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sábado, 15 de noviembre de 2014

Prince vs Michael Jackson: ¿Tuvo algún sentido?

Fue, sin duda, el gran combate mediático de los ochenta. La prensa y los medios, hábidos de una suculenta repetición de aquel rentabilísimo Beatles vs Stones de los sesenta, necesitaba nuevos referentes con los que entretener al público y al mismo tiempo, promocionar a las dos nuevas estrellas del firmamento pop. Ambos de color. Ambos nacidos en el mismo año y por una diferencia de apenas dos meses. Ambos talentosos. Ambos compartiendo un gran porcentaje de seguidores. Ambos egocéntricos y excéntricos. Ambos geniales. La batalla estaba servida y así se planteó. Con el cambio de década, la cosa amainó y se demostró que, ademas de que había un claro vencedor (en mi caso, vaya) , todo fue algo pormenorizadamente diseñado por los propios intereses de los que mandaban. CBS y Warner Brothers. Pero, ¿que queda de aquello? ¿Fue necesario? ¿Estuvo equilibrado? ¿Que se ganó y se perdió con aquel enfrentamiento artístico? ¿Tuvo algún sentido? Recordémoslo.


Los Inicios: 

Ambos nacidos en 1958. En Junio Prince Roger Nelson y en Agosto Michael Joseph Jackson. Mientras el genio de Minneapolis disfrutó de una infancia normal donde desarrolló una admiración sentida hacia la figura de su padre, la del de Indiana fue un infierno de absoluta explotación infantil por parte de su progenitor de la que jamás se libraría psicológicamente. Michael Jackson fue un niño prodigio desde que tuvo uso de razón. Esa voz angelical y ese talento sobrehumano para el baile le llevaron directo al estrellato mucho antes que a cualquier otro artista de su generación. El peaje que pagó ya lo conocemos todos. Prince en cambio mamó desde crío la música y la composición gracias a la figura de su padre y a los ambientes en los que se crió. Tuvo que luchar mucho y de forma constante para abrirse un hueco en la música. Como curiosidad, Prince siempre ha admitido que los Jackson 5 fueron una gran influencia en sus inicios al lado de gente tan dispar como Jonnie Mitchell (gran ídolo del de Minneapolis), Sly And The Family StoneJimmy Hendrix o James Brown

Los primeros triunfos: 

Michael Jackson sabía lo que era ser número uno desde que tenia nueve años. Era una estrella absoluta para niños y padres. Prince en cambio, siempre fue (y lo sigue siendo hoy día) un artista underground a pesar de que sus discos se vendían medianamente bien y disfrutaba de un publico fiel. La propuesta de Jackson era mas comercial, mas para todos los públicos. Quincy Jones lo llevó a la cima con el fantástico Off The Wall en 1979. Para entonces, Prince ya había entregado discos estupendos como Prince o Dirty Mind, pero aun no gozaba de la popularidad de su competidor. De hecho, todavía en 1981 le tocó vivir algunos episodios humillantes, llenos de racismo y homofobia por parte de algunos colectivos que aun no estaban preparados para la propuesta provocadora y novedosa del genio de Minneapolis. 

Años 1982-1983: 

1982 es el año clave en las carreras de ambos dos. Mientras que Michael Jackson ya venia lanzado de la mano de Quincy Jones, Prince dió el gran salto cualitativo con el doble album 1999. Un disco que conseguía unir a su publico mas negro (el que le veneraba desde sus inicios) con el publico blanco de la MTV. Prince se hizo estrella. Jackson, con Thriller se universalizaba. Comercialmente seguían siendo incomparables (el éxito de uno sobre el del otro era evidente) pero por Prince ya se interesaban muchos de los mejores músicos de su tiempo. Bowie, Jagger, Waits o Springsteen ya le reconocían su genio. 1983 fue un año de arduo trabajo por parte de ambos. Uno girando y trabajando en otros proyectos paralelos, y el otro ganando millones y Grammys gracias al disco mas vendido e todos los tiempos. La batalla ya estaba servida.


Años 1984-1987

Purple Rain, editado en 1984 y aun hoy, el disco mas exitoso de Prince puso las tablas en el marcador del éxito comercial. Un disco que ademas vino acompañado de una película que también arrasó en los EE.UU. La gira consiguiente colocó a Prince en el lugar donde siempre mereció estar. Lo hacia casi todo el y nadie dudaba ya de que estábamos ante un genio de proporciones gigantescas. Michael Jackson lo supo captar inmediatamente y durante esos años de himpas hasta Bad (1987) se dedicó a girar con sus hermanos y a organizar el USA For Africa, que contó con la colaboración de Prince aunque en forma de inclusión de una canción inédita dentro del album que se editó en paralelo al proyecto. Prince grababa sin parar discos que seguían deslumbrando por su eclecticismo (Around The World in A Day, Parade) y Jackson preparaba minuciosamente su retorno tras el huracán Thriller. Quincy Jones idea la posibilidad de que ambos artistas colaboren juntos en el tema Bad, que daría titulo al nuevo álbum del de Indiana. Prince se niega, y el proyecto se queda en un mero intento que no volvería a repetirse. En 1987 Prince edita su obra maestra Sign´O The Times que no obtiene un gran existo comercial pero si critico y Michael Jackson vuelve a arrasar con Bad. Que cada cual extraiga sus conclusiones.

Finales de los 80 - Principios de los 90: 

En 1988 ambos tienen a su disposición sus propios lugares de operaciones. El complejo Paisley Park para Prince en Minneapolis y Neverland para Michael Jackson en un rancho gigantesco a las afueras de Los Angeles. Mientras a uno le da por blanquearse y hablar con un mono, el otro no cesa en sus conquistas de féminas. Jackson sigue en la cima de su popularidad y a Prince se le empieza a querer mas en Europa que en su propia casa. 1991 vuelve a enfrentarlos. Diamons and Pearls de Prince contra Dangeorus de Michael Jackson. Ambos discos resultan irregulares, aunque Jackson se lleva, nuevamente, el gato al agua comercial. Pero las cosas están cambiando. A Jackson se le cae el mundo encima con las acusaciones de abusos a menores y Prince encuentra la estabilidad sentimental al lado de la española Mayte al mismo tiempo que empiezan sus batallas legales con Warner y su polémico cambio de nombre. Ya nada volverá a ser igual. Pero mientras el genio de Minneapolis si entrega discos con la asiduidad habitual (algunos de ellos brillantes), Jackson entra en un camino de decadencia del que no podrá volver.


Finales años 90 - Principios siglo XXI: 

Prince revive en el nuevo siglo gracias a discos como Musicology o 3121 así como a su reivindicación de genio musical por parte de las nuevas generaciones. Giras exitosas, actuaciones brillantes, etc....ayudan a recuperarle para la causa. Jackson ve como fracasa su ultimo disco de estudio (Invincible, 2001) y como las acusaciones de abusos se multiplican hasta llegar a un juicio mediático sin paranagón. Prince recupera crédito y Jackson queda abocado al ostracismo. La muerte de este ultimo no hace sino certificar que el muñeco se acabó por romper. Prince en cambio sobrevive y mantiene su talento a salvo. A pesar de ello, el de Minneapolis dedica unas palabras hermosas en recuerdo del que fue su gran competidor comercial durante muchos años.

Conclusiones: 

Tuve un amigo con el que compartía siempre conversaciones sobre Prince que siempre me decía (y no despectivamente hacia MJ, ojo): "Prince es un genio y Jackson un muñeco". Si a lo primero pero no a lo segundo. Es evidente que como acérrimo fan de Prince que soy, mi posicionamiento a estas alturas es claro. Jamas entenderé la comparación con Jackson mas allá de que ambos eran artistas de color y que triunfaron (MTV mediante) en una misma época. Porque Prince es una liga diferente. Es la liga de los compositores, de los investigadores, de los instrumentistas superdotados, de los genios musicales. Jackson fue un supertalento para el baile, dotado de una voz espectacular y un artista multidisciplinar absoluto, pero en mi caso, Prince reinará siempre y la comparación (sin matices y tratada de forma exagerada) resulta en si misma una osadía.

jueves, 16 de enero de 2014

El dia que Bob Dylan cantó para Michael Jackson.


El título de la entrada puede despistar. Evidentemente, nunca Bob Dylan cantó en exclusiva para Michael Jackson y jamás ambos registraron nada conjuntamente. El titulo de la entrada tiene pues algo de provocador, pero nos va a servir para contar todo lo que rodeó a la grabación del famoso tema benéfico We Are The World (1985) para el proyecto USA For Africa y que sorprendentemente y contra todo pronóstico, tuvo el honor de ser el único momento de la historia en el que dos artistas tan antagónicos como Dylan y Jacko compartieron cartel. Había mas estrellas (yo creo que mas que nunca) pero los focos apuntaban a ellos. Cada uno por diversas razones, pero el hecho en sí mismo, no deja de tener su historia paralela. Repasémosla.

A mediados de los años ochenta hubo un increíble boom de acciones benéficas por parte de muchos de los músicos mas importantes de la época. Detrás de la mayoría de esas campañas se escondía el loable objetivo de ayudar a esas causas, mientras que algunas no eran sino meros vehículos autopromocionales. La moda fué pasajera, una vez que el mundo vivió una sobredosis de mega-conciertos y discos de tributo a causas algunas de ellas de muy dudosa veracidad. Pero el gran hepicentro de todo aquella explosión de generosidad se concentró fundamentalmente entre los años 1984 y 1985. Por un lado estaba el ínclito Bob Geldoff en Reino Unido, principal impulsor del famoso Live Aid y del villancico coral Do They Know It´s Christmas Time de 1984 y que contó con la colaboración de muchas de las mas rutilantes estrellas de la escena británica (Sting, George Michael, Simon Lebon, Bono, Paul Weller, e incluso Paul McCartney al bajo). El previsible y extraordinario exito de aquella canción, agitó la conciencia de sus camaradas americanos y estos, lejos de quedarse al margen, organizaron su propio tributo en forma de canción al mismo pueblo de Etiopía, que por entonces vivia una de las mayores tragedias humanas del siglo. Y los cabecillas de todo aquello fueron ni mas ni menos que Michael Jackson (en plena resaca post-Thriller) y Lionel Richie, un cantante de color del que nunca tuve consciencia de que existía ni antes ni despues de aquello. Los llamo cabecillas irónicamente porque estoy convencido que el verdadero artífice de la canción no es otro que el otrora genial Quincy Jones, que actuó como maestro de ceremonias. 



El objetivo era reunir a lo mas granado del universo musical americano, y hacerles cantar el épico We Are The World. Hubo artistas a los que fué sencillo convencer, bien por su predisposición, bien por la estrecha amistad con los dos promotores del asunto o bien por la oportunidad que veian en todo el tinglado para aupar aun mas sus incipientes carreras: Paul Simon, Stevie Wonder, Diana Ross, Tina Turner, Harry Belafonte, Cindy Lauper o Ray Charles entre muchos otrosHubo algunos que directamente pasaron del asunto (sorprendentes las ausencias de Prince, Madonna o Johnny Cash), y hubo un pequeño grupo de artistas de primer nivel que aunque fueron convencidos, tengo la sensación que aceptaron a regañadientes. Entre ellos, Bruce Springsteen y Bob Dylan. Dos músicos, que ya tenian un conocido pasado dentro del mundo de la canción protesta y el apoyo a causas humanitarias. Ocurre que en estos casos, su presencia chirriaba con el tono luminoso, glamuroso y pelín oportunista del proyecto. Pero al final, ambos cantaron, ya lo creo. De hecho, la parte de Springsteen junto a Stevie Wonder me parece lo mas provechoso, y con diferencia, de toda la grabación.

Y ahí estaba Bob Dylan. Creo que aún mas incómodo que Springsteen. El maestro llevaba años un poco perdido en lo creativo y reconozco que en esta sesión de grabación parece desembolverse con la misma destreza que la de un pulpo en un garaje. Da algo de extrañeza verle embutido en esa chaqueta de cuero, con esos pelos alborotados, compartiendo tablas con personajes tan estrafalarios como la propia Lauper o el mismo Michal Jackson. De hecho, Dylan y Bruce parecen una copia calcada a nivel estético. Pero la presencia de Bob Dylan, se entendía que era fundamental para la plena viabilidad del proyecto. Y es que mucha gente por esa epoca, todavia asociaba al genio de Duluth con el concepto de canción protesta y con la lucha por la igualdad y los derechos sociales. Su participación en la canción se remite solo a unos versos "Theres a choice were making, Were saving our own lives, It's true we'll make a better day Just you and me" hacia mitad del tema.


Lógicamente hubo video promocional del tema y su emisión fué constante a lo largo de todo el año 1985. Tanto que la canción de marras acabó ganando varios premios Grammy al año siguiente. Al final creo que tuvo tanta popularidad que nadie se acordó del objetivo de la misma, que no era otro que recaudar dinero para paliar la hambruna de Etiopia. Ese dinero también vino derivado de las ventas del album recopilatorio en el que alguno de esos artistas incluian alguna canción de su repertorio (o ajeno) para hacer mas atractivo el producto. En este caso, sobresale la maravillosa versión del clásico de Jimmy Clift Trapped, por parte de Springsteen y la sorprendente inclusión, esta vez si, del tema 4 the Tears in Your Eyes por parte del ausente Prince. Dylan, no contribuyó en la colección final del disco, que ni te decir tiene, fué numero uno de ventas en medio mundo.

Anecdotas de la grabación hay muchas y muy jugosas. Siempre me hizo gracia una pequeña parte del video (minuto 4:25) en el que se ve levemente como Bruce observa con cierta extrañeza a Michael Jackson (situado a su derecha, en la primera fila) el cual ya por entonces, iniciaba su particular camino vital hacia el surrealismo mas incomprensible. También siempre me sorprendió saber que todas las estrellas del proyecto llegaron a los estudios de grabación del tema (que se grabó en un solo día por cierto) en lujosas limusinas, contrastando con el objeto de semejante inciativa. El único que lo hizo a pié, andando y como si la cosa no fuera con el, fue Bruce Springsteen, que recordemos, en esa epoca estaba en plena gira y voragine del album Born In The U.S.A. Pocos meses depues vino el Live Aid, el proyecto Sun City, el homenaje a Mandela y muchos mas acontecimientos socio-musicales, que en los noventa descendieron en número e impacto. Pero nadie olvida que a mediados de los ochenta, juntar a muchas estrellas en un estudio para grabar canciones de dudosa calidad, era muy beneficioso...para casi todos.



domingo, 29 de diciembre de 2013

Top 5: Grandes decepciones vs Grandes expectativas.

Este top five se me ocurrió pensando el otro día en el triste e injusto final que tuvo la carrera musical de Michael Jackson. Dandole vueltas al porqué (que tampoco tiene muchos secretos en este caso) de esa decadencia y del escaso eco que tuvo su último album Invicible, me vinieron a la mente varios otros discos de otros nombres ilustres que tras meses de tensa y masiva expectativa, su resultado no satisifizo a nadie y hoy han quedado como grandes fracasos creativos y comerciales. Discos que me recuerdan simbólicamente a esas edificaciones que todos vemos en nuestras ciudades y que por razones que se nos escapan, acaban quedando inacabadas o abandonadas y representando el fracaso de la propia ambición humana. Son cinco discos relativamente recientes en el tiempo que considero representan el momento mas bajo en la carrera de estos cinco nombres mas que conocidos y que cuyas expecativas y el run run que generaron antes de salir al mercado, sobrepasaron, con creces, su decepcionante resultado final.

The Cure - Wild Mood Swings (1996).


Han pasado mas de quince años desde su edición, y somos miles los que aún no acabamos de entender que pasó por la cabeza de Robert Smith para ofrecer un disco de un nivel tan bajo. Sin duda, el album mas pobre e incomprensible en la carrera del grupo. Apenas se salvan cosas como Want o Mint Car dentro de un desaguisado mas que inesperado. Recordemos que los Cure venian de arrasar con discos como Disintegration (1989) y Wish (1992) por lo que la atención mediatica ante un nuevo disco era bastante considerable. Pero tras la escucha de inicial de 13th, nadie entendió nada. Una canción irritante e irrisoria firmada por un grupo tan respetado como The Cure era algo que nadie se esperaba. El disco fracasó de tal manera que el grupo estuvo a punto de perder una buena base de seguidores, absolutamente desencantados con el extraño giro musical del grupo. Enmendaron la plana con Bloodflowers (2000) cuatro años despues. Menos mal.

Oasis - Be Here Now (1997).


Sinceramente, me parecería muy injusto por mi parte asociar a este disco toda la decadencia progresiva de Oasis tras dos primeros discos absolutamente memorables. Pero también es verdad que Oasis no eran los Beatles (aunque pretendieran hacernoslo creer) y su formula se agotó muy pronto. Be Here Now puede presumir de ser el disco con ventas mas rapidas de la historia del Reino Unido. Recuerdo que el dia que se puso a la venta fué noticia en el telediario de la primera edición. Todas las miradas del mundo estaban puestas en los hermanos Gallagher y estos, sinceramente, no supieron estar a la altura. Se lo creyeron demasiado? Exceso de ambición mal asumida? Falta de canciones? De todo un poco. El disco me parece espeso y sobrecargado hasta limites absolutamente exagerados. Hay alguna que otra buena canción (me gustan especialmente las melodías de Stand By Me y Don´t Go Away) pero ya no hay feeling. Resulta soporífero escucharlo entero y sinceramente, me parece de lo mas flojo de su carrera. A partir de este disco la gente se fué cansando de Oasis poco a poco. Lo mejor ya lo habían hecho unos años antes.

U2 - Pop (1997).


Tras su memorable reinvención a principios de los noventa con Achtung Baby (1991) y rizar el rizo con el también fantastico Zooropa (1993), U2 habían logrado mantener su corona como banda mas grande (en terminos de atención mediática) del mundo tras su reinado a finales de los ochenta. A partir de ese momento, el reto que a U2 se les presentaba no era nada facil. Grabar un disco que lograra estar a la altura de su pasado reciente no era poca cosa. Quisieron ahondar aun mas en los ritmos electronicos y bailables (ahí estan Discoteque o Mofo) que habian absorvido con exito en los citados dos discos precedentes y se rodearon de productores orientados a ese estilo. Desafortunadamente, el disco fracasó en su intento y U2 firmó el que hasta entonces era su album mas pobre y menos perdurable. Años despues la cosa fué de mal en peor pero en 1997 que U2 tuviera un gatillazo comercial era toda una noticia. Sumando a ello las altas expectativas que generaba el grupo en esa epoca, hizo que el golpe fuera morrocotudo. Una gira poco consistente no hizo sino estropear mas el invento. Muchos enterraban ya al grupo. Pero lograron sobrevivir poco despues entregando discos, curiosamente, muchisimo mas flojos que este, que particularmente, no me parece malo.

R.E.M - Around The Sun (2004). 


Es cierto que mis queridos R.E.M empezaron su particular cuesta abajo unos años antes (aunque reivindico Up y sobre todo Reveal) para empotrarse irremediablemente con la realidad mas cruda en este Around The Sun, que es para mi, su unico disco prescindible de toda su carrera. Ojo, contiene algunas excelentes canciones (Leaving New York, Electron Blue y Aftermath) pero lo que antaño era ese nosequé autentico, vitalista e hipnótico que les hacía tan diferentes, aquí no aparece en ningun momento. Pliegan alas y se rinden al mainstream de la peor de las maneras. Sobreproducción en un disco de R.E.M!! Inaudito. Eso sin entrar a valorar que es sin duda su disco mas incoherente, resquebrajado y de una irregularidad alarmante. Era evidente que estaban perdiendo fuelle y que la cosa ya no tenia remedio. Curiosamente se vendió bien por una campaña promocional en la que echaron el resto. Para mi este grupo es intocable y una de las bandas de mi vida, pero con Around The Sun me habría gustado poder decirles cuatro cosas bien dichas.

Michael Jackson - Invencible (2001).


Si a principios del siglo XXI había un artista destinado al mas crudo de los olvidos ese era Michael Jackson. Su vida había tomado unos cauces absolutamente surrealistas y desde hacía bastante tiempo, era siempre mas noticia por sus desvaneos mentales que por su producción discografica. Lejos quedaban sin duda sus irresistibles colaboraciones con Quincy Jones en los fantasticos Off The WallThriller. El antaño niño prodigio era un muñeco roto en 2001. Pero a los que nos gustó en su día su música, albergámos alguna esperanza de resurreción creativa. Invincible supuso una triste (y algo esperada) confirmación de que Jackson había perdido el norte también musicalmente. Tengo el disco y me lo compré cuandos salió pero hoy día me produce lastima escucharlo. Es el sonido de alguien que lo tuvo todo y no supo manejarlo. El ejemplo perfecto del mas absoluto fracaso. Jackson todavia creia que vivia en 1985 y que todo lo que tocaba se convertía en oro. Una pena que nadie le hiciera ver la verdadera realidad de las cosas y de los tiempos.

jueves, 6 de diciembre de 2012

Michael Jackson - Thriller en retrospectiva.



Cuando somos pequeños, siempre hay ciertas imágenes y determinados momentos (televisivos, para concretar) que se nos quedan grabados para siempre. En mi caso, entre los muchos que marcaron mi infancia, hay dos de esos que recuerdo con gran nitidez. Uno, la aparición de Farra Fawcett y sus amigas en Los Angeles de Charlie, y otro, a Michael Jackson bailando entre tumbas y zombies una canción de ritmo irresistible. Menudo canguelo aquello. Recuerdo que fue en el mítico programa de La Bola de Cristal un sábado cualquiera por la mañana y como todo chaval de 7 o 8 años de entonces, quedé marcado sin remedio. Evidentemente, el impacto fue mas visual que musical (por casa ya sonaban los clásicos), y ahí considero que está la clave y porqué el album Thriller se acabó convirtiendo en un hito: su impacto mediático.

No olvidemos que estamos hablando del album mas comercial de todos los tiempos. Una verdadera obra de inteligencia y oportunismo marketiniano, acompañada de momentos musicales de increíble efectividad y con el artista en su mejor momento. Los datos, fríos pero siempre reveladores, resultan apabullantes: Más de cuarenta millones de discos vendidos (esto traducido, equivaldría a decir que cada españolito de a pie tendría su propia copia del album), treinta y seis semanas no consecutivas como número uno en las listas americanas, nueve premios Grammy, varios singles como numero uno, etc... Algo irrepetible, como decía antes. Pero busquemos las claves para todo ello. 



La primera, la propia figura de Michael Jackson. El autodenominado "Rey del Pop" ya había desbordado las listas con su anterior album (y mi favorito de su carrera) el irresistible Off The Wall, que de alguna manera ya fue pionero en fusionar de forma impecable el sonido discotequero de la época y los ritmos más entusiastas de la música negra, y que puso de acuerdo tanto al publico negro que le seguía desde crío como al publico blanco consumidor de discos. El terreno ya estaba sembrado. Pero fue una memorable actuación en la celebración de los 25 años de la Motown, cuando el impacto del disco, con Billie Jean a la cabeza, empezó a ser realmente imparable. A partir de ese momento, el volcán entró en erupción. 

La segunda clave hay que buscarla en el verdadero cerebro de todo el conjunto. El productor Quincy Jones. Verdadero Rey Midas de la producción discográfica de aquellos años y que tuvo en Michael Jackson al artista perfecto para lograr las mayores cotas de reconocimiento de su carrera. Su mérito tiene el haber lidiado con una personalidad tremendamente compleja (hay alguna biografía recomendable donde se retrata bastante bien el perfil infantil, obsesivo y extraño de Jackson) y haber sabido llevar al artista por el camino correcto, hasta que los celos del artista hacia el productor acabaron con la  fructífera relación. Yo soy de los que piensa, que la ausencia de Quincy Jones, significó la tumba creativa de Jackson, pero esa es otra historia.


La tercera, las composiciones. Como ya pasaba en Off The Wall solo Wanna Be Startin Somethin, Beat It, Billie Jean y The Girl Is Mine son canciones propias de Jacko. El resto no, pero Jackson las lleva a su terreno hasta hacerlas propias.Todas son reconocibles hasta por el mas despistado, y la mayoría de ellas son clásicos imperecederos de una época. Con la muerte del ídolo, no han hecho sino rejuvenecer en la memoria colectiva tanto de las viejas como de las nuevas generaciones.

Y cuarto, los famosos vídeo-clips.Aquí está sin duda la gran clave de todo el éxito del álbum. Aunque fue Prince y no Jackson, el primer artista negro en salir en la MTV, los vídeos de Billie Jean, Beat It y sobre todo el de la canción que titula la obra, causaron el mayor impacto que se recuerda en la historia de este medio de promoción. Nada escapaba a Jackson en esa época y poco a poco se acabó convirtiendo en el artista multidisciplinar mas mediático de su tiempo. Los pasos de Billie Jean al son de la irresistible rítmica mientras las baldosas se encienden y se apagan, la chaqueta roja de Beat It y los efectos especiales de John Landis en Thriller son imperecederos. Todo ello llevó a que todo el mundo quisiera tener el dichoso disco en su casa y así poder hacer reales las fantasías bailongas de Jackson. Michael Jackson, visionario, vió y explotó el medio del video-clip como nadie antes lo había conseguido. Justo es reconocer ese mérito. 


Pero y la música? Porque al final se trata de eso, de música. Pues hay de todo un poco. Billie Jean es la obra maestra del álbum y de toda su carrera. Un tema perfecto en composición y ejecución, y que se acompaña de una producción de Jones memorable. Sus capas y sus sonidos, como encajan, son extraordinarios. No pienso lo mismo de la propia Thriller o de Beat It (con el solo de Van Halen a la cabeza), que tienen mas popularidad que calidad. Me quedo mas con la pegadiza Wanna Be Startin Somethin, que no es sino una revisión mas madura del Don´t Stop Till Get Enough de Off The Wall, con la deliciosa balada Human Nature y con el dulce final con The Lady In My Life. La aparición de Mccartney en The Girl Is Mine fue una especie de devolución de favores, tras el Say Say Say de años antes. Curiosamente, este The Girl Is Mine fue el primer single de adelanto de Thriller. Otra jugada maestra. Y van...

Han pasado treinta años de este disco. Treinta años durante los cuales la carrera de Jackson sobrepasó los limites de lo humanamente comprensible y que terminó como peor podía terminar. Eso no debe ensombrecer los innegables méritos de un album como este. El disco que sigue siendo (y no creo que nadie vaya a igualarlo tal y como está la industria actualmente) el album mas venido de la historia. 


jueves, 10 de febrero de 2011

El bufón ha muerto. Viva el Rey del Pop (II)

Viene del sábado 5 de febrero...

Ofrecemos aquí otras perlas del texto de 2001, haciendo leña del árbol caído...

  • Año 2001- Le dedican una estrella en el Hollywood Walk Of Fame y le hacen una estatua de cera en el museo de Madame Tussaud. La estatua es el primer toque de atención: empieza a parecer más humana la copia que el original // Muere su chimpacé, Bubbles, aplastado por un coche. Michael disfruta en su papel de viuda desconsolada.

En cuanto a la valoración que se hace sobre su capacidad de innovar en la música, también hay un "lígero" cambio de enfoque:

  • Año 2001- Por el contrario, cabe dudar de que se apunte a conceptos vanguardistas. La habilidad de Michael reside en amalgamar ideas ya aceptadas en el mundo del pop, el dance y el R&B, a las que puede añadir pinceladas de hip-hop o de rock, por aquello de ponerse medallas de modernidad.

  • Año 2009- Cuando alguien hace música tan buena como la de Jackson, nuestros placeres colectivos se enriquecen y nuestra historia se hace más intensa y compleja. Las barreras que rompió ayudaron a hacer del mundo del pop moderno una escena más inclusiva de lo que era. Exploró un nuevo territorio. Siempre es bueno ver a alguien transformando el mundo de las posibilidades conocidas.


Repito que la música publicada por Michael era la misma tanto en 2001 como en 2009, al menos en lo que a álbumes se refiere. El cambio es increíble.

A favor de la revista, cabe indicar que los reportajes que cerraban ambos números huían de cualquier concesión al momento en el que fueron publicados. Tanto Diego A. Manrique (en 2001) como Brian Hiatt (en 2009) hacian un balance realista de los últimos años del cantante, con sus pros y sus contras, hablando claro de su momento de gloria y lamentandose posteriormente de su caida libre en el pozo del ridículo. Aquí unos ejemplos del exquisito texto de Manrique:

  • Por ejemplo, en el inicio de los ochenta, cuando The Jam visitó España en labores de promoción. Una relajada conversación con periodistas estuvo a punto de pasar a mayores cuando Paul Weller atribuyó a Michael el pináculo del soul contemporáneo y alguien le rebatió, citándole a Stevie Wonder. Paul defendió muy vigorosamente que nadie podía hacerle sombra a Michael en creatividad, swing, plasticidad.
  • Era cierto. Michael arrasaba con Off The Wall y multiplicaría el impacto con Thriller. Luego llegaría música vibrante, pero el tren descarrilaría. No, más que eso: ha sido la más estrepitosa de las caídas. Del estado de gracia al desprestigio personal, a la decepción creativa. Hace muchos años que casi todo lo que se refiere a Michael produce grima. También algo de ira. Aquí tenemos a uno de los artistas más dotados de su generación, con la gracia motriz de James Brown y la pasión vocal de Jackie Wilson, reducido a una caricatura.
  • [...] Como todo lo que rodea a Michael, Invincible se ha transformado en un culebrón. En dos años, se han dado una docena de fechas de edición, lo que hace sospechar que: a) había ganas de marear la perdiz y crear expectativas extraordinarias o que, b) Michael se pierde grabando, con sus peligrosos deseos de crear algo tan comercial que venda 30 o 40 millones de copias.
  • [...] De hecho, durante los años noventa vimos a un Michael Jackson que reaccionaba frente a los batacazos - los personales y los de las cifras de venta - con una monstruosa vanidad. Hubo que inventar para él un mote barato, lo de Rey del Pop, que se adecuara a su ego y a sus inseguridades.

He aquí un texto de 2001 que no se recrea destrozando al músico. Tan sólo se lamenta de los últimos tiempos de la estrella caída, estableciendo la cruel realidad que quizá los fans del músico nunca quieran llegar a ver.

Los textos comparados con todos sus defectos no son más que un indicador de la opinión publica a la figura de Michael Jackson, antes y después de su muerte. Todos nos llevamos las manos a la cabeza con la famosa imagen de su hijo en el balcón o nos quedamos sorprendidos con un documental sobre Michael en el que entraba en una tienda de antigüedades y se gastaba 50.000 dolares cada vez que señalaba un jarrón de porcelana china sin apenas inmutarse. Y se llevó media tienda. La vida del músico en sus últimos años fue muy bizarra, pero su muerte volvió a todo el mundo del revés en cuestion de un pestañeo. No es de recibo continuar las bromas con alguien ya fallecido, queda claro, pero resulta fascinante como el mundo del rock vive las muertes de sus ídolos.


Aparcamos a Michael Jackson como ejemplo y extrapolamos a otros mártires del rock. John Lennon, Kurt Cobain, Elvis Presley, Jim Morrison, etc. En cierto número de la Rolling que no recuerdo, se indicaba que los ingresos de estos artistas ya fallecidos eran los mayores del año anterior si nos circunscribimos al mercado musical (supongo que sería un año en el que aún se vendían discos). Con semejantes cifras es evidente que la muerte de un músico despierta la curiosidad del ciudadano medio más que la propia música en sí. ¿Por qué? ¿El morbo vende? Estoy seguro de que Dire Straits o The Police habrían vendido más discos si Mark Knopfler o Sting hubieran muerto a mediados de los ochenta (Dios no lo quiera). Otra hipótesis alternativa: si McCartney hubiera fallecido a principios de los ochenta y Lennon hubiera continuado publicando discos hasta ahora... ¿qué habría pasado con la imagen pública de uno y otro? Supongo que también influye mucho lo magnética que sea la personalidad del fallecido en cuestión. George Harrison, por ejemplo, no se ha convertido en un icono de las mismas dimensiones que Lennon. La edad también juega un papel muy importante. La imagen emblemática de Jim Morrison habría sufrido un duro revés si el músico hubiera vivido hasta la vejez. Su última fotografía en una portada de los Doors ya lo presentaba gordo y barbudo con tan sólo 28 años.

sábado, 5 de febrero de 2011

El bufón ha muerto. Viva el Rey del Pop (I)

La semana pasada compré unas estanterías y estos días he estado llenando los estantes con libros y revistas compradas en los últimos quince años. Fotogramas, Muy Interesante, Rolling Stone, Ruta 66, Clio... las he organizado por orden de publicación y ante mí han desfilado músicos en plena cresta de la ola que años después nadie recuerda. Lo bueno de las revistas es que saben retratar perfectamente el momento en el que salen publicadas y en ocasiones sorprende releer ciertos artículos con la perspectiva que da el tiempo. Organizando la Rolling española encontré dos números con la portada dedicada a Michael Jackson, uno de ellos de 2001 con motivo de la publicación de Invincible, el otro del verano de 2009 que homenajeaba a la estrella caida. Entre ambos, ochos años y un abismo sobre como abordar el perfil del músico.

En esta entrada no voy a valorar a Michael Jackson como músico, sólo vamos a utilizarlo como ejemplo sobre como cambia la perspectiva del público y la prensa cuando el artista fallece. Evidenciaremos como la muerte de un artista puede revalorizar su obra hasta límites insospechados. ¿Es lícita esa revalorización? ¿Después de muerto eres mejor músico? No vamos a dar respuesta a esas preguntas, aunque los motivos pueden ir desde el respeto por la muerte inherente en el ser humano, la memoria selectiva o la cruel certeza de que el autor de algo grande no volverá a repetirlo. El título de la entrada es un juego de palabras que refleja perfectamente la diferencia abismal que se produjo en la actitud de la prensa tras su muerte. Todo esto podríamos aplicarlo después a muchos otros martires del rock que fallecieron y años después generan más dinero que la mayoría de los vivos.

El caso de Michael es un ejemplo perfecto. Creo que en ningún otro músico se ha producido una diferencia tan acusada después de un fallecimiento. Puede que sus fans nunca le dieran la espalda, pero la prensa hizo leña del arbol caido en cuanto vieron muestras de debilidad en el cantante. Los números de la Rolling que vamos a comentar son los siguientes:

Nº 25, Noviembre 2001 - Nº 118, Agosto 2009

Las diferencias aparecen ya en la portada. En el número de 2001 los títulares son Michael Jackson - Los delirios del extraterrestre más poderoso del pop o Encuentros en la Tercera Fase "Yo estuve con M.J." Testimonios estremecedores. Después del obito, el sobrio Michael Jackson 1958-2009 La historia definitiva. En el interior, los artículos pasan de Michael Jackson - Atrapado por su pasado o La culpa fue del boogie a los respetuosos Triunfo y Tragedia - La vida de Michael Jackson, El reino mágico de Michael o ¿Qué fue mal? De los píes de foto del reportaje de 2001 mejor ni hablamos. En cuanto al diseño de los reportajes, el número anterior al fallecimiento encabeza cada artículo con una bonita letra de psicopata color rosa, mientras el de 2009 usa una letra sobria con unas fotografías en blanco y negro que serían el sueño de cualquier novia para su book de boda. Donde mejor podemos ver la diferencia de enfoque es en la forma de abordar los temas tratados. Empezamos con la valoración sobre Thriller:

  • Año 2001- Por fin , de cara al mercado navideño, se publicará el disco que va a batir todos los récords habidos y por haber: el simpático Thriller.

  • Año 2009- Cuando se editó Thriller, en noviembre de 1982, no parecía tener un tema predominante, ni siquiere un estilo cohesivo. Sonaba como un conjunto de singles. Era un trabajo de pasión, ritmo y estructura que definía la sensibilidad - si no la vida interior- del artista. Thriller es un trabajo de revelación personal que también es una obra maestra del mercado de masas. Es un logro que seguramente nunca será superado.

Lo de "simpático" parece una forma tangencial de evitar lo menos criticable de Michael. Es difícil ponerle pegas a Thriller, por lo que el redactor pasa de puntillas sobre él. Esto demuestra las ganas de encajar en la opinión pública de la época, ninguna concesión a ofrecer una visión positiva sobre el músico. En cambio, el artículo de 2009 ofrece una visión sin prejuicios y, sin ser fan del músico, me parece mucho más acertada.


Vamos ahora con Invincible, el álbum recién publicado en 2001:

  • Año 2001- Noticias contradictorias: MJ va a sacar otro disco. Nadie hace ni caso; sin embargo, aquí lo tenemos ¡Y se llama Invincible! Viene acompañado de una recopilación.

  • Año 2009- Su último álbum, Invincible, incluía unos cuantos temas atrevidos - finalmente daba cabida a las innovaciones del hip hop- pero en general no hacía honor a su título.

La definición de 2001 continúa en el mismo tono que la de Thriller. Si se califica a Thriller de "simpático", ¿qué se puede esperar de Invincible? El texto de 2009 en cambio intenta aplacar en la medida de lo posible la mala crítica, pecando un poco de moderada.


Continúa el jueves 10 de febrero...