional disco por año (incluso editó dos en un mismo año, 1981), giraban sin parar tanto por sus Islas natales como por los Estados Unidos. Allí en concreto, el reto de conquista era mayúsculo, teniendo en cuenta el innegable sabor británico de su propuesta y el conocido rechazo publico que los americanos dispensan a la mayoría de productos de marcado aroma británico. Pero Costello consiguió hacerse un pequeño hueco en las revistas especializadas (especialmente en la entonces poderosa Rolling Stone) y entre el público más entendido. Nunca llegaría a ser un músico de grandes mayorías, pero sí de inteligentes y exigentes minorías.

Pero 1979 fue el año en el que el desgaste y los excesos empezaron a pasar factura en el seno de la banda. Ni Costello ni los Atracctions han ocultado jamas que en aquellas giras vivían al límite de sus posibilidades. El clásico rock and roll way of life se había convertido en el día a día del grupo, y no había noche de concierto donde no acabara saltando la noticia de algún altercado, escándalo o polémica. De hecho, en palabras de Costello, durante aquellos años dieron varios de los peores conciertos de su carrera. Conciertos de escasa duración donde siempre acababan con el respetable gritando y maldiciendo al músico y la banda por sentirse estafados por el espectáculo. Una época que dejó en Costello el amargo sabor de oportunidad perdida. Tenian los EE.UU comiendo de su mano y los dejaron escapar. Una de aquellas noches fue especialmente famosa en su tiempo. Concretamente lo que aconteció en la ciudad de Columbus el 15 de Marzo.




Ese día Costello y los Atracttions paraban en esa ciudad de Ohio para dar el correspondiente concierto. El destino hizo que esa noche también estuvieran por allí Stephen Stills y su banda. De hecho, Elvis y su grupo llegaron a ver el autobús del mítico músico tejano aparcado en su mismo hotel. Esa noche, como en todas las ciudades que visitaban durante la gira, hicieron la clásica visita nocturna a varios bares de la ciudad. Y por, de nuevo, caprichos del destino, acudieron a uno donde precisamente se encontraban Stills y varios miembros de su banda tomando unas copas y disfrutando de la noche. Pronto entraron en calor conversando de forma amistosa con el músico americano sobre todo tipo de temas. A medida que la noche avanzaba y la ingestión de alcohol se hacía cada vez mayor, la tensión entre británico y americano empezó a crecer. Costello (que por aquella época todavía no había aprendido a medir sus palabras y su actitud visceral era mas que conocida) empezó a menospreciar y criticar el estilo de vida norteamericano lo que provocó que Stills le preguntara ciertamente ofendido: 

- "Si tanto nos odias, que haces en nuestro país?". 

El gafotas genial contraatacó con:

- "Hemos venido para llevarnos vuestro dinero y vuestras mujeres". 

La cosa se fué poniendo peor a medida que entraban en materia. 

- "Y que me dices de nuestra música?", volvió a preguntar Stills

- "No tenéis ninguna música decente", respondió Elvis. 


- "Y que me dices de James Brown?"

- "Brown es un jive-ass nigger.....y Ray Charles nada mas que un ciego y negro ignorante". (Toda la conversación realizada entre gritos y reproches).


Ante semejante sentencia por parte de Costello, cuenta la leyenda que se llegó a las manos. Stills, harto y ofendido, se marchó del local dejando a Costello y los Atracttions en plena trifulca con los miembros de la banda del tejano. 



La noche terminó y transcurridos unos días, el incidente salió a la luz pública a modo de grandes titulares. Bonnie Bramlett, vocalista del grupo de Stills y presente aquella noche, fué quien encendió la mecha en los medios días después, poniendo al músico británico en el ojo del huracán de los medios musicales tildándolo de racista y xenófobo. Hasta el punto de que la CBS, la compañía que distribuía sus discos en el mercado americano, le obligó a dar una rueda de prensa a modo de disculpa quince días después en sus oficinas centrales de New York.

Lejos de ofrecer disculpas,
Costello se autodefinió como anti-racista y justificó sus actos de aquella lamentable noche como fruto de los excesos con el alcohol y del ritmo de vida que llevaban. Las disculpas no contentaron a nadie, ni a la CBS, ni a su público mas fiel, ni a los medios. El daño a su imagen ya estaba hecho y poco podría hacer para evitar lo inevitable: Costello pasó a ser persona non-grata en EE.UU. Ni siquiera sirvió de nada que el mismísimo Ray Charles minimizara el conflicto alegando que fueron palabras dichas en un momento de calentón etílico. Tuvo que llegar Imperial Bedroom en 1982 y sobre todo King Of America en 1986 para que el público norteamericano se reconciliara con el.

"Nosotros, jamas nos recuperamos de aquella gira", admitió años después el bajista Bruce Thomas. "Probablemente perdimos la gran oportunidad de haber podido ser como Bruce Springsteen o Elton John". 





Agradecer al Comité Ejecutivo de Music Is My Savior la oportunidad que me han brindado para colaborar en este blog. La imposibilidad de mantener el mío propio (mucho trabajo para uno solo y poco tiempo para dedicarle hizo que no pudiera seguir adelante con el) y la disponibilidad de Bruno y Manuel para acogerme en este espacio, han hecho que finalmente pueda aportar mi granito de arena para la regeneración de Music Is My Savior. Espero estar a la altura de sus dos ilustres mandamases (dicho con todo el cariño del mundo).