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miércoles, 1 de octubre de 2014

Tres discos: Ryan Adams, Counting Crows y Tom Petty.

Sirva esta entrada para comentar brevemente tres discos recientes de tres artistas americanos diferentes. En primer lugar el nuevo y flamante album de ese genio disperso que es Ryan Adams. En segundo, el retorno de los Counting Crowes, ejemplo ilustrativo de grupo lastrado por una canción de éxito. Y en tercer lugar, el retorno de un mito del rock americano como es mi adorado Tom Petty al que, por una vez, le voy a tener que tirar de las orejas.

Ryan Adams - Ryan Adams (2014).

Han tenido que pasar mas de una decena de discos para que L'enfant terrible del rock americano entregue un album homónimo. Un disco que corrobora lo que Ashes and Fire (2011) ya anunciaba: que el genio está de vuelta y sin ganas de despistar al personal. Curiosamente veo este Ryan Adams como el reverso mas rock de su album anterior. Los evidentes ecos a John Mellencamp, Tom Petty o al Bruce Springsteen de Tunnel Of Love no nos deben cegar a la hora de valorar al disco como merece, y es que para servidor, ha sido toda una alegría encontrarse con una equilibrada colección de canciones con sabor al mejor rock ochentero y con la personalidad y deslumbrante voz de Ryan al mando. Imposible no caer rendido ante piezas del calibre de Gimme Something Good, Am I Safe, la extraordinaria balada My Wrecking Ball o Stay with Me. Salvo que pienses que este tipo debió haber sido el autentico salvador del rock, que en ese caso, es posible que te decepcione.

Counting Crows - Somewhere Under Wonderland (2014).

Erase una vez un single de éxito universal que sepultó al grupo que lo creó al mas ingrato de los olvidos. Esa es la historia, muy resumida, de Counting Crows. Mr Jones y el album August And Everything After de 1994, que llevaron al grupo a codearse con REM en las listas de éxitos de medio mundo. Lamentablemente lo que siguió a ese mega-éxito nadie lo recuerda. Irregular carrera en estudio, discos en directo que pasaron desapercibidos, albumes de versiones a destiempo....hasta que este año han editado este notable Somewhere Under Wonderland. Al escucharlo uno se da cuenta de la indefinición que aun arrastra esta banda desde sus comienzos y por ello la secuenciación de temas, nuevamente, suena irregular. Pero cuando dan en el clavo (escucha ese tema inicial de mas de ocho minutos Palisades Park) se constata que el talento siempre estuvo ahí. Otra cosa es que el 2014 ya no sea su momento o que muchos se cansaran demasiado rápido de ellos. Gran disco.

Tom Petty - Hypnotic Eye (2014).

En su día ya repasamos los cinco discos imprescindibles de Tom Petty en la sección "en cinco discos". Soy fan de este señor desde hace mas de veinte años y aunque el cariño y la admiración permanecen intactas, resulta inevitable ser cada vez mas exigente con el rubio de Florida. Desde hace unos años presiento que su carrera discográfica ha entrado en un bucle de conformismo creativo que no le sienta bien. Alterna grandes obras (Echo, Mojo) con discos con los que no acabo de conectar (The Last DJ). Y entre estos últimos situó este Hypnotic Eye, de horrenda portada. Mis expectativas eran, quizás, demasiado altas hablando de quien hablamos, por lo que mi decepción ha sido importante. Evidentemente no es un mal disco (porque Petty no sabe hacer malos discos) pero no me ha enganchado como debiera. Aplaudo el esfuerzo en canciones tan notables como American Dream Plan B (temazo), Sins Of My Youth o U get Me High, pero el album me suena demasiado recargado/forzado a pesar de un Mike Campbell que esta tan exuberante a la guitarra como siempre. Le echo en falta algo fluidez y sentimiento, que es una de las cosas que siempre mas me gustaron de Petty.


domingo, 9 de febrero de 2014

Tom Petty en cinco discos.

Siempre he asimilado muy bien la música de Tom Petty desde que le descubrí con su Greatest Hits de 1993 y desde que quedé enganchado a ese tema tan redondo que es Mary Jane´s Last Dance. Desde entonces, he sido (y soy) fiel seguidor del rubio de Gainesville (Florida), y al que, confieso, jamás he podido disfrutar en directo por su reacia costumbre de no pisar nuestros escenarios. Y es que Petty es por derecho propio, uno de los músicos mas brillantes, regulares y coherentes del rock americano de ahora y de siempre. Siempre hago el símil simplón de compararle con ese jugador de fútbol que si bien no destaca por algo en particular por encima del resto, es un ocho en todas las facetas del juego. Petty es autor de una discografía incontestable, tremendamente consistente y apta para todo amante del rock americano heredero directo de los Byrds, Dylan y con claras influencias de Beatles y Stones, sobre todo en el sonido impecable que forja en directo junto a esa banda extraordinaria que responde al nombre de los Hearthbreakers. Repasemos pues sus cinco discos mas imprescindibles.


Damn The Torpedoes (1979).

El disco del todo o nada (siempre me refiero a el como su particular Born To Run) y de donde salió triunfante gracias a una colección de canciones impecable y a la sensación de haber parido un disco clásico. Damn The Torpedoes actúa dentro de su obra como una especie de grandes exitos del Petty iniciático. Dotado de una acertada producción a cargo de Jimmy Iovine, es el disco que puso de acuerdo a todo el mundo y que le despojó del san benito de ser un artista de un solo éxito (American Girl, de su primer album). Todo en este disco suena impecable. Desde el añejo y adictivo Don´t Do Me Like That, pasando por el innegable gancho comercial de The Refugee o Here Comes My Girl (con esa parte semi-hablada tan precursora en su dia), hasta las piezas maestras como Lousiana Rain o Even The Losers. Colección redonda con la que consigue ademas hacer reconocible el sonido aguerrido y clásico del grupo a todo tipo de públicos. En su dia ya repasamos este disco en la sección backtrip.


Hard Promises (1981).

El siempre difícil sucesor al éxito del álbum inmediatamente anterior, es a gusto personal, uno de sus mejores trabajos. Vuelve a entregar otra colección notable de canciones y a dotar a un disco suyo de una gran coherencia. Ademas de la fantástica portada que acompaña el disco, Hard Promises recoge otra buena dosis de rock fuerte y directo (Something Big, Kings Road), nuevas piezas clave en su repertorio clásico (The Waiting), muestras de su lado mas épico-emocional (Woman in Love) y colaboraciones de lujo con una de sus mayores fans, Stieve Nicks en The Insider. Un álbum quizás oscurecido por la fama de su antecesor y por la posterior popularidad de otros de sus trabajos a finales de la década, y al mismo tiempo de sonido algo mas pulido y oscuro para lo que era el sonido Petty en aquella época. Marca un punto y aparte en su carrera.


Full Moon Fever (1989).

Los años ochenta no fueron para Tom Petty un camino de rosas. A pesar de su popularidad, cimentada en el éxito de los discos citados con anterioridad y de actuaciones como la del Live Aid, no acabó de entregar discos que dieran continuidad a ese gran nivel ya demostrado. Pero una gira como banda de acompañando de Bob Dylan y la participación activa en el supergrupo Travelling Willburys, permitió a Petty aprender directamente de sus maestros (el propio Dylan, Harrison, Orbison) y de proporcionarle cierta visión comercial al contratar los servicios del entonces exitoso Jeff Lyne. Con este último en la producción, entrega su primer disco en solitario con el acompañamiento casi testimonial de los Hearthbreakers Mike Campbell y Benmont Tench. El resultado, su disco mas comercial y de mas éxito de toda su carrera. Otra impecable clase de equilibrio cualitativo y comercial. Nueva generación de clásicos indiscutibles para su repertorio como Free Falling, I Won´t Back Down (con guitarra de Harrison), Love Is a Long Road, Runnin Down A Dream o Yer So Bad. Igualmente siempre me encantó la deliciosa A Face In The Crowd y siempre me sobró la versión del clásico de los Byrds I´ll Feel A Whole Lot Better. En cualquier caso, pocos peros a un triunfo como este.


Wildflowers (1994).

Si tuviera que elegir un disco de toda su carrera para regalar a alguien interesado en su obra, elegiría sin duda, Wildflowers. Creo que es su mejor compendio de estilos, melodías y composiciones hasta la fecha. Si su disco de 1989 y su continuidad en Into The Great Wide Open en 1991, había permitido a Petty saborear el éxito comercial mas rotundo de la mano de Jeff Lyne, Wildflowers, con Rick Rubin a los mandos, llevó a Petty a ocupar un lugar privilegiado entre los grandes compositores rock americanos. Me extraña siempre mucho no verlo entre lo mejor de la década de los noventa, y es que este disco (el segundo que firma en solitario) lo tiene todo y en las mejores dosis. Suena mas Beatle que nunca en delicias como To Find A Friend o A Higher Place, al Springsteen mas melódico y elegante en Time To Move On, encantador y artesanal en el tema que da titulo al disco, contundente en trallazos como You Wreck Me o Honey Be, y mas emocionante que nunca en las emotivas Crawling Back To You o It´s Good To Be King. Debería enseñarse en las escuelas.


Echo (1999).

Tras la gran experiencia de Wildflowers, repite colaboración con Rick Rubin. Y aunque el sonido y la producción contundente pueden decir lo contrario, Echo es el album mas personal de Tom Petty. Su Blood On The Tracks particular, Echo no es sino el resultado de su estado anímico y emocional después de su divorcio. Un album que el propio Petty mantiene arrinconado en sus actuaciones en directo por lo personal que le resultan esas composiciones. Desde luego el divorcio no afectó a su creatividad, ya que Echo es otro disco sobresaliente. Quizas el disco donde los Hearthbreakers suenan mas maduros y poderosos en temas como Free Girl Now, en I Don´t Wanna Fight (con Campbell a la voz), o la maravillosa Swiming. Por supuesto, el Petty melodico y redescubierto en Wildflowers aparece en joyas como Room At The Top (una de las mejores canciones de su repertorio), la propia Echo, Accused Of Love o This One´s For Me. Disco equlibradisimo, poderoso en forma y contenido y quizás su ultimo álbum de sobresaliente. 

domingo, 31 de marzo de 2013

Pequeños flops entre grandes hits (Parte 3 de 3).

Confieso que cuando Manuel se puso a hacer estas entradas sobre pequeños flops en discos de Grandes Exitos, una irrefrenable ansiedad por poner a caldo determinados temas de varios de mis grupos/artistas favoritos se apoderó de mi, hasta el punto de solicitar al mismo Manuel la posibilidad de crear una tercera pata a semejante lista. No es la primera vez que una entrada en el blog se tiene que separar en tres o mas partes, por lo que, tampoco se crea un precedente. Lo que si podemos crear con estas entradas es una buena masa de enemigos del blog. No es nuestra intención, por supuesto.


The Rolling Stones: It´s Only Rock And Roll (But I Like It).

Lo siento, pero no. La canción tiene un titulo fantástico que define la esencia stoniana casi como ninguna otra, pero como canción es un cero a la izquierda. En 1974 los Stones ya habían dado lo mejor de si mismos (aunque todavía quedarían algunos buenos discos por grabar) y el álbum It´s Only Rock And Roll no pasaba de ser un álbum comparsa en comparación con lo que le precedía. Ojo, defiendo ese disco (como tambien Goats Head Soup y Black and Blue), pero no así la canción que le da titulo y que fue, posiblemente, uno de sus últimos grandes himnos de rock de los setenta. Aun así,no cuela. Me resulta cansina y hasta aparatosa. En directo la cosa tampoco ha mejorado, y me duele verla compartir cartel de clásico inmortal junto con Jumping Jack Flash, Brown Sugar Gimmie Shelter, canciones que están a años luz de esta mediocre Es solo rock and roll (pero me gusta).



R.E.M: What´s The Frecuency Kenneth?

R.E.M tienen una de las discografías que mas me han marcado desde siempre. Hasta 1994 creo que es casi infalible. Con cada disco daban un paso hacia adelante en la búsqueda de esa excelencia musical que encontraron en discos fundamentales para mi como Document o Automatic For The People. Solo Out Of Time supone para mi un paso atrás, pero nada relevante si entendemos su obra en conjunto. En 1994 editaron Monster, un disco que me gustó mucho y me sigue gustando hoy dia. Dentro de una colección potente de canciones eléctricas y distorsionadas, sobresale negativamente, la pesadísima What´s The Frecuency Kenneth. Nunca la soporté, a pesar, insisto, de que Monster me parece todo un acierto como álbum. Era un tema que me recordaba a lo peor de ese sonido indi americano tan de moda en esos años, pero pasado por un tamiz pomposo y que para nada conectaba con los inicios del grupo y aquella facilidad de componer temas pegadizos, que tenían a mediados de los ochenta. Absolutamente prescindible, aunque la gente se volviera loca en sus conciertos.


Prince: Peach.

En 1993, Prince decidió editar su primer gran recopilatorio de grandes éxitos. Y lo hizo en formato triple (el tercer disco incluía sus caras B mas representativas del periodo 78-93). Ademas, como gancho, incluía dos nuevos temas. Uno de ellos, este Peach, que ostenta el dudoso merito de ser la sintonía archiconocida del programa Corazón Corazón de TVE y desde hace un montón de años. Con eso, ya lo digo todo. La canción no es mala, pero palidece con lo que Prince era capaz de parir en aquellos años. Rebaja su caché creativo para entregar un tema destinado a enganchar a las masas, olvidando cualquier atisbo de calidad  e innovación, que siempre han sido marca de la casa en el genio de Minneapolis. A veces pienso que es un refrito de la excelente Cream de un par de años antes. Pero no llega ni a eso.


Elton John: Nikita.

Muchos pensamos que Elton John murió en 1976. Por lo menos, el mejor Elton John. Un músico al que siempre he tenido aprecio por lo que hizo mas que por lo que hace. Fueron los ochenta (a pesar de su innegable éxito comercial) los que llevaron a Elton a jugar en la liga de lo más comercial. Perdió gran parte de su atractivo creativo para abrazar con ganas la comercialidad mas superflua. Nikita, y su insoportable video clip, supuso el paradigma de lo que fue el peor Elton John. El de los ochenta. No la soporto cuando suena en cualquiera de sus Greatest Hits tras maravillas como Your Song o Tiny dancer. Acabas lamentando que Elton pagara gustoso ese peaje que lo llevó de actuar con el mismísimo John Lennon a hacerlo con gente como Ronan Keating o el rapero Eminem.


U2: Sunday Bloody Sunday.


He sido muy fan de U2. En mi juventud (no tan lejana) fui un seguidor  obsesivo. Hasta el punto que aun son el grupo al que mas veces he visto en directo y en un numero mayor de giras. Ahora la cosa no es así y los veo y escucho con mucha frialdad y añoranza por lo que un día fueron y ya no son. Maldito dinero. En cualquier caso, dentro de su poco discutible legado ochentero, Sunday Blood Sunday ya no hay por donde cogerla. Eco de un dudoso pasado comprometido de la banda, el uso cansado y repetitivo de su mensaje y el inevitable paso del tiempo le han pasado factura. Ahora mismo me resulta fuera de lugar, de tiempo y sin ese ápice combativo y melódico que tan atractivo me resultaba en su día. Ademas, cantada por el Bono actual, roza la autoparodia.



Tom Petty: Free Falling. 

Pobre Tom. Si supiera que he metido su Free Falling en esta entrada, me dejaría de hablar. Pero es que de todas sus canciones mas conocidas, esta es la que mas me chirría. Reconozco el encanto que tiene para engatusar a las masas, a la MTV y los 40 Principales, pero es una canción sin chispa. De esas que el bueno de Tom podría componer con los ojos cerrados. Ademas, la producción de Jeff Lyne le sienta muy mal, a diferencia de la mayoría de temas que componen el imprescindible Full Moon Fever. Free Falling se corea en todos los recintos donde actúa (quizás tras American Girl sea su canción mas conocida popularmente) pero no aporta nada a la carrera del rubio de Florida. Es mas, pienso que ni siquiera hace justicia al verdadero estilo de Petty. No pasaría nada si la dejara bien guardada en un baúl y retomara otras canciones de su repertorio mucho mas incontestables.


Bruce Springsteen: Dancing In The Dark.

Los que crecimos con Bruce en los ochenta, no podemos olvidar nunca el impacto que causó en nosotros el video de Dancing In The dark y los bailes de Springsteen con una joven Courtney Cox. Visto hoy dia, puedo afirmar que pocos vídeos pueden ser tan poco representativos de la carrera de un músico como ese. La canción la compuso Bruce por encargo expreso de su productor/manager Jon Landau, cuando este, insatisfecho con el resto de temas que iban a formar parte del álbum Born In The USA, le pidió una canción comercial y que sirviera de carta de presentación del disco. A regañadientes, Bruce entrego este tema de impecable factura pero de exagerada tendencia al consumo masivo. Todo el mundo bailó al son de Dancing In The Dark como dos años antes lo habían hecho al ritmo de Billie Jean. A Bruce le cayeron los dólares como si fueran copos de nieve, pero le costó recuperarse del desastre de imagen y pomposidad del video y de esos sintetizadores. Cuando ahora suena en directo es otra cosa (innegable su poso rock, claro esta) pero a mi me sobra de cada cien, cien.

martes, 15 de enero de 2013

BackTrip: "DAMN THE TORPEDOES"


Tom Petty And The Heartbreakers
DAMN THE TORPEDOES
Backstreet-MCA (1979)

"Damn The Torpedoes" es hoy un álbum clásico; y gran parte del mérito hay que adjudicárselo a Jimmy Iovine, el productor del disco, que dio a la música y a la banda una mayor amplitud de miras creativas y comerciales.

La banda suena brillante, con contundencia y melodía a partes iguales; con unas grandes canciones que siguen transmitiendo la vitalidad de los dos primeros discos del grupo y con el punto de mira puesto en las FM; con la voz nasal de Tom Petty cantando como un ángel y aullando como un lobo; con una actitud llena de honestidad y compromiso con la identidad del Rock.

Se adivinan como grandes referentes The ByrdsBob DylanThe BeatlesThe Rolling Stones, y, sin embargo, suenan a The Heartbreakeres: una banda solida y brillante, eficaz y rotunda, sutil y excepcional.

Sin duda, este es un álbum altamente recomendable para reivindicar los valores clásicos del Rock 'N' Roll sin perder de vista la modernidad.