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sábado, 23 de febrero de 2013

Top 5: Manolete, si no sabes torear para que te metes.

En su día, dejamos esta entrada con la promesa de una segunda parte titulada como sigue. En aquella, repasamos cinco ilustrativos casos de músicos cuya carrera en solitario tras la disolución de sus bandas de siempre, estuvo a la altura de la de su grupo tanto a nivel creativo como comercial. Siempre desde la subjetividad que tienen estas cosas, lógicamente. Esta vez, damos la vuelta a la tortilla, y tiramos de las orejas a músicos que tras la disolución de las bandas de referencia de las que formaron parte, no dieron pié con bola hasta caer, en algunos casos, en la autoparodia. No seré duro con ellos ya que admiro a todos a rabiar, pero no creo que tengan motivos para sacar pecho. 

5. Robbie Robertson.

Encima se pone chulo…
Lo del principal compositor de The Band no deja de ser un misterio. Como puede ser que el máximo responsable de uno de los cancioneros mas deslumbrantes del siglo XX (el de The Band, por aclarar) haya tenido una carrera en solitario tan superflua? Apenas cinco discos en treinta años. Debutó en 1987 de la mano de Daniel Lanois y con colaboraciones tan sorprendentes como las de Peter Gabriel y U2. El disco es bastante aprovechable, pero desde entonces apenas se han visto destellos del autor de joyas como las que parió con su mítico grupo. Hace dos años editó su ultimo album, el pelín decepcionante How To Become A Clairvoyant. Para mi sigue siendo un mito, un grande con mayúsculas, pero su carrera en solitario ha dejado de tener sentido. Suspenso.

4. Ringo Starr.

Mucho vas a tener que trabajar tu para tener la pasta que yo tengo.
Pobre Ringo. Por ser el batería del grupo mas grande que hemos conocido no se merece en absoluto estar en esta lista, lo reconozco, pero hay que reconocer que algún mérito ya ha hecho.... A pesar de tener discos decentes, sobre todo el principio, Ringo puede dar gracias a Dios a que la gente todavía le siga recordando como quien fue y no como quien quiso ser. De eso vive, y yo me alegro un montón, porque el tipo me cae de cine. Esas giras que se monta en solitario suelen ser bastante bochornosas, la verdad. Pero confieso que cuando ví a los Who en directo con el hijo de Ringo en la batería, se puso la piel de gallina y afirmé entusiasmado que "era lo mas cerca que voy a estar nunca de un Beatle". Ringo es un Beatle, y solo por eso, tiene mi cariño y admiración eterna.

3. Mick Taylor.

Me arrepientooo, nai no na no na…
Dudaba en incluirlo aquí pero es que lo suyo merecería un capítulo aparte. El hombre que participó activamente en varios de los discos mas definitivos de la historia del rock, tuvo la desdichada idea de tomar la peor decisión que se recuerda: abandonar a la banda mas grande del rock en su mejor momento. Mick Taylor dejó con el culo al aire a Jagger y Richards, tras unos años en que las obras maestras le salían por las orejas. Supongo que su carácter introvertido no congeniaba con el espíritu juerguista de los otros. Una vez oí a alguien decir que Taylor se cansó de convivir con yonkies. Lo curioso es que tras abandonar a los Stones, fué presa de la heroína. Ahora mal vive en conciertos en salas pequeñas paseando su nombre. Un nombre que para mi, siempre irá asociado a los mejores años de los Stones.


2. Brett Anderson.

Trata de arrancarlo por Dios!!
Mirad que soy fan Suede, pero lo de Brett fue un “trata de arrancarlo por Dios” de libro. Ni en solitario, con discos aburridísimos, ni con aquel invento de The Tears (a los que tuve oportunidad de ver en directo y cuyo disco no estaba del todo mal) logró ganarse un mínimo de crédito en sus faenas en solitario. Fracaso estrepitoso que le obligó a volver con Suede para poder seguir pagando las facturas. Un caso de esos que contra pronóstico, acaba dejando un innegable mal sabor de boca. Zapatero a tus zapatos, que diría aquel. 


1. Mick Jagger.

De fracaso en fracaso y tiro porque me toca…
No hay duda de quién iba a ocupar el primer escalón en esta lista. Jagger, como frontman no tiene rival en la historia del rock. Además me parece un compositor fantástico y un músico muy infravalorado. En los Stones siempre lo he visto como una especia de semi-dios. Pero amigo, cuando deja los bártulos y le da por torear en solitario sin el capote de Richards y compañía, el descalabro suele ser monumental. Solo su álbum Wandering Spirit (que ya repasamos en el blog hace unas semanas) merece un aplauso más que merecido, pero el resto es para mear y no echar gota. Del proyecto Superheavy mejor ni hablo. 

martes, 18 de diciembre de 2012

Mick Jagger - Wandering Spirit.



Inicialmente pensé en enfocar esta entrada de otra manera, comentando alguna obra clásica de los Rolling Stones, en forma de habitual retrospectiva. Sobre todo teniendo en cuenta que en el blog, los Stones apenas han sido protagonistas ni directa ni indirectamente en anteriores entradas. Pero como nuevo miembro del equipo editor, y teniendo en cuenta que son uno de los grupos de mi vida (a los que he vuelto intensamente en estos días), me he decido a dedicarles unos párrafos.

La verdad es que esta no pretende ser una entrada “valiente”, aunque hablar de un disco en solitario de Mick Jagger en lugar de hacerlo de Sticky Fingers (por ejemplo) no deja de tener su lado osado. Pero creo que Wandering Spirit lo merece por ser, sin duda, la mejor entrega del vocalista de los Stones desde que en 1985 editara su primer álbum: She´s The Boss. El disco que nos ocupa fue editado en 1993, unos años después del reencuentro con Richards y la banda en Steel Wheels y meses antes de volver junto a ellos en Voodoo Lounge, por lo que hay que verlo y analizarlo bajo ese contexto.


Jagger siempre se ha quejado, no se si con razón, que el público de los Stones es muy militante para con su grupo. Y que todo lo que se salga de los dictados del grupo, apenas tiene interés. Con los discos de Richards o Wood, por ejemplo, se ha sido siempre mas complaciente. Pero a Jagger le han caído palos de forma permanente. La verdad es que a veces se los ha buscado (ahí tenemos su ultimo invento de SuperHeavy) y otros en cambio han sido muy injustos, como en el disco que nos ocupa. Mick, sobre todo a partir de los ochenta, siempre ha tenido un interés y una ambición clara por triunfar al margen de su grupo de toda la vida. Ese “desdén” casi le cuesta la vida al grupo a mediados de los ochenta y con el tiempo se ha demostrado que por mucho que lo intente, nunca podrá ser como Bowie o Mccartney en ese aspecto. Primero porque su voz e imagen estan totalmente asociados al sonido clásico de los Stones y en segundo lugar, porque su propuesta en solitario apenas se ha diferenciado de la propuesta clásica del grupo. De hecho, a veces sus discos parecen discos algo edulcorados del grupo (Goddess In The Doorway de 2001 sin ir mas lejos). Pero Wandering Spirit, por sus propios méritos, bien merece un reconocimiento.

Recuerdo que me pilló en plena fiebre stoniana cuando salió y no tardé mucho tiempo en hacerme con el. El single de presentación, el sinuoso Sweet Thing, me había encantado. Se salía un poco de los cánones de los últimos discos del grupo y me recordaba a la época en la que Jagger paría cosas como Miss You o Emotional Rescue. Ademas, coño, era Mick Jagger. El disco es una obra de rock muy notable. Sorprendería a muchos ver que desde allmusic le dan casi las cinco estrellas de rigor. Y es que, no estamos ante un disco hecho con el piloto automático propio de un músico que esta de vuelta de todo, sino que se percibe un interés real por agradar y reivindicarse. Lo percibo nada mas darle al play con la fenomenal Wired All Night, un tema de claro sabor clásico.


Como ocurre en prácticamente todos sus discos en solitario, Sir Mick, incluye en nómina a algún que otro ilustre invitado. Pero en Wandering Spirit la cosa no es tan notoria. Solo Lenny Kravitz canta en la algo superflua Use me (con Kravitz también repetiría en la famosa God Give Me Everything I Want de su disco posterior) y Flea aparece al bajo en la adictiva Out Of Focus y en la mencionada Use me, entre otras. También colaboran en los teclados el Hearthbreaker Benmont Tench y el mítico Billy Preston, que ya era un viejo conocido por haber colaborado en varios discos de los Stones. El tipo se sabe rodear siempre bien. Es lo que tiene llamarse Mick Jagger. De todos modos, el hecho de que los invitados sean de menor número y pedigrí que en otras ocasiones, hace de Wandering Spirit un disco mucho mas personal y logrado que otras obras del músico. Mis momentos favoritos del disco los representan las mencionadas Wired All Night y Out Of Focus, pero también cosas como Don´t Tear Me Up, Hang On To Me Tonight, la propia Wandering Spirit o Angel In My Heart. Difícil que guste a los que no gustan de la voz y modulación de Jagger, pero conozco fans de los Stones que defienden este disco. Ni siquiera Richards se mofó de el. Y eso es mucho.

El album está producido por el entonces algo desconocido Rick Rubin y el propio Jagger, y tuvo un leve éxito en listas. Algo sorprendente, ya que la mayoria de los discos de Jagger en solitario han sido sonados fracasos de ventas (y crítica). Es lo que tiene ser un Rolling Stone.




jueves, 5 de mayo de 2011

The Beatles según... Mick Jagger

  • Todo sucedió muy deprisa. Tenías que adaptarte rápidamente en aquellos días porque, con tantos cambios, te podías perder. Para empezar había muchas bandas, algunas de ellas terribles y la mayor parte sacadas del mismo molde. La mayoría provenía del norte del país. Todas tenían cierto aspecto de chicos buenos, lo cual no critico; no dejaba de ser fascinante. Todos estuvimos marcados por la cultura musical del music hall, del vodevil, aunque sobre nosotros tuvo menor influencia que sobre los Beatles y demás porque el norte de Inglaterra estaba mucho más atrás culturalmente que Londres. No es que fuera una cosa negativa: es simplemente un hecho. Así pues, todos esos grupos jóvenes que habían crecido con el music hall, yendo con sus padres y eso. Era perfectamente comprensible que cuando bandas como los Hollies se subían al escenario actuasen como artistas de vodevil. Era lo que habían mamado, aunque, claro está, no eran nada modernos.

Del libro According To The Rolling Stones, The Rolling Stones.