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lunes, 25 de julio de 2011

The Nazz - Recopilatorio MIMS

The Nazz con Todd Rundgren tercero por la izquierda

Cuando publiqué el recopilatorio sobre los primeros años de la carrera de Todd Rundgren me lamentaba de que spotify no tuviera aún el catálogo del grupo que lo vió nacer. El otro día volví a escribir The Nazz en el buscador del programa y, para mí sorpresa, aparecieron por fin los tres álbumes que componen su corta discografía. No sé si será porque la banda se rompió antes de comenzar su declive, pero The Nazz nos dejó un legado musical impecable e imprescindible. Tres discos como tres soles con canciones compuestas por un genio como Todd Rundgren que, ya por entonces, comenzaba a dar lo mejor de sí mismo. Es muy interesante la influencia de los Cream de Eric Clapton en el primer álbum que, poco a poco, se va redirigiendo hacia la balada pop clásica con mayúsculas que después Rundgren perfeccionaría durante su carrera en solitario.

Mi álbum preferido es el tercero, aunque todo el mundo suele hablar del primero como el mejor de todos. Mis razones para preferirlo son varias. En primer lugar, en él se encuentran dos de mis canciones favoritas del grupo: Only One Winner y Take The Hand. De hecho, son tan buenas que me sorprende que Nazz III estuviera formado por los temas sobrantes del disco anterior, el cual fue planeado desde el principio como doble álbum.

Este último trabajo del grupo es el primero en el que Rundgren se decide a defender sus creaciones cantándolas con su propia voz, muy a pesar del que hasta entonces había sido el cantante principal del grupo, Robert "Stewkey" Antoni. De hecho, está controversia entre los miembros del grupo resulta muy interesante: Rundgren canto todos los temas en este tercer álbum, quizá para reivindicarse dentro del grupo, pero Stewkey, en una maniobra rastrera a más no poder, regrabó la parte vocal sobre las pistas instrumentales eliminando la voz del propio compositor. Existen entonces dos versiones del álbum Nazz III: la adulterada, que fue publicada oficialmente en su momento con la voz del cabronazo de Stewkey, y la grabación original con la voz de Todd que quedará como mera curiosidad. No me extraña que después de ésto abandonara The Nazz para comenzar su carrera en solitario. Tiene que ser duro saberse el motor creativo de un grupo y no obtener reconocimiento por ello.

Presentamos un recopilatorio sin un orden determinado y bastante corto (apenas 38 minutos), aunque he intentado alternar entre temas lentos con otros más cañeros. El grupo apenas se mantuvo tres años, por lo que apenas se nota la diferencia en el sonido cuando saltamos entre las canciones de un disco a otro. Lamentablemente, no he podido encontrar la versión de Nazz III en la que canta Todd Rundgren, así que tendremos que conformarnos con la voz de Stewkey.

domingo, 8 de mayo de 2011

Todd Rundgren 1970/1974 - Recopilatorio MIMS

Espero que vuestro antivirus os permita ver la foto

Hace algunos años descubrí por recomendación a un fascinante grupo llamado The Nazz. En él militaba Todd Rundgren, un compositor que poco a poco se fue haciendo un pequeño hueco en mi olimpo particular de grandes creadores de melodías. Si en el primer disco de The Nazz la influencia del grupo Cream era notoría, en los siguientes discos del grupo y en sus primeros álbumes en solitario quedará para mí como el sucesor más relevante de McCartney en los setenta. Un melody maker sofisticado, sublime en muchas ocasiones, que me atrapó literalmente con su álbum Something/Anything?.

Estuve varios meses colgado con la música de este tío, aunque el choque inicial fue difícil porque la producción de sus primeros álbumes puede sonar algo anticuada actualmente. Considero que su época dorada como compositor va desde el primer álbum con The Nazz hasta algunas canciones puntuales del doble álbum llamado Todd (cuarto o quinto de su discografía en solitario). Después me desencanté con sus trabajos posteriores, aunque no habrá sido por todos los intentos de volver a reecontrarme con grandes canciones en discos como Initiation o Hermit Of Mink Hollow. Si al principio fue una alegría darme de bruces con tanto baladón, mayor fue la decepción de seguir buscando y no encontrar más que discos que no eran ni la sombra de los anteriores.

Esta entrada iba a estar dedicada a The Nazz, pero no ha sido posible al no estar disponible su discografía en Spotify. Nos conformamos entonces con la no menos sobresaliente etapa 1970-1974 de Todd Rundgren en solitario. Para muchos puede resultar demasiado pastelosa y, de hecho, podría ser la recopilación más azucarada de todas las que hemos publicado hasta ahora. Para mí es una colección de canciones dignas del mismísimo McCartney, aunque ya digo que el sonido puede resultar algo anticuado.

domingo, 11 de enero de 2009

Tod Rundgren tiene… algo, ¿algo?

El año pasado me dio por escuchar a Todd Rundgren. Lo ponía a todas horas y nunca tenía bastante de su álbum Something/Anything?, un disco que en un principio me desagradó por su sonido desfasado y que terminó por cautivarme con sus hermosas canciones. Disco doble, compuesto e interpretado íntegramente por él. Pensé que me encontraba frente a una especie de genio oculto o algo así.

Todo comenzó con The Nazz, grupo inicial en el que debutó Todd Rundgren como principal compositor y del que me hice con sus tres únicos álbumes. Cada disco tiene al menos cinco o seis temas que son joyas ocultas, temazos que van desde la influencia evidente de Cream en Back Of Your Mind/Open My Eyes hasta la deliciosa balada sin pretensiones que termina haciendo saltar tu corazón después de la tercera escucha, Hello It’s Me/Only One Winner/Take The Hand. La influencia del grupo de Clapton se ve clara en el primer álbum de la banda titulado simplemente The Nazz, mientras que en el último disco, The Nazz III, predomina la balada melancólica “marca de la casa” que Todd Rundgren desarrollaría tan bien en sus primeros álbumes como solista. Discos que no tienen desperdicio y que cuentan con canciones enormes como las ya citadas, temas que, sin saber muy bien porqué, te tocan la fibra sensible profundamente. Sólo con escuchar la introducción de batería y piano en Only One Winner ya tendrían el cielo ganado si por mi fuera.

De los increíbles discos de The Nazz, pasamos al disco doble Something/Anything?, tercero de su carrera. Ya lo dije antes, un álbum que en un principio me dejó un poco frío para después escucharlo sin parar. La verdad es que sigue impresionándome. No he visto algo parecido desde el triple álbum All Things Must Pass de George Harrison y, aún ahí, podríamos establecer razones por las que el álbum de Todd tiene más mérito aún. George Harrison tenía excelentes canciones que se le habían quedado en el tintero después de años compitiendo compositivamente con genios como Paul McCartney o John Lennon. Es normal, entre comillas, que su álbum debut tuviera un nivel tan elevado. Después de esta explosión creativa sin parangón se desinflaría en su siguiente álbum de estudio para no volver nunca más al nivel alcanzado en All Things Must Pass. Something/Anything? es un disco doble de canciones excelentes siguiendo el ritmo normal de publicación (un disco por año) desde que Todd sacara su álbum debut. ¿De dónde vienen tantas canciones excelentes compuestas en menos de un año? ¿Por qué ahora? Seguramente se encontraba en estado de gracia, otra explicación no hay. Y siguiendo con la comparación con George Harrison, Todd Rundgren compone y toca prácticamente todos los instrumentos en su álbum doble, mientras el ex-beatle se ve respaldado por excelentes músicos de sesión y la producción de Phil Spector. Es una tontería comparar dos discos clásicos como los mencionados, pero no está de más descubrir esos datos que marcan la diferencia.

Something/Anything? tiene nada menos que veinticinco canciones. Es difícil comenzar su escucha, pero después de que los primeros temas te han conquistado, la curiosidad por seguir descubriendo nuevas sensaciones puede más que cualquier otra cosa. Si habláramos de su edición en vinilo, cada cara tiene su buena ración de buenos temas y obras maestras: I Saw The Light, It Wouldn’t Have Made Any Difference, Cold Morning Light, Marlene, Black Maria, Torch Song o la revisión de un tema que The Nazz publicó en su álbum debut, Hello It’s Me. Las virtudes que Todd había desarrollado en el último álbum de su anterior grupo han florecido en estos primeros álbumes en solitario hasta la eclosión en este tercer álbum (sólo hay que ver la portada del disco). Y es que la mayoría de las canciones que este hombre publicaría en sus tres primeros trabajos en solitario harían palidecer al mejor McCartney de los setenta. No sin razón he leido en muchas páginas web que la música de Todd era la que todo el mundo esperaba del ex-beatle cuando emprendió vuelo en solitario.