Mostrando entradas con la etiqueta mccartney. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta mccartney. Mostrar todas las entradas

domingo, 6 de julio de 2014

Ramón García - LTDP · Homenaje a Paul McCartney


En ocasiones los bloggers recibimos ciertas alegrías que nos recuerdan porqué pasamos horas y horas de nuestro tiempo juntando letras sin parar. Esta es una de esas alegrías, ya que hemos tenido la oportunidad de escuchar en exclusiva un interesante álbum de versiones de jazz de reciente publicación dedicado a la música de uno de nuestros ídolos: Paul McCartney. El trabajo del que vamos a hablar hoy es la segunda entrega del proyecto personal del pianista Ramón García que lleva por nombre La Taberna del Piano y cuyo arranque se produjo en 2012 con un disco de versiones dedicado a otro músico de renombre internacional, Billy Joel. La Taberna del Piano - Homenaje a Paul McCartney hace un repaso por la carrera del músico en clave de jazz, abarcando desde el conocido We Can Work It Out de los Beatles hasta temas más recientes como Jenny Wren, publicada en 2005 dentro del álbum Chaos And Creation In The Backyard.

Aún siendo un profano absoluto en el género del jazz, las versiones tratadas aquí me han parecido fascinantes por ofrecer un enfoque musical  capaz de mostrarnos nuevas facetas de canciones sobradamente conocidas del Sir. Este homenaje a McCartney se atreve con un amplio espectro de su amplio catálogo; desde aparatosas producciones de los setenta como Jet o Live And Let Die hasta canciones intimistas como Heart Of The Country o Every Night, pasando por temas rabiosamente comerciales de principios de los ochenta como Coming Up o Ebony and Ivory. Todas ellas se desenvuelven perfectamente con su nueva vestimenta y nos ofrecen la posibilidad de disfrutarlas como si de la primera vez se tratara. Hoy en MIMS por primera vez tenemos la oportunidad de que el propio músico nos hable de su obra, así que hemos decidido aprovecharla con una batería de preguntas que Ramón ha tenido la amabilidad de respondernos. Os dejamos con él:

- Ramón, ¿recuerdas cual fue tu primera toma de contacto con la música de Paul McCartney?

Perfectamente, como si fuese ayer, aunque han pasado ya casi treinta y cinco años. Todo comenzó con una noticia que escuché en la radio. Corría el año 79 y acababan de detener a Paul en un aeropuerto en Japón, por intentar pasar marihuana. De hecho, contaban que había pasado la noche en un calabozo, con otros dos presos comunes. Estaba de gira con sus Wings, y presentaba el que luego sería el último disco con esta formación: Back To The Egg. Me llamó tanto la atención la noticia - yo tenia unos 13 añitos entonces - que anoté mentalmente el nombre del disco, y en cuanto conseguir juntar el dinero suficiente corrí a la tienda de discos a comprármelo. Hoy por hoy es uno de mis discos favoritos de McCartney aunque normalmente no es muy apreciado por la crítica, así que supongo que tendrá un cierto componente sentimental. Paradójicamente, no hay ningún tema de ese disco en el homenaje, aunque para los directos estamos preparando el Baby´s Request, tema al que prácticamente no hay que cambiarle nada para que suene a jazz.

- ¿Cómo surgió la idea de La Taberna del Piano?

Pues yo llevaba mucho tiempo dándole vueltas a varias cosas. La primera, montar un proyecto musical propio. Hasta ese momento siempre había sido "el pianista de...", en infinidad de formaciones de mi ciudad, Almería, pero tenia ganas de crear algo que yo pudiese controlar desde el principio. En ese momento no sabia lo que se me venia encima :-) En segundo lugar, a lo largo de mi carrera como músico, y de mi vida como melómano, siempre me habían llamado la atención los jazzistas que versionaban temas conocidos del pop o del rock. Gente como John Pizzarelli, o bandas como The Bad Plus, habían hecho eso desde perspectivas diametralmente opuestas, y ambas cosas me gustaban, porque yo como oyente tengo "muy buena boca", la verdad. El mismísimo Herbie Hancock no hacia mucho había editado también un disco llamado Imagine con standards modernos, versionando desde Lennon hasta Dylan, pasando por Peter Gabriel. Se me ocurrió que yo podría intentar hacer lo mismo, ya que era algo que me atraía pero que no encontraba cabida normalmente en las bandas habitualmente jazzísticas en las que me movía. Comencé yo solo, haciendo maquetas en casa, y versionando temas de mis ídolos de adolescencia: Genesis, Peter Gabriel, E.L.O., Queen, etc. De repente me vino a la memoria un precioso tema de Billy Joel, llamado Honesty, preparé un arreglo y llamé a la amiga y cantante Patricia Rodríguez para que le pusiese voz. A su vez, ella me propuso arreglar otro tema de Joel, el famoso She´s Always a Woman. En cuanto escuché un par de veces el resultado de ambos arreglos con la voz de Patricia, le propuse dejar de lado los otros temas - temporalmente - y hacer un repertorio completo de temas de Billy Joel. Y así empezó La Taberna del Piano.

Ramón García, Guillermo Morente, José Luis Gómez, Antonio Álvarez
Fotografía de Pepe Jiménez

- En el álbum encontramos temas comerciales y otros apenas conocidos por el gran público. ¿Con que criterio se hizo la selección de canciones?

Pues es curioso, porque podría decirse que - tanto en el caso de Joel, como en el de McCartney - yo no elegía las canciones, sino que son ellas las que se seleccionaban por si mismas. Me explico: en ambos proyectos escuché casi toda la discografía del artista - en el caso de Macca, era ya bien conocida por mi, porque soy beatlemano hasta la médula - y en primer lugar me aprendía las canciones - no todas, solo las que mas me atraían - con su arreglo original. Algunas ya me las sabía, porque en su día también formé parte de un homenaje a Paul, en el que hacíamos covers de sus canciones. Después empezaba a experimentar con ellas, cambiándoles ritmos, añadiéndoles acordes o modificando la armonía del tema original. Durante todo ese proceso - o jugueteo, que también podría llamársele así - había temas que se iban destacando por su propensión a ser "jazzeados" o "swingueados", y otros que se resistían. De esa forma iba descartando unos temas, y seleccionando otros, hasta que poco a poco logré juntar casi una veintena. Otros se quedaron fuera en la fase de maquetación, ya con el cantante, hasta finalmente dejar los trece temas que componen el álbum.

- ¿Lamentas que alguna canción en concreto se quedara fuera del proyecto?

Pues, por lo que te contaba antes, precisamente algunas de las grandes canciones de Paul - tanto en su etapa beatle como posterior - se han quedado fuera. Pero, en primer lugar, hay que pensar que cuando abordas una discografía tan extensa y tan maravillosa, para hacer un solo disco de homenaje, hay que dar por hecho que grandes obras maestras van a quedar fuera. Esta claro que hay temas maravillosos de Macca que no están en el disco, y no es porque a mi no me gusten. Temas como Penny Lane, Let It Be, Maybe I´m Amazed o London Town, por poner cuatro ejemplos de los muchos que podría decir. Sin embargo hay otros que en su momento no estuvieron entre mis favoritos, como Heart of the Country, o Coming Up, pero que se prestaban muchísimo al swing o a la experimentación.

- Realizar versiones entre géneros tan distintos como el pop y el jazz, ¿quita o da más libertad a los músicos para dejar su impronta personal en la nueva adaptación?

Yo creo que da mucha libertad. De todas formas, hay que partir de la base de que lo que se conoce por el jazz clásico, los llamados standards del jazz de toda la vida, realmente son lo mismo: temas famosos en la Norteamérica de los años 30 y 40, que formaron parte de famosas bandas sonoras de películas de la época, o que popularizaron artistas populares, y que poco a poco se fueron incorporando al repertorio de los músicos de jazz. Básicamente lo que hacemos los jazzistas que versionamos pop o rock de los 60 en adelante es lo mismo. Coger melodías populares, y darles otra visión. Lo que si he intentado, sobre todo por una cuestión de evitar problemas legales, es respetar bastante la estructura original de los temas, y sobre todo, respetar al 100% la letra de las canciones, sin omitir ni una frase, porque según tengo entendido, sobre todo en el caso de temas de The Beatles, si te dedicas a modificar sus letras, puedes tener algún que otro susto legal.

Concierto a los píes de La Alcazaba (Almería)
Fotografía de Pepe Jiménez


- Siendo un completo profano en el jazz, tengo que preguntártelo. ¿Existe un subgénero dentro del jazz en el que podría encuadrarse este trabajo?

Pues, jeje... vaya... eso de los géneros en el jazz es casi tan complicado como en el pop o el rock... o quizás mas. Simplificando, podríamos decir que es jazz vocal - es importante decirlo, ya que hay mucha gente que rechaza de plano la música instrumental, vaya usted a saber porqué - y si hay un subgénero jazzístico al que he querido acercarme es el del swing, que fue un estilo muy en boga en los años 30, aunque pueden notarse influencias de otros estilos posteriores.

- Al escuchar la versión de Got To Get You Into My Life, me viene a la memoria la versión alternativa de este tema publicada en el Anthology 2 de los Beatles. ¿Os ayudó de alguna forma conocer versiones alternativas o descartes de algunos temas para llegar a obtener lo que queríais?

Pues la verdad es que no, voy a tener que escuchármela, jaja, porque hace bastante que no repaso el Anthology. De hecho, durante la época en la que estaba haciendo los arreglos intenté precisamente no escuchar ni versiones alternativas de los propios Beatles o Macca, ni mucho menos de otros jazzistas que hiciesen lo propio, porque si no podía acabar copiando arreglos sin querer. Desde luego en los temas de McCartney si que tengo la tranquilidad de casi no tener influencias ni referencias, porque aunque hay muchos homenajes jazzísticos a los Beatles, creo que hay muy pocos (o ninguno) dedicados al McCartney de su época en solitario. En ese tema en concreto que preguntas, el Got To Get You Into My Life, la intención era darle un rollo cercano a los musicales de Broadway y mezclarlo un poco con el blues. El original era pura influencia Motown y funky, por tanto tenia ya ciertas raíces de música también muy americana y quería cambiarlo totalmente.

- Billy Joel, Paul McCartney... cuando pasen algunos años, ¿quién podría ser el próximo músico en pasarse por La Taberna del Piano?

Ufff, se me ocurren  tantos, jaja, que me da vértigo, sobre todo por los quebraderos de cabeza que produce llevar adelante otro nuevo proyecto. Quizás algún día retome el proyecto inicial, y recupere esos arreglos variados de Genesis, Peter Gabriel, Jethro Tull, E.L.O., etc. También me apetecería versionar canciones en castellano, de esas con las que crecí, y que pueden parecer "horteradas" en una primera audición pero en el fondo son grandes composiciones, temas como La Distancia de Roberto Carlos, La Vida Sigue Igual de Julio Iglesias, o temas así, de esa época. Soy un sentimental, lo sé. Pero creo que son canciones a las que aún no se les ha sacado todo el jugo que llevan.

Concierto a los píes de La Alcazaba (Almería)
Fotografía de Pepe Jiménez

- Tras la publicación del álbum os habéis embarcado en una gira veraniega, ¿cómo lleváis interpretar en directo las canciones? ¿cuando y dónde serán las próximas actuaciones?

Pues empezamos hace bastante poco los conciertos, a final de junio, con un par de conciertos. El de presentación fue mágico, en una asociación cultural de Almería, situada a los pies del Alcazaba, y con este monumento de fondo, el lugar es ideal para hacer música en directo. Con un público atento y disfrutando de cada canción, lograron que - a pesar de los nervios del estreno - disfrutásemos muchísimo. Nuestro cantante, Antonio Alvarez, se estrenaba como "crooner" (siempre ha actuado parapetado por su guitarra) y según sus propias palabras, no pudo tener mejor estreno. Ambos somos beatlemanos empedernidos, y poder interpretar esas canciones que tanto amamos, aportando algo sobre ellas, nos va a dar muchas satisfacciones en los directos. El final del concierto, con un arreglo especial de Hey Jude - ese no está en el disco, hay que venir a vernos para disfrutarlo - en plan funky, y con el publico cantando con nosotros, nos dejó con unas magníficas sensaciones y con ganas de afrontar los siguientes conciertos, y de que nos surjan muchos mas. Por lo pronto en julio y agosto tenemos 3 actuaciones mas, dos de ellas en Almería (en Dalias y en Roquetas) y la otra el 30 de agosto en Málaga, en el club de jazz La Moraga. Tengo, además, la suerte de estar acompañado por unos magníficos músicos, además de Antonio cantando, el granadino Guillermo Morente, como contrabajista y el gaditano afincado en Málaga Jose Luis Gómez "el polaco" en la batería. Gente así te lo pone muy fácil en el escenario. Sigo buscando actuaciones, y tengo pendiente ir ofreciendo el proyecto tanto en los festivales de jazz, como en los muchos festivales "beatle" que hay por nuestra geografía, porque creo que tiene tanta cabida tanto en unos como en los otros.

- Y para terminar, ¿algo que te gustaría comentar que no hayamos abordado?

Pues ya que me dais la oportunidad, también os cuento que estamos preparando un videoclip para que el proyecto tenga también un apoyo audio-visual, que es lo que mas vende en la actualidad. Se trata del tema Michelle,  y se está haciendo un trabajo maravilloso por parte de la productora a la que se lo he encargado - Pepes Films, para lograr plasmar en imágenes el guión inicial que les propuse. El vídeo va a contar la historia de un chico que ama la música desde su infancia, rodeado de tocadiscos, cintas de cassette, proyectores de Super-8 y demás "aparatitos", un chico que mas adelante pasa muchas horas con sus amigos en las tiendas de discos durante su adolescencia y que acaba siendo músico. ¿Os suena? Si, una historia como la mía, pero también es la historia de mucha gente que elegimos esta fantástica forma de expresar que es la música. Y un homenaje a los padres que nos apoyan y facilitan la tarea. El vídeo esta resultando una producción muy especial, y se ha rodado en cuatro localizaciones diferentes, y cuenta con varios actores, aparte de los propios músicos. En fin, que tengo mucha ilusión por verlo terminado. En cuanto lo tenga os enviaré un link para que podáis verlo vosotros y todos los seguidores de vuestro magnífico blog.

Más información en:

http://ramongarciamusic.blogspot.com.es/
https://www.facebook.com/ramongarcia66
http://www.latabernadelpiano.com
http://latabernamusic.blogspot.com.es

sábado, 21 de junio de 2014

10 canciones subestimadas de McCartney (2 de 2)

Arrow Through Me
del álbum Back To The Egg (1979)

London Town nos recuperaba a McCartney en su estado puro tras la grandilocuencia de los Wings de Venus & Mars y At The Speed Of Sound. Como siempre tiene que haber una de cal y otra de arena, su siguiente álbum intentaría recuperar ese pulso rock del que carecía su predecesor. El problema es que McCartney ya rondaba los cuarenta años y la jugada le salió demasiado forzada. Las canciones de Back To The Egg intentan sonar demasiado enrolladas y los vídeos que se grabaron por aquella época caen con facilidad en la vergüenza ajena. Los Wings exhalaban su último suspiro con la formación menos carismática, pero Macca nos dejaba al menos para el recuerdo uno de sus temas más elegantes y evocadores. Arrow Through Me es la canción más memorable de Back To The Egg, poseedora de un estupendo swing y un desarrollo prácticamente redondo. Puede pecar de un sonido algo desfasado, pero los fans de Macca sabemos que debajo de todo hay un gran tema.


One Of These Days
del álbum McCartney II (1980)

McCartney II tiene la merecida fama de ser la mayor ida de olla de Paul de toda su carrera. Quizá tras Back To The Egg se dio cuenta de que no era capaz de acoplarse a los nuevos tiempos y decidió hacer lo que le diera la gana, saliera como le saliese. Entre tanto instrumental vacuo y tanto sintetizador ochentero me gustaría destacar una canción que en el último momento del álbum nos retrotrae al McCartney más clásico cuando ya lo dábamos por perdido tras temas tan desquiciantes como Temporary Secretary. One Of These Days es una balada tocada con guitarra acústica que reivindica un estilo musical que su autor había abandonado prácticamente en los setenta salvo contadas excepciones como, por ejemplo, I'm Carrying de London Town. La canción se sitúa en la línea clásica de temas como Yesterday o Blackbird, aunque el acabado es algo distinto al estar la voz saturada con eco. No será hasta Flaming Pie cuando Macca vuelva a abrazar esa sencillez en la presentación de sus canciones con temas como Calico Skies, Little Willow o Great Day. One Of These Days habla de algo tan sencillo como apartarse por un momento de la rutina diaria y pararse a admirar lo que nos rodea con calma y tranquilidad.


Through Our Love
del álbum Pipes Of Peace (1983)

Lo dije en anteriores entradas, pero lo vuelvo a decir: Pipes Of Peace me parece mejor álbum que Tug Of War. No es por ir a contracorriente, es que me parece un disco con mejores canciones a pesar de haber salido de los descartes de su predecesor. Through Our Love es la canción que cierra Pipes Of Peace, una balada bien construida que no peca de pretenciosa a pesar de crecer y crecer en su desarrollo. Creo que pocos profanos a McCartney han oído hablar de las excelencias de Through Our Love, una canción con excelentes melodías y momentos épicos en su tramo final que ha quedado olvidada injustamente entre la amplia discografía de Macca por no ser habitual en sus recopilatorios. George Martin acierta de pleno con los arreglos orquestales que diseñó para este tema. Esta colaboración entre ambos ya metida en los años ochenta nos retrotrae a aquellos momentos pretéritos en los que adornaba con la misma efectividad otros temas ya míticos de McCartney.


The Song We Were Singing
del álbum Flaming Pie (1997)

Flaming Pie es el álbum que surge después de la implicación de McCartney en el proyecto Anthology. Tal y como cuenta en el libreto del CD, escuchar y revivir aquellas grabaciones de los Beatles le recordó lo fácil e inmediato que era hacer música por aquella época. Replantearse su método de trabajo le vino genial para cambiar de los encorsetados Flowers In The Dirt y Off The Ground al espontaneo Flaming Pie. The Song We Were Singing se beneficia de este ejercicio de nostalgia y en su letra idealiza de forma encantadora situaciones y hechos vividos por Macca durante los años sesenta. Hablamos de un tema folk dulcificado en sus estrofas por letras atropelladas y segundas voces para desembocar en unos estribillos arrebatadores y vibrantes. Flaming Pie fue el primer álbum que compré de McCartney en cuanto fue publicado y no sabía que años después iba a convertirse en mi favorito de toda su discografía por canciones como ésta.


How Kind Of You
del álbum Chaos And Creation in the Backyard (2005)

Chaos And Creation es hasta ahora la última gran obra de McCartney. El productor Nigel Godrich le exigió en el estudio más de lo que le habían exigido en décadas sin importarle la talla histórica del músico con el que trataba y ese choque de personalidades dio como fruto un álbum maravilloso. How Kind Of You nació en un principio como un sencillo tema tocado a base de rasguear la guitarra acústica. Las sesiones de grabación fueron evolucionando hasta añadir una base de loops que terminó por acompañar de forma casi mágica a la voz de McCartney. Mientras el corte se iba desarrollando se incorporaron el piano, la batería y la guitarra eléctrica, pero dicha base de loops, que se mantiene hasta el final, convierten a How Kind Of You en un tema muy especial en su discografía. Macca tocó este tema con la acústica en aquella actuación en Abbey Road en el que presentaba Chaos And Creation, evidenciando que con un acompañamiento tan convencional perdía buena parte de su encanto.

miércoles, 18 de junio de 2014

Peter Ames Carlin - Paul McCartney · La Biografía

¡Feliz Cumpleaños, Macca! ¡72 añazos!


Cuando este libro se publicó allá por 2009, los fans de McCartney nos alegramos de que por fin se colara una biografía sobre Paul entre las incontables que ya existían sobre la figura de Lennon. Era curioso llegar a la Fnac o cualquier librería especializada y encontrar libros sobre John de todos los tamaños posibles, mientras su igual en los Beatles apenas tenía dos o tres volúmenes casi imposibles de encontrar. El libro de Peter Ames Carlin tenía buena pinta ya desde la portada y tentado estuve de comprarlo alguna que otra vez cuando me paseaba por las estanterías de la sección de música. Sin embargo, una simple hojeada me descubría que casi dos tercios del mismo se ocupaban de la conocida biografía del músico dentro de los Beatles. Una historia que los fans de McCartney nos sabemos de pe a pa y releerla por enésima vez me provocaba una pereza horrible.

Para alguien que ya haya leído varias biografías sobre los Beatles, este libro se hace muy pesado hasta pasar las primeras doscientas páginas. El autor podría haberle dado un enfoque más original al ser un libro sobre Macca, pero no hay muchas diferencias con lo ya leído anteriormente sobre su permanencia en los Beatles. Quizá algunas anécdotas puedan pillarnos con el píe cambiado, como aquella en la que Lennon invita al resto del grupo pagando a unas prostitutas durante su primera visita triunfal a los Estados Unidos. También sorprende el desfile de nombres de las amantes de McCartney durante los sesenta mientras aún era pareja de Jane Asher. Sin embargo, lo que más puede chocar a alguien familiarizado con los Beatles es encontrar ciertas desviaciones con respecto a la biografía ya canónica del grupo. Según el autor, Stu Sutcliffe no murió por un derrame cerebral como consecuencia de una paliza en Liverpool años antes, sino por un tumor cerebral. Choca también el hecho de que Lennon estuviera a punto de dejar el grupo para centrarse en sus clases del Liverpool College Of Art, cuando en ninguna otra biografía he leído algo parecido. Es decir, hay muchos detalles que aportan nueva luz sobre el grupo o más bien llenan el texto de información falsa.

Peter Ames Carlin, el autor

Una vez hemos superado la travesía en el desierto y llegamos por fin a la publicación del álbum McCartney de 1970, la cosa no mejora demasiado. El autor hace un repaso pormenorizado sobre su vida y nos describe a un Macca desorientado hasta Band On The Run, muy alejado del profesional de la nostalgia en el que se convertiría años después. Las entradas y salidas de los miembros de Wings se van hilando ofreciendo nueva luz sobre el férreo régimen que McCartney imponía en Wings. Según parece, al principio siempre prometía a las nuevas incorporaciones que participarían del grueso de los beneficios de los derechos de autor para después dejarles con un sueldo misero de 70 libras a la semana. Los miembros de Wings fueron abandonando el grupo desilusionados por no obtener las ventajas económicas acordadas, además de por estar encorsetados en lo que McCartney les dictaba que tocaran para cada canción nota por nota. El libro se toma también su tiempo a la hora de hablar del desarrollo de la enfermedad de Linda o el infierno posterior con Heather Mills.

Lo que más he echado en falta ha sido una revisión sobre su discografía realizada con propiedad. Después de leer el libro, estoy seguro de que Peter Ames Carlin habrá sido biógrafo de Macca, pero para nada admirador de su música en solitario. Se nota al leer los pocos párrafos que dedica a cada álbum, ansioso por pasar rápido sobre ellos para continuar recreándose en los cotilleos sobre su vida privada. No estoy de acuerdo con la mayoría de las reseñas escritas aquí, pero podría aceptarlas si hubieran estado fundamentadas. Según el autor del libro, London Town es un disco a medio hacer y Flaming Pie es irregular. También da la impresión de que valora más Memory Almost Full que Chaos And Creation. Los discos que más le gustan son Band On The Run y Tug Of War, el resto según él están llenos de defectos e irregularidades, opinión tan institucionalizada y superficial que queda muy lejos de lo que un verdadero fan del músico podría contar sobre su obra. Ninguna mención a grandes canciones ocultas como Dear Boy, Little Lamb Dragonfly, Through Our Love, etc. La música brilla por su ausencia en esta biografía y debería haber sido uno de los ejes centrales, así que otra oportunidad perdida para hacer justicia desde un punto de vista literario a la obra de Paul.

domingo, 15 de junio de 2014

10 canciones subestimadas de McCartney (1 de 2)

La idea para esta entrada me surgió por un artículo que leí en un periódico online inglés titulado Las 10 canciones subestimadas de Bob Dylan. El autor daba rienda suelta a sus preferencias personales y reivindicaba canciones de Dylan que él consideraba excepcionales y que no habían tenido la fama que merecían. Con Macca vamos a hacer lo mismo, hablaremos de aquellas canciones que a nuestro juicio son geniales pero que, al estar ocultas entre sus discos, sólo pueden conocer los fans más hardcore del músico. Creo que podríamos sacar mucho partido a esta sección en un futuro y veo estas dos entradas sobre McCartney como complementarias a los dos rankings que escribimos hace casi un año sobre canciones inéditas y caras B. Es una forma más de reivindicar su obra apartándonos de sus canciones más conocidas.

Every Night
del álbum McCartney (1970)

El álbum debut de McCartney en solitario destaca por lo irregular que resulta y por contener entre sus surcos una de las mejores canciones de toda su carrera, Maybe I'm Amazed. Sin embargo, pocos se acuerdan de una canción tan soberbia como Everynight. El tema del que hablamos fue compuesto por Paul durante unas vacaciones en Grecia cuando aún pertenecía a los Beatles. De hecho, los primeros esbozos de la canción fueron ensayados por el grupo en enero de 1969 con muy poca fortuna. McCartney habla en ella de la depresión que sufrió durante la disolución de los Fab Four y el apoyo que obtuvo de Linda en aquellos momentos. Yo la descubrí en uno de los Oobu Joobu que Macca grabó bastantes años después y siempre le he visto un intenso sabor beatle. Aunque el estribillo pueda pecar de simplista, encaja perfectamente en el sentimiento del tema y no menoscaba el resultado global. Un tema dulce y visceral a partes iguales.

Escucha Everynight en youtube

The Back Seat Of My Car
del álbum Ram (1971)

The Back Seat Of My Car fue el broche de oro para Ram, uno de los trabajos mejor valorados de la carrera de McCartney. La canción fue publicada como single y llegó al puesto nº 39, pero aparece aquí por ser la gran ausente en recopilatorios varios e interpretaciones en directo de años posteriores. El tema surge de la afición de Paul y Linda por viajar sin rumbo fijo, compartiendo origen con otros temas como Two Of Us y Helen Wheels. The Back Seat Of My Car fue presentada a los Beatles también en enero de 1969, pero descartada tanto para el frustrado proyecto Get Back como para el álbum Abbey Road. La canción alterna unas estrofas nostálgicas al piano con potentes secciones orquestales, usando unas melodías que nos recuerdan poderosamente al tono de apertura de You Never Give Me Your Money o la posterior Dear Friend. El propio Lennon se sintió aludido en algunos versos de la canción considerando que hablaba directamente de su relación con Yoko.

Escucha de The Back Seat Of My Car en youtube

Little Lamb Dragonfly
del álbum Red Rose Speedway (1973)

Little Lamb Dragonfly es uno de los temas con más potencial comercial de su obra de los setenta, pero uno de los más desconocidos. La canción fue compuesta para Ram, pero desechada y recuperada después para Red Rose Speedway. Algunas fuentes indican que Macca la compuso para incluirla en la banda sonora de la película Rupert And The Frog Song, quizás debido a ese tono de cuento de hadas que la hace tan distinta del resto de temas de Red Rose Speedway. La fuente de inspiración es controvertida, ya que podría venir de la muerte de una oveja en su granja de Escocia o de una retorcida metáfora sobre su conversión al vegetarianismo. En varios versos hay quien encuentra incluso palabras de reconciliación con Lennon después de la trifulca Ram/Imagine. En cualquier caso, hablamos de una canción muy dulce compuesta por dos secciones diferenciadas, un breve tema folk que actuaría como intro llamado Little Lamb y otro mucho más elaborado llamado Dragonfly que se llevaría el grueso del minutaje.

Escucha Little Lamb Dragonfly en youtube

Nineteen Hundred and Eighty Five
del álbum Band On The Run (1973)

Nineteen Hundred and Eighty Five fue el tema final y culminante de uno de los discos más aclamados de la carrera de McCartney, Band On The Run. La canción de la que hablamos fue grabada en Lagos (Nigeria), al igual que el resto de cortes del álbum, y registrada en sus primeras tomas con el título de Piano Thing. En Londres se hizo después la postproducción, consistente en añadir al último tramo del tema una épica partitura de orquesta que supone además el colofón y cierre para el álbum al completo. La letra es un verdadero galimatias como se puede ver en algunas versiones subtituladas que corren por youtube, incluso parece usarse como mero recurso expresivo en el conjunto global. Hablamos en resumidas cuentas de una canción emocionante y cohesionada gracias a la habilidad de McCartney al piano, instrumento con el cual logra algunos de los momentos más brillantes.

Escucha Nineteen Hundred And Eighty Five en youtube

Deliver Your Children
del álbum London Town (1978)


London Town es un álbum que pasa bastante desapercibido en la discografía de Paul, incluso los fans del músico se suelen olvidar de él a la hora de enumerar lo mejor de su obra. Deliver Your Children es por tanto una canción subestimada en un álbum también subestimado. Grabado a medias entre los estudios Abbey Road y navegando en alta mar a bordo del barco Fair Carol, London Town marca el retorno de Wings al formato de trio y el nacimiento del tercer hijo de PaulDeliver Your Children es una excelente canción compuesta a medias entre McCartney y Laine con cierto aire irlandés en sus melodías. La canción tiene una letra inconexa en sus estrofas, ya que igual te habla de un diluvio amenazante, de una mujer infiel o de un camionero que quiere reparar su vehículo a punta de pistola. Lo que le da cohesión es ese galopante estribillo que habla de cuidar bien de tus hijos y ese golpe final de storytelling que se apunta al final a modo de broma. Soberbio tema que no desentonaría en el White Album de los Beatles.


Escucha Deliver Your Children en youtube

Continuará el próximo 21 de junio

miércoles, 1 de enero de 2014

Lo Mejor de 2013 (1 de 2)

Manuel

Este año que termina no ha sido muy abundante para mí en cuanto a descubrimientos musicales. Podría resumirlo diciendo que he dejado de lado los nuevos lanzamientos para centrarme en saldar cuentas pendientes con vacas sagradas a las que nunca presté la atención necesaria. Así, me doy cuenta de que apenas me suenan los discos que copan las listas con lo mejor de 2013 según tal o cual revista. El año finaliza marcado para mi por el descubrimiento personal de Elvis Costello gracias a la insistencia del amigo Mansion. Bien es cierto que tardé bastante en apreciar su música, pero a fuerza de insistir con sus primeros discos me he escuchado a estas alturas la friolera de once o doce de sus trabajos.

Yo no tenía planeado participar en una entrada resumen, pero haciendo balance he encontrado tres discos que me gustaría destacar de lo poco novedoso que he podido escuchar este año. Teniendo en cuenta que para mí ha sido un año de revisión musical, resulta consecuente que los tres trabajos que voy a nombrar sean de viejos conocidos por estos lares.

3. Paul McCartney - NEW

A estas alturas de la película, me ha sorprendido gratamente lo bien que lo ha tratado la crítica musical en líneas generales. NEW es una amalgama de lo mejor que McCartney ha sabido hacer a lo largo de toda su carrera en solitario. Algunos seguidores del músico lo acusan de aparentar una modernidad en su sonido que ya no le corresponde y otros de autoplagiarse en cada canción. Yo digo que no hace falta buscarle tres píes al gato y que lo importante es disfrutar de las nuevas melodías que McCartney aún nos ofrece con 71 años.


2. Prefab Sprout - Crimson / Red

Uno de los regresos más esperados para los aficionados al pop de altos vuelos. Paddy McAloon se ponía manos a la obra presionado por su discográfica para obsequiarnos con uno de los discos más contundentes de Prefab Sprout (que ya es decir). Crimson/Red es un álbum repleto de obras maestras melódicas que reivindica como autor a uno de los compositores más importantes de las últimas décadas. Aquellos que nunca perdimos la fe en Prefab Sprout nos hemos visto recompensados con el mejor de los regalos posible. Ojalá el genio de McAloon se prodigue más en los próximos años.

1. Josh Rouse - The Happiness Waltz

El mejor trabajo de 2013 es para mí el último álbum de Josh Rouse. Recuerdo escucharlo por primera vez mientras conducía de madrugada para ir a trabajar y no poder creerme lo que sonaba por los altavoces. ¿Había vuelto de verdad a la senda correcta? Era difícil de creer cuando el choque cultural con nuestro país le había hecho publicar los dos peores trabajos de toda su carrera. The Happiness Waltz sin embargo es la mezcla perfecta entre las melodías de Nashville y las texturas de un álbum como 1972. Josh Rouse es mi músico de referencia actual y reencontrarme con toda su magia ha sido de lo más emocionante de este año.

Bruno

Pensaba que apenas había oído música de este año, pero al echar la vista atrás veo que son más de los que creía. De todos modos tengo muchos pendientes, sobre todo por insistentes recomendaciones de buenas fuentes... Siempre es difícil hacer criba y quedarse con "lo mejor" de todo un año, pero puestos a hacerlo elegimos la siguiente terna:


3. Ron Sexsmith - Forever Endeavour

El canadiense vuelve a su sonido más clásico y regresa regalándonos esta colección de bellas canciones con sugerentes melodías marca de la casa, aunque con un punto más melancólico que en sus últimos trabajos. Con una producción más cálida y espontánea de suaves arreglos que incluyen aquí y allá cuerdas y vientos, guitarras acústicas y suaves percusiones, las canciones de Sexsmith se ven sin duda realzadas: a destacar la emotiva Lost in thought, la alegre y contagiosa Snake Road, la suave y folkie Sneak out the back door y, como curiosidad, Me, myself and wine y sus arreglos con sabor a New Orleans


2. Eels - Wonderful, Glorious

El señor Everett nos sorprendía este año con un nuevo disco de altura, sobre todo teniendo en cuenta que sus últimos trabajos habían sido un tanto más discretos. Volviendo a sus orígenes, con cajas de ritmos y bases electrónicas, con guitarras sucias y mucha mucha rabia; como siempre, tan genial como impredecible. En este Wonderful, Glorious encontramos grandes canciones que funcionan muy bien también como álbum, resultando un trabajo redondo. En él encontramos temazos como la potente Kinda Fuzzy, el pegadizo single Peach Blossom, la frágil True Originals o la efectiva On the Ropes, que enganchan, seducen y demuestran que la creatividad de Eels sigue intacta.


1. Jonathan Wilson - Fanfare

De nuevo un disco al que dedicarle tiempo y que, a su vez, se toma su tiempo: al igual que Gentle Spirit ronda los 80 minutos, así que para degustarlo debidamente más vale ponerse cómodo y dejarse llevar por sus dulces melodías, hipnóticas atmósferas y majestuosos arreglos. Grandes pesos pesados se vislumbran aquí y allá (Petty, Young, los Floyd) y otros colaboran en algunos temas (Crosby, Nash, Browne). Muy en la línea de su predecesor, sin embargo este Fanfare presenta una mejor colección de canciones: Dear friend, Love to love, Cecil Taylor o Fazon. Un disco que nos remonta a otra época.

lunes, 25 de noviembre de 2013

Top 5: 1989, año de resurrecciones.

A aquellos a los que les gusta (y conocen) la historia de la música, no se les pasa por alto que 1989 fué el año que vió renacer creativamente a varios de los músicos mas importantes de los sesenta y de los setenta. Por multiples razones, los años ochenta (década que defiendo en lo musical, por cierto) sentaron muy mal a músicos del calibre de los aquí expuestos. Quizás el cambio drastico en los metodos de produccion, la aparición de muchos estilos nuevos y el lógico devenir de los nuevos tiempos, hizo que muchos de estos ilustres nombres acabaran perdiendo el norte entregando discos fallidos y propuestas incoherentes. Algunos de ellos estuvieron a punto incluso de emborronar por completo su brillante pasado y caer en el mas absoluto de los olvidos. Afortunadamente, a finales de la década, muchos de ellos volvieron a recuperar su sino y a entregar discos importantes que volvieron a dinamizar su carrera y a situarles en el lugar que merecían. Son cinco discos de cinco nombres. El orden en este caso es simplemente una preferencia personal. No es trascendente.

5. Paul McCartney - Flowers In The Dirt.


Paul McCartney es con toda seguridad el músico con mayor presencia en el blog desde su creación. Yo me considero un profundo admirador del ex-Beatle aunque no llego al nivel de conocimiento de mis tres compañeros de redacción. En cualquier caso, hay discos de Paul en solitario que son discos de cabecera para un servidor, y aunque Flowers In The Dirt no es ninguno de esos, si que creo que fué el album con el que McCartney se reconcilió con crítica y público tras unos años de extraña zozobra creativa. Aquí es el gran Elvis Costello el que le ayuda a levantar la cabeza y tras unas sesiones junto al otro genio británico, consiguió entregar varias composiciones de mérito. Cuatro concretamente. Sobresale entre ellas la tremenda My Brave Face, tema que enseguida te hace expresar en tu cara una sonrisa de satisfaccion mientras la escuchas. McCartney dando otra vez en la diana. Del resto del album destacaría a gusto personal cosas como Put It Here, Figure Of Eight, This One o That Day Is Done. Insisto que no es para mi un disco básico de la carrera de Paul, pero está claro que sirvió de perfecto revitalizante de una carrera que no tenia un horizonte muy claro a corto plazo.

4. The Rolling Stones - Steel Wheels.


Caso similar al anterior de Paul McCartney, aunque en los Stones, las propias desavenencias entre Jagger y Richards son las que casi acabaron con el grupo a mediados de los ochenta, poco después del exito del album Tattoo You (1981). El empecinamiento de Jagger por triunfar en solitario generó un terremoto interno que resintió los cimientos de la banda de rock mas grande del mundo. Y eso se reflejó en discos como Undercover (1983) o  Dirty Work (1985), trabajos sin alma y totalmente prescindibles. Solo la intervención de Ronnie Wood hizo que las dos estrellas volvieran a colaborar juntos y como antaño. El resultado fué este Steel Wheels con el que volvieron a primera linea de rock y cuya consiguiente gira demostró que lejos de estar acabados, los Stones estaban dispuestos a afrontar con energía una segunda juventud. Mixed Emotions, Rock And A Hard Place, Sad Sad Sad, Slipping Away, Can´t Be Seen o Blinded By Love nos devolvían a unos Stones renacidos y listos para la batalla. El disco no ha soportado el paso del tiempo tan dignamente como Tattoo You (por ejemplo) pero consiguió salvar los muebles, que no es poco.

3. Bob Dylan - Oh Mercy.


En el caso de Bob Dylan, creo que el gran mérito de su resurrección creativa, hay que atribuirselo en gran medida al productor del disco: Daniel Lanois. Se conoce que fué Bono de U2 quien recomendó al maestro de Duluth que se agenciara al brillante Lanois para producir sus nuevas canciones. Acierto absoluto. Solo hace falta escuchar el disco y compararlo con los inmediatamente anteriores (los flojísimos, por no decir indignos, Knocked Out Loaded y Down In The Grove) para darse cuenta de ello. Y no digo nada si a uno le da por escuchar las versiones que el maestro incluyó en el Bootleg Series Vol.8 Tell Tale Signs, que en muchos casos superan en calidad a las registradas en el propio album. Oh Mercy es un discazo del genio, y contiene canciones realmente maravillosas, y muy propias del particular estilo de su autor. Ring Them Bells, Everything Is Broken, la maravillosa Most Of The Time, Disease of Conceit o la apertura brutal de Political World. Dylan vuelve a entregar un disco homogeneo y a la altura de su talento. En los noventa recuperaría aun muchas mas sensaciones positivas para acabar entregando la obra maestra que es Time Out Of Mind.

2. Lou Reed - New York.


De todos los aquí citados, puede que el ya eterno Lou Reed fuera el que menos se "autolesionó" creativamente en los ochenta. Por ejemplo, en 1982 entregó uno de mis favoritos de toda su carrera, el fantastico The Blue Mask y en 1983 el mas que reivindicable Legendary Hearts. Pero para que engañarnos, también quedaban lejos los tiempos de Transformer, Coney Island Baby o Street Hassle. Las drogas aquí hicieron mucho daño. New York compensó con creces todo aquello. Y en este caso, Reed no se andó con florituras. Esto es una resurrección en toda regla ya que New York es, contemplando el conjunto de su obra, una de sus cimas creativas. Todo en este disco es formidable. En el aspecto lírico volvió a demostrar que cuando hablamos de Reed hablamos de uno de los mejores poetas del rock. Y en el musical, algo parecido. Discazo lleno de momentos gloriosos como Romeo Had Juliette, Dirty Blvd, There Is No Time, Last Great American Whale, Sick of You, Hold On etc... Lou Reed vuelve a sonar como el mejor Lou Reed. Aquí no hay mas debate. 

1. Neil Young - Freedom.


A mediados de los ochenta la figura musical de Neil Young se volvió casi irreconocible y practicamente todo el mundo le daba por perdido para la causa. Ni siquiera discos tan hermosos y genéricos como Old Ways (1985) le salvaban de caer una y otra vez al fondo del pozo. Para 1986 con Landing On The Water, la cosa ya no parecía tener solución. Pero Young es un genio y Freedom, le sacó de las catacumbas de donde se hayaba metido desde Reactor (1981) y Trans (1982), delvolviendonos al genio tan crudo y a la par tan brillante como en los tiempos de Rust Never Sleeps (disco de 1979 con el que Freedom tiene mas de una similitud). Todavia era capaz de parir himnos generacionales (Rockin' in the Free World), deliciosas melodias acusticas (Hangin' on a Limb), adictivos trallazos rock (No More), intensas baladas (Ways Of Love, Wrecking Ball) y hasta tenia tiempo para proponer guiños springsteenianos (Someday). Disco mayusculo, de entre mis grandes favoritos de su obra, y que demostró que Young volvía para quedarse y ademas, si cabe, para recuperar el trono perdido: Ragged Glory (1990).

sábado, 26 de octubre de 2013

RESEÑAS X 4: Paul McCartney - New


ManuelValorar un nuevo álbum de McCartney a estas alturas es complicado. ¿Qué vara de medir vas a utilizar? ¿Lo comparas con su trabajo con los Beatles, con su obra en solitario o con tus propias expectativas antes de escucharlo? En cualquiera de los casos, siempre va a parecer peor de lo que es. Como seguidor del músico me hago un lío cada vez que Macca publica nuevo trabajo y puede que no sea el único, ya que las opiniones de la prensa musical contrastan bastante con lo que vengo leyendo a conocidos míos. Quizá lo mejor para enfrentarse a estos nuevos temas sea despojarse de todo prejuicio e intentar llegar a él lo más virgen posible, ya que las posibles referencias a su obra anterior pueden volver loco a más de uno. ¿Qué importa que el piano en staccato de New suene parecido al de Penny Lane? ¿Acaso McCartney no utilizó el mismo acompañamiento para With a Little Help From My Friends o Your Mother Should Know? ¿Appreciate es acaso el nuevo Pretty Little Head? ¿Y qué importa? Lo mejor es centrarse en las canciones y no hacerse pajas mentales con comparaciones a un pasado que, en el caso de McCartney, es tan basto y prolífico que cualquiera podría encontrar referencias tarde o temprano.

Mis sensaciones con el disco han sido buenas desde el principio. A base de escuchas he logrado familiarizarme con todos los temas y creo que nos encontramos ante un álbum tan equilibrado como lo fueron en su día Flaming Pie o Chaos And Creation in the Backyard. No hay ninguna parte que se me haga especialmente cuesta arriba, aunque existen por supuesto temas menores entre cortes de mayor entidad. No puedo decir que es uno de sus mejores trabajos de todos los tiempos, pero para mí está entre los cinco mejores discos que ha publicado desde 1980 (que no es poco). El único regusto amargo que me deja New es esa producción que peca de los mismos fallos que Memory Almost Full y ese sonido en bloque resta matices a las canciones. No me extrañaría que la mayoría de los temas parezcan peores de lo que son como ya ocurrió con Only Mama Knows en su trabajo anterior.

Para terminar, me gustaría destacar mis cortes favoritos. La apertura con Save Us me parece sobresaliente, se me hace complicado visualizar a un hombre de 71 años detrás de tanto nervio instrumental. Queeny Eye posee un estribillo tan brillante como ese oasis de tranquilidad que se marca hacia la mitad. Early Days es un sentido tema a guitarra de austera interpretación como hacia tiempo que no se marcaba. New es puro pop al que el acompañamiento sienta como un guante, de hecho no podría entenderlo sin esas capas de piano. Hosanna contrasta con el resto de cortes por ofrecer la faceta más reposada y oscura del último McCartney, quizá la canción con más carácter de este nuevo álbum. Looking At Her juega con una sorprendente transición en los estribillos que los vuelve sobre la marcha de la calma más bucólica al pesado uso de sintetizadores. Me gustaría decir en conclusión que nos encontramos ante un remarcable trabajo de McCartney. Las canciones se disfrutan y nos dejan con ganas de más escuchas. Más no se puede pedir.

Nota: 8/10


Bruno: Este disco, diga lo que diga la portada, no es realmente "nuevo"; como mucho intenta ser "moderno"... y no lo consigue. En el fondo me da hasta penica, en plan esos viejunos que se ponen a hablar diciendo cosas del tipo "mola mazo, colegui" para dárselas de jóvenes. Y lo peor de todo es que Paul no necesita este tipo de intentos de sonar actual, como ya pasó por ejemplo con el también fallido Memory Almost Full: esas canciones facilonas y pegadizas, aquellos arreglos que le quedan muy ajenos, las producciones demasiado saturadas y comprimidas... Y que conste que no solo me gusta si no que admiro el lado experimental y arriesgado de Paul: de hecho para un servidor el mejor disco del Sir en el último cuarto de siglo es el Electric Arguments

Lo que ocurre es que Macca, siendo como es el más grande, no sabe comportarse cuando está solo. Es lo que hablamos siempre: necesita alguien a su lado que le sepa espolear, guiar, corregir y aconsejar; alguien a su altura, desde luego. Y aquí no lo ha tenido: cuatro productores que, mucho me temo, han sido meros peleles para el Sir. ¿Algo a destacar? Precisamente los temas más convencionales son los que más me han gustado: On My Way To Work y Early Days me parece que no están nada mal, aunque no pasarán precisamente a la historia. Y por otro lado reconozco que canciones como Save Us, New y sobre todo Queenie Eye son muy pegadizas, pero me saturan un poco. En el extremo opuesto, Appreciate: no tiene perdón semejante mamarracho sobre el que prefiero no opinar. 

En definitiva, un trabajo más de Paul, que no le sirve para sumar y que por poco no le resta. Nota mental: no comprármelo hasta que esté muy muy rebajado.

Nota: 5/10 (raspado)


revolver: A pesar del título, "New", el nuevo trabajo de Paul McCartney no me supone ninguna sorpresa ni nada nuevo bajo el sol. Un disco de brillantes canciones pop, que es lo que mejor sabe hacer, con su sello personal y poco más. No me desagrada el sonido a pesar de trabajar con cuatro productores diferentes, dos de ellos hijos de prestigiosos productores (Giles Martin y Ethan Jonhs), pero creo que no atraerá a nuevos seguidores que busquen excitantes canciones y la enésima vuelta de tuerca. Eso sí, a los viejos fans y degustadores de música agradable y estandarizada no defraudará. Creo que se vuelve a repetir sin innovar y para eso ya tengo los anteriores trabajos, especialmente "Chaos & Creation In The Backyard" de 2005. 

Nota: 5/10.



Mansion On The Hill: Si nos ponemos exigentes y puntillosos, podemos extraer decenas de defectos al nuevo album de Paul McCartney. Incluso, si hicieramos el mismo ejercicio pero enfocandolo al global de su carrera en solitario, nos saldría otro buen carro de errores y pasos en falso. Pero, tiene algun sentido hacer ese ejercio sobre la obra de un artista de 71 años y a estas alturas de la vida? A veces se nos olvida que Paul McCartney mantiene aún a esa edad el impulso y la inquietud creativa por entregarnos nuevas canciones y tras haberlo dicho todo en esto de la música (y pudiendo vivir de ello él y varias generaciones de nietos). Creo que solo por eso, deberiamos darnos con un canto en los dientes. Pero hete aqui que, lejos de entregar un disco ramplón y predecible (que podría ser el caso y estar en su pleno derecho), hace todo lo contrario y vuelve a desempolvar ante nuestros oidos al gigante compositivo que se esconde detrás del nombre.

Me ha sabido a gloria este New. Quizás me ha pillado desprevenido y sin esperar grandes novedades en su sonido clásico, pero New ofrece nuevas sensaciones y nuevos caminos que el ex-beatle ha querido explorar. Si, tiene cuatro productores, la portada es horrorosa y de entre las catorce canciones se pueden encontrar algunas claramente sobrantes. Pero que mas da. New contiene varios momentos realmente brillantes. Destacando para mí las fantasticas Save UsOn My Way To Work, Queenie Eye, la extraordinaria Hosanna (que perfectamente podría haber resaltado en Chaos And Creation de 2005), Looking At Her, Early Days o la que mas ampollas está levantando entre la parroquia, la experimental Appreciate. En la edición deluxe del album, se incluye la fantastica Turned Out, que todo el mundo debiera escuchar.

Aquellos que siguen sentados comódamente en el sillón del salón de su casa esperando una nueva revolución musical de la mano de Paul McCartney, allá ellos. Pérdida de tiempo absoluta pensar en eso a estas alturas de la película aunque hablemos de Paul McCartney, el genio que si puede presumir de haber personificado en su día unas de esas revoluciones. Este New no esta hecho para ellos. Y me alegro. Larga vida a Paul McCartney.

Nota: 8/10.