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jueves, 18 de diciembre de 2014

Passion For Acoustics - No Surrender

No Surrender es la canción que abre la cara B del álbum superventas de 1984 de Bruce Springsteen, Born In The USA. Una canción que de alguna manera retrata a su autor como compositor rock por excelencia de una generación y glorifica las virtudes del rock como arte y aprendizaje: "We learned more from a three-minute record, That we ever learned in school".

Se trata ademas de una canción compuesta en las ultimas sesiones de grabación del disco, un álbum que incluía tanto canciones y temáticas surgidas a la vera del antecesor (el introspectivo Nebraska) como canciones compuestas en las sesiones de grabación del disco y dentro de un estilo mas rock fácilmente asimilable. No Surrender pertenece a este segundo grupo, aunque su trato épico y su estribillo emocional la hacen tener mucha personalidad dentro de la colección.


Descubrí inicialmente esta canción a través del quíntuple álbum en directo Bruce Springsten Live 1975-1985, publicado en 1986. Escondida entre los últimos surcos del quinto vinilo y solapada por varios de los himnos generacionales del álbum al que pertenecía, se me descubrió en forma de delicada pieza acústica y dotada de una emoción única. Recuerdo escucharla veces y veces, recreándome en su preciosa y épica melodía. Nada que ver con el portentoso sonido que Bruce y la E Street Band sacaban en directo en la gira de 1984/85.

Cuando la retomé ya dentro del disco Born In The USA me gustó igualmente, ya que a pesar de que su tratamiento mas rockero y para todos los públicos la canción no perdía un ápice de su emoción. Aunque tengo muy claro con cual me quedo y con la que disfruto mas. Es una pena que Sprinsgteen no retome en directo esta delicada versión de una canción que s¡empre me pareció la mejor de un disco tan explosivo y redondo como Born In The USA.


jueves, 6 de noviembre de 2014

Top 5 - Música y Política: Músicos comprometidos.

Creo que nunca hemos tocado la política como tal en el blog. Tampoco entra dentro de nuestra idea editorial, por lo que seguiremos igual. En cualquier caso, se nos ha ocurrido hacer un Top 5 muy particular, presentando a los cinco artistas que, creemos, mas relación han tenido con la política a lo largo de sus carreras. O dicho de otro modo, aquellos que mas compromiso han tenido hacia determinados movimientos sociales, medioambientales, etc...y que en muchos casos han llegado a liderar muchos de ellos. Echareis a faltar quizás en esta particular selección a gente como Bob Dylan o Neil Young, pero en ambos casos, creemos que sus apariciones o sus momentos mas políticos son de muy poco peso temporal (a pesar de su relevancia y ser muy recordados) dentro del global de carreras, que abarcan varias décadas. En el otro lado de la balanza hemos descartado a artistas de dudosa credibilidad como Bob Geldof o el siempre presente Bono

5. Bruce Springsteen.



Dejando a un lado mi perfil de fan, creo firmemente que Bruce es una persona honesta y que todas aquellas situaciones de carácter político en las que ha puesto su nombre encima de la mesa responden a su propio interés como ser humano y no buscando cualquier aprovechamiento de tipo profesional, que en su caso, jamás lo necesitó. Desde su participación en el festival No Nukes en 1979, son muchos y recordados los momentos en que Bruce ha puesto su granito de arena para determinadas causas. Eso le ha perjudicado a nivel de publico (en USA, cuando toca determinadas canciones como American Skin, le abuchean) pero el ha hecho siempre lo que su espíritu y su razón le han empujado a hacer. Aunque eso no fuera precisamente popular. Y que importa ser amigo de Obama? No será que lo que jode es que Obama sea amigo de Bruce y no lo seamos nosotros?.

 4. Joan Baez.


Amada y odiada a partes iguales, la historia no ha sido muy justa con Joan Baez. Se nos olvida con frecuencia que fue una de las mujeres que hizo del niño Bob Dylan todo un hombre y que fue este y no ella quien sacó provecho mediático de su amistad y posterior romance. Hoy es el día (tiene mas de setenta y cinco años) en el que es muy fácil encontrarse a Joan en alguna manifestación popular en su país, defendiendo derechos o causas que ella cree justas. Sigue apareciendo solvente y carismática ante los micros. Y también cortante. Cuando la suelen preguntar de forma curiosa algunos compañeros de manifestación lo de: "Va a venir Bob Dylan?". Ella siempre responde: "No, idiota. El nunca viene".  

3. Woody Guthrie.


La huella de Woody Guthrie en lo que se llamó canción protesta y el fok de los cincuenta y principios de los sesenta es inapelable. El músico de las clases mas desfavorecidas. Aquel que transformó el llanto de los mas necesitados en canciones generacionales que jamás perdieron su mensaje y su fuerza. Inspirador de carreras como la de Pete Segger o el primer Bob Dylan, Woody Guthrie es un símbolo en si mismo. Su famosa guitarra acústica con su pegatina "This Machine Kill Fascits" lo convirtió ademas en todo un icono obrero. Gracias a Dylan y el resto de sus seguidores, aun podemos recordarle y agradecerle su imborrable papel en la música con verdadero mensaje social.

2. Peter Garrett.


El cantante y líder del veterano grupo australiano Midnight Oil, personifica para mi el mayor grado de honestidad política que he visto nunca en un músico o estrella del rock. Desde sus principios, Garrett fué una persona muy sensible hacía determinadas realidades de su país, con especial atención a la situación medioambiental del mismo y hacia los derechos de las minorías indígenas de la zona. Hasta el punto que esa sensibilidad se acabó convirtiendo con el paso del tiempo en una militancia comprometida como representante de varios organismos que defendían esos intereses para resultar siendo elegido ministro de medioambiente de Australia. La palabrería y la falsa pose nunca fueron con el. Lo suyo era la acción y acabó dejando las guitarras por la defensa de los intereses medioambientales y nativos de su país.

1. John Lennon.


Creo que no podría ser otro quien ocupara el puesto Nº1 dentro de esta lista. Nadie con tanto peso artístico arriesgó tanto por lo que el creía justo. Se pudo confundir en algunos momentos y en algunas formas, pero su peso y su calado es tal que sigue siendo el mayor símbolo de músico comprometido y revolucionario. Llegó un momento a mediados de los setenta que esa faceta sepultó por completo a la del músico genial que todo el mundo conocía. Al mismo tiempo pocos músicos han puesto en jaque al sistema como Lennon hizo. Vigilado permanentemente por organismos como el FBI y el Gobierno Americano de Nixon, Lennon sobrepasó esa frontera que existe entre apoyar y alentar determinadas causas, a personificar la causa en si misma. Eso le costó la vida y todos le añoramos cada día. Pero es posible que si viviera no sería el mismo que fue en 1973, quien sabe. Pero nadie llego mas lejos y nadie inspiró a mas gente que el.

lunes, 21 de julio de 2014

¿Debería Bruce Springsteen aprender de Bob Dylan?

Desde hace ya unos años, Bruce Springsteen me tiene muy descolocado (desmotivado?). Le he visto nueve veces en directo, le escucho y sigo fielmente desde que tengo quince años y hasta le estreché la mano en el momento rock mas inolvidable de mi vida, pero creo que poco a poco su carrera actual me está dejando de interesar. Ha perdido misterio. Ha perdido sustancia. Ha perdido ese nosequé tan autentico que tenia incluso en 1993 (si, en esa época aun era muy grande). Y con esta entrada, comparándole con el gran maestro, solo pretendo hacer ver la realidad antagónica de dos de los grandes compositores americanos por excelencia. Porqué esa distancia entre uno y otro en estos tiempos? Que ha pasado por el camino? 


Realmente Dylan y Springsteen nunca fueron lo mismo, mas allá de que Greetings From Asbury Park recuerde al Dylan de Another Side. Era lógico. Todos crecen a la sombra del genio de Duluth. En 1975 Born To Run disparó a Springsteen a un estatus privilegiado y con su carrera posterior hasta Tunnel Of Love, pudo llegar a alcanzar la proeza del Dylan de los 60 y 70. En los noventa ambos se perdieron y ambos se encontraron, pero en el nuevo siglo se han convertido en dos artistas antagónicos. Mientras Dylan ha logrado un estado de madurez creativo pletórico (Time Out Of Mind, Love and Theft, Modern Times, Tempest...), Springsteen ha envejecido su formula de la mano de fallidas producciones, falta de canciones esenciales y mucha sorbreexposición. Uno se ha renovado a su manera y ante la admiración perpetua de seguidores como servidor. El otro se ha marchitado fruto del querer estar siempre en la pomada cuando lo que siempre mas me atrajo de el, era su perfil mas bajo, mas terrenal. Repasemos y comparemos sus etapas desde los ochenta....

Años 1980-1989: Dylan continua en plena etapa cristiana. Saved y Shot Of Love me encantan pero hoy dia, pocos los recuerdan (injustamente). Con Infidels vuelve a entregar nuevos clásicos y recupera a parte de la audiencia perdida entre los sermones de giras recientes. Pero a mitad de década, encuentra un camino sin retorno con albumes fallidos, falta de inspiración y una afición a la botella que casi acaba con su carrera. Para alivio de todos aparecen los Travelling Willburys y Daniel Lanois (Oh Mercy) y le dan un poco de aire en forma de crédito artístico ante las nuevas generaciones. Bruce arrasa desde 1980 con su gran obra cumbre: The River. Su prestigio como artista de directo sube como la espuma gracias al boca a boca. Nebraska afianza su figura de músico autentico y de culto, pero Born In The USA lo lleva a las televiones de todo el mundo gracias a una colección de temas impoluta. En 1986 todo el mundo quiere ser SpringsteenTunnel Of Love baja la intensidad pero es el colofón perfecto a una década triunfal. No se puede hacerlo mejor. Punto para Springsteen.


Años 1990-1999: Dylan continua con su Never Ending Tour (iniciado en 1988), atravesando etapas gloriosas con otras menos recordadas. Empieza flojo con Under The Red Sky pero gracias a dos discos impecables de versiones de viejos clásicos (Good As I Been To You y World Gone Wrong) se encuentra así mismo, se autoreafirma y sella en 1997 uno de los mejores discos de la década: Time Out Of Mind. Tras ese trabajo, su figura vuelve a brillar como antaño, actúa ante el papa, gana los Grammys que se le debían y relanza su carrera. Bruce decide romper con la E Street Band para entregar dos discos incomprendidos pero necesarios (Human Touch y Lucky Town). Sigo defendiendo esa etapa y al Springsteen sin la E Street Band. Tras el previsible fracaso comercial, gana un Oscar, graba un album minimalista (The Ghost Of Tom Joad) y reunifica a la banda de su vida en una gira que presentaba una antología impecable de temas inéditos (Tracks).  Empate técnico.



Años 2000-2009: Dylan gana su Oscar y en 2001 lo borda de nuevo con Love And Theft. La madurez del genio es un hecho y vuelve a tener a todo el mundo a sus pies, como en 1966. Refuerza su interés ante los aficionados gracias a nuevas entregas de la Bootleg Series y revisiones de su catalogo. En directo se sigue mostrando imprevisible, diferente, y genial. Siempre por delante, aunque no le entiendan. Su voz se hace mayor y tira hacia lo crooner. Y le siguen mas triunfos (Modern Times). Bruce pega el gran bombazo con The Rising. Vuelve a los estadios de la gira del 85 y su nombre recupera todo el clamor popular. Se atreve a volver por los cauces acústicos (Devils and Dust), revisiona su cancionero e incluso el ajeno (We Shall Overcome: The Seeger Sessions). Hasta ahí muy bien. Incluso ofrece nuevas referencias de fondo como las cajas de Born To Run Darkenss On The Edge Of Town. Pero lejos de seguir con la linea de trabajo de sus mejores años, decide explotar al máximo su figura y empieza a aparecer en todos los medios de forma constante. Ademas, la pila creativa se le acaba y toma decisiones erróneas por intentar sonar moderno. Punto para Bob.

Años 2010-Actualidad:
Ambos siguen en la misma linea. Dylan incluso mas imprevisible que nunca y Springsteen mas cansado y repetitivo. Mientras el de Minnesota vuelve a demostrar que sigue en forma (Tempest), juega con nuestra imaginación gracias a esfuerzos tan curiosos como el disco de villancicos. En directo sigue siendo el mismo. Pierde audiencias en sus conciertos pero gana fieles en su religión. Dylan ya es eterno aunque cumpla años y años. El de Freehold actúa sin parar y suple con soltura bajas irreparables en el seno de la ya machacada E Street Band. Se agradece su entusiasmo y su energía juvenil, pero ya resulta repetitivo a ojos de muchos de sus seguidores. En estudio, en mi opinión, entrega el peor disco de su carrera (Wrecking Ball) y se adentra en un extraño callejón sin salida. Lo que antaño era perfeccionismo ahora es un todo vale que muchos no toleramos. Punto para Bob.


Así esta el asunto a dia de hoy. Y mientras uno actúa de la mano del presidente demócrata de turno, el otro hace anuncios para coches y lencería de mujer. Que tiene eso de diferente? Para mi, nada. Ambas cosas me parecen nobles y comprensibles. Así es el negocio...o no?



miércoles, 7 de mayo de 2014

Top 10: Las giras mas importantes del rock (2 de 2).

Tras el repaso a los puestos del diez al seis, llegamos al Top 5 con las cinco giras mas importantes de la historia del rock. Insistimos en que cada uno puede tener las suyas y que es posible que hayamos cometido algún error imperdonable por dejar de lado alguna otra, pero estas son las que son y no las que podrían haber sido. Vamos allá.

5. Bruce Springsteen: Darkness On The Edge Of Town Tour 1978.


Si debemos quedarnos con una gira que definiera al mejor Bruce Springsteen, tengo muy claro que debemos viajar a 1978. Antes ya había hecho historia con la gira de Born To Run y aquel memorable concierto del Hammersmith de Londres (disponible en DVD oficial), pero la gira de presentación de su cuarto album y tras un período de litigios legales con su ex-manager, puso a Bruce en la cima de los artistas de rock en escena. Desde esa cima no ha vuelto a bajarse aunque en los últimos años sus espectáculos se hayan convertido en acontecimientos mediáticos donde lo importante es lo extra-musical y no lo meramente musical. Aquí en cambio, las interpretaciones de las canciones de su entonces, reciente repertorio, son irrepetibles. Ademas, muy acertadamente, Springsteen decidió enfocar esa gira en teatros y arenas de 2.500 a 4.000 personas con pocas excepciones para lugares de mayor aforo. La gente tenia hambre de Bruce y este no solo no les defraudó sino que sembró la semilla para la megaestrella que vino después.

Visiónalo en: Live In Houston de la caja Darkenss On The Edge OF Town.

4. The Beatles: First American Tour 1964.


Nada volvió a ser igual tras el desembarco de los cuatro de Liverpool en el Aeropuerto de New York en Febrero 1964. Esa visita del grupo mas grande de la historia, destrozó por completo todos los parámetros por los que era conocida la música popular. Audiencias televisivas históricas, histeria colectiva, etc... Sin duda, uno de los instantes mas relevantes a nivel social y mediático de todo el siglo XX. Los Beatles entraron por la puerta grande en EE.UU y la gira que siguió a ese momento, ha quedado como el ejemplo mas palpable de la mayor revolución musical que se recuerda. I Want To Hold Your Hand, repertorio inaudible ante los gritos de la muchedumbre, Ringo girando con su batería, Lennon y sus movimientos espasmódicos, la sonrisa permanente de Paul, etc.... Dos años después se cansaron de ese ritmo de vida y dejaron de disfrutar sus propios conciertos. Pero eso no quita para que todos y cada uno de nosotros hayamos deseado alguna vez haber podido estar ahí por un instante.

Visiónalo en la Caja de DVD The Beatles Anthology

3. David Bowie: Ziggy Stardust 1972/1973.


Llegamos al podium con la gira de presentación de los albumes Ziggy Stardust And The Spiders From Mars y Aladdine Sane de David Bowie en 1972 y 1973. Esta gira supuso un antes y un después en la concepción escénica del rock. Nadie se había atrevido a tanto en aquella época. Dos años en los que David Bowie reinventó el rock no sólo en estudio sino también en escena. Todo eran elementos nuevos. La androginia, las estrafalarias vestimentas, la pintura facial, el aire teatral y marciano de su personaje, la creación inaudita de un alter-ego, etc...Aquellos que vieron aquella gira in situ, se transformaron para siempre.

Visiónalo en la película Ziggy Stardust and the Spiders from Mars.

2. The Rolling Stones: American Tour 1972.


La gran gira del exceso. Aquella donde lo de ser una estrella del rock cobra sentido y con la que los Stones marcan la pauta en cuanto al rock and roll way of live se refiere. Aviones privados, groupies, orgías, drogas, etc...y mucho del mejor rock and roll que se haya podido escuchar nunca. Es la gira de presentación del Exile on Main Street ni mas ni menos. Ademas, con el bagaje reciente de discos tan antológicos como Sticky Fingers, Let It Bleed o Beggar´s Banquet. El abc del rock, para entendernos. La icónica lengua stoniana brilla mas que nunca, y los espectáculos se suceden noche tras noche. Musicalmente, la banda sonando mas autentica que nunca, y con un Mick Taylor tocando el cielo. En el 73 repitieron la experiencia americana en varios países de Europa dando como lugar varios de los conciertos mas memorables de su carrera. Si los Rolling Stones son considerados la banda mas grande del rock and roll es gracias a giras como esta.

Lo puedes disfrutar en el documental Ladies and Gentlement: The Rolling Stones.

1. Bob Dylan: World Tour 1966.


Sinceramente, la gira que Bob Dylan y The Hawks (luego The Band) hicieron por Reino Unido en 1966 debe ser considerada la gira mas importante de la historia de la música popular. Concebida en si misma como gira de presentación de las obras maestras Highway 61 Revisited y Blonde On Blonde, todo lo que hayas podido leer sobre ella, se queda corto. El punto de arranque del rock tal y como lo entendemos. La mecha que encendió todo y que posibilitó que el rock evolucionara desde las brasas de un folk que ya agotaba su propuesta, y que ademas elevaría a Dylan a la figura de leyenda. Es la gira del "Judas!" y del "I Don´t Believe You. You are a liar". La gira de los abucheos y de los desprecios a un repertorio avasallador: "Play it fuckin loud". Aquellos conciertos acabaron por hacer explotar los cerebros del publico mas purista que ya intuía lo que se les venia encima en las segundas partes. Pero era el peaje que Dylan debía de pagar para poder orientar su carrera hacia otros horizontes. A partir de entonces, ya nada volvería a ser igual. El rock ya había sido perfeccionado para siempre.


Lo puedes ver en el documental de Martin Scorsese No Direction Home y escucharlo en el imprescindible Bootleg Series Volumen 4.

martes, 8 de octubre de 2013

Bruce Springsteen en cinco discos.

Esta sea quizás la entrada mas sencilla que he tenido que realizar para el blog. Por tres razones. La primera, porque como fan devoto que soy del de New Jersey siempre he tenido claro cuales son los discos mas importantes y representativos de Bruce Springsteen. Segundo, porque existe realmente un período determinado de su época que hace palidecer al resto de su obra grabada, por lo que es facil discernir entre unos u otros discos. Y tercero porque a pesar de los años que lleva en la carretera, no es la de Bruce Springsteen una carrera que contemple un gran numero de discos de estudio (a pesar de ser un músico muy prolífico). En comparación con otros grandes del rock, su discografía en número de álbumes no es tan voluminosa (pienso en gente como Dylan, Morrison o Young, músicos con los que muchas veces se le compara). En cualquier caso, la obra de Bruce es una de las mas asimiladas por todo tipo de aficionados a la música y no creo que vaya a aportar nada nuevo a lo ya sabido. Si cabe, abrir un debate por haber incluido en esta lista de los cinco imprescindibles un álbum tan cuestionado y cuestionable como Born In The U.S.A. Pero tengo mis razones.

1. The Wild, The Innocent & The E Street Shuffle (1973).


El Springsteen iniciático, mas juvenil, resulta todo un descubrimiento para quien empieza a interesarse por la obra del músico. Tras un debut muy disfrutable, su segundo disco marca un camino narrativo por el que Bruce se pasearía durante bastante tiempo. Musicalmente jamas a estado tan cerca de Van Morrison como en esta joya de rock urbano y nostálgico. Aquí ya incluye varias de sus mas gloriosas piezas (impecable Cara B) y muchos de los personajes y escenarios que serían común en, prácticamente, toda su obra hasta mediados de los ochenta. Quizás adolece de medios y de una producción poco cuidada (lo solucionaría pronto con la aparición de Jon Landau para el imprescindible tercer disco), pero la energía y la camaradería que rebosan temas como Rosalita, Kitty´s Back o The E Street Shuffle es arrebatadora. Aunque nada comparado con la maestría epica de piezas del calado emocional de Incidenth o New York City Serenade, que a gusto personal, estarían sin dudarlo entre lo mejor de toda su obra grabada. Una joya.

2. Born To Run (1975).


El album que lo cambió todo. El disco por el que siempre se le recuerda y quizás, el mas representativo de su carrera. Born To Run es uno de esos discos cuya huella perdurará siempre. De esa raza de discos generacionales que estan hechos para sobrevivir siempre y desde el mismo momento de su concepción. Decidido a hacer el mejor disco de rock imaginable, Bruce arroja en él todas sus energias, todo su imaginario y todo su crédito como músico para salir triunfante con una colección de canciones irrepetible. Thunder Road, Born To Run, Backstreets, Jungleland, Night, She´s The One, etc....Todas maravillosas y dotadas de ese vitalismo que en 1975 parecía cosa del pasado y de los viejos héroes del rock. Bruce concede al rock una nueva vida y lo revitaliza a través de unas historias únicas y un tratamiento musical épico y apabullante. A partir de este momento, nada volvería a ser igual.

3. Darkness On The Edge Of Town (1978).


Todo éxito tiene un reverso mas tenebroso. Todo anhelo de libertad tiene un poso de melancolía y desasohiego. En 1976 su carrera pendía de un hilo. Tras conflictos con su manager, Bruce cambia de tercio y comienza a entender el rock y la vida como un camino de obstaculos, barreras y puñaladas en la espalda. Eso se traduce en unas composiciones alejadas del vitalismo del disco que le hizo famoso, y aparece el Springsteen mas intenso e introspectivo. Decide dar mas importancia a la sección rítmica y dejar un poco mas de lado los arreglos suntuosos a lo Phil Spector de Born To Run. Solo Badlands y The Promised Land tienen algun destello de celebración. El resto, son canciones oscuras, oportunas, dolorosas pero igualmente sobresalientes. Quizás el mejor disco de su carrera con baladas del calado de Racing In The Street (que directamente, puede hacerte llorar de emoción) o Something In The Nigh, y electricos esfuerzos de la calidad de Candy´s Room o Prove It All Nigh. Obra maestra absoluta sacada desde las entrañas.

4. The River (1980).


En su día ya hablamos largo y tendido a modo de retrospectiva de este doble álbum publicado en 1980. Mi álbum favorito de Springsteen y todo un ejemplo de madurez creativa con el que consigue abaracar todos los matices y aristas de su concepción del rock. Rock para disfrutar en todos los sentidos imaginables. Ya tiene 30 años y observa la vida que le rodea de una manera mas madura y clarividente. Su música ya no tiene obstáculos. Si te apetece bailar y reir ahí tienes trallazos como Crush On You, You Can Look o Sherry Darling. Si te apetece rock épico marca de la casa, Two Hearts o The Price You Pay te llegaran muy dentro. Firma ademas las mejores baladas springsteenianas de su carrera en joyas del calibre de The River, Independence Day o la gloriosa Driving All Night. Por supuesto, hay temas de una intensidad abrumadora como Point Blank o Stolen Car. Incluso aborda generos mas enraizados en la tradición americana como en la sensacional Wreck On The Highway que finaliza la obra. Hasta se permite el lujo de mostrarse mas comercial que nunca en Hungry Heart. Lo mas difícil ya estaba hecho y The River llevó a Bruce al trono del rock del que ya nunca se bajaría. Un disco irrepetible y básico para toda una generación.

5. Born In The U.S.A (1984).


Dudaba entre incluir este superventas de los ochenta o decantarme por el mas oscuro y personal Nebraska de 1982 o por debilidades personales como el infravaloradisimo Lucky Town de 1992. Pero al final me he decidido por un disco que arrasó en su día y convirtió a la fé springsteeniana a medio planeta. Born In The U.S.A es un disco que si en lugar de haberlo firmado quien lo firma lo habría editado otro músico, ni habría tenido el impacto mediatico que tuvo y ni tampoco habría sufrido el vilipendio de mucha gente. Este disco de rock perfecto y adictivo supuso el peaje para Bruce de pasar de ser el artista mas querido por la parroquia rockera mas intelectual o underground, a ser el mayor llenaestadios de su tiempo. Todo ello con apenas doce canciones impecables en su tratamiento y dirigidas a gustar en una primera escucha. Obviando todo ello y valorando el aspecto exclusivamente musical, Born In The U.S.A es un señor disco de rock and roll. Quizás la parte que menos me seduce es cuando aparecen temas algo garrulones como Darlington County, Glory Days o Cover Me, pero cuando canciones como la propia Born In The U.S.A, I´m On Fire, Downbound Train o No surrender suenan, no hay debate posible. Todo lo demas (que si la portada patriotica, que si la bandera, que si la comercialidad...), es pura demagogia.

viernes, 3 de mayo de 2013

Grandes disgustos con Grandes discos (Parte 2 de 3).

Cuando el amigo Mansion nos propuso escribir estas entradas en las que hablábamos de aquellos grandes discos con los que no llegábamos a conectar, supe desde el principio que abordábamos una cuestión peliaguda. Por ese motivo, lo último que he escrito para esta entrada ha sido la introducción que estáis leyendo, de esa forma sé lo que viene después y puedo pedir disculpas antes de que alguien se pueda sentir ofendido. Igual me he pasado con alguna frase en concreto, pero ruego no se me tenga muy en cuenta ni lleve a nadie al enfado, ya que he querido ser totalmente honesto expresándome sin ningún tipo de cortapisas. Decir ante todo que cualquier expresión que pueda ser vista como una agresión a los gustos de cualquiera de vosotros, debe ser interpretada más como un arrebato de sinceridad hacia un material con el que no empatizo que como un insulto gratuito. Ya quisiera yo que estos cuatro álbumes que vienen a continuación me tocaran la fibra sensible, así tendría más música con la que pasar buenos momentos, pero lamentablemente no ha sido así.


Bruce Springsteen - Born To Run (1975)

No puedo con su discografía y mucho menos con su obra clave en la que todo lo que conlleva ser Springsteen está elevado a la enésima potencia. Quizá no conecte con él porque valoro en la música otros aspectos distintos a los que Bruce es capaz de ofrecer. Le he dado muchas oportunidades y tengo claro que no me tocará la fibra sensible por mucho que siga intentándolo. Born to Run es un álbum demasiado efectista, repleto de cambios de ritmo y acelerones en los que se ve clara la intención de provocarte el subidón constante. Bruce se esfuerza por impactar y trasmitir, pero para disfrutar de un álbum no necesito que me estén cantando de continuo en pleno éxtasis. Me cansa tanta pose. Lo he intentado también con The River y en el segundo tema lo tuve que dejar porque volvíamos a lo mismo: Sherry Darling empieza bien, pero termina perdiéndose en la misma hecatombe sin sentido. Quizá inconscientemente me he creado una imagen de Springsteen que roza la caricatura, pero también lo he intentado con Nebraska por ver otra de sus facetas y por poco me duermo antes del tercer tema.


Deep Purple - Made In Japan (1972)

Cualquiera que haya leído el blog con asiduidad, sabrá que mi género predilecto es el pop sin demasiadas complicaciones. Luego, comprar original Made In Japan de Deep Purple fue un craso error por mi parte. Me hice con él con veintipocos años, quizá a partir de verlo reseñado en un ranking confeccionado por la revista Discoplay a partir de las votaciones de los lectores. El caso es que gracias a este disco sé con seguridad que el virtuosismo instrumental y los largos sólos de guitarra no van conmigo, al menos del estilo que se prodiga en este doble álbum. Sinceramente, me da igual que el músico en cuestión se deje los dedos durante horas. Tampoco quiero ser demasiado duro ni me apetece exagerar, pero creo que ni los más fanáticos del grupo pueden tragarse el sólo de batería de Ian Paice en el tema Child In Time The Mule. Ese momento sin venir a qué de un tío aporreando la batería sin ningún otro tipo de apoyo instrumental resume a la perfección la intención de este doble directo, alimentar los egos de los músicos a base de machacar instrumentos y torcerse los dedos.


John Lennon - Imagine (1971)

Es cierto que Imagine apareció en el número 3 de nuestro ranking sobre los mejores discos de los Beatles en solitario, pero diré en mi defensa que fue el resultado de una votación consensuada entre varias personas, yo me limité a escribir la reseña después de que se establecieran las posiciones. Mi álbum favorito de Lennon es Plastic Ono Band, de hecho es el único al que la serie Classic Albums le ha dedicado un documental. Siendo honestos, Imagine me parece un álbum interesante con tres o cuatro temas geniales, pero para nada la obra emblemática de Lennon que su viuda nos ha querido vender durante todos estos años. En mi opinión, Imagine es el álbum a partir del cual Lennon empieza su verdadero declive como compositor, ofreciéndonos la primera de sus obras irregulares durante los setenta. Haciendo un breve resumen sin querer hacer demasiada sangre, diré que Crippled Inside no tiene nada que la haga especial, I Don't Want to Be a Soldier Mama es demasiado repetitiva, Oh My Love es demasiado candorosa incluso para los cánones de McCartney, How Do You Sleep? es destacable tan sólo por la pelea con su ex-colega en los Beatles y Oh Yoko! es el típico cierre simpático en el que rinde pleitesía a su nueva musa y dominatrix.


King Crimson - In The Court Of The Crimson King (1969)

King Crimson es otro grupo al que he dado por imposible después de ser asignatura pendiente durante mucho tiempo, ya que otros colaboradores del blog a los que respeto en cuanto a criterio musical me lo han recomendado fervientemente durante años y años. A estas alturas tengo claro que si no he conseguido empatizar con su álbum más conocido y rompedor, no me queda mucho más que hacer con el resto de su discografía. Al contrario de lo que ocurre con Emerson, Lake & Palmer, por poner un ejemplo, King Crimson son considerados la élite intelectual del rock progresivo y les rodea una especie de aureola de sofisticación que no llego a entender. Yo compré su opera prima, de la que estamos hablando ahora, muy jovencito y en ninguna de las escuchas le encontré una canción que me tocara la fibra sensible (aunque tratándose de King Crimson, más que hablar de canciones, sería más propio hablar de pasajes). Si el sólo de batería de Ian Paice se lleva la palma en Made In Japan, en este álbum me gustaría destacar una de las partes instrumentales de Moonchild en la que los instrumentos se encuentran a un nivel bajísimo durante minutos que se hacen eternos. Reconozco que 21st Century Schizoid Man no me desagrada y I Talk To The Wind es el corte con el que más puedo conectar, aunque para escuchar folk de calidad prefiero ponerme antes con cualquier otro especialista en el género como la Fairport Convention.

domingo, 31 de marzo de 2013

Pequeños flops entre grandes hits (Parte 3 de 3).

Confieso que cuando Manuel se puso a hacer estas entradas sobre pequeños flops en discos de Grandes Exitos, una irrefrenable ansiedad por poner a caldo determinados temas de varios de mis grupos/artistas favoritos se apoderó de mi, hasta el punto de solicitar al mismo Manuel la posibilidad de crear una tercera pata a semejante lista. No es la primera vez que una entrada en el blog se tiene que separar en tres o mas partes, por lo que, tampoco se crea un precedente. Lo que si podemos crear con estas entradas es una buena masa de enemigos del blog. No es nuestra intención, por supuesto.


The Rolling Stones: It´s Only Rock And Roll (But I Like It).

Lo siento, pero no. La canción tiene un titulo fantástico que define la esencia stoniana casi como ninguna otra, pero como canción es un cero a la izquierda. En 1974 los Stones ya habían dado lo mejor de si mismos (aunque todavía quedarían algunos buenos discos por grabar) y el álbum It´s Only Rock And Roll no pasaba de ser un álbum comparsa en comparación con lo que le precedía. Ojo, defiendo ese disco (como tambien Goats Head Soup y Black and Blue), pero no así la canción que le da titulo y que fue, posiblemente, uno de sus últimos grandes himnos de rock de los setenta. Aun así,no cuela. Me resulta cansina y hasta aparatosa. En directo la cosa tampoco ha mejorado, y me duele verla compartir cartel de clásico inmortal junto con Jumping Jack Flash, Brown Sugar Gimmie Shelter, canciones que están a años luz de esta mediocre Es solo rock and roll (pero me gusta).



R.E.M: What´s The Frecuency Kenneth?

R.E.M tienen una de las discografías que mas me han marcado desde siempre. Hasta 1994 creo que es casi infalible. Con cada disco daban un paso hacia adelante en la búsqueda de esa excelencia musical que encontraron en discos fundamentales para mi como Document o Automatic For The People. Solo Out Of Time supone para mi un paso atrás, pero nada relevante si entendemos su obra en conjunto. En 1994 editaron Monster, un disco que me gustó mucho y me sigue gustando hoy dia. Dentro de una colección potente de canciones eléctricas y distorsionadas, sobresale negativamente, la pesadísima What´s The Frecuency Kenneth. Nunca la soporté, a pesar, insisto, de que Monster me parece todo un acierto como álbum. Era un tema que me recordaba a lo peor de ese sonido indi americano tan de moda en esos años, pero pasado por un tamiz pomposo y que para nada conectaba con los inicios del grupo y aquella facilidad de componer temas pegadizos, que tenían a mediados de los ochenta. Absolutamente prescindible, aunque la gente se volviera loca en sus conciertos.


Prince: Peach.

En 1993, Prince decidió editar su primer gran recopilatorio de grandes éxitos. Y lo hizo en formato triple (el tercer disco incluía sus caras B mas representativas del periodo 78-93). Ademas, como gancho, incluía dos nuevos temas. Uno de ellos, este Peach, que ostenta el dudoso merito de ser la sintonía archiconocida del programa Corazón Corazón de TVE y desde hace un montón de años. Con eso, ya lo digo todo. La canción no es mala, pero palidece con lo que Prince era capaz de parir en aquellos años. Rebaja su caché creativo para entregar un tema destinado a enganchar a las masas, olvidando cualquier atisbo de calidad  e innovación, que siempre han sido marca de la casa en el genio de Minneapolis. A veces pienso que es un refrito de la excelente Cream de un par de años antes. Pero no llega ni a eso.


Elton John: Nikita.

Muchos pensamos que Elton John murió en 1976. Por lo menos, el mejor Elton John. Un músico al que siempre he tenido aprecio por lo que hizo mas que por lo que hace. Fueron los ochenta (a pesar de su innegable éxito comercial) los que llevaron a Elton a jugar en la liga de lo más comercial. Perdió gran parte de su atractivo creativo para abrazar con ganas la comercialidad mas superflua. Nikita, y su insoportable video clip, supuso el paradigma de lo que fue el peor Elton John. El de los ochenta. No la soporto cuando suena en cualquiera de sus Greatest Hits tras maravillas como Your Song o Tiny dancer. Acabas lamentando que Elton pagara gustoso ese peaje que lo llevó de actuar con el mismísimo John Lennon a hacerlo con gente como Ronan Keating o el rapero Eminem.


U2: Sunday Bloody Sunday.


He sido muy fan de U2. En mi juventud (no tan lejana) fui un seguidor  obsesivo. Hasta el punto que aun son el grupo al que mas veces he visto en directo y en un numero mayor de giras. Ahora la cosa no es así y los veo y escucho con mucha frialdad y añoranza por lo que un día fueron y ya no son. Maldito dinero. En cualquier caso, dentro de su poco discutible legado ochentero, Sunday Blood Sunday ya no hay por donde cogerla. Eco de un dudoso pasado comprometido de la banda, el uso cansado y repetitivo de su mensaje y el inevitable paso del tiempo le han pasado factura. Ahora mismo me resulta fuera de lugar, de tiempo y sin ese ápice combativo y melódico que tan atractivo me resultaba en su día. Ademas, cantada por el Bono actual, roza la autoparodia.



Tom Petty: Free Falling. 

Pobre Tom. Si supiera que he metido su Free Falling en esta entrada, me dejaría de hablar. Pero es que de todas sus canciones mas conocidas, esta es la que mas me chirría. Reconozco el encanto que tiene para engatusar a las masas, a la MTV y los 40 Principales, pero es una canción sin chispa. De esas que el bueno de Tom podría componer con los ojos cerrados. Ademas, la producción de Jeff Lyne le sienta muy mal, a diferencia de la mayoría de temas que componen el imprescindible Full Moon Fever. Free Falling se corea en todos los recintos donde actúa (quizás tras American Girl sea su canción mas conocida popularmente) pero no aporta nada a la carrera del rubio de Florida. Es mas, pienso que ni siquiera hace justicia al verdadero estilo de Petty. No pasaría nada si la dejara bien guardada en un baúl y retomara otras canciones de su repertorio mucho mas incontestables.


Bruce Springsteen: Dancing In The Dark.

Los que crecimos con Bruce en los ochenta, no podemos olvidar nunca el impacto que causó en nosotros el video de Dancing In The dark y los bailes de Springsteen con una joven Courtney Cox. Visto hoy dia, puedo afirmar que pocos vídeos pueden ser tan poco representativos de la carrera de un músico como ese. La canción la compuso Bruce por encargo expreso de su productor/manager Jon Landau, cuando este, insatisfecho con el resto de temas que iban a formar parte del álbum Born In The USA, le pidió una canción comercial y que sirviera de carta de presentación del disco. A regañadientes, Bruce entrego este tema de impecable factura pero de exagerada tendencia al consumo masivo. Todo el mundo bailó al son de Dancing In The Dark como dos años antes lo habían hecho al ritmo de Billie Jean. A Bruce le cayeron los dólares como si fueran copos de nieve, pero le costó recuperarse del desastre de imagen y pomposidad del video y de esos sintetizadores. Cuando ahora suena en directo es otra cosa (innegable su poso rock, claro esta) pero a mi me sobra de cada cien, cien.

lunes, 11 de febrero de 2013

Bruce Springsteen - The River en retrospectiva



Cuando Manuel dedicó una entrada a modo de retrospectiva hace ya unos meses al álbum So de Peter Gabriel, creo que no estaba entre sus intenciones el crear una mini-sección con personalidad propia dentro del blog. Pero la cuestión es que con esta entrada que dedicamos al álbum The River de Bruce Springsteen, serán cuatro los discos repasados bajo ese prisma de retrospectiva. Y curiosamente los cuatro son discos de la década de los ochenta y de los que podríamos llamar emblemáticos. No seré yo quien lo diga, pero creo que una sección está tomando forma en el blog sin que nos demos cuenta.

Enfocar una entrada de un álbum tan conocido y asimilado por los aficionados a la música en general y al rock americano en particular, puede pecar de resultar innecesario y hasta perezoso para el lector. Muchos nos conocemos al dedillo el contenido de este álbum, hasta el punto de citar las canciones de forma ordenada y secuencial como si del abecedario se tratara, y con esta entrada tampoco pretendemos ir mas allá. Solo queremos que sirva de reconocimiento expreso a uno de los discos dobles fundamentales de la historia del rock (en mi modesta opinión) y que de alguna manera fue el colofón perfecto a la época más brillante del músico de New Jersey.

Yo siempre digo que crecí con la música de Bruce Springsteen. El me crió. Desde los primeros descubrimientos de su música a través de aquella sensacional caja Live de cinco vinilos, pasando por sus primeros discos hasta la actualidad. Siempre ha sido mi acompañante en todo tipo de vivencias y al que siempre diré que “le debo mucho de lo que soy como aficionado a la música”. Y si hay un disco que para mi tiene un valor especial, mas allá de gustos, es The River. Publicado en Octubre de 1980 y uno de esos discos que yo llamo enciclopédicos, por la amplia muestra de estilos y aristas que atesora. Al final es solo rock and roll pero con carácter de perdurabilidad. The River es un álbum doble sin apenas pasos en falso o temas de relleno. Casi diría que estamos ante uno de los discos dobles mas contundentes y de mayor empaque de la historia del rock. Antes de comentar las canciones y las preferencias de uno, si es bueno que analicemos el disco en su momento y el peso específico que tuvo y sigue teniendo en la carrera de uno de los mas grandes músicos que ha dado el rock.



El festival No Nukes, celebrado en Septiembre de 1979, sirvió como perfecto escaparate para mostrar al mejor Bruce Springsteen. En esa cita, en la que compartió cartel con gente como Tom Petty o Jackson Browne, Springsteen, en una memorable actuación, estrenó el tema The River, una canción que acabaría siendo capital en su carrera y que estaba a punto de suponer la piedra angular de su nueva obra discográfica. Una obra que iba a suceder a discos tan emblemáticos como Born To Run y Darkness On The Edge Of Town. Pero el álbum The River como tal, vivió un proceso creativo bastante lento, como era por entonces marca de la casa en los métodos perfeccionistas y obsesivos de su autor. Nada que ver con el Springsteen actual, desde luego. Conocida era la sobrehumana capacidad de trabajo de Sprinsgteen en aquellos años y el grado de compromiso para con su obra, hasta el punto de acabar siempre desechando canciones sensacionales en beneficio de otras mas dudosas pero que encajaban mejor en la obra como conjunto o con el mensaje que el quería dar. 

The River, tal y como lo conocemos, no fue ni mucho menos la idea preconcebida que Bruce tuvo a la hora de meterse al estudio. En 1979, tras finalizar la mítica gira del álbum Darkness On The Edge Of Town, y con muchos temas en cartera dispuestos a ser registrados para un nuevo disco, grabó un disco con entidad propia que respondía al nombre de una de sus canciones: The Ties That Bind. Un álbum único que ya contenía sensacionales piezas como  Loose Ends o Be True, que finalmente acabarían siendo caras B y formando parte de la caja recopilatoria Tracks (1998). El disco, lejos de publicarse, permaneció en capilla hasta nuevo aviso. Un accidente doméstico (emulando a su adorado Dylan) hizo que pasaran los meses sin noticias de Springsteen y sin el anunciado nuevo disco.

Ese tiempo de combalecencia, sirvió a Springsteen para pensar y pensar mucho. Hasta el punto de desechar el disco tal y como estaba registrado y volver al estudio de grabación con su banda para volver a empezar de nuevo. Además, con nuevos y excelentes temas encima de la mesa. Como ya le pasó en la grabación del álbum Darkness On The Edge Of Town, volvía a tener overbooking de canciones para dar forma a un disco nuevo, con el riesgo permanente y ya conocido, de tener que acabar desechando canciones de gran nivel. Pero esta vez, empujado por el entusiasmo del grupo (con Steve Van Zant a la cabeza) y librado de las presiones de tener que suceder a un éxito como el de Born To Run, Bruce se tomó la grabación como si de una actuación en directo se tratase. Las canciones suenan vitalistas, nada sobrecargadas, y llenas de entusiasmo e intensidad rock. Suele decirse que es el álbum mas E Street Band y tengo que decir que estoy de acuerdo con esa afirmación. Al abrir el abanico para un álbum doble, los matices y la amalgama de estilos se estira muchísimo y nos muestra al Springsteen definitivo y mas liberado que conocemos. Un disco de esos que se llaman de madurez.


A diferencia del oscuro Darkness On The Edge Of Town, aquí a Bruce no le importa sonar festivo y hasta despreocupado. Canciones de carácter jovial como Crush On You, I´m a Rocker o You Can Look nos muestran al Springsteen mas desenfadado que conocemos trasladando además el mensaje que el rock, como arte, no solo debe servir para emocionar sino también para pasarlo bien. Impensable que este tipo de canciones pudieran haber tenido cabida en discos precedentes. Y también hay calidad, como en la preciosa The Ties That Bind (que tiene algo de autoafirmación), Sherry Darling o la propia Hungry Heart, primer gran éxito a modo de canción de Bruce en Europa y que en su día llegó a reconocer la influencia del sonido de Abba en su encantador estribillo.

De todos modos, hablamos de Springsteen. Y ante todo, hablamos de la pasmosa facilidad que tiene este señor de emocionar al oyente. Y en eso The River, es punto y aparte. A lo largo de sus surcos encontramos paradas verdaderamente geniales, que por derecho propio, deben pasar a engrosar lo mejor de toda su obra registrada. La propia The River (una de esas canciones que todo el mundo debería saber recitar), la emotiva Independence day, donde retrata la particular y difícil relación que siempre tuvo con su padre, The Price You Pay, la ambiental Stolen Car, la punzante Point Blank o la inigualable Drive All Nigth. Increíble las sensaciones que puedes llegar a sentir cuando escuchas en la penumbra de la noche esta canción.

The River fue un rotundo éxito de ventas y crítica. Un disco que marcó a toda una generación rock que anhelaba escuchar canciones como las que este disco contiene. A finales de los setenta el rock había perdido su esencia derivando en otros muchos estilos y planteamientos. Elvis había muerto y Dylan andaba algo despistado. Por fortuna, un tipo irrepetible de New Jersey, iba a demostrar que estaba él para recordarnos la grandeza de este bendito arte. Como ya hizo en 1975. Y testigos de ello fueron los asistentes a su primer concierto en España, un lluvioso día de Abril de 1981. El día en que el mito Springsteen empezó a calar en nuestro país. Pero eso, es otra historia.



sábado, 19 de mayo de 2012

Bruce Springsteen - Waitin' on a sunny day (live)

Impresionante lo de este tío, por algo es The Boss