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jueves, 10 de marzo de 2016

Prefab Sprout (8 de 10): The Gunman And Other Stories


Cuatro años después de Andromeda Heights, Paddy McAloon comenzará a fraguar el octavo álbum de Prefab Sprout. Si en el disco anterior se había prescindido de la batería de Neil Conty, en The Gunman And Other Stories será Wendy Smith la que abandonará el grupo por haber sido madre el año antes. Ninguno de los dos volverá a militar como miembro del grupo. Los hermanos McAloon quedarán como dúo bajo el nombre de Prefab Sprout y, por primera vez en este nuevo trabajo, la voz de Wendy no secundará a la de Paddy.

Como dato curioso, el año anterior a la publicación de The Gunman se producirá un regreso a los escenarios por parte del grupo después de diez años de ausencia en ese terreno. No contarán con Wendy Smith, pero rescatarán a Neil Conty como batería bajo contrato, no como miembro oficial de Prefab Sprout. En youtube se pueden ver imágenes de estas actuaciones y choca bastante el aspecto físico de todo el elenco si lo comparamos con aquellas gloriosas actuaciones de los años ochenta. Neil Conty apenas tiene pelo y a Paddy se le notan en la larga barba amplios mechones de pelo blanco. Lleva también unas extrañas y aparatosas gafas que podrían quizá anunciar los graves problemas con la vista que sufriría dos años después.



The Gunman And Other Stories fue producido por Tony Visconti y contó con la participación de notables músicos de sesión como Carlos Alomar. Ambas leyendas del rock nos remiten irremediablemente al Bowie de la segunda mitad de los setenta. El disco será nuevo con ciertas reservas, ya que parte del material que contiene había sido cedido anteriormente por Paddy a otros músicos como Jimmy Nail o la propia Cher. A pesar de esta apariencia reciclada por rescatar algunas canciones ya conocidas, The Gunman es un álbum conceptual acerca del Viejo Oeste del que Paddy se confiesa admirador contra todo pronóstico. Es por ello que el álbum contará con la inclusión de instrumentos tradicionales del Oeste Americano como el banjo, además de una gran presencia orquestal dirigida por el propio ViscontiThe Gunman contentará con creces al fan medio de Prefab Sprout, pero no impactará comercialmente al igual que tampoco lo hizo el álbum anterior.

Me gustaría destacar el genial arranque del álbum a golpe de banjo con un tema tan encantador como Cowboy Dreams. Sigue después el relevo una canción al estilo más clásico de Prefab Sprout llamada Wild Card In The Pack, tema que, de haber sido publicado en la época dorada del grupo, sería a día de hoy un clásico de los ochenta. The Gunman por su parte es un intenso medio tiempo con una alargada intro instrumental a la guitarra tras la cual se desarrolla el tema en sí. Hablamos de la canción ya publicada por Cher seis años antes en su álbum It's a Man's World. No me extraña que Paddy la rescatará para hacerla propia, ya que hablamos de una de las mejores canciones de toda su carrera. Otras canciones como I'm a Trouble Man o Blue Roses cumplen con creces, pero otras como Love Will Find Someone For You o When You Get To know Me Better se quedan a medio camino en lo esperable de un compositor tan infalible como Paddy. El resultado global es, como he dicho, un trabajo más que correcto con muchos claros y pocos oscuros.

Otro de los proyectos que quedó inacabado e inédito por la época que nos ocupa sería otro álbum del grupo cuyo título habría sido 20th Century Magic. Fue concebido como banda sonora del nuevo milenio debido a la llegada del año 2000 e incluía una canción titulada Twilight Of The Pimps que hablaba sobre el Millenium Dome de Londres. Todo quedó en nada, aunque otros músicos como Peter Gabriel si llegaron a publicar por aquella época un álbum llamado OVO sobre la misma temática.



Sólo nos queda cerrar esta entrada hablando del único álbum de Paddy McAloon en solitario publicado dos años después de The Gunman, I Trawl The Megahertz. Un disco que no tiene nada que ver con la música de Prefab Sprout, instrumental en su totalidad con la excepción del tema Sleeping Rough. Según las propias palabras de su autor: Fue compuesto cuando tuve mis problemas con la vista, y lo grabé con mi ordenador. Curiosamente, se parece más a lo que son mis gustos musicales, más que otras cosas que haya hecho. Lo hice ignorando totalmente las ideas preconcebidas que la gente pudiera tener sobre mí y mi música. Estaba cansado de mí mismo, así que quise componer un disco basado en el sonido, que te pudieras perder en sus melodías y en lo que expresan. Hablamos de una excentricidad que contra todo pronóstico recibió el favor de la crítica, aunque cualquier fan del grupo no se sentirá demasiado atraído al ofrecer una faceta radicalmente distinta a la que suele ofrecer su autor.

sábado, 27 de febrero de 2016

Prefab Sprout (7 de 10): Andromeda Heights


Después de un año sin publicar en el blog, vamos a reactivarnos con las entradas que nos faltaban sobre la discografía de Prefab Sprout. Nos quedábamos hace más de un año en Jordan: The Comeback, extenso álbum de 1990 tras el que el grupo publicó un disco recopilatorio (de todo esto hablábamos extensamente en la entrada de la que dejo aquí el enlace).

Andromeda Heights, el disco que nos ocupa, salió al mercado cuando nadie lo esperaba. A las puertas del nuevo milenio, Prefab Sprout volvía con un interesante trabajo después de siete años sin sacar nuevo material. Se inicia aquí una nueva etapa para el grupo con importantes diferencias respecto al periodo anterior. En primer lugar, la formación clásica se irá desmembrando disco tras disco. De hecho, Andromeda Heigths se grabará con la ausencia del batería Neil Conti al que tampoco vamos a echar de menos en demasía. A partir de este álbum, Prefab Sprout tendrá una actividad intermitente y pasará casi sin darnos cuenta a ser un proyecto en solitario de Paddy McAloon. Las actuaciones en directo brillarán por su ausencia y el grupo sólo existirá sobre el papel para rubricar los siguientes trabajos. La banda de los ochenta con un moderado éxito comercial pasará a ser la obra de un ermitaño, perfeccionista como ningún otro, que espaciará su producción el tiempo que crea oportuno. Quedarán los fieles seguidores del grupo y la prensa musical especializada, pero el éxito comercial apenas asomará en las nuevas entregas.

¿Porqué se produjo ese parón de siete años? Sólo nos queda hacer suposiciones de lo que ocurrió. Teniendo en cuenta que Jordan: The Comeback apareció en 1990 y el recopilatorio A Life Of Surprises en 1992, nos quedan tan sólo cinco años por justificar. La clave puede encontrarse en el álbum Let's Change The World With Music publicado en 2009. Este disco tendría que haber salido en 1994, pero McAloon no logró convencer a los directivos de la discográfica de la valía del álbum. De haber aparecido en su momento, Andromeda Heigths se habría distanciado de su predecesor en tres años y sería una piedra más en el camino en lugar de lo que fue en realidad, un nuevo comienzo.

El álbum que nos ocupa demuestra por enésima vez la maestría melódica de Paddy como autor. Si algo le podemos achacar es esa perfección obsesiva que parece encorsetar las canciones, además de la nula evolución respecto al sonido anterior del grupo. Andromeda Heigths podría haber salido perfectamente a finales de los ochenta. Después del grunge y otros tantos estilos, además del lo-fi, suena anacrónico respecto al año en el que fue publicado, aunque si nos ponemos a pensar... ¿acaso Crimson/Red de 2013 no suena igual que Steve McQueen de 1985? Disculpemos en cualquier caso a Paddy pensando que su sonido es atemporal y forma parte del universo de su autor.

Volviendo a Andromeda Heights, esta nueva entrega gira entorno a la extraña asociación entre el amor y el espacio sideral, con referencias al cosmonauta ruso Yuri Gagarin. Puro pop sin concesiones, de ahí que pueda resultar algo empalagoso si se escucha de una sola tacada. No hay respiro ni cambios de ritmo, casi todos los temas son medios tiempos con sobredosis de azucar. Para los amantes de ese tipo de música como yo se hace tolerable, pero puedo entender que eche para atrás a oyentes con otras preferencias. Me gustaría destacar especialmente el arranque del álbum con la dupla Electric Guitars / Prisoner Of The Past. Uno de los comienzos más consistentes de su carrera discográfica, sino el que más. Los primeros acordes de Electric Guitars son emblemáticos para cualquier fan del grupo. Las calmadas estrofas nos llevan a un vibrante estribillo cantado a dos voces por el propio Paddy McAloonA Prisoner Of The Past es puro músculo instrumental combinado con una sutileza en los melodías que hará las delicias de cualquier amante del pop. Saltamos a la mitad del álbum para hablar de Avenue Of Stars, un tema que comienza instrumental pero que transmuta en otro de los clásicos que nos regala este álbum. La melodía principal se va desenmascarando poco a poco a través de esa intro no cantada hasta que la voz de McAloon la desvela en su totalidad. Y para terminar, me gustaría destacar la canción final que da título al álbum. Una canción pop preciosa a ritmo de vals que también cuenta con una larga intro instrumental. 
Andromeda Heigths es un trabajo notable, algo azucarado, pero que nos demostró en su momento que McAloon seguía en plena forma a pesar de aquellos siete años de silencio.

Vamos a terminar, como ya hicimos en otras ocasiones, hablando de esos proyectos abortados por Prefab Sprout durante el periodo que nos ocupa. En primer lugar, Zorro The Fox, una hipotética banda sonora de película de la que Paddy rescató la canción Swans para Andromeda Heights. Anterior a Let's Change The World With Music de 1994 es el álbum Knights In Armour, muy luminoso y romántico según las propias palabras de su autor. Muchas de las canciones de este álbum inédito terminarían como caras B de los singles de Andromeda.

Dos años después, en 1999, salió al mercado el segundo recopilatorio de Prefab Sprout bajo el título 38 Carat Collection. Doble CD que incluía los temas más conocidos del grupo junto con los temas más destacados de Andromeda Heights en orden cronológico.

lunes, 5 de enero de 2015

Top 20: Mejores Canciones Internacionales del s. XXI (3 de 3)

07. The Suburbs

Músico: Arcade Fire
Álbum: The Suburbs
Año de publicación: 2010
Datos: Arcade Fire no llegaron a convencerme del todo hasta su tercer álbum. Los veía demasiado grandilocuentes y, si su primer álbum se me hacía un poco cuesta arriba, al segundo le di muchas menos oportunidades por parecerme algo inferior. The Suburbs me convenció quizá por adoptar un tono algo más clásico. Canciones como Ready To Start, Wasted Hours, We Used To Wait o el tema homónimo que abre el álbum (el que nos ocupa) me abrieron las puertas a su música.




06. Mardy Bum

Músico: Arctic Monkeys
Álbum: Whatever People Say I Am, That's What I'm Not
Año de publicación: 2006
Datos: La primera vez que leí algo sobre los Arctic Monkeys hablaban de ellos como los nuevos Beatles. Mal comienzo. Me cerré en banda a su álbum debut, pero poco a poco he ido cediendo a los prejuicios que me inocularon los tabloides británicos con sus estúpidas comparaciones. Los Arctic Monkeys son una pasada y Alex Turner un genio precoz que diez años después continúa ofreciéndonos clásico tras clásico. Mardy Bum sigue siendo para mí, a pesar de lo que ha llovido, su canción más redonda.





05. Australia

Músico: The Shins

Álbum: Wincing The Night Away
Año de publicación: 2007
Datos: Aquellos que me recomendaron los dos primeros álbumes de The Shins no estaban muy convencidos de que Wincing The Night Away fuese tan bueno como sus predecesores. Lo escuché sin demasiadas esperanzas y a día de hoy es mi álbum preferido del grupo liderado por James Mercer. Phantom Limb, Sea Legs, Red Rabbits... en este álbum hay demasiada calidad como para menospreciarlo o considerarlo obra menor. Australia es para mí una canción redonda, de lo mejor que ha parido su autor.






04. Laredo

Músico: Band Of Horses
Álbum: Infinite Arms
Año de publicación: 2010
Datos: Laredo me abrió las puertas a la música de Band Of Horses. Quedé prendado de Infinite Arms y descubrí las maravillas escondidas en discos anteriores como Everything All The Time o Cease To Begin. Mirage Rock me hizo despertar sobresaltado de tan intenso romance, pero Acoustic At The Rhyman me ha vuelto a reconciliar con su música al recordar tan buenas canciones. Laredo es una canción soberbia y, cada vez que la escucho, recuerdo aquel primer flechazo con la música de Ben Bridwell.



03. Misread

Músico: Kings Of Convenience
Álbum: Riot on an Empty Street
Año de publicación: 2004
Datos: No se les ve mucho el pelo últimamente y su discografía se compone tan sólo de tres álbumes de estudio. Compensan sin embargo lo poco que se prodigan con una exquisitez compositiva infalible. Misread es una muestra más de que no son un mero sucedáneo o una actualización de Simon & Garfunkel. Nos encontramos ante un tema redondo y evocador desde los primeros acordes de piano. Melancólico como pocos, muy adecuado para escuchar en días de lluvia.





02. The Best Jewel Thief in the World

Músico: Prefab Sprout
Álbum: Crimson/Red
Año de publicación: 2013
Datos: Quien le iba a decir a Paddy McAloon en los ochenta que su mejor álbum acabaría saliendo al mercado en 2013. No es precisamente un secreto que soy un fanático incurable del pop inmaculado de Prefab Sprout y aún recuerdo las cosquillas por el estomago al escuchar tan sorprendente y magistral álbum cuando nadie esperaba nada de ellos. The Best Jewel Thief in the World es una de las mejores canciones de su catálogo y una apertura inmejorable para Crimson Red.



01. Numbered Days

Músico: Eels
Álbum: Shootenanny!
Año de publicación: 2003
Datos: En las posiciones anteriores de este ranking hay bastantes músicos con los que tengo más conexión que con Eels, pero Numbered Days merece sin lugar a dudas el número uno. La descubrí por sorpresa en Shootenanny! y fue amor a primera vista. Aquellos días me dejé llevar por el entusiasmo y hablé de ella en facebook mientras la comparaba con el Yesterday de los Beatles. Ahora, después de miles de escuchas, me reafirmo. Pocas veces me encuentro con una canción tan perfecta melódicamente.

martes, 18 de noviembre de 2014

Prefab Sprout (6 de 10): Jordan The Comeback


Pasamos el ecuador de este extenso monográfico sobre Prefab Sprout con una entrada dedicada a su quinta entrega discográfica. Un álbum que supone el fin de la etapa clásica del grupo, ya que después de él se producirá un largo silencio de siete años tras el cual nada volverá a ser igual.

Jordan: The Comeback será además el último trabajo del grupo que contará con la participación de Neil Conti en la batería, aunque colaborará como músico tocando en algunos conciertos que Prefab Sprout ofrecerá tiempo después. También hablamos del último trabajo creado antes de que Paddy McAloon se convierta en Prefab Sprout por sí mismo, ejerciendo después de él un control exclusivo y perfeccionista sobre cada nueva entrega. El álbum del que hablamos tiene además el honor de ser el más largo de su discografía. Resulta sorprendente que lograran meter diecinueve cortes en un sólo vinilo, sobrepasando la media hora de duración en cada cara.



A pesar de ser un álbum aclamado por los fans del grupo y ser nominado a los Brit Awards aquel mismo año, Jordan: The Comeback me parece un trabajo algo inferior a lo que el grupo nos tenía acostumbrados. Thomas Dolby vuelve a ejercer como productor y, quizá por ese motivo, el uso de sintetizadores se vuelve más acusado que en otras entregas. Es por ello que hablamos del álbum que peor ha envejecido de todos. McAloon abarca nuevos géneros en esta entrega, pero no alcanza en ningún momento la excelencia de temas pretéritos como Cars And Girls, When Love Breaks Down o Goodbye Lucille #1. Temas estelares como We Let The Stars Go, Carnival 2000 y All The World Loves Lovers no dan la talla en ese sentido, aunque sean inmaculados temas pop habituales en los recopilatorios.

Jordan: The Comeback es un álbum conceptual que trata varias obsesiones de su autor dividiendo el álbum en varios apartados. En allmusic indican que es difícil encontrar una unidad que dé coherencia a las canciones del disco en ese sentido, pero la revista NME dió la clave colocando el titular "Love, Elvis, God And Death" cuando publicó su reseña. Copio y pego un párrafo de wikipedia en el que se explican las diferentes partes de las que se compone:

Del corte 1 al 5: canciones pop.
Del corte 6 al 9: canciones inspiradas en una historia de Paddy McAloon en las que fantasea con la posibilidad de que Elvis Presley estuviera retirado, esperando la canción adecuada para regresar; es parte de la temática principal del álbum en la que también hay dos temas dedicados al malogrado bandido Jesse James.
Del corte 10 al 14: canciones pop-medley inspiradas en la visión particular de Paddy acerca del amor.
Del corte 15 al 19: canciones inspiradas en la particular visión de Paddy acerca de la religión.

Wendy Smith con el peinado para The Sound Of Crying

Esa sería la división si nos atenemos a las diferentes temáticas que su autor quería incluir en el álbum, pero el oyente notará que el quinto disco de Prefab Sprout sigue una estructura similar a Steve McQueen en cuanto a la accesibilidad de la propia música. Hasta All The World Loves Lovers, Jordan se desarrolla con los temas más inmediatos. En este primer bloque se encuadran temas tan conocidos como We Let The Stars Go, Wild Horses o Carnival 2000, pero también habrá agradables sorpresas como Looking For Atlantis, Jesse James Symphony o la propia Jordan: The Comeback para todo aquel que quiera profundizar en la obra del grupo. El segundo bloque se inaugurara con All Boys Believe Anything y se ocupa de una faceta más introspectiva no apta para todos los paladares. En esta otra mitad sobresalen dos cortes excepcionales injustamente desconocidos como son The Ice Maiden y Scarlet Nights. Recomiendo su escucha para cualquiera que quiera sorprenderse y no haya escuchado más allá de las canciones habituales del grupo.

Jordan: The Comeback era el álbum que seguía la evolución natural trazada después de From Langley Park To Memphis, aunque Protest Songs se retrasara en el tiempo y terminara colándose entre ambos trabajos. El álbum que nos ocupa supondrá el fin de los primeros Prefab Sprout, como ya dijimos al principio de esta entrada. Andromeda Heights se publicará siete años después y un paréntesis tan largo supone sin remedio el olvido en un ámbito tan cambiante como el mundo del pop. A partir de aquí, el nombre de Prefab Sprout será olvidado como grupo de primera línea y tan sólo los amantes del pop de calidad estarán atentos a los siguientes e imprevistos lanzamientos.

Para terminar, me gustaría hablar del primer recopilatorio oficial de la banda publicado en 1992. Saldría dos años después de Jordan: The Comeback con el nombre de A Life Of Surprises alcanzando con facilidad los primeros puestos en el Reino Unido y traería dos nuevos temas de excelente factura, sobre todo el primero de ellos: The Sound Of Crying e If You Don't Love Me. Fue el primer álbum que les compré para iniciarme en su música y le guardo un cariño muy especial. Al sonar tanto sus canciones en M80 no andaba yo muy convencido de haber hecho una buena compra, el tiempo terminaría por convertirme en un fan devoto.


lunes, 3 de noviembre de 2014

Prefab Sprout (5 de 10): Protest Songs


En la entrada anterior dejamos caer algunos apuntes sobre como Protest Songs fue archivado en beneficio de From Langley Park To Memphis. Sin embargo, la historia de este álbum no es ni de lejos tan simple como aparenta ser.

Protest Songs fue grabado y producido por Prefab Sprout en los estudios Linx de Newcastle durante el mes de septiembre de 1985, apenas tres meses después del lanzamiento de Steve McQueen. La idea era lanzarlo tan sólo durante la primera semana de diciembre como edición limitada para los fans que asistieran a la gira Two Wheels Good. Después sería pospuesto a enero de 1986 con una tirada limitada de 25.000 copias, pero volvió a ser archivado por la discográfica debido al inesperado éxito del single When Love Breaks Down. Mientras todo esto ocurría, CBS perdió una caja con copias del álbum del que aún no existía ni siquiera la portada. Estas copias de carpeta blanca, con diferencias respecto a la versión definitiva, se vendieron por Europa a un precio de 40 libras como si de un bootleg se tratara bajo el nombre de The Protest Demos. Finalmente, el álbum fue rescatado cuatro años después por Kitchenware Records tras remezclar canciones como Dublin o Pearly Gates y añadiendo un tema de última hora grabado durante las sesiones de From Langley Park To Memphis, Life Of Surprises (a la postre, el más conocido). Protest Songs fue publicado en junio de 1989 sin que el grupo hiciera promoción alguna, ya que Paddy por entonces se encontraba absorbido por la grabación de Jordan: The Comeback.


Wendy Smith, protagonista absoluta de la portada

El título del álbum llevó a la crítica y a gran parte del público a la confusión, ya que todos esperaban encontrar canciones protesta en el mismo estilo que el primer Bob Dylan o Billy Bragg. La temática del álbum no podía estar más lejos de esa etiqueta, ya que abarcaba emociones tan universales como la nostalgia, los celos o la traición. Till The Cows Come Home, por ejemplo, habla del contraste entre los valores ingleses antiguos y nuevos, mientras Diana es una canción en la que su autor especula sobre el futuro matrimonial de la princesa de Gales. El único tema que podría cuadrar como canción protesta es Dublin, un tema que crítica valientemente el uso de los mitos históricos por parte del IRA para sus fines violentos. 

Si nos atenemos al estilo musical del álbum, es innegable que Protest Songs fue grabado después de Steve McQueen. Yo lo considero como su equivalente menor en espíritu y, al aparecer tras From Langley Park To Memphis, algún despistado podría verlo como un paso atrás en la evolución musical del grupo. Es, sin lugar a dudas, el trabajo menos conocido de Prefab Sprout en su estilo habitual y tienes que ser muy fan para encontrar algo valioso en un álbum concebido desde el principio como un trabajo de segunda fila por su propio autor. Su presencia en álbumes recopilatorios es meramente anecdótica y, sin embargo, veremos a continuación como este álbum atesora excelentes canciones mucho más allá de Life Of Surprises.


Voy a destacar en primer lugar los temas que me parecen más sobresalientes. Tanto Dublin como Till The Cows Come Home se encuentran bien ocultos y son necesarias varias escuchas para apreciarlos como merecen. El primero de ellos es una balada acústica con una profundidad melódica estremecedora, mientras el segundo es una obra maestra de la nostalgia con un sublime acabado en las estrofas. Ambos son diamantes sin pulir que su autor debería haber trabajado más en el estudio. Me gustaría hacer mención también a Horsechimes por sus exquisitas estrofas y a Tiffanys por ese conseguido aire de music hall sin perder la esencia de su autor por el camino. La canción estrella del álbum, Life Of Surprises, estaría para mí por detrás de todas las nombradas anteriormente. Aunque dijimos al principio que el álbum no gozó de ningún tipo de promoción al ser publicado, la canción Life Of Surprises tuvo su videoclip tres años después al salir como single del primer recopilatorio del grupo, A Life Of Surprises. Musicalmente me parece una canción poco más que correcta, aunque no le niego el potencial comercial frente al resto de cortes del álbum.

En resumen, Protest Songs merece la pena por esconder entre sus surcos algunas de las canciones más subestimadas de la discografía de Prefab Sprout. El álbum es claramente inferior a los dos que lo preceden, pero estoy seguro de que los fans más entusiastas del grupo se sorprenderán por la inesperada calidad de varias de sus canciones.

Escucha Prefab Sprout – Protest Songs en Spotify

domingo, 19 de octubre de 2014

Prefab Sprout (4 de 10): From Langley Park To Memphis


Una vez afianzado un estilo propio, gracias al cual consiguieron darse a conocer cosechando alabanzas por parte de la prensa especializada, el siguiente paso del grupo fue apostar por potenciar su faceta más comercial lanzándose sin tapujos a la conquista del mercado americano.

From Langley Park To Memphis enseña sus cartas desde el título, ya que Langley Park es el pueblo del condado de Durham del que el grupo es originario, mientras Memphis hace mención a la ciudad capital del country en el estado de Tenessee. Si queremos más referencias sobre el deseo de conquistar los Estados Unidos, sólo tenemos que analizar canciones como Cars And Girls, que hace referencia directa a Bruce Springsteen, mientras The King Of Rock'N'Roll fue escrita desde la rendida admiración de Paddy por el inmaculado pop de otro icono cultural americano como Michael Jackson. La referencias no se paran aquí, ya que The Venus And The Soup Kitchen se mete en un género tan americano como el gospel y Hey Manhattan es un guiño en toda regla a la isla de Nueva York.

Teniendo en cuenta esas ganas de ampliar horizontes, resulta extraño el paréntesis discográfico de tres años entre su predecesor y el álbum que nos ocupa. Más si tenemos en cuenta la cantidad de canciones acumuladas de las que Paddy disponía ya en la época de Steve McQueen. Todo tiene una explicación y, en este caso, el retraso se aclara si tenemos en cuenta que el grupo grabó entre medias un álbum completo llamado Protest Songs que fue finalmente archivado en beneficio del potencial que veían en los nuevos temas compuestos para From Langley Park To Memphis. Ya hablaremos de Protest Songs en la próxima entrega sobre el grupo, ya que saldría a la luz en 1989 como el cuarto álbum oficial de su discografía.



El cambio de última hora terminó por ser la decisión acertada, ya que el álbum del que hablamos representa el mayor éxito comercial del grupo a nivel mundial. Tan sólo es necesario pasarse por youtube para comprobar que la mayoría de vídeos sobre Prefab Sprout versan sobre este disco: videoclips, conciertos, actuaciones en programas de televisión, etc. Cualquiera que tenga más de treinta años recordará el bombardeo en televisión con Paddy McAloon y su media melena cantando Cars And Girls mientras Wendy Smith murmuraba sus frases estelares. A mí me fascinó esta canción con tan solo nueve años y, volver a escucharla en M-80 mucho tiempo después, me hizo profundizar en su discografía hasta considerarlos a día de hoy como uno de mis grupos de cabecera.

From Langley Park To Memphis está considerado por norma general un escalón por debajo de Steve McQueen a pesar de su fama internacional alcanzada. Estoy de acuerdo en que el balance global no deja tan buenas sensaciones como su predecesor, pero su escucha se hace más agradable gracias a una adecuada sencuenciación de temas. El tercer álbum de Prefab Sprout no tiene las canciones divididas entre las dos caras del álbum como ocurría en Steve McQueen, alternándose todas ellas de forma magistral.

Ahora toca hablar de las canciones y me gustaría aprovechar para reivindicar varios temas poco conocidos, pero imprescindibles, que apenas se prodigan en recopilatorios. Enchanted es la primera sorpresa para cualquiera que escuche el álbum por primera vez. Hablamos de un corte con estrofas de mucho encanto adornadas con un gran trabajo en las segundas voces. Nightingales es una de las grandes baladas ocultas de su autor que, aunque pueda pecar de candorosa por las campanitas que la adornan, atesora algunas de las melodías más dulces de su carrera. El tercero en discordia es The Golden Calf, un tema que a base de guitarrazo limpio intenta sacar músculo para demostrar que Prefab Sprout son capaces de facturar algo más que pop preciosista. No consigue aparentar contundencia, pero nos deja una canción con madera de clásico que lamentablemente no gozó de mucha popularidad. Nancy (Let Yout Hair Down For Me) es un agradable medio tiempo que pone el broche de oro al tramo final. Una canción que, sin encontrarse a la altura de las anteriores, posee cualidades de sobra para que los fans del grupo puedan apreciarla como merece.



En cuanto a las canciones más conocidas, me gustaría decir que tanto I Remember That como Hey Manhattan! me han parecido siempre las menos agraciadas de todos sus éxitos. Melódicamente son intachables, pero pecan de un sonido demasiado almibarado. Por otra parte, Cars And Girls es una de las canciones pop más perfectas de los ochenta y, si me apuran, del siglo XX. Quizá me nublan el cerebro los recuerdos de mi infancia, pero me sorprende lo bien que ha sabido envejecer durante los últimos treinta años. El diálogo entre McAloon y Smith en los estribillos sigue siendo memorable, la intro posee uno de los comienzos más originales y rompedores de la música pop y cada punteo de guitarra está colocado en el lugar adecuado. The King Of Rock'N'Roll, por su parte, sigue siendo a día de hoy el Ob-La-Di Ob-La-Da de su cancionero, un tema tan liviano como cautivador y pegadizo.

Para terminar, me gustaría dejar un pequeño apunte sobre el frenético ritmo de trabajo en el que el inquieto líder del grupo se encontraba a mediados de los ochenta. No sólo compuso y grabó dos álbumes tan radicalmente distintos como Protest Songs o From Langley Park To Memphis, sino que entre medias sacó inspiración para componer canciones destinadas a un álbum navideño del que a día de hoy sólo se conoce el título de uno de sus temas: The Madman On The Roof. El disco iba a llamarse A Symphony of Snowflakes y fue creado según su autor para que todo el mundo pudiera cantarlo. A día de hoy aún sigue inédito.

Escucha Prefab Sprout – From Langley Park To Memphis en Spotify

sábado, 4 de octubre de 2014

Prefab Sprout (3 de 10): Steve McQueen


Recuperamos por fin el monográfico sobre Prefab Sprout que dejamos abandonado a finales de julio. Aún nos quedan ocho entregas y la demora para sacar la tercera se ha producido por no quedar del todo satisfecho con el texto sobre Steve McQueen. Creo haberlo reescrito tres veces al menos contando la presente, espero que esta vez sea la definitiva. Las siguientes entregas saldrán con más agilidad, al menos me gustaría publicar dos por mes a partir de ahora. Comenzamos:

Un año después de publicar Swoon, Prefab Sprout abrazará por fin el estilo que caracterizará a su música hasta nuestros días. Steve McQueen será un trabajo totalmente distinto al anterior al contar con la crucial participación en la producción de Thomas Dolby. Paddy McAloon ha dicho en alguna entrevista que Steve McQueen es el álbum de Dolby, ya que él fue el principal responsable de elegir las canciones que lo constituirían. El líder de Prefab Sprout disponía ya por entonces de un vasto catálogo de temas nuevos que pasaban del centenar. Si en Swoon no quiso grabar canciones como Bonny o When Love Breaks Down por temor a estropearlas, Dolby las reivindicaría con un excelente criterio como material de primera línea.

Steve McQueen será el álbum en el que la música del grupo se pulirá hasta tal punto que muchos críticos encuadrarán su estilo dentro de un género tan poco frecuentado como el jazz pop. La música de Prefab Sprout, sin las aristas del álbum anterior, adquirirá de esta manera un gran potencial comercial sin perder la exquisitez que su autor sabía imprimirle. Siendo plenamente consciente del estado de gracia en el que se encontraba, Paddy comenzará por esta misma época a almacenar montones de canciones anticipándose a futuros periodos en los que pudiera perder la inspiración. Será el principio del extraño personaje en el que se convertirá en décadas posteriores, pero ya desarrollaremos ésto convenientemente a posteriori.



Antes de Steve McQueen, McAloon disponía de algunas ideas para varios discos conceptuales. Esta tónica de publicar un álbum a partir de canciones de proyectos descartados será una constante en su obra. En el caso que nos ocupa, varias canciones de este álbum fueron pensadas inicialmente con un destino algo distinto. Faron Young, por ejemplo, iba a formar parte de un álbum conceptual sobre personajes famosos llamado Famous Fakes. El propio Paddy indicó en una entrevista posterior que "la mayor parte [de esas celebridades] eran una mierda". Por su parte, Goodbye Lucille #1 iba destinada a otro álbum llamado Goodbye Lucille. The Album en el que todas las canciones llevarían el mismo título (de ahí la enigmática numeración al final). Paddy admitiría a posteriori que la primera de todas ellas era la mejor y agradece a Dolby haberla rescatado para Steve McQueen.

La estructura del álbum que nos ocupa es algo peculiar, ya que todos los temas con mayor potencial comercial terminaron en la cara A, mientras el resto, de asimilación menos inmediata, quedaron relegados a la B. Esta inusual distribución me recuerda a la de otros álbumes como el Hounds Of Love de Kate Bush (publicado el mismo año) o incluso el A Hard Day's Night de los Beatles. Sólo es una apreciación personal, ya que al escucharlo siento como si Steve McQueen estuviera dividido en dos EPs totalmente diferenciados. Quizá los implicados en el proceso no tenían esto en mente al grabar y montar el álbum.

Cualquier fan de Prefab Sprout conocerá la anécdota según la cual los herederos del actor se opusieron a que el álbum fuera publicado en Estados Unidos con el nombre de su ascendiente. Es por ese motivo (herederos que no entienden de buena música) que terminaría llamándose Two Wheels Good Stateside en el continente americano. Y ya que hablamos de ediciones, me gustaría indicar que veinte años después saldría al mercado la Legacy Edition que incluiría un CD extra con los mismos temas grabados en formato acústico por Paddy McAloon en 2005. Es una delicia escuchar esta revisión desnuda de canciones tan magistrales, algunas de los cuales (Desire As) mejoran bastante con la actualización. Resulta curioso que los ocho temas registrados para este CD extra tomaran a Paddy más tiempo que la grabación original del álbum en 1985 debido a la espiral de perfeccionismo en la que el músico se encuentra sumergido actualmente.



Y para terminar, hablemos un poco de los temas más destacables. Yo conocía varias canciones antes de enfrentarme al álbum gracias al recopilatorio A Life Of Surprises. Bonny no la había escuchado nunca y fue de los cortes que más me impactó. De hecho, sigue siendo mi tema favorito y alguna que otra entrada le he dedicado en el blog. La considero a la altura de sus obras maestras más conocidas, aunque no sea carne habitual de radioformula. Appetite por su parte gana mucho situada en el álbum para el que fue concebida, creo que volví a redescubrirla aquí a pesar de haberla escuchado antes en varios recopilatorios. ¿Y qué puedo decir de When Love Breaks Down o Goodbye Lucille #1? Clásicos atemporales que componen la parte más conocida y exquisita de su obra, fue gracias a ellos que empecé a interesarme por este grupo. La cara B del álbum, sin alcanzar la maestría de su contraria, es un regalo sobre el que recrearse y seguir profundizando. Es por ella que Steve McQueen es un álbum de largo recorrido para el oyente.

Escucha Prefab Sprout – Steve McQueen en Spotify

miércoles, 30 de julio de 2014

Prefab Sprout (2 de 10): Swoon


Alguien que sólo conozca las canciones más radiadas de Prefab Sprout se sorprendería al escuchar el álbum debut de la banda. Poca gente podría reconocer que Swoon está firmado por el grupo sin tener ninguna información previa, ya que sus canciones ofrecen pocas pistas reconocibles de la música por la que después alcanzarían el éxito. Todos los elementos que eclosionarán en su segundo álbum están aquí latentes o tan sólo se apuntan de forma sutil. Si tenemos en cuenta que gran parte de las canciones de Steve McQueen se habían compuesto antes incluso de la publicación de Swoon, podríamos suponer que el propio Paddy había intentando conscientemente cambiar su forma de trabajar por la incertidumbre de ver publicado su primer álbum o simplemente por impactar comercialmente con algo más rompedor. La portada del álbum tampoco se nos hace muy familiar a simple vista, ya que hasta que no despliegas la carpeta del vinilo no te das cuenta de que la imagen representa a una pareja bailando envuelta en claroscuros (mucha gente especulaba con que fueran los propios Paddy y Wendy).


Una de las escasas fotografías de Paddy en la época de Swoon

En allmusic se indica que Paddy probó en el debut demasiadas ideas arriesgadas, quizá por intentar ofrecer un sonido más impactante antes que prestar más atención a la selección de temas. Ya por entonces disponía de otras composiciones como Bonny o Goodbye Lucille, ¿porqué arriesgar con otras propuestas menos comerciales como Cruel o Don't Sing? La respuesta la ofrecía el propio Paddy en una de sus entrevistas, indicando que por aquella época era reticente a grabar una versión definitiva de Bonny o Faron Young porque se le hacían tan familiares que temía desvirtuar la idea original.

Volviendo al álbum en cuestión, se podría decir en general que el estilo compositivo de McAloon parece de repente fragmentado, las canciones fluyen como si estuvieran hechas a partir de trozos que tuvieran poco que ver entre ellos. La fluidez natural de sus composiciones posteriores parece ausente y su forma de cantar se nos hace extraña, repleta de subidas y bajadas con cambios repentinos de voz. La voz de Wendy Smith no tiene tanta relevancia como tendrá posteriormente y la instrumentación parece demasiado frenética en algunos de los temas. Tampoco existe ningún corte potente que destaque sobre el resto como single, motivo por el cual Swoon es junto a Protest Songs de los álbumes con menos presencia en recopilatorios posteriores.


Imagen completa de la carpeta desplegable del álbum

Hablamos de un disco que necesita de muchas escuchas para ser apreciado en su justa medida, encontrando después de mucha insistencia tan sólo algunos momentos interesantes desperdigados entre las canciones. Tan ardua tarea no aporta desde luego una recompensa a la altura del esfuerzo realizado. Aunque la jugada no terminó por salirles bien desde el punto de vista comercial, otros músicos como Elvis Costello alabaron las complejas letras de temas como Couldn't Bear To Be Special o Cruel.


Es complicado destacar algunas canciones sobre otras, ya que el álbum se mantiene casi en la misma línea de principio a fin. Don't Sing, el primer tema del álbum es uno de los más memorables. De no ser por esa distorsión en la voz de Paddy al final de los estribillos hablaríamos de un corte bastante rompedor. Cue Fanfare crea una atmósfera interesante en las estrofas para terminar estropeando lo conseguido en los estribillos con esos "plane, plane". Tenía razón Costello cuando destacaba Cruel y Couldn't Bear To Be Special por encima del resto en la cuestión lírica. También son los cortes que más apuntan hacia la futura dirección que seguirá la música del grupo, dejando a un lado la cantidad de momentos extraños con esos "ba ba ba", "bo bo bee" o "bu bu pa pa". Si hubieran prescindido de tanta onomatopeya, igual las canciones habrían dejado más huella.



sábado, 12 de julio de 2014

Prefab Sprout (1 de 10): Introducción

En julio de 2013 me di el capricho de hablar de una banda poco conocida, La Costa Brava, y repasar todos sus discos en un especial que abarcó varias entradas. Un año después voy a hacer lo mismo con un grupo cuyos primeros álbumes se remontan a los años ochenta y cuya música, al igual que la de La Costa Brava, tiene un hueco muy especial en mi corazón: Prefab Sprout. No sé si esto de escribir especiales sobre grupos va a convertirse en una costumbre anual, pero se me ocurren muchos nombres de grupos o solistas con los que podría entretenerme en los veranos de los próximos años.


Paddy McAloon, Wendy Smith, Marty McAloon, Neil Conti

Si nos remontamos a un año atrás, el especial de la Costa Brava estaba compuesto por una intro, varias entradas comentando sus álbumes y un epílogo en el que hablaba de lo que había ocurrido con los miembros del grupo tras su forzada disolución. En el caso de Prefab Sprout va a ser algo distinto, ya que las reseñas de sus discos se me han ido de las manos en cuanto a longitud y no puedo dosificarlas de dos en dos como en el caso anterior. Si el grupo de Paddy McAloon tiene publicados 9 discos de estudio, en este monográfico sobre su trayectoria vamos a hablar de cada disco uno por uno dedicando una sola entrada en profundidad a cada título. Esta entrada que estás leyendo ahora servirá como introducción antes de embarcarnos en la crítica de su primer álbum de estudio. De esa manera, una introducción y nueve reseñas hacen un número redondo de diez entradas con las que cubrir la discografía de uno de los grupos musicales más exquisitos del pop de las últimas décadas.

En cada entrega intentaremos hablar de la génesis del álbum enmarcándolo dentro de la historia de Prefab Sprout, de manera que podamos establecer cierta continuidad entre cada reseña. De esa manera, además de una crítica sobre el álbum en cuestión, podremos extendernos hablando de hechos circunstanciales como la publicación de un álbum recopilatorio o de otros proyectos discográficos coetáneos que nunca vieron la luz. Y nada más, después de este preámbulo comenzamos a hablar de la prehistoria de Prefab Sprout antes de la publicación de su primer álbum de estudio:


Paddy McAloon a principios de los noventa

Cuando se empieza a relatar la historia de un grupo musical, normalmente se habla de las infancias de los componentes del grupo en orden de importancia. En el caso de Prefab Sprout, el orden jerárquico está tan claro que nos vamos a centrar en exclusiva en la vida de Paddy McAloon, su incuestionable lider y único compositor dentro del grupo. Su hermano Marty, Wendy Smith o el bateria Neil Conti son meros añadidos que iremos nombrando una vez vayan entrando en escena.

Paddy McAloon nació y creció en una pequeña villa cercana a Newcastle. Su padre era propietario de una gasolinera y trabajó en ella en su adolescencia mientras compaginaba dichas obligaciones con la pertenencia a diversas bandas musicales. Sus primeros héroes musicales fueron Marc Bolan y David Bowie, aunque en una entrevista de hace varios años desveló que los momentos que lo impulsaron a convertirse en músico fueron escuchar a alguien tocar con una guitarra el acorde inicial del Pinball Wizard de los Who y escuchar a los Beatles cantando los coros de She Loves You.

Paddy no tardó demasiado en formar su propia banda y ponerle un nombre sin sentido alguno: Prefab Sprout. Según sus propias palabras: "El nombre no significa nada. Por ese entonces, todas las bandas tenían nombres recargados que no significaban nada, en esa época pensé que la profundidad recaía al unir dos palabras distintas". Otras fuentes, indican que Prefab Sprout surge de una mala interpretación por parte del Paddy adolescente de parte de la letra de la canción Jackson cantada por Nancy Sinatra y Lee Hazelwood entendiendo prefab sprout (brote prefabricado) en lugar de pepper sprout (brote de pimienta). Una vez el grupo se puso en marcha, Paddy se lanzó a componer de forma enfermiza, de manera que ya por 1978 disponía de canciones que irían apareciendo en sus discos de mediados de los ochenta como Bonny, Faron Young o Goodbye Lucille nº 1.


Portada del primer single de Prefab Sprout

Prefab Sprout estaba formado por entonces por el propio Paddy, su hermano Marty y un amigo de la escuela a la batería llamado Michael Salmon. Juntos grabaron el primer single del grupo, Lions In My Own Garden (Exit Someone), un extraño título cuyas palabras forman el acrónimo L.I.M.O.G.E.S. (nombre de la ciudad francesa donde vivía por entonces la exnovia de Paddy). Según Paddy: "Mi hermano Martin buscó cómo editarlo de forma independiente y Keith Armstrong, que trabajaba en una tienda de discos en Newcastle, lo escuchó. Nos fue muy bien gracias a aquella pequeña tirada, fue como nuestra llamada de atención al mundo. Aunque más que una compañía local que nos editase el disco, lo que realmente buscábamos entonces era un manager." La canción que dió el pistoletazo de salida a Prefab Sprout ya apuntaba maneras y los críticos aplaudieron su complicada melodia comparándolos con Steely Dan. Stuart Maconie, un periodista musical, describió Lions como "enigmático y melancólico, melódico y, por tanto, perfecto para un graduado en literatura en paro con problemas de pareja".

A partir de ahí, Prefab Sprout publicaría todos sus trabajos con Kitchenware Records, la nueva discográfica fundada por Keith Armstrong, el chico empleado de la tienda de discos que les ayudó con su primer sencillo. Wendy Smith se incorporaría a la banda en su segundo single, The Devil Has All The Best Tunes, y el resto de la historia continuará en la siguiente entrada en la que hablaremos largo y tendido sobre Swoon, su álbum debut.

miércoles, 1 de enero de 2014

Lo Mejor de 2013 (1 de 2)

Manuel

Este año que termina no ha sido muy abundante para mí en cuanto a descubrimientos musicales. Podría resumirlo diciendo que he dejado de lado los nuevos lanzamientos para centrarme en saldar cuentas pendientes con vacas sagradas a las que nunca presté la atención necesaria. Así, me doy cuenta de que apenas me suenan los discos que copan las listas con lo mejor de 2013 según tal o cual revista. El año finaliza marcado para mi por el descubrimiento personal de Elvis Costello gracias a la insistencia del amigo Mansion. Bien es cierto que tardé bastante en apreciar su música, pero a fuerza de insistir con sus primeros discos me he escuchado a estas alturas la friolera de once o doce de sus trabajos.

Yo no tenía planeado participar en una entrada resumen, pero haciendo balance he encontrado tres discos que me gustaría destacar de lo poco novedoso que he podido escuchar este año. Teniendo en cuenta que para mí ha sido un año de revisión musical, resulta consecuente que los tres trabajos que voy a nombrar sean de viejos conocidos por estos lares.

3. Paul McCartney - NEW

A estas alturas de la película, me ha sorprendido gratamente lo bien que lo ha tratado la crítica musical en líneas generales. NEW es una amalgama de lo mejor que McCartney ha sabido hacer a lo largo de toda su carrera en solitario. Algunos seguidores del músico lo acusan de aparentar una modernidad en su sonido que ya no le corresponde y otros de autoplagiarse en cada canción. Yo digo que no hace falta buscarle tres píes al gato y que lo importante es disfrutar de las nuevas melodías que McCartney aún nos ofrece con 71 años.


2. Prefab Sprout - Crimson / Red

Uno de los regresos más esperados para los aficionados al pop de altos vuelos. Paddy McAloon se ponía manos a la obra presionado por su discográfica para obsequiarnos con uno de los discos más contundentes de Prefab Sprout (que ya es decir). Crimson/Red es un álbum repleto de obras maestras melódicas que reivindica como autor a uno de los compositores más importantes de las últimas décadas. Aquellos que nunca perdimos la fe en Prefab Sprout nos hemos visto recompensados con el mejor de los regalos posible. Ojalá el genio de McAloon se prodigue más en los próximos años.

1. Josh Rouse - The Happiness Waltz

El mejor trabajo de 2013 es para mí el último álbum de Josh Rouse. Recuerdo escucharlo por primera vez mientras conducía de madrugada para ir a trabajar y no poder creerme lo que sonaba por los altavoces. ¿Había vuelto de verdad a la senda correcta? Era difícil de creer cuando el choque cultural con nuestro país le había hecho publicar los dos peores trabajos de toda su carrera. The Happiness Waltz sin embargo es la mezcla perfecta entre las melodías de Nashville y las texturas de un álbum como 1972. Josh Rouse es mi músico de referencia actual y reencontrarme con toda su magia ha sido de lo más emocionante de este año.

Bruno

Pensaba que apenas había oído música de este año, pero al echar la vista atrás veo que son más de los que creía. De todos modos tengo muchos pendientes, sobre todo por insistentes recomendaciones de buenas fuentes... Siempre es difícil hacer criba y quedarse con "lo mejor" de todo un año, pero puestos a hacerlo elegimos la siguiente terna:


3. Ron Sexsmith - Forever Endeavour

El canadiense vuelve a su sonido más clásico y regresa regalándonos esta colección de bellas canciones con sugerentes melodías marca de la casa, aunque con un punto más melancólico que en sus últimos trabajos. Con una producción más cálida y espontánea de suaves arreglos que incluyen aquí y allá cuerdas y vientos, guitarras acústicas y suaves percusiones, las canciones de Sexsmith se ven sin duda realzadas: a destacar la emotiva Lost in thought, la alegre y contagiosa Snake Road, la suave y folkie Sneak out the back door y, como curiosidad, Me, myself and wine y sus arreglos con sabor a New Orleans


2. Eels - Wonderful, Glorious

El señor Everett nos sorprendía este año con un nuevo disco de altura, sobre todo teniendo en cuenta que sus últimos trabajos habían sido un tanto más discretos. Volviendo a sus orígenes, con cajas de ritmos y bases electrónicas, con guitarras sucias y mucha mucha rabia; como siempre, tan genial como impredecible. En este Wonderful, Glorious encontramos grandes canciones que funcionan muy bien también como álbum, resultando un trabajo redondo. En él encontramos temazos como la potente Kinda Fuzzy, el pegadizo single Peach Blossom, la frágil True Originals o la efectiva On the Ropes, que enganchan, seducen y demuestran que la creatividad de Eels sigue intacta.


1. Jonathan Wilson - Fanfare

De nuevo un disco al que dedicarle tiempo y que, a su vez, se toma su tiempo: al igual que Gentle Spirit ronda los 80 minutos, así que para degustarlo debidamente más vale ponerse cómodo y dejarse llevar por sus dulces melodías, hipnóticas atmósferas y majestuosos arreglos. Grandes pesos pesados se vislumbran aquí y allá (Petty, Young, los Floyd) y otros colaboran en algunos temas (Crosby, Nash, Browne). Muy en la línea de su predecesor, sin embargo este Fanfare presenta una mejor colección de canciones: Dear friend, Love to love, Cecil Taylor o Fazon. Un disco que nos remonta a otra época.