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sábado, 15 de noviembre de 2014

Prince vs Michael Jackson: ¿Tuvo algún sentido?

Fue, sin duda, el gran combate mediático de los ochenta. La prensa y los medios, hábidos de una suculenta repetición de aquel rentabilísimo Beatles vs Stones de los sesenta, necesitaba nuevos referentes con los que entretener al público y al mismo tiempo, promocionar a las dos nuevas estrellas del firmamento pop. Ambos de color. Ambos nacidos en el mismo año y por una diferencia de apenas dos meses. Ambos talentosos. Ambos compartiendo un gran porcentaje de seguidores. Ambos egocéntricos y excéntricos. Ambos geniales. La batalla estaba servida y así se planteó. Con el cambio de década, la cosa amainó y se demostró que, ademas de que había un claro vencedor (en mi caso, vaya) , todo fue algo pormenorizadamente diseñado por los propios intereses de los que mandaban. CBS y Warner Brothers. Pero, ¿que queda de aquello? ¿Fue necesario? ¿Estuvo equilibrado? ¿Que se ganó y se perdió con aquel enfrentamiento artístico? ¿Tuvo algún sentido? Recordémoslo.


Los Inicios: 

Ambos nacidos en 1958. En Junio Prince Roger Nelson y en Agosto Michael Joseph Jackson. Mientras el genio de Minneapolis disfrutó de una infancia normal donde desarrolló una admiración sentida hacia la figura de su padre, la del de Indiana fue un infierno de absoluta explotación infantil por parte de su progenitor de la que jamás se libraría psicológicamente. Michael Jackson fue un niño prodigio desde que tuvo uso de razón. Esa voz angelical y ese talento sobrehumano para el baile le llevaron directo al estrellato mucho antes que a cualquier otro artista de su generación. El peaje que pagó ya lo conocemos todos. Prince en cambio mamó desde crío la música y la composición gracias a la figura de su padre y a los ambientes en los que se crió. Tuvo que luchar mucho y de forma constante para abrirse un hueco en la música. Como curiosidad, Prince siempre ha admitido que los Jackson 5 fueron una gran influencia en sus inicios al lado de gente tan dispar como Jonnie Mitchell (gran ídolo del de Minneapolis), Sly And The Family StoneJimmy Hendrix o James Brown

Los primeros triunfos: 

Michael Jackson sabía lo que era ser número uno desde que tenia nueve años. Era una estrella absoluta para niños y padres. Prince en cambio, siempre fue (y lo sigue siendo hoy día) un artista underground a pesar de que sus discos se vendían medianamente bien y disfrutaba de un publico fiel. La propuesta de Jackson era mas comercial, mas para todos los públicos. Quincy Jones lo llevó a la cima con el fantástico Off The Wall en 1979. Para entonces, Prince ya había entregado discos estupendos como Prince o Dirty Mind, pero aun no gozaba de la popularidad de su competidor. De hecho, todavía en 1981 le tocó vivir algunos episodios humillantes, llenos de racismo y homofobia por parte de algunos colectivos que aun no estaban preparados para la propuesta provocadora y novedosa del genio de Minneapolis. 

Años 1982-1983: 

1982 es el año clave en las carreras de ambos dos. Mientras que Michael Jackson ya venia lanzado de la mano de Quincy Jones, Prince dió el gran salto cualitativo con el doble album 1999. Un disco que conseguía unir a su publico mas negro (el que le veneraba desde sus inicios) con el publico blanco de la MTV. Prince se hizo estrella. Jackson, con Thriller se universalizaba. Comercialmente seguían siendo incomparables (el éxito de uno sobre el del otro era evidente) pero por Prince ya se interesaban muchos de los mejores músicos de su tiempo. Bowie, Jagger, Waits o Springsteen ya le reconocían su genio. 1983 fue un año de arduo trabajo por parte de ambos. Uno girando y trabajando en otros proyectos paralelos, y el otro ganando millones y Grammys gracias al disco mas vendido e todos los tiempos. La batalla ya estaba servida.


Años 1984-1987

Purple Rain, editado en 1984 y aun hoy, el disco mas exitoso de Prince puso las tablas en el marcador del éxito comercial. Un disco que ademas vino acompañado de una película que también arrasó en los EE.UU. La gira consiguiente colocó a Prince en el lugar donde siempre mereció estar. Lo hacia casi todo el y nadie dudaba ya de que estábamos ante un genio de proporciones gigantescas. Michael Jackson lo supo captar inmediatamente y durante esos años de himpas hasta Bad (1987) se dedicó a girar con sus hermanos y a organizar el USA For Africa, que contó con la colaboración de Prince aunque en forma de inclusión de una canción inédita dentro del album que se editó en paralelo al proyecto. Prince grababa sin parar discos que seguían deslumbrando por su eclecticismo (Around The World in A Day, Parade) y Jackson preparaba minuciosamente su retorno tras el huracán Thriller. Quincy Jones idea la posibilidad de que ambos artistas colaboren juntos en el tema Bad, que daría titulo al nuevo álbum del de Indiana. Prince se niega, y el proyecto se queda en un mero intento que no volvería a repetirse. En 1987 Prince edita su obra maestra Sign´O The Times que no obtiene un gran existo comercial pero si critico y Michael Jackson vuelve a arrasar con Bad. Que cada cual extraiga sus conclusiones.

Finales de los 80 - Principios de los 90: 

En 1988 ambos tienen a su disposición sus propios lugares de operaciones. El complejo Paisley Park para Prince en Minneapolis y Neverland para Michael Jackson en un rancho gigantesco a las afueras de Los Angeles. Mientras a uno le da por blanquearse y hablar con un mono, el otro no cesa en sus conquistas de féminas. Jackson sigue en la cima de su popularidad y a Prince se le empieza a querer mas en Europa que en su propia casa. 1991 vuelve a enfrentarlos. Diamons and Pearls de Prince contra Dangeorus de Michael Jackson. Ambos discos resultan irregulares, aunque Jackson se lleva, nuevamente, el gato al agua comercial. Pero las cosas están cambiando. A Jackson se le cae el mundo encima con las acusaciones de abusos a menores y Prince encuentra la estabilidad sentimental al lado de la española Mayte al mismo tiempo que empiezan sus batallas legales con Warner y su polémico cambio de nombre. Ya nada volverá a ser igual. Pero mientras el genio de Minneapolis si entrega discos con la asiduidad habitual (algunos de ellos brillantes), Jackson entra en un camino de decadencia del que no podrá volver.


Finales años 90 - Principios siglo XXI: 

Prince revive en el nuevo siglo gracias a discos como Musicology o 3121 así como a su reivindicación de genio musical por parte de las nuevas generaciones. Giras exitosas, actuaciones brillantes, etc....ayudan a recuperarle para la causa. Jackson ve como fracasa su ultimo disco de estudio (Invincible, 2001) y como las acusaciones de abusos se multiplican hasta llegar a un juicio mediático sin paranagón. Prince recupera crédito y Jackson queda abocado al ostracismo. La muerte de este ultimo no hace sino certificar que el muñeco se acabó por romper. Prince en cambio sobrevive y mantiene su talento a salvo. A pesar de ello, el de Minneapolis dedica unas palabras hermosas en recuerdo del que fue su gran competidor comercial durante muchos años.

Conclusiones: 

Tuve un amigo con el que compartía siempre conversaciones sobre Prince que siempre me decía (y no despectivamente hacia MJ, ojo): "Prince es un genio y Jackson un muñeco". Si a lo primero pero no a lo segundo. Es evidente que como acérrimo fan de Prince que soy, mi posicionamiento a estas alturas es claro. Jamas entenderé la comparación con Jackson mas allá de que ambos eran artistas de color y que triunfaron (MTV mediante) en una misma época. Porque Prince es una liga diferente. Es la liga de los compositores, de los investigadores, de los instrumentistas superdotados, de los genios musicales. Jackson fue un supertalento para el baile, dotado de una voz espectacular y un artista multidisciplinar absoluto, pero en mi caso, Prince reinará siempre y la comparación (sin matices y tratada de forma exagerada) resulta en si misma una osadía.

lunes, 1 de septiembre de 2014

5 Obras maestras que se retrasaron


The Beatles - Let It Be (1970)


Let It Be fue el último álbum publicado por los Fab Four, pero no fue el último que grabaron como grupo. Tal honor corresponde a Abbey Road, el auténtico epitafio del grupo, mientras Let It Be es el sucesor natural al White Album. Let It Be tardó más de año y medio en ser publicado debido a lo difícil que suponía en aquella época sacar algo aprovechable de sus sesiones de grabación. El proyecto fue abandonado por los Beatles cuando comenzaron a trabajar en Abbey Road y Phil Spector fue el elegido por Lennon a posteriori para sacar algo en claro de aquellas cintas. Su solución fue ocultar con orquestaciones los fallos técnicos del grupo en la ejecución de sus temas, hecho que enfado a McCartney precipitando aún más el anuncio oficial de la separación del grupo. Let It Be siempre ha tenido fama de ser el peor álbum de los Beatles, aunque yo discrepo con esta afirmación. With The Beatles, Beatles For Sale o la BSO de Yellow Submarine se merecen ese dudoso honor. Tras la publicación del Naked, las canciones del periodo Let It Be han sacado pecho para reivindicarse al mismo nivel que el mejor material de los de Liverpool.
by Manuel J


Neil Young - Tonight's the Night (1975)

Las canciones de Tonight's The Night surgen de las entrañas de Neil Young tras el fallecimiento de su compañero en Crazy Horse Danny Whitten y su roadie Bruce Berry, ambos victimas del consumo de drogas y del rock´n´roll way of life. Young reune a Ralph Molina y Billy Talbot junto a Nils Lofgren y Ben Keith para registrar en los Studio Instrumental Rentals una serie de intensas maquetas sumergidas en tequila y humo de marihuana. La discográfica espera un nuevo Harvest y rechaza el indigesto material de su rutilante estrella. Dos años después, tras regresar de la triunfal gira de 1974 con CSNY, Young registra los temas que conformarían su nuevo álbum cuyo título iba a ser Homegrown. Después de presentarlo a varios de sus amigos en una escucha privada, la cinta con el nuevo material continúa girando y saca a relucir el tortuoso material rechazado por la discográfica años atrás. Los presentes apoyan a Young diciéndole que ese debería ser su siguiente álbum. Reprise termina cediendo y aquellas crudas maquetas se completan con otros temas añadidos a posteriori como Borrowed Tune y el directo Come On Baby Let's Go Downton. Tonight's The Night está repleto de temas ejecutados de forma penosa (quizá fue aquí donde surgió el lo-fi por primera vez), pero también es una obra maestra que retrata de forma inmejorable el descenso a los infiernos de su autor.
by Manuel J


Prince - The Black Album (1994)


Durante los seis años que mediaron entre su grabación en 1987 y su edición oficial en 1994, el Black Album de Prince se convirtió en uno de los discos bootleg mas buscados de todos los tiempos. De hecho, por unas primeras copias que se dieron a conocer, se llegaron a desembolsar importantes cantidades de dinero, solo por el placer de escuchar las nuevas ideas de un genio que en aquella época todo lo que tocaba lo convertía en oro. The Black Album es el disco intermedio entre la excelencia de Sign´O The Times y la exuberancia de Lovesexy. De hecho, este ultimo, se grabó por el descontento que a Prince le había supuesto el resultado de Black Album y que se había negado a publicar. Pero el disco negro fue carne de coleccionistas y de muy diversas leyendas. Con su edición oficial en 1994 se nos descubrió un disco de claro poso experimental, muy negro en sonidos y texturas y que mostraba a un Prince muy alejado de la música que facturaba en aquellos años. De hecho, hoy día, aun se me hace difícil situarlo en un contexto determinado dentro del conjunto de su legado.
by Mansion


Bob Dylan - The "Royal Albert Hall" Concert (1998)

Tuvieron que pasar la friolera de treinta y dos años para que el legendario concierto del Royal Albert Hall (celebrado en realidad en el Free Trade Hall de Manchester) fuera asimilado por la discografía oficial de Bob Dylan. Después de la publicación del primer bootleg series de 1991 dedicado a temas inéditos de toda su carrera, pasaron siete años hasta dar luz verde a esta cuarta entrega en la que se recogía el concierto más importante de la trayectoria del músico. La calidad de la grabación es exquisita en su mayor parte, aunque hay algún que otro cambio brusco de sonido debido a que el doble álbum se compone de tres fuentes distintas de grabación. Dylan realiza una ejecución perfecta en el show acústico y se muestra intratable en el eléctrico, plantando cara al fan que lo llamó Judas en aquel mítico instante de la historia del rock. No sé cuantas veces habré escuchado este concierto, aunque tengo que reconocer que siento predilección por el primer CD con la parte acústica. La parte eléctrica es más apreciable teniendo en cuenta el contexto histórico en el que se encuentra, pero tengo que rendirme ante interpretaciones tan increíbles como las de Visions Of Johanna o Desolation Row.
by Manuel J


Brian Wilson - Smile (2004)

Cualquier aficionado la música conoce la historia del que ha sido quizás, el álbum oculto mas famoso de todos los tiempos. Tras la excelencia de Pet Sounds, Brian Wilson, en un ejercicio de ambición que pocas veces se ha dado a lo largo de la historia de la música popular, ideó lo que el llamó: La Sinfonía Pop definitiva. El no va mas. Good Vibrations, la obra maestra que resultó de aquellas primeras y largas sesiones, no dejaba lugar a la duda. Smile era el disco que lo iba a cambiar todo. Extrañamente, Wilson no acababa de terminar con el trabajo y las sesiones de grabación se fueron extendiendo durante meses. Incluso la ambición y perfeccionismo de su autor llevó a los colaboradores con los que trabajaba a situaciones realmente extrañas como trabajar en un estudio lleno de arena o entrar a grabar con cascos de bombero. La salida al mercado del single de los Beatles Strawberry Fields/Penny Lane fué el colofón a todo ello. Como Wilson recordaba: "Eso era lo que estaba buscando y los Beatles ya lo habían conseguido". Esta situación (además del LSD, del que venía abusando desde 1965) llevó a Brian a un colapso nervioso del que jamás se recuperó del todo y a Smile al baúl de los recuerdos. En 2004, rescató en una nueva versión los contenidos de ese álbum. Desde luego no es la excelencia que se prometía pero escuchando esta versión tardía si podemos darnos cuenta de lo que Wilson pretendió y casi logró. En 2011 salieron a la venta de forma oficial las míticas y originales Smile Sessions, y ahí es donde apareció en toda su grandeza.
by Mansion

sábado, 19 de abril de 2014

El dia que Prince igualó a los Beatles.

Durante el verano de 1984, Prince consiguió un hito en la historia de la música con su proyecto Purple Rain. Ese año, logró ser el único artista en solitario capaz de conseguir un número uno en la lista americana de los discos mas vendidos, un numero uno con el single de presentación del disco, la impecable When Doves Cry, y por si esto fuera poco, la película a la que el álbum servía de banda sonora, fue también la película de mayor recaudación durante un breve período de tiempo. Tres números uno en tres "disciplinas" diferentes. Algo que solo los Beatles, en 1970, con el album/canción/película Let It Be habían logrado con anterioridad. Por si fuera poco, y tal y como hicieron los Beatles en su momento, Prince también obtuvo el Oscar a la mejor canción en la ceremonia de premios de la academia de 1985. Suficientes logros para que le dediquemos una nueva entrada al genio de Minneapolis, al que por otra parte, profeso una gran admiración.

El album con la banda sonora de Purple Rain.
El proyecto global de Purple Rain estaba predestinado al éxito. Quizás la realidad posterior superó cualquier expectativa, pero el momento de Prince en 1983/84 era excelente. El album 1999 de 1982 habia sido numero uno en su pais y había colocado al menudo cantante en la primera fila de la nueva generación de talentos, compartiendo portadas y atención con su eterno rival, Michael Jackson. Purple Rain, editado en Junio de 1984, aún permanece como su obra mas imperecedera y con diferencia, el mas exitoso de sus discos. A finales de 1984 las ventas, solo en Estados Unidos, habían alcanzado los mas de diez millones de copias. Y no solo la citada When Doves Cry alcanzó el número uno en listas sino que la también sensacional Let´s Go Crazy repitió en el mismo puesto meses después. Prince, con Purple Rain, alcanzó cotas de popularidad extraordinarias, llegando a desbancar del número uno en ventas al mismísimo Bruce Springsteen y su famoso Born In The U.S.A. Estamos hablando por tanto, del momento de mayor fiebre comercial discográfica de la historia. La época dorada de los discos llamados superventas.

El album Purple Rain no vendió lo que vendió por casualidad. Su contenido resulta imponente y el paso del tiempo le sigue dejando en uno lugar destacadísimo entre los mejores discos de los años ochenta. Dejando al margen los dos temas citados que nadie debería dejar de escuchar, el album contiene dos de mis baladas favoritas de todo su repertorio como la dramática y brillante The Beautiful Ones y la inmortal Purple Rain, con diferencia, la canción mas conocida de Prince. Pero también hay temas mas estándar pero absolutamente deliciosos como Take Me With U o I Would Die For You. El funk marchoso marca de la casa en Baby I´m Star o extraños experimentos como Computer Blue. Sin duda, uno de esos discos que adquieren el cartel de clásicos apenas poco tiempo después de ponerse a la venta.

Estreno de la película Purple Rain en 1984.
Pero lejos de conformarse con un album de semejante dimensión y un éxito de tal impacto, debemos recordar que Purple Rain no es sino la banda sonora de un film del mismo titulo protagonizado por Prince. Hablamos por tanto no solo de un album superventas dentro del espectro del rock o del pop, sino que estamos ante la segunda banda sonora mas vendida de todos los tiempos, solo por detrás de la Saturday Night Fever de 1977. Desde luego, todo lo que rodea a Purple Rain es grande en términos cuantitativos y cualitativos. La excepción es el propio valor artístico del film, que porque no decirlo, es bastante pobre. Hablamos de una película colorista en el que lo mejor son las escenas musicales con Prince en el escenario y la música que ya disponemos en el album. El resto, es mas que olvidable por conocido e intrascendente. Un mero pero inteligente vehículo promocional del genio, que todo sea dicho, tuvo un éxito mayúsculo llegando a ser una de las películas mas taquilleras de aquel año en las salas de Estados Unidos.

Que supuso para Prince todo esto? Visto en perspectiva, le otorgó un lugar de privilegio en la historia del rock y dejar para la posteridad una de sus obras maestras mas incuestionables. Por otro lado, aunque llevó a Prince a un estado de megaestrella que anhelaba desde que editara su primer album en 1978, afortunadamente no le condicionó su posterior obra discográfica ni los siguientes pasos artísticos, siempre arriesgados. De hecho, apenas nueve meses después de ponerse a la venta Purple Rain, Prince publicó su siguiente album, el también excelente Around The World In A Day, que coincidió con Purple Rain en los primeros puestos de las listas, aunque acabó siendo mucho menos vendido y mucho menos popular.

Prince en una escena de la película.
Va a ser muy difícil que algo así se repita en la música. Como titula esta entrada, solo dos pesos pesados como los Beatles y Prince han conseguido este triplete de números uno para un mismo proyecto y en trabajos multidisciplinares. También tengo claro que la música no se debe medir en números uno o en el volumen de ventas (y mas ahora), pero no deja de ser importante que a veces, los éxitos masivos van de la mano de los éxitos creativos. Prince, durante los 80, disfrutó de muchos tipos de éxitos, al mismo que entregaba, por lo menos, media docena de obras maestras. El ser numero uno, debe ser una consecuencia lógica, no un fin que justifique los medios. Un ejemplo de la fama y popularidad que alcanzó Prince con este disco, lo podemos ver en la mítica película de adolescentes The Goonies de 1985, donde uno de los chicos protagonistas (el famoso "bocazas") viste a lo largo de todo el film, una camiseta de Purple Rain. Irresistible.

                                         
Igualmente en youtube disponeis del trailer oficial de la película Purple Rain.


miércoles, 11 de septiembre de 2013

Prince (1994 - 2010) - Recopilatorio MIMS (Parte 2 de 2).

Segunda parte del recopilatorio dedicado a Prince en el período mas desconocido de su carrera (1994-2010). Confieso que hacer esta segunda entrada me ha supuesto bastante mas esfuerzo “reflexivo” que la primera de ellas. No por razones de motivación sino porque la carrera de Prince tras el esfuerzo titánico de Emancipation, entró en un carrusel de subidas y bajadas digna de estudio. A partir de 1998, Prince consiguió volver loco hasta al mas paciente de sus seguidores. Durante finales de los noventa y principios de la década pasada, le perdí la pista tantas veces que casi estuve a punto de tirar la toalla y refugiarme para siempre en los infalibles 1999Purple Rain o Sign´O The Times y hacer oídos sordos a sus ultimas entregas. Puede que con Musicology, en 2004, y gracias a su gran éxito comercial, consiguiera enderezar el rumbo. Pero solo fue en espejismo. Prince volvió a su estado natural tras ese album y siguió entregando disco tras disco sin ningún tipo de control de calidad previo. 


Pero los genios de esta envergadura son así. Y los fans estamos para esforzarnos, dentro de lo que cabe, en entenderles e intentar disfrutar de lo que nos guste. Y entre la obra editada por Prince tras Emancipation (1996) hasta el olvidable 20Ten (2010), hay muchas canciones que vale la pena rescatar. Antes de nada, advertir que dado el número exagerado de discos editados en ese período por el genio de Minneapolis (algunos de ellos directamente en internet y no en formato fisico), he tenido que dejar algunos de ellos fuera de esta selección. Bien por razones puramente cualitativas (Rave Un2 the Joy Fantastic, 20Ten), bien por la dificultad de rescatar canciones fuera del contexto conceptual del álbum al que pertencen (The Rainbow Children, N.E.W.S) o bien por la necesidad de discernir lo mejor de su obra, priorizando unos discos sobre otros. Así que enfocaremos esta nueva selección con los discos, Musicology (2004), 3121 (2006), Planet Earth (2007) y Lotusflower (2009). De esos discos obtendremos ocho temas que sumados a los doce de la anterior entrada sumarian los veinte de rigor de un album recopilatorio al uso. Espero que los disfrutéis.

Musicology, en 2004, fué el disco que devolvió a Prince a las portadas de las revistas, a llenar pabellones y a ocupar los primeros puestos de las listas de ventas americanas. Algo que no ocurría desde hacía mucho tiempo (me atreveria a decir que desde el album de 1991 Diamonds And Pearls). Las razones habría que buscarlas en que la salida del disco vino precedida por una fantastica actuación en los Grammys (de la mano de la petarda de Beyonce) y de una campaña promocional del disco a la altura (por fin) del artista. El album, sin ser nada del otro mundo, si recupera al Prince mas comercial y directo, sin por ello dejar de perder punch y recuperando con ello el entusiasmo de sus desencantados seguidores. Dudando sobre que tema/s de Musicology incluir en esta recopilacion, me he decidido finalmente por la elegante Call My Name y por la preciosa A Million Days. Cuando Prince se pone a hacer temas así, pocos le pueden toser.

Love by Prince on Grooveshark

El album de enigmático titulo 3121 (2006) se aprovechaba de la inercia comercial favorable recuperada con Musicology (y consiguiente gira) dos años antes. Y con este disco, Prince quiso dirigirse a su publico mas negro con el que siempre había tenido una extraña relación de amor-odio. Ofrece un buen disco lleno de ritmos pegadizos, muy funk y con arreglos dirigidos al publico mas seducido por su faceta mas racial. Me gusta mucho el album aunque solo quiero extraer el tema Love, que por su simpleza y encantador estribillo bien merece un hueco en esta dificil seleccion. El resto es música muy particular que estoy seguro no creo que seduciría al lector de esta entrada, poco familiarizado quizás con la obra de Prince. Prefiero decantar la balanza en otros discos mas digeribles en unas primeras escuchas, como los dos siguientes que vamos a comentar.


Si en 3121 asistiamos a la versión mas negroide de Prince, Planet Earth nos devolvía al Prince mas blanco, mas pop. Y confieso, que es el lado del genio que mas me ha gustado siempre. Planet Earth es un muy buen disco que se editó junto a un períodico britanico (¿?) en lugar de las tiendas y medios habituales. De entre muchas de las excelentes canciones que contiene (es mi disco favorito de Prince de estos ultimos años junto al siguiente que comentaremos) extraemos la enorme Planet Earth, con un Prince genial que nos recuerda los tiempos en los que paría aquellas canciones monumentales y semi-epicas, la sensacional Somewhere Here On Earth, que es directamente, su mejor balada en años y como capricho personal también quiero incluir la bailable y genial Chelsea Rodgers. A veces partiendo de lo mas simple se consiguen los mejores resultados.

Somewhere Here on Earth by Prince on Grooveshark

Lotusflow3r, editado en 2009, es posiblemente mi disco favorito de Prince desde Gold Experience. No es ninguna obra maestra (o por lo menos no resiste la comparación con sus discos clásicos) pero lo veo homogenéo, concreto y con una buena selección de temas. De este disco (sin duda el mas guitarrero de su carrera) seleccionamos dos. 4ever, una canción cuyo estribillo encantador recuerda inevitablemente al mejor Prince de los ochenta, irresistible, y $, un tema funky muy propio de su autor, que es una debilidad personal. Nada nuevo bajo el sol, pero sí, esta vez también hay calidad.

4ever by Prince on Grooveshark

Ha sido todo un viaje realizar estas entradas dedicadas a este músico, al que sigo desde principios de los noventa. A modo de resumen final me gustaria reflejar como habría quedado el recopilatorio si pensamos en un solo album. Si te interesa y tienes curiosidad, te animo a que te grabes un Cd con esta selección y disfrutes del Prince menos conocido y tambien, muy reivindicable. Con que solo una persona de las que lean estas entradas lo haga, me conformaría :-).

Selección final:

1. Come (del album Come, 1994).
2. Space (del album Come, 1994).
3. Shy (del album The Gold Experience, 1995).
4. The Most Beautiful Girl In The World (del album Gold Experience, 1995).
5. I Hate You (del album The Gold Experience, 1995).
6. Gold (del album The Gold Experience, 1995)
7. Get To Grove On (del album Emancipation, 1996).
8. One Kiss A Time (del album Emancipation, 1996).
9. Curious Child (del album Emancipation, 1996).
10. The Holy River (del album Emancipation, 1996).
11. Friend, Lover, Sister, Mother/Wife (del album Emancipation, 1996).
12. The Love We Make (del album Emancipation, 1996).
13. Call My Name (del album Musicology, 2004).
14. A Million Days (del album Musicology, 2004).
15. Love (del album 3121, 2006).
16. Planet Earth (del album Planet Earth, 2007).
17. Somewhere Here On Earth (del album Planet Earth, 2007).
18. Chelsea Rodgers (del album Planet Earth, 2007).
19. $ (del album Lotusflower, 2009).
20. 4ever (del album Lotusflower, 2009).

lunes, 9 de septiembre de 2013

Prince (1994 - 2010) - Recopilatorio MIMS (Parte 1 de 2).

No suele ser la música de Prince plato de buen gusto entre muchos aficionados a la música. A veces pienso que la culpa de ese rechazo es del propio Prince al haber cultivado una imagen nada atractiva, y que muchas veces ha dinamitado su (extraordinaria) capacidad para este bendito arte. Yo soy un profundo admirador de Prince pero también se reconocer los hechos. En cualquier caso, siempre que puedo, aprovecho para reivindicarle. Los genios como el, lo merecen.

Por ello, he decidido establecer un recopilatorio del genio de Minneapolis dedicándolo exclusivamente a sus años posteriores al éxito masivo de los ochenta, década que indudablemente, fue la suya en muchos aspectos. Prince publicó un montón de dicos entre 1994 y el 2010, justo después de editar la recopilación The Hits, en 1993. Los suficientes para haberle perdido la pista muy fácilmente. Por ello, sirva este recopilatorio para desgranar lo mejor del Prince de los noventa y la pasada década. Separando el grano de la paja, nos encontramos con una colección de canciones excelente y que sorprendería a mas de uno. He optado por dividirlo en dos entradas (en contra de lo que tenemos establecido para los recopilatorios dentro del blog) por la complejidad que supone abordar la obra de uno de los artistas mas prolíficos de la historia. A algunos les podrá parecer excesivo, y a otros quizás mas interesante aun. Quien sabe...


En 1994, siguiendo la sana costrumbre de publicar un album (mínimo) al año, editó el album Come (con portada en la Sagrada Familia de Barcelona, por cierto) en la que ya señalaba que el nombre artístico de "Prince" había llegado a su fin por conflictos con la compañía Warner. Es un disco algo oscuro y difícil si uno no está familiarizado con su música pero que el tiempo a revalorizado y que esconde algunos momentos realmente brillantes. Seleccionamos dos temas de este peculiar album: la propia Come, a la que un minutaje excesivo no hace justicia, pero que esconde un final fantastico, y la sensual Space. Una canción de una cadencia muy sugerente. 

Space by Prince on Grooveshark


The Gold Experience, de 1995 y con su dorada portada, es mi álbum preferido de todos los que hizo en los noventa. Por una sencilla razón, y es que contiene un buen puñado de excelentes canciones. Así de simple. Dejando a un lado esos interludios tan molestos (un nuevo signo de su particular manera de emborronar algunos de sus discos), Prince entrega una colección de canciones exuberantes y vitalistas, intentando demostrar que a pesar de los conflictos con su compañía (es el primer álbum firmado con el famoso símbolo y no por Prince), su entusiasmo y su capacidad creativa seguían intactos. Sobresale, sin duda, al final del album el tema Gold, que es por méritos propios, una de las mejores canciones de su carrera. Pero también debemos romper una lanza por las excelentes I Hate You y Shy, que también recoge lo mejor del artista en esos años. Y a pesar de lo sobada que esta, creo The Most Beautiful Girl In The World debería ocupar su sitio en esta recopilación. Es una canción de esas que Prince podía componer con los ojos cerrados, pero con mucho encanto.

Gold by Prince on Grooveshark



Emancipation, de 1996, es sin ningun genero de dudas, la propuesta discográfica más ambiciosa de Prince hasta la fecha. Un álbum triple, con 48 canciones. Y con la curiosidad de que cada uno de los tres discos dura exactamente sesenta minutos, ni un segundo menos y ni un segundo segundo mas. Nuevo extraño capricho del artista y que suponía alargar innecesariamente alguna de esas canciones para llegar forzosamente a ese minutaje. También es uno de sus discos mas personales, ya que las circunstancias personales que afectaban al artista (paternidad y posterior fallecimiento del bebé) dejaron su huella. El disco tiene muchos detractores y bastantes defensores, entre los que me encuentro. De un disco triple (editado apenas un año después de su anterior disco, para no perder la costumbre) siempre se puede prescindir de algunas canciones de esas "de relleno" y disfrutar con otras de gran calidad. Fijemos nuestra mirada en las segundas, y es que si hiciéramos una selección de las mejores canciones de esa obra, nos saldría un álbum único de diez o doce temas realmente fantástico. Pero de cara a este recopilatorio voy a seleccionar seis de ellas, que tampoco esta nada mal. Empezando por la sensacional The Love We Make. Excelente canción, oscurecida por estar incluida en el menos aprovechable de los tres discos (el tercero). Ponemos unas gotas de funk del bueno con la adictiva Get You Grove On. También hay espacio para la balada sensual made in Prince con la fantastica One Kiss A Time. Y terminamos incluyendo tres joyas como son el pop cristalino de The Holy River, la cálida Curious Child y la epica Friend, Lover, Sister, Mother/Wife. Todas ellas, del impecable segundo cd del triple album.

The Love We Make by Prince on Grooveshark

miércoles, 7 de agosto de 2013

MIMS Gran Reserva: Prince - Sign´O The Times en retrospectiva.


Hace unas semanas, Manuel nos obsequió con una gran reseña a modo de retrospectiva del álbum So, de Peter Gabriel. Uno de los discos más relevantes de los ochenta, del que recientemente se ha editado una edición especial conmemorativa. En ese momento caí en la cuenta que este año se cumplen 25 años de la edición del Sign´O The Times de Prince, otro de esos discos básicos de aquella década. Pero Prince no es Peter Gabriel, y el genio de Minneapolis no nos obsequia a sus seguidores con ningún tipo de reedición especial de ninguno de sus discos. Ni lo ha hecho hasta ahora, ni creo que lo vaya a hacer en un futuro cercano. Y en el caso de Sign´O The Times, creo que es una pena, porque estoy hablando de uno de esos discos fundamentales de su tiempo (y del mío) y al que siempre que vuelvo, le encuentro cosas verdaderamente excitantes.

Siempre he comentado que creo que la historia de la música no ha sido todo lo justa que debía haber sido con este doble álbum y por extensión con la figura de un talento como Prince. Pero al margen de esa opinión absolutamente personal, creo que Sign´O The Times es un álbum formidable. Recoge todos los matices posibles del Prince de aquella época mejor que ningún otro disco de su autor. Igualmente, se trata de una de esas obras que podemos llamar “personales” y que retrata perfectamente la personalidad de un músico tan complejo como él. En 1996 intentaría repetir la experiencia con el triple álbum Emancipation, pero se quedó a medio camino y no ofreció una obra tan redonda como la que nos ocupa.




Situándonos en el momento en que fue compuesto, Prince venía escaldado (sobre todo a nivel financiero, que no creativo) del proyecto Parade. Su segundo álbum, tras Purple Rain, que servía como banda sonora de un, nuevamente, pobrísimo film. Aunque el éxito de Kiss le había vuelto a llevar a las primeras posiciones de las listas de ventas, la sensación que existía en el entorno de Prince, era de que por primera vez, podría haber motivos de estancamiento o de pérdida de inspiración en el músico. Prince, recordemos, ha sido siempre un artista en permanente estado de agitación creativa, y raro es el año en que no saca un nuevo álbum, en el formato que sea, en el estilo que sea o bajo el nombre que sea. En los 80, cuando disfrutaba del mayor éxito comercial de su carrera, la cosa era muy similar. Solo 1983 se quedó sin ver salir a la luz un nuevo disco de Prince. A pesar de esa incansable necesidad de ofrecer a su público disco tras disco, su capacidad creativa no mermó en absoluto y en muchos casos, con cada nueva entrega, aumentaba y mejoraba las prestaciones del anterior. Sin entrar a valorar los gustos de cada cual, soy de los que opinan como Bowie, y es que “los ochenta fueron de Prince”.

El primer paso que dio Prince de cara a Sign´O The Times, fue prescindir de la que había sido su banda hasta ese momento: The Revolution. Este hecho ya era la suficientemente relevante como para intuir que Prince tenia otras cosas en mente y que con el nuevo proyecto, quería romper moldes y marcar un antes y un después en su carrera. Despegarse de la que había sido su banda en la época de mayor esplendor comercial, suponía hacer borrón y cuenta nueva. Y si tras Purple Rain llegó Around The World In a Day, pocos en 1986, podían intuir por donde iban a ir los tiros en el nuevo album.

Las canciones de Sign´O The Times fueron compuestas a lo largo del año 1986 en diferentes sesiones y en diferentes estudios. La idea que tenía Prince para el que iba a ser su próximo proyecto, fue variando a medida que pasaban los meses. Desde un disco que girara alrededor de una canción hasta un extraño musical. Incluso el album tuvo diferentes configuraciones y hasta alguna portada que otra, así como diferentes ingenieros de producción que entraban y salían del proyecto. Todo se iba desechando a medida que Prince iba componiendo mas temas y puliendo los que ya había registrado. Entre medias, se permitió la licencia de rechazar la propuesta de Quincy Jones de hacer un dueto con Michael Jackson en el tema Bad. Entiendo que Prince andaba demasiado enfrascado en su nuevo proyecto, que se le estaba empezando a ir a de las manos, y supongo que tampoco tenía especial interés en aparecer de la mano de su mayor rival comercial.



Finalmente, a mediados de año, Prince dio con una primera idea en forma de triple album bajo el título de Crystall Ball. La secuencia de las canciones no era muy diferente al resultado final que todos conocemos, pero si que quedaba claro que tenía que reducirlo a un doble album mas concreto y con mayor garantía de ser vendido. Finalmente, y ante las reticencias de Warner por publicar un album de semejantes dimensiones, Prince cede y entrega un disco doble (aunque "solo" con dieciséis canciones) bajo el enigmático titulo de Sign´O The Times, que se publicó en Enero del año 87.

No fue un disco que gozara de un éxito comercial que estuviera a la altura de su calidad. De hecho, podríamos hablar de fracaso relativo en EE.UU, sobre todo en comparación con otras obras suyas anteriores. Pero en Europa si que tuvo un mayor calado que se hizo aún mas evidente con la siguiente entrega del artista: Lovesexy en 1988.

Por su complejidad en matices y estilos (hay pop, rock, soul, jazz, etc...) y porque cada canción resulta un mundo en si misma, vale la pena detenerse en cada tema y analizarlos por separado.

Cara A:

Sign´O The Times: Una de las canciones mas representativas de Prince. Lo tiene todo y no le falta nada. Influyente, imaginativa, impecable. Contiene ademas una de las letras mas logradas de su autor.

Play In The Sunshine: Una muestra del Prince mas vitalista. Ritmos pegadizos para una canción que te levanta el animo.

Housequake: Su estructura atrevida y compleja me ha recordado siempre a la  de la inmortal When Doves Cry, aunque Prince retuerce aún mas la propuesta funk, hasta convertirla en un tema de gran personalidad.


The Balad Of Dorothy Parker: Siento especial devoción por esta cancion. Mi favorita de todo el album. Destila clase por todos los lados y su cadencia hechiza desde la primera escucha. Me gustaría que los que desprestigian a Prince sin conocimiento de causa, escucharan esta canción.


It: Casi siempre es señalada como la canción que "sobra" dentro del album. Para mi en cambio es una joya. Suena a algo ya escuchado en otras ocasiones pero el resultado es redondo.


Starfish and Coffee: Pequeña delicatessen inofensiva pero encantadora, que nos sirve de perfecto interludio. Siempre la vi como un single potencial.

Slow Love: Otra cumbre del disco. El Prince mas romántico destapa el tarro de las esencias como el gran baladista que es.

Hot Thing: Sin ser nada del otro mundo, no desentona en el resultado global. Ritmo machacón y bailongo, que tengo que decir, no es el lado que mas me gusta de Prince.

For Ever In My Life: Reconozco que me costó encontrarla el gusto. No me parece lo mas destacado del disco.

Cara B:

U Got The Look: Ritmos ochenteros a tutiplen para un tema que a pesar de resultar algo aparatoso se acaba convirtiendo en una canción verdaderamente resultona. Llegó a ser single.

If I Was Your Gilfriend: Una joya. Uno de esos momentos especiales en los que Prince roza la genialidad. 



Strange Relationship: Me gusta aunque es una canción que quizás tras las escuchas repetidas acaba perdiendo encanto porque tiene a una monotonía rítmica que no le ayuda nada.


I Could Never Take The Place Of Your Man: Obra maestra. Lo mas deliciosamente pop que Prince pudo llegar a grabar esos años. Redonda y con un estribillo demoledor.

The Cross: Conozco gente a la que este tema les aburre por su excesiva grandilocuencia. Se trata de un ejercicio de Prince de mostrarse espiritual y abrir horizontes en su música. A mi me chifla.

It's Gonna Be A Beautiful Night: Sinceramente, me sobra. No se que pasó por la cabeza de Prince para incluir este tema grabado en directo en un disco de estudio como este. En cualquier caso, se me hace muy pesada y me deja la sensacion de que podria haber llegado a ser algo mas.

Adore: La mas negra de la colección e inmejorable final para album impecable.

domingo, 31 de marzo de 2013

Pequeños flops entre grandes hits (Parte 3 de 3).

Confieso que cuando Manuel se puso a hacer estas entradas sobre pequeños flops en discos de Grandes Exitos, una irrefrenable ansiedad por poner a caldo determinados temas de varios de mis grupos/artistas favoritos se apoderó de mi, hasta el punto de solicitar al mismo Manuel la posibilidad de crear una tercera pata a semejante lista. No es la primera vez que una entrada en el blog se tiene que separar en tres o mas partes, por lo que, tampoco se crea un precedente. Lo que si podemos crear con estas entradas es una buena masa de enemigos del blog. No es nuestra intención, por supuesto.


The Rolling Stones: It´s Only Rock And Roll (But I Like It).

Lo siento, pero no. La canción tiene un titulo fantástico que define la esencia stoniana casi como ninguna otra, pero como canción es un cero a la izquierda. En 1974 los Stones ya habían dado lo mejor de si mismos (aunque todavía quedarían algunos buenos discos por grabar) y el álbum It´s Only Rock And Roll no pasaba de ser un álbum comparsa en comparación con lo que le precedía. Ojo, defiendo ese disco (como tambien Goats Head Soup y Black and Blue), pero no así la canción que le da titulo y que fue, posiblemente, uno de sus últimos grandes himnos de rock de los setenta. Aun así,no cuela. Me resulta cansina y hasta aparatosa. En directo la cosa tampoco ha mejorado, y me duele verla compartir cartel de clásico inmortal junto con Jumping Jack Flash, Brown Sugar Gimmie Shelter, canciones que están a años luz de esta mediocre Es solo rock and roll (pero me gusta).



R.E.M: What´s The Frecuency Kenneth?

R.E.M tienen una de las discografías que mas me han marcado desde siempre. Hasta 1994 creo que es casi infalible. Con cada disco daban un paso hacia adelante en la búsqueda de esa excelencia musical que encontraron en discos fundamentales para mi como Document o Automatic For The People. Solo Out Of Time supone para mi un paso atrás, pero nada relevante si entendemos su obra en conjunto. En 1994 editaron Monster, un disco que me gustó mucho y me sigue gustando hoy dia. Dentro de una colección potente de canciones eléctricas y distorsionadas, sobresale negativamente, la pesadísima What´s The Frecuency Kenneth. Nunca la soporté, a pesar, insisto, de que Monster me parece todo un acierto como álbum. Era un tema que me recordaba a lo peor de ese sonido indi americano tan de moda en esos años, pero pasado por un tamiz pomposo y que para nada conectaba con los inicios del grupo y aquella facilidad de componer temas pegadizos, que tenían a mediados de los ochenta. Absolutamente prescindible, aunque la gente se volviera loca en sus conciertos.


Prince: Peach.

En 1993, Prince decidió editar su primer gran recopilatorio de grandes éxitos. Y lo hizo en formato triple (el tercer disco incluía sus caras B mas representativas del periodo 78-93). Ademas, como gancho, incluía dos nuevos temas. Uno de ellos, este Peach, que ostenta el dudoso merito de ser la sintonía archiconocida del programa Corazón Corazón de TVE y desde hace un montón de años. Con eso, ya lo digo todo. La canción no es mala, pero palidece con lo que Prince era capaz de parir en aquellos años. Rebaja su caché creativo para entregar un tema destinado a enganchar a las masas, olvidando cualquier atisbo de calidad  e innovación, que siempre han sido marca de la casa en el genio de Minneapolis. A veces pienso que es un refrito de la excelente Cream de un par de años antes. Pero no llega ni a eso.


Elton John: Nikita.

Muchos pensamos que Elton John murió en 1976. Por lo menos, el mejor Elton John. Un músico al que siempre he tenido aprecio por lo que hizo mas que por lo que hace. Fueron los ochenta (a pesar de su innegable éxito comercial) los que llevaron a Elton a jugar en la liga de lo más comercial. Perdió gran parte de su atractivo creativo para abrazar con ganas la comercialidad mas superflua. Nikita, y su insoportable video clip, supuso el paradigma de lo que fue el peor Elton John. El de los ochenta. No la soporto cuando suena en cualquiera de sus Greatest Hits tras maravillas como Your Song o Tiny dancer. Acabas lamentando que Elton pagara gustoso ese peaje que lo llevó de actuar con el mismísimo John Lennon a hacerlo con gente como Ronan Keating o el rapero Eminem.


U2: Sunday Bloody Sunday.


He sido muy fan de U2. En mi juventud (no tan lejana) fui un seguidor  obsesivo. Hasta el punto que aun son el grupo al que mas veces he visto en directo y en un numero mayor de giras. Ahora la cosa no es así y los veo y escucho con mucha frialdad y añoranza por lo que un día fueron y ya no son. Maldito dinero. En cualquier caso, dentro de su poco discutible legado ochentero, Sunday Blood Sunday ya no hay por donde cogerla. Eco de un dudoso pasado comprometido de la banda, el uso cansado y repetitivo de su mensaje y el inevitable paso del tiempo le han pasado factura. Ahora mismo me resulta fuera de lugar, de tiempo y sin ese ápice combativo y melódico que tan atractivo me resultaba en su día. Ademas, cantada por el Bono actual, roza la autoparodia.



Tom Petty: Free Falling. 

Pobre Tom. Si supiera que he metido su Free Falling en esta entrada, me dejaría de hablar. Pero es que de todas sus canciones mas conocidas, esta es la que mas me chirría. Reconozco el encanto que tiene para engatusar a las masas, a la MTV y los 40 Principales, pero es una canción sin chispa. De esas que el bueno de Tom podría componer con los ojos cerrados. Ademas, la producción de Jeff Lyne le sienta muy mal, a diferencia de la mayoría de temas que componen el imprescindible Full Moon Fever. Free Falling se corea en todos los recintos donde actúa (quizás tras American Girl sea su canción mas conocida popularmente) pero no aporta nada a la carrera del rubio de Florida. Es mas, pienso que ni siquiera hace justicia al verdadero estilo de Petty. No pasaría nada si la dejara bien guardada en un baúl y retomara otras canciones de su repertorio mucho mas incontestables.


Bruce Springsteen: Dancing In The Dark.

Los que crecimos con Bruce en los ochenta, no podemos olvidar nunca el impacto que causó en nosotros el video de Dancing In The dark y los bailes de Springsteen con una joven Courtney Cox. Visto hoy dia, puedo afirmar que pocos vídeos pueden ser tan poco representativos de la carrera de un músico como ese. La canción la compuso Bruce por encargo expreso de su productor/manager Jon Landau, cuando este, insatisfecho con el resto de temas que iban a formar parte del álbum Born In The USA, le pidió una canción comercial y que sirviera de carta de presentación del disco. A regañadientes, Bruce entrego este tema de impecable factura pero de exagerada tendencia al consumo masivo. Todo el mundo bailó al son de Dancing In The Dark como dos años antes lo habían hecho al ritmo de Billie Jean. A Bruce le cayeron los dólares como si fueran copos de nieve, pero le costó recuperarse del desastre de imagen y pomposidad del video y de esos sintetizadores. Cuando ahora suena en directo es otra cosa (innegable su poso rock, claro esta) pero a mi me sobra de cada cien, cien.