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domingo, 3 de noviembre de 2013

Franz Ferdinand - Right Thoughts, Right Words, Right Actions


Si he leído en estos días calificar de hype a Wilco, qué no se dirá de los de Glasgow: de pachangueros para arriba, al nivel de Daddy Yankee por lo menos...

Paradigma absoluto de grupo sobrepromocionado a la par que sobrevilipendiado, Franz Ferdinand no dejan de ser para el que esto escribe una banda divertida y sin más que pretensiones que crear canciones que puedan ser coreadas por los que escuchan y que hagan bailar a las chicas. Si hacen pasar un buen rato mientras oyes sus temas, ¿qué leches les voy a criticar? Todo lo más, el repetir hasta la saciedad el mismo esquema tema tras tema, disco tras disco: bases contundentes, riffs pegadizos y estribillos fácilmente recordables. Con esta receta han ido sacando single tras single, uno tras otro, seguros de que la fórmula funciona.

Su debut Franz Ferdinand era directo y crudo. Su continuación, You could have it so much better no tenía la pegada del primero, pero sí un sonido más cuidado y una producción más elaborada. En el tercero, Tonight, patinaron un poco al meterse en terrenos más resbaladizos, aunque salieron con vida de la empresa. En este su último trabajo parece que retoman la senda perdida (hasta la portada está más en línea con las dos primeras, dejando a la de Tonight como la única en la que aparece fotografiada la banda) y vuelven al sonido de sus primeros discos, aunque se percibe un tono más oscuro en las canciones; ¿señal de madurez? ¿de cansancio? ¿de falta de inspiración?


Lo cierto es que lo primero que salta a la vista (o al oído) es que a este álbum le falta frescura, y se nota en las composiciones y interpretaciones: son efectivas desde luego, pero no tienen la fuerza y la garra de anteriores trabajos. Aún así saben hacer temas pegadizos a la vieja usanza: el single Right Action, acompañado como siempre de un soberbio videoclip, fue una buena manera de abrir el apetito, dejándonos con un más que aceptable sabor de boca y con ganas de más. Sin embargo el resto del menú no estuvo a la altura... Uno de los mejores temas es en mi opinión Stand on the horizon, cuya suave y cálida introducción no nos hace adivinar en el pegadizo desarrollo del mismo, que compás a compás nos incita a bailar con su sugerente ritmo. Probablemente Bullet sea la canción que mejor engarza con sus primeros discos: simple, directa, eléctrica y despierta; no perdurará como antiguos temas suyos como This fire o 40ft pero se agradece el guiño. Algo parecido podría decirse de Love illumination, pero el sonido pesado de las guitarras chirría, y tanta distorsión y las graves voces estropean un tema que podría haber dado algo más de jugo.

Estamos desde luego presenciando el declive de una banda que nunca es que diera mucho de sí, pero que al menos por un tiempo cumplieron sobradamente las expectativas que ellos mismos crearon. En conjunto el disco resulta una extraña combinación de temas donde dos o tres funcionan bastante bien, otros tantos son relleno pasable, y los demás prácticamente carecen de inspiración alguna (sobre todo el final del disco, que se hace bastante cuesta arriba). Que el tema que cierre el disco se titule precisamente Goodbye lovers and friends puede ser premonitorio. Nunca se sabe.

No sé si se tratará del final de Franz Ferdinand; no creo que les quede mucho más que decir/hacer a Kapranos y compañía, pero al menos servidor sí que les echará de menos por los buenos ratos pasados "en su compañía". Me quedo con sus irresistibles singles, su actitud descarada y sus divertidos directos.



Escucha  Right Thoughts, Right Words, Right Actions en spotify (click).

domingo, 21 de marzo de 2010

Franz Ferdinand - Franz Ferdinand

El que nos ocupa es con toda seguridad uno de los debuts más sonados de la primera década del S. XXI. Calificado como hype por una parte de la crítica, el público recibió a Franz Ferdinand con los brazos abiertos dispuestos a bailar y corear cada tema del disco. En realidad ese era justo el objetivo de la banda, literalmente "hacer bailar a las chicas". Dieron en el clavo, sin duda.

Originarios de Glasgow, la base del grupo la formaron Alex Kapranos (guitarra y voz) y Paul Thomson (batería y coros) que habían coincidido en anteriores bandas locales. Conocieron a Nick McCarthy (guitarra, piano y coros), quien acababa de llegar de estudiar música en Alemania. Para completar el grupo Kapranos enseñó a su amigo Bob Hardy a tocar el bajo. Curiosamente a Hardy, que nunca había mostrado un especial interés por la música, le regaló el bajo Mick Cooke de Belle & Sebastian, con el compromiso de que hiciera algo de provecho con él.

La recién formada banda grabó un EP con temas propios y fichó por la discográfica independiente Domino Records. A continuación se fueron a Suecia para grabar su primer album con el productor Tore Johansson (The Cardigans, A-ha, New Order...). El disco se lanzó a principios de 2004 con el single Take Me Out como punta de lanza, yendo directo al tercer puesto en UK, vendiendo en todo el mundo más de 5 millones de copias.

Franz Ferdinand es una banda que bebe directamente de bandas de la new wave y el rock post-punk como Talking Heads, Joy Division, Duran Duran y Orange Juice, por poner unos ejemplos. Tomaron el nombre del Archiduque Francisco Fernando, cuyo asesinato precipitó la I Guerra Mundial. Su álbum debut básicamente lo componen 11 singles, 11 temas pegadizos y bailables interpretados con fuerza y energía contagiosas. Kapranos y McCarthy se revelan como dos compositores efectivos (y efectistas), creando sencillas bases rítmicas sobre las que las guitarras dibujan pegadizos riffs. Las interpretaciones son correctas (incluso el novato Hardy, que sale airoso sin meterse en ningún berenjenal) y sacan adelante los temas con garra; a ello acompaña, además, una producción sobria que proporciona un sonido crudo, directo, en ocasiones casi sucio.

El tema que abre el disco, Jacqueline, comienza con la característica voz de Kapranos muy suave, casi susurrando la entradilla, para disparar a continuación una frenética carrera de guitarras eléctricas mientras corean, casi gritando, el repetitivo estribillo. Tell her tonight se basa en un pegadizo riff de la guitarra, mientras McCarthy canta al límite de desafinar la repetida letra. El tema más famoso del disco, Take me out, se convirtió en un himno para los seguidores del grupo, siendo elegido en 2006 por la revista Rolling Stone como mejor tema del S. XXI. La estructura de la canción es similar a la del primer tema, con una entradilla de Kapranos que da paso al riff de guitarra sobre el que se corea la letra. Terriblemente contagiosa, el single fue directo a los primeros puestos de las listas de éxitos. El videoclip que la acompañaba, de estética constructivista rusa (como toda la imaginería del grupo) fue elegido mejor videoclip del año por la MTV. El resto del disco repite los mismos esquemas, con bases contundentes sobre las que se superponen los irresistibles riffs de las guitarras; las letras, escuetas y repetitivas, buscan que el público acompañe coreando, a voz en grito. Así, se suceden temas como The dark of matinée, la ambigua Michael (This is what I am / I am a man / So come and dance with me, Michael... ¿no queríais bailar con chicas?) o la incendiaria This fire. Puntualmente suena el teclado de McCarthy, como en el caso de Come on home o la oscura Auf asche, donde tiene algo de más presencia durante la intro y las estrofas. El disco acaba con 40 ft, curiosamente uno de los temas más contenidos.

El disco es admirado y criticado a partes iguales, pero lo que es innegable es que la fórmula funciona. Si bien los Ferdinand no inventaron la pólvora, el debut de estos escoceses supuso una bocanada de aire fresco, no solo por su música sino por su imagen y actitud. El resto es historia: cuando parecía que eran otra "flor de un día" repitieron con éxito el cliché para el segundo disco You could have been so much better... with Franz Ferdinand, y para el tercero Tonight: Franz Ferdinand se metieron en los resbaladizos terrenos de la electrónica con desigual resultado. Qué más da: se propusieron hacernos bailar y lo consiguieron con un buen ramillete de temas que funcionan como una inyección de adrenalina. Disfrutemos de este disco por y para lo que es.