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jueves, 18 de diciembre de 2014

Passion For Acoustics - No Surrender

No Surrender es la canción que abre la cara B del álbum superventas de 1984 de Bruce Springsteen, Born In The USA. Una canción que de alguna manera retrata a su autor como compositor rock por excelencia de una generación y glorifica las virtudes del rock como arte y aprendizaje: "We learned more from a three-minute record, That we ever learned in school".

Se trata ademas de una canción compuesta en las ultimas sesiones de grabación del disco, un álbum que incluía tanto canciones y temáticas surgidas a la vera del antecesor (el introspectivo Nebraska) como canciones compuestas en las sesiones de grabación del disco y dentro de un estilo mas rock fácilmente asimilable. No Surrender pertenece a este segundo grupo, aunque su trato épico y su estribillo emocional la hacen tener mucha personalidad dentro de la colección.


Descubrí inicialmente esta canción a través del quíntuple álbum en directo Bruce Springsten Live 1975-1985, publicado en 1986. Escondida entre los últimos surcos del quinto vinilo y solapada por varios de los himnos generacionales del álbum al que pertenecía, se me descubrió en forma de delicada pieza acústica y dotada de una emoción única. Recuerdo escucharla veces y veces, recreándome en su preciosa y épica melodía. Nada que ver con el portentoso sonido que Bruce y la E Street Band sacaban en directo en la gira de 1984/85.

Cuando la retomé ya dentro del disco Born In The USA me gustó igualmente, ya que a pesar de que su tratamiento mas rockero y para todos los públicos la canción no perdía un ápice de su emoción. Aunque tengo muy claro con cual me quedo y con la que disfruto mas. Es una pena que Sprinsgteen no retome en directo esta delicada versión de una canción que s¡empre me pareció la mejor de un disco tan explosivo y redondo como Born In The USA.


miércoles, 28 de mayo de 2014

Passion For Acoustics - Lady Friend



Lady Friend fue la única canción firmada por David Crosby que se convirtió en cara A en un single de los Byrds. El tema fue un fracaso comercial a pesar de aparecer entre los dos álbumes más importantes de la banda. Hoy la rescatamos en MIMS para dejaros una hermosa versión acústica interpretada por su autor mientras la componía y aprovecharemos para repasar la trayectoria del propio Crosby como compositor en el seno del grupo.

En primer lugar, debemos aclarar que David Crosby no empezó a militar en los Byrds para componer canciones. Él era el que hacia las exquisitas armonías vocales en los primeros álbumes, dejando la labor de crear nuevo material a Gene Clark. De esa forma, los primeros álbumes del grupo se componen principalmente de versiones de otros artistas y magistrales canciones de Clark. El revulsivo para que los otros miembros del grupo empezaran a crear su propio material fue descubrir los suculentos ingresos que Clark recibía por la autoría de sus canciones, especialmente de un tema como I'd Knew I Want You al ser cara B del exitoso single Mr. Tambourine Man. El deseo de ganar más dinero y la marcha de Gene Clark tras la publicación del single Eight Miles High forzó a McGuinn, Hillman y Crosby a aplicarse en la composición. Ninguno de los tres era compositor de pura cepa como lo era Clark, el cual creaba canciones de cosecha propia desde su más tierna infancia. McGuinn había coqueteado con la composición a partir del segundo álbum del grupo y Hillman explotó de la nada como un excelente creador de canciones a partir de Younger Than Yesterday.


The Byrds en tiempos de Lady Friend. David Crosby en el centro con sombrero cosaco

David Crosby empezó a implicarse en este campo a partir de colaborar con todos sus compañeros en la creación de un single tan rompedor como Eight Miles High. En el álbum Fifth Dimension apuntaba maneras creando un tema exclusivamente suyo llamado What's Happening? que, para el que esto suscribe, es uno de las mejores canciones del tercer álbum de los Byrds. Siempre he encontrado un carácter muy personal en David Crosby como compositor, sus canciones parecen no tener influencias dentro del espectro del pop rock de la época. El porqué de ese estilo tan diferenciado podría hallarse en la infancia del propio músico. Sus padres se dedicaban al mundo del cine y no poseían televisión en casa por considerarla una amenaza a su forma de ganarse la vida. El pequeño Crosby creció sin más influencias que los discos de música clásica de su madre y los de jazz que solía poner su hermano mayor Chip. Estos géneros tan alejados del pop rock de los sesenta podrían ser la base de ese estilo tan peculiar que Crosby fue forjando en las canciones que componía para los Byrds de finales de los sesenta y que desarrolló totalmente para su interesante carrera en los primeros años setenta.

Teniendo en cuenta el novedoso material que presentaba y la ascendente curva de calidad que iban alcanzando sus canciones, el resto del grupo le cedió la cara A del siguiente single de los Byrds. Lady Friend es una canción exuberante y una de mis preferidas de toda su carrera. No es una canción que apunte maneras, es un clásico en toda regla que reúne todas las características que posteriormente convertirían a Crosby en una de las mayores figuras de los setenta. Aunque su propio autor no quedó muy contento con la mezcla final, Lady Friend está repleta de hermosas armonías y utiliza recursos inéditos hasta entonces en la discografía del grupo como son los instrumentos de viento. El tema posee un gran poder evocador, no me cansaré de decir que es una obra maestra a la altura de los grandes singles de la época. Sin embargo, la canción fue un estrepitoso fracaso comercial no pasando del número 82 en las listas. Este hecho y la inquieta personalidad de Crosby, que igual tocaba con Buffalo Springfield que te componía una canción sobre un trío sexual, provocó que Hillman y McGuinn decidieran despedirle de los Byrds.

Viéndolo con perspectiva, la expulsión de un músico que no tardaría en alcanzar su madurez creativa fue en perjuicio de la futura trayectoria del grupo. Siempre he pensado que los Byrds de esa línea temporal alternativa con Crosby en sus filas podrían haber alcanzado mayores cimas que las que consiguieron con Gram Parsons y su Sweetheart of The Rhodeo. No en vano la grandeza de The Notorious Byrd Brothers se debe en gran parte a Crosby.. y que bonito habría sido escuchar un sexto álbum de los Byrds con temas como Guinnevere, Wooden Ships o Long Time Gone. Quizá los Byrds no habrían languidecido en los primeros setenta sacando discos como Byrdmaniax o Farther Along, una verdadera lastima que sus compañeros de grupo no hubieran visto en Lady Friend su evidente grandeza.


lunes, 19 de mayo de 2014

Passion For Acoustics - Signal To Noise

Cuando en Enero de 2004 The Cure publicaron la caja de cuatro discos Join The Dots: B-Sides & Rarities 1978–2001 (The Fiction Years), para muchos de sus admiradores (entre los que me incluyo) fue como un regalo divino. Una antología que recogiera todas sus caras B, sus colaboraciones, sus rarezas, etc....era lo máximo, tratándose de una de las bandas mas importantes de su generación y que a lo largo de los años había cultivado un estilo absolutamente personal y atrayente, dejando por el camino varios discos fantásticos y muchas canciones escondidas en un interminable fondo de armario. Algo muy esperado y que en absoluto decepcionó. Ademas, esa caja cumplía su dos principales cometidos: poner orden todo el catálogo menos conocido de la banda y al mismo tiempo hacer justicia a unas canciones que, por lo que sea, nunca tuvieron el reconocimiento que merecían.


Entre toda aquella excelente colección de rarezas, sobresalen joyas como A Chain of Flowers, This Twilight Garden o Burn, así como la pieza objeto de esta entrada: Signal To Noise. Esta última destaca no solo por tratarse de una preciosa pieza del característico pop que facturan Smith y cía, sino porque se nos ofrece en dos versiones, ambas muy disfrutables. Aunque confieso que es la acústica la que me tuvo loco durante mucho tiempo y es la que aquí quiero reivindicar. La canción fue grabada originalmente para incluirse como nueva composición para el recopilatorio Greatest Hits de 2001, junto a la también deliciosa Cut Here y la algo ramplona Just Say Yes. Finalmente, por razones de cupo, fue sacrificada en la colección final y acabó formando parte de la cara b del single Cut Here, que fue finalmente el que se extrajo para promocionar el album de grandes éxitos. Craso error, sinceramente.

Signal To Noise es un delicioso tema pop muy en la linea de lo que facturaban en varios de sus albumes mas asequibles como The Head On The Door (1985), Wish (1992) o el fallido Wild Mood Swings (1996). Elegante, con un ritmo irresistible, parece mentira que no se dieran cuenta del innegable encanto que desprendía este composición. La versión eléctrica peca quizás de estar algo sobrecargada en la instrumentación (algo que en años posteriores sería un factor negativo en las nuevas producciones del grupo) pero es en la versión acústica donde adquiere su valor real. Es en su desnudez y en el trabajo acústico cuando Signal To Noise adquiere su verdadera dimensión de verdadera gema pop, a la altura de los mejores momentos de The Cure


Cabe recordar que a pesar del bache creativo y crítico que supuso Wild Mood Swings en 1996 y la recuperación que devino con Bloodflowers en el 2000, The Cure no habían dejado de fabricar delicias pop como en sus mejores momentos. Me vienen a la cabeza temas como A Pink Dream, cara b de uno de los singles de Wild Mood Swings, o la propia Cut Here que mencionábamos al principio de la entrada. Signal To Noise, por tanto, volvía a servir para cubrir el cupo de ese lado jovial e inofensivo del clásico sonido The Cure y que tanto nos gusta a muchos.

El tiempo puso a esta canción en su lugar, y con la vuelta del guitarrista original de la formación en 2005, Porl Thomson (cuñado de Robert Smith, por cierto) acabó siendo rescatada para el directo y compartiendo cartel con los clásicos mas indiscutibles del grupo. Merecido lugar para una canción pop redonda y que volvía a mostrar el increíble talento de Smith a la hora de componer adictivas y melódicas canciones, al margen de los sonidos mas oscuros, densos y paradigmáticos de The Cure. Y no siempre bien reconocido.


lunes, 7 de abril de 2014

Passion For Acoustics - Transformer Man

Los que seguimos fielmente la trayectoria musical de Neil Young, sabemos que la década de los ochenta fue un período en el que el músico canadiense no ofreció lo mejor de si mismo. Las razones de aquel bache creativo, fueron muchas y variadas, y quizás en otra entrada valdrá la pena analizarlas. De aquella serie de discos fallidos, sobresale (ya desde su portada) el album Trans de 1982, sin duda, uno de los discos mas vilipendiados de su carrera. Junto a Landing On The Water (1986), estoy seguro que es el album del canadiense peor valorado por sus seguidores. Ahora bien, creo que se han cargado las tintas en exceso con aquel extraño disco, muchas veces sin saber valorar el estado emocional en que su autor se encontraba durante los primeros años de la década de los ochenta.

Neil con su hijo mayor Zeke en brazos.
La realidad vital que atenazaba a Young tras el nacimiento de su segundo hijo Ben, hizo que su obra editada durante aquellos años se resintiera y no estuviera a la altura de su legado de la década anterior. Recordemos que Young es padre de tres hijos, dos de los cuales (el primero y el segundo) Zeke y Ben, sufren parálisis cerebral, muy acentuada sobre todo en el caso del mas joven, Ben, fruto de la relación con su actual esposa, Peggy Young. Los médicos que atendieron aquella circunstancia, no podían creer que una situación tan especial se hubiera repetido en un mismo progenitor. De hecho, las estadísticas que entonces se manejaban era de un caso entre un millón. Neil Young sufrió aquella experiencia por duplicado, llevándole a un período de incomprensión y posterior depresión.

Todo un drama personal que afectó mucho al autor y que obligó a Young a dedicar sus esfuerzos a sus hijos en mucha mayor medida que a la música. Motivados por aquella situación, Peggy y Neil, crearon la afamada escuela Bridge School, un centro donde profesores y padres dedican todos sus esfuerzos a la atención, tratamiento y educación de niños en la misma situación de incapacidad e invalidez que los hijos de Young. Una escuela que también originó un festival de música de celebración anual por donde han pasado todas las mayores estrellas del rock. Una cita maravillosa de la que hace unos años se editó un fantástico DVD (que desde aquí recomendamos) recogiendo varias de esas actuaciones y un emotivo y hermoso documental sobre la escuela.

Neil con Ben, el segundo de sus hijos, ante la tierna mirada de Peggy.
Por otro lado, tampoco sus conflictos con David Geffen, dueño de la compañía Geffern Records con la que Neil acababa de firmar un jugoso contrato, ayudó a mejorar la situación. Años de indefinición musical, desorientación creativa y mucho sufrimiento en lo personal. De aquello nacieron discos como TransUn album extraño en sonoridades y con una producción que lastra muchas de las buenas ideas que contiene. Sobresale el uso del entonces novedoso Vococer. Un aparato que servia a Young como principal vía de comunicación con su hijo Ben y que al mismo tiempo distorsionaba la voz del usuario. La utilización de esta herramienta en el disco incomoda mucho su escucha, pero uno no puede desligarlo de la situación personal que entonces vivía Young y de alguna manera acabas por entenderle e intentas disfrutar de forma empática con las canciones.

De todas ellas, destaca por méritos propios Transformer Man. O mejor dicho, acabó destacando pero mas de diez años después de su inclusión en Trans. Young, en 1993, volvía a atravesar un nuevo período de gran creatividad, desvinculado de David Geffen y reimpulsado por las nuevas generaciones gracias a discos tan sobresalientes como Freedom o Ragged Glory. Y aprovechando la moda de los famosos y lucrativos MTV Unplugged, decidió rescatar y transformar esta olvidadísima canción en el repertorio que ofreció aquel día en los estudios del afamado canal de TV. Recogida en su edición en Cd, la versión que Young nos ofrece de un tema tan gélido como Transformer Man es una delicada pieza acústica, emotiva y ensoñadora, al estilo de las incluidas en su reciente album Harvest Moon. Sin duda, la pieza estrella de este recomendable album en directo y que logró que muchos echáramos la mirada atrás hacia aquel disco olvidado y fallido de 1982.

miércoles, 21 de marzo de 2012

Passion For Acoustics - Last Goodbye


A pesar de los años, cada cierto tiempo me da por volver a escuchar de forma compulsiva el álbum Grace de Jeff Buckley. De hecho, esta semana llevo varios días empezando la mañana con Grace sonando en el coche at maximum volume (como recomendaría el bueno de Ziggy). Mi enésima vuelta a este fascinante álbum es la excusa perfecta para dedicarle un Passion For Acoustics a mi canción favorita, Last Goodbye


Siempre que vuelvo a reencontrarme con Grace, me maravillo de la singularidad de la música que este chico supo crear en su álbum debut. Es triste admitir que nunca sabremos la evolución que podría haber seguido su arte, ya que su segundo trabajo quedó a medio hacer y escuchar las maquetas deja un sabor algo agridulce, ya que, comparadas con los cortes de Grace, parecen desdibujadas y carentes de fuerza. Sketches For My Sweetheart The Drunk es una colección de demos que no resiste demasiadas escuchas, ya que son cortes que se encontraban en pleno desarrollo cuando Buckley se ahogó en aquel río de una forma tan misteriosa.

Grace queda entonces como una obra atemporal de un músico único cuyo sonido guarda pocas relaciones con sus contemporáneos. Sólo puedo pensar en Astral Weeks de Van Morrison para poder realizar una comparación acertada con otra obra similar. La carrera de Van Morrison, aún conservando sus señas de identidad características, no volvió a alcanzar después semejantes cotas de singularidad, por lo que quizá a Jeff Buckley le habría ocurrido algo parecido de no haber fallecido. Nunca lo sabremos. Grace no alcanzó en el momento de su publicación todo el éxito que merecía y, año tras año, ha ido ganando adeptos hasta que en 2006 la revista MOJO lo encumbró como el mejor disco de rock de todos los tiempos.


Jeff Buckley dejó una honda huella marcada aún más por su repentina perdida, legando una obra maestra como Grace, un innegable atractivo físico para acompañar al mito y un rango vocal inalcanzable para el resto de los mortales. No soy un enamorado de las voces y no es el rasgo en el que más suelo fijarme cuando escucho un álbum, pero debo admitir que el trabajo vocal de este chico es una de las claves principales para aupar a Grace como obra maestra absoluta.

Antes de publicar su álbum debut y enamorar a la crítica musical, Jeff Buckley pasó una temporada tocando en cafés acompañado tan sólo por una guitarra eléctrica. En 2003 se publicó a título póstumo un álbum en directo de aquella  época (año 93) llamado Live At Sin-é de una pulida claridad sonora donde se le puede escuchar sólo en el escenario entre aplausos y entrechocar de tazas y platos. En este doble directo queda claro que aquel sonido tan propio que escuchamos en Grace procede por completo de Jeff Buckley y que los músicos acompañantes que tocan en el álbum son precisamente eso, meros acompañantes. Resulta increible escucharle cantar tan solo con una guitarra Mojo Pin o Lover You Should've Come Over un año antes de ser publicadas sin echar nada en falta. Live At Sin-é es también una buena muestra del exquisito gusto en las referencias del músico, versionando Strange Fruit de Billie Holiday, If You See Her, Say Hello de Bob Dylan o The Way Young Lovers Do de Van Morrison, precisamente una de las canciones más convencionales de Astral Weeks.


Las canciones de Grace que suenan en este directo indican que ya disponía de mucho material un año antes de ponerse a trabajar en su publicación. Last Goodbye aparece bajo un primer nombre de Unforgiven y el rasgueo de guitarra del principio es calcado al comienzo de la versión definitiva. Es mi canción favorita de Grace, porque, a pesar de ser claramente la más comercial, no se repite durante su desarrollo y evita la estructura habitual de estrofa / estribillo. A pesar de ser tan sui generis, termina por robarte el corazón con un par de escuchas. No sé si será por esos violines que acompañan con una delicadeza abrumadora hasta adueñarse del tema en la parte intermedia, o por la voz de Buckley que se mueve como pez en el agua hasta saltar en ese insuperable falsete gritando Kiss me, please kiss me!. Me parece una canción perfecta de principio a fin, una de las que me llevaría sin dudar a una isla desierta. Encontrar este interesante acústico que data de un año antes a ser publicada ha sido una gran sorpresa, sobre todo por redescubrir en ella todos los elementos que me maravillan de su versión definitiva.

martes, 3 de enero de 2012

Passion For Acoustics - Watching The Wheels


El catálogo beatle se ha expandido contra todo pronóstico durante la última década con varios álbumes, algunos muy criticados, pero casi todos esperados por los fans del grupo. Ha habido lanzamientos muy acertados, como aquel Let It Be... Naked de 2003 o la discografía remasterizada al completo de hace dos años, pero también otros que dejaban mucho que desear, como el innecesario recopilatorio 1 o aquel horripilante álbum llamado Love que hacía una indigesta mezcolanza de canciones de los Fab Four auspiciada por George Martin y su hijo Giles como BSO para Le Cirque Du Soleil.


El catálogo de Lennon tampoco ha estado libre de malas decisiones, teniendo en cuenta además que su obra en solitario resulta raquítica para vivir de sus rentas durante tantos años como pretende su viuda. Lennon estuvo inactivo más de la mitad de su breve carrera en solitario y los dos últimos trabajos que publicó antes de aquel retiro de 1975 para cuidar de su hijo Sean, salieron al mercado por requerimientos judiciales o contractuales. Grabó el álbum Rock'N'Roll por un acuerdo judicial debido al evidente plagio de Come Together/You Can't Catch Me, mientras que con el recopilatorio Shaved Fish se libraba del álbum que le debía a Capitol por contrato discográfico.


Todos los recopilatorios posteriores que se han ido publicando tras la muerte del músico, hacían uso de casi todos los temas de Shaved Fish y abuso de las canciones de Double Fantasy con el objetivo de completar un recopilatorio debidamente durante la era del CD. The John Lennon Collection, por ejemplo, contiene un 40 % de canciones del Double Fantasy, dejando el 60 % restante para singles y canciones publicadas antes de 1974. El resto de recopilatorios posteriores suelen mantener el mismo esquema.

Tampoco hay mucho más donde escoger, y Yoko Ono debería darse con un canto en los dientes por la gran calidad de los temas que su marido aportó para Double Fantasy (tan sólo el tema Clean Up Time se libra de aparecer en recopilatorios). El escualido catálogo de la carrera de Lennon da pocas opciones a su viuda, aparte de la publicación de Greatest Hits periódicos para continuar explotando el mito. Se han publicado antologías, a semejanza de lo que hicieron los Beatles a mediados de los noventa, y varios documentales, algunos de ellos redundantes entre si, como aquel Imagine de 1972 y Gimme Some Truth del año 2000. Casi todos los fans de los Beatles protestamos por el poco amor que la japonesa suele demostrar hacia el legado de Lennon, aunque también hay que reconocer que dicho legado está en los huesos desde hace varias décadas. No queda prácticamente nada inédito, y lo que no se ha publicado a estas alturas debe ser de muy poca relevancia.


El año pasado, debido al trigésimo aniversario por la muerte de Lennon, el blog Plasticos y Decibelios publicaba un artículo bastante duro sobre los últimos días de Lennon (click aquí). En él, se daban datos algo pesimistas sobre las capacidades de Lennon para componer después de su retiro de cinco años. Esta información contrasta con el asombroso nivel que el ex-beatle demostró en las canciones para Double Fantasy. En dicho artículo se usaron tres de sus últimas canciones para mostrarnos los temores que John tenía tras su vuelta al negocio discográfico. Hay que tener en cuenta que Double Fantasy no despegó en las listas de éxitos hasta después del asesinato del músico. Lennon por su parte, siempre fue muy autorreferencial en su obra en solitario, por lo que las hipótesis de Julian Ruiz pueden guardar mucho de verdad. Resumiendo el extenso artículo, podemos extraer que un tema como You Save My Soul deja entrever dos escalofriantes intentos de suicidio por parte del propio Lennon durante los setenta, mientras Dear John y Help Me To Help My Self se destapan como dos composiciones de autocompasión ante los pasados éxitos con los Beatles y la encrucijada en la que se veía el propio Lennon tras el escaso éxito inicial de su vuelta al mundo discográfico con Double Fantasy. Leed el artículo, porque resulta sorprendente.

Después de esta retahila hablando sobre legados y legajos, toca el álbum del que vamos a extraer la versión acústica de Watching The Wheels: Acoustics de 2004. Quizá el disco más criticado por todos los fans de Lennon. Incluso partidarios de Yoko Ono (que haberlos, haylos) asumen que este disco está diseñado con el objetivo de sacar los cuartos al fan de los Beatles y al mitómano medio. Yoko pensaría que si el unplugged estaba tan de moda durante la segunda mitad de los noventa, ¿por que no iba a publicar ella su desenchufado particular de Lennon? El proyecto en concreto tiene dos pegas que se ven a leguas. En primer lugar, varios de los temas publicados en Acoustics habían aparecido ya en el Lennon Anthology de varios años atrás. Por otro lado, se ve que tuvieron que rebuscar bastante para completar este particular unplugged, ya que la calidad de los temas no es muy homogénea. Se cuelan temas de directo, demos caseras y de estudio... así que, igual escuchas una reverberación horrible en la voz que te sorprendes con aplausos entre corte y corte. Un disco por compromiso en toda regla con una de las peores portadas del catálogo de Lennon.


Finalizamos hablando del tema que anunciábamos en el título de la entrada: Watching The Wheels es quizá la última gran canción de la carrera del músico. Sobresale de entre los temas de Double Fantasy, ya que, además de ser una soberbia composición, resume perfectamente los últimos años de Lennon cuidando de su hijo. En un foro de los Beatles escuché decir a alguién que Watching The Wheels era más representativa de la carrera de Lennon en solitario que la propia Imagine. Si Imagine era un tema que hablaba de sus ideales y compromisos con la sociedad como figura pública, Watching The Wheels resumía su actitud ante la vida de una forma más auténtica e intimista. La versión que escuchamos de Watching The Wheels aparece en este Acoustics y nos ha servido para soltar toda esta parrafada sobre Yoko Ono, el legado de Lennon y sus últimos años.

jueves, 27 de octubre de 2011

Passion For Acoustics - Wooden Ships


Llevo mucho tiempo queriendo hacer un Passion For Acoustics sobre Wooden Ships, probablemente desde que escuché la versión acústica de Stephen Stills en el álbum Just Roll Tape. Supongo que no la he escrito hasta ahora porque terminé algo cansado de Crosby, Stills, Nash y Young desde que hicimos el TOP10 sobre sus mejores álbumes. Fueron diez entradas escritas en profundidad sobre cada álbum y publicadas entre septiembre y noviembre de 2009. Si no existieran tales antecedentes, ahora podría explayarme hablando de la formación del trío CSN, pero tampoco vamos a repetir la misma información dos veces. Si alguien quiere profundizar un poco más, sólo tiene que entrar en este enlace en el que se le explicara al detalle la expulsión de David Crosby de los Byrds, la desbandada de Buffalo Springfield o el abandono de los Hollies por parte de Graham Nash. Centremonos hoy en la génesis de Wooden Ships paso por paso.


David Crosby creó la melodía de la canción mientras se encontraba en el camarote de uno de sus barcos. Suponemos que su estancia en los Byrds fue lo suficientemente lucrátiva como para poder permitirse una embarcación. En esta demo casera grabada en marzo de 1968 podemos escuchar al propio Crosby tarareando la melodía sin disponer aún de una letra definitiva.


Esta demo pertenece a una interesante colección de CDs con material inédito de CSNY llamado Released Rarities. La persona que publicó este interesante bootleg en 1999 llevaba años recopilando material inédito sobre el grupo. Inicialmente eran cinco CDs, pero la versión de la que yo dispongo abarca hasta ocho. La versión primigenia que acabamos de escuchar da comienzo al primer CD de Released Rarities.

Cuenta también Crosby que la letra surgió gracias a Paul Kantner de Jefferson Airplane y Stephen Stills, contribuyendo ambos con dos y una estrofa respectivamente. En Just Roll Tape, el álbum que recoge las grabaciones caseras registradas por Stills en abril de 1968, puede escucharse una letra definitiva al menos para los estribillos.


Just Roll Tape es un álbum imprescindible para entender la grandeza de la que hacía gala Stephen Stills a finales de los sesenta. Aunque la melodía de este tema en concreto pertenece a Crosby, Just Roll Tape dispone de varios bocetos de canciones que, posteriormente, se convertirían en obras maestras y nutrirían durante bastante tiempo la carrera discográfica de Stills en todas sus encarnaciones: Helplessly Hoping del álbum debut de CSN, Black Queen de su primer álbum en solitario o la magitral So Begins The Task de Manassas.

Wooden Ships fue publicada por partida doble el año 1969 en el álbum debut de CSN y en Volunteers de Jefferson Airplane. Suponemos que el espíritu hippie de finales de los sesenta llevaría a David Crosby a ceder amablemente semejante temazo por la contribución de Kantner a la letra definitiva. El material del que se partía era tan bueno que ambas versiones son geniales. El tema narra el encuentro entre dos supervivientes de una guerra nuclear, de manera que las estrofas iniciales están estructuradas a partir de un diálogo entre ambos. Wooden Ships se suma a otros temas, como A Hard Rain's Gonna Fall de Bob Dylan, en los que se cristaliza el temor a las consecuencias de la Guerra Fría. Sin embargo, el sentimiento catastrófico de A Hard Rain's Gonna Fall se atenúa en Wooden Ships, ya que David Crosby visualizaba la canción de forma que los supervivientes a la hecatombe nuclear parten alejándose de la orilla para fundar una nueva civilización.

jueves, 18 de agosto de 2011

Passion For Acoustics - Creep



El tema que lanzó a la fama a Radiohead fue fruto de un par de casualidades. Bueno, un par de casualidades y un más que evidente plagio: su parecido con The air that I breathe de The Hollies es tan flagrante que Albert Hammond y Mike Hazlewood aparecen como coautores de la canción que hoy nos ocupa.

En 1992 los chicos de Radiohead habían logrado un contrato con la discográfica EMI, y encontrándose ensayando en el estudio tocaron Creep, tema que había sido compuesto por Thom Yorke algunos años atrás mientras estudiaba en la universidad. Tras una sesión decepcionante, en la que la banda interpretó desastrosamente otra serie de canciones, desde la sala de control les pidieron que volvieran a tocar Creep. Cuando los productores, Sean Slade y Paul Q. Kolderie, se dieron cuenta que era un tema propio y no una versión (Yorke definía esta canción como “nuestro tema a lo Scott Walker”, lo que llevó a la confusión), ofrecieron a la banda grabarla. Dicho y hecho: en una sola toma dejaron el tema listo para editarse.

Radiohead: probablemente la banda con menos groupies de la historia

Su primera edición en Reino Unido fue un fracaso: pese a tener detrás a EMI, el single solo llegó al puesto 78 de las listas británicas, por lo que la banda se centró en sacar un nuevo single, que resultaría ser Anyone can play guitar.

Pero, y aquí llega la segunda casualidad, a finales de 1992 un DJ israelí llamado
Yoav Kutner se obsesionó con Creep y la emitía incesantemente en su programa de radio, hasta el punto de convertirla en un éxito en Israel. Radiohead se fueron para allá a dar una serie de conciertos, y empezó a producirse el efecto dominó: sin que nadie lo esperara ni se pudiera esperar, Creep empezó a copar los primeros puestos de las listas de países tan remotos entre sí como Nueva Zelanda o España.

Para entonces algunas emisoras de radio de la costa oeste estadounidense se habían hecho eco de la banda de Oxford, y empezaron a emitir el single cada vez con más entusiasmo: para finales de 1993, Creep era todo un éxito en Estados Unidos, eso sí, con una versión censurada de la misma: cambiaron el "so fucking special" por "so very special" para el escandalizable y mojigato público norteamericano. Ante esa situación, y pese al rechazo de la banda, la discográfica decidió reeditar el tema en Reino Unido, alcanzando el puesto 6 en las listas británicas.

El resto ya es historia.


domingo, 10 de julio de 2011

Passion For Acoustics - Telegram Sam


La figura de Marc Bolan me parece muy interesante, no tanto por la música que publicó durante su carrera, si no por ser el mayor rival de Bowie durante los primeros años de la década de los setenta. Esta sana competitividad me la descubrió el libro escrito por David Buckley sobre David Bowie, Una Extraña Fascinación.

David Bowie y Marc Bolan, seis semanas antes de la muerte del segundo

David Buckley afirma que siempre ha habido una gran controversia entre los fans de Bolan y Bowie para aclarar quien fue el verdadero precursor del glam rock, aunque todos están de acuerdo en que Bowie elevo el concepto hacia otras alturas con la creación de Ziggy Stardust. Me parecieron muy sorprendentes las declaraciones de Tony Visconti, productor de ambos músicos, acerca de la actitud de Bolan hacia Bowie en las diversas etapas de su relación profesional, mientras uno alcanzaba el estrellato y el otro veía como su éxito comercial se iba apagando paulatinamente. Antes de 1972, año clave en el que se invierte la suerte de ambos músicos, Bolan había colado once temas en el Top 10 británico desde Ride A White Swan hasta The Groover, mientras David Bowie llevaba tres años sin publicar un single de éxito después de su primera entrada en listas con Space Oddity en 1969. No es de extrañar la actitud despectiva del primero hacia el segundo durante esos primeros años, aunque la situación no tardaría en cambiar radicalmente.

Con la publicación de Ziggy Stardust, aquellos aires de superioridad de Bolan se tornan en recelo y cautela hacia el sorprendente giro que había tomado la trayectoria de su más directo rival... y a partir de ahí, ya sabemos lo que sigue. Bowie alcanza nuevas cimas artísticas con cada nuevo trabajo, mientras Bolan se va hundiendo en una formula desgastada que tan buenos resultados le había dado a principios de la década. Visconti afirma en el libro que había recomendado a Bolan un descanso después del álbum Tanx para absorber nuevas influencias, pero éste desoyó el consejo y terminó por hundirse sin remedio ante la indiferencia de su público.

A veces confundo las canciones entre Electric Warrior y The Slider, pero tengo grabado a fuego el orden de los temas en Aladdin Sane o Hunky Dory. Todas las canciones de T-Rex me parecen muy parecidas, así que Visconti no iba muy desencaminado cuando le recomendó tomarse un año sabático para desconectar un poco. Por otro lado, resulta también gracioso como Visconti le produce a Bowie un álbum tan oscuro como The Man Who Sold The World para después lamentarse por no haber participado en la flamante y posterior trilogía del glam compuesta por Hunky Dory / Ziggy Stardust /Aladdin Sane mientras trabajaba en los álbumes de T-Rex. ¿Donde estaban todas esas canciones cuando yo le producía? exclama en sus declaraciones al libro de David Buckley sin tapujo alguno.

Tony Visconti y el Tío Gilito... perdón, David Bowie

El álbum que nos ocupa esta vez lleva el ilustrativo nombre de Acoustic Warrior, un juego de palabras bastante logrado con la obra magna de T-Rex. Aunque Marc Bolan era un gran amante del folk (de hecho, su apellido artístico viene de Bo-b/dy-lan), no parece conservarse ningún concierto acústico donde cantara sus éxitos. Buscando información sobre este extraño álbum con portada de saldo, me encuentro con afirmaciones que no aparecen en allmusic ni en ninguna otra página especializada. Los fanáticos de Bolan afirman en amazon que este álbum es un fake de concierto en toda regla, compuesto por demos acústicas de estudio o incluso voz y guitarra tomadas directamente del tema original, aprovechando por supuesto la reciente remasterización de los álbumes de Bolan. Ocurre esto en concreto con la canción que nos ocupa, Telegram Sam. Ningún músico puede calcar una pista de voz tan bien como en el acústico que vamos a escuchar al final, sólo hay que compararla con la versión oficial para confirmar que nos encontramos ante la pista que aísla voz y guitarra en el tema original. En fin, no hay mal que por bien no venga.

Acoustic Warrior incurre además en el mayor de los delitos como bootleg, ya que no se queda tan sólo en tomar grabaciones de distinta procedencia para componer un disco que se pretende homogéneo, si no que también mete sonido de público para simular ese hipotético concierto acústico que Bolan nunca llegó a realizar.


jueves, 20 de enero de 2011

Passion For Acoustics - Lemon Tree


Este Passion For Acoustics ha sido inexplicablemente el más difícil de escribir de todos los de la sección. Mi compi de blog lo sabe, que ha visto el borrador ahí estancado por más de dos meses. Creo que planteé mal el texto y hasta que no me he propuesto empezar de cero, la entrada ha estado cogiendo moho durante muchas semanas. En fin, enésimo intento, a ver si esta vez sale bien.

Nos vamos a atrever con un tema del controvertido último álbum de Josh Rouse, El Turista. Ya hablabamos en otra entrada anterior sobre la razón por la cual el músico de Nebraska se había trasladado a España después de conocer a su futura pareja. Establecido en Valencia, ha publicado dos álbumes increíbles que continúan la calidad de obras anteriores, Subtítulo y Country Mouse, City House. El Turista es su tercer trabajo como americano afincado en España y demuestra su permeabilidad a movimientos musicales que hasta ahora quedaban ajenos a su obra. La portada del álbum nos muestra ya de entrada una gran fascinación por la costa levantina, con una foto de Josh mirando al mar filtrada a través de tonos azules que sugieren el apego que el músico empieza a sentir por su nueva residencia. El Turista establece un balance entre canciones que podrían encontrarse en discos anteriores (Lemon Tree, Sweet Elaine o Cotton Eye Joe) y esos nuevos temas con influencias latinas procedentes del otro lado del Atlántico (Duerme, Messie Julian o Valencia).


No es de extrañar la controversia que ha generado entre sus fans de siempre. Las buenas críticas sobre este nuevo trabajo brillan por su ausencia, tan sólo he encontrado una reseña positiva en el blog rockandrodriland. Y sinceramente, esta crítica positiva me ha abierto los ojos para ver este arriesgado trabajo desde otro prisma mucho más benévolo. Que yo también suela visitar la costa gaditana por cuestiones sentimentales puede volverme algo imparcial, pero supongo que me ayuda a entender mejor el hechizo que Rouse siente ahora por la costa levantina y la dieta mediterránea. Más si cabe, viniendo de un lugar tan frío como Nebraska.

Es normal esperar un nuevo Nashville y quedar decepcionado con el nuevo rollo que se trae el músico, ya que las nuevas canciones en castellano parecen cantadas por el bueno de Josh usando el palo de un polo helado debajo de la lengua. No hace poco lo vi en una entrevista de Rockola.fm y ciertamente chirría menos hablando en castellano que cantándolo. Si pincháis en el enlace, veréis que uno de los invitados lo compara en su nueva faceta musical con Dean Martin cantando Calypso. Entre risas, el cantante da la replica indicando que otra de las comparaciones que le sugieren los fans es Devendra Banhart. Sin embargo, la voz de Rouse no puede ocultar su acento guiri y Devendra, al tener ascendencia venezolana, chirría menos al cantar la lengua de Cervantes. Quizá esta sea la principal pega que ponen sus seguidores, el ridículo que podría estar haciendo como cantante al enfrentarse a un idioma que no domina en la pronunciación. Además, el músico aborda versiones de un oscuro cantante cubano llamado Bola de Nieve, cuyas letras no resultan demasiado brillantes, aunque si algo simpáticas.


El EP Valencia nos anticipaba su nuevo álbum, aunque la mezcla cultural se ha radicalizado en El Turista. También los asistentes a su concierto en el Puerto de Santa Maria a finales de 2009 quedamos algo extrañados, sobre todo con el anticipo de Messie Julian entre las sublimes canciones de discos anteriores. Sin lugar a dudas, para el que esto suscribe, El Turista es el peor álbum de Josh Rouse en los últimos años, aunque ésto no significa que el disco sea malo. Estamos hablando de un artista que ha publicado obras maestras como Nashville o Country Mouse, City House. Yo creo que el verdadero ridículo sólo se produce en Valencia y Las Voces, el resto del álbum es una delicia en el que se pueden encontrar claras referencias a lo que Josh Rouse siempre ha sido como compositor y músico.

Lemon Tree es la canción que más me ha llamado la atención de este nuevo álbum. He tenido la suerte de encontrar una versión acústica en youtube, cantada además en la Plaza St. Georges de Paris hace casi un año. El video parece enmarcado dentro del proyecto acústico de una página francesa llamada le-hiboo.com. La versión acústica, las calles nocturnas de París al fondo y Josh Rouse cantando mientras nubes de vapor salen de su boca por el intenso frío. Os dejo con ella.

martes, 30 de noviembre de 2010

Passion For Acoustics - Bonny


Si hay algo que tengo que agradecer a la emisora de radio M-80 es haberme descubierto la música de Prefab Sprout. Entre tanto refrito ochentero y tanta canción repetida hasta la saciedad, las canciones de Paddy McAloon destacaban como brillantes gemas pop que nunca te cansabas de escuchar. Ya era hora de dedicar un post a este genio de la música que vive retirado desde hace años con su familia y cuyos últimos años como compositor podrían darnos uno de los artículos más curiosos que hemos escrito en el blog.

Neil Conti, Martin McAloon (el hermano feo), Wendy Smith y Paddy McAloon (el genio del pop) en 1985

Lo primero que llama la atención sobre Prefab Sprout es que apenas haya información sobre sus discos, ni en wikipedia ni en allmusic. He tenido que tirar de antiguas revistas para poder hablar de ellos, y eso que todo el mundo conoce temas como Cars & Girls o When Love Breaks Down. La canción de la que vamos a hablar hoy es Bonny, un formidable corte perteneciente a su álbum de 1985 Steve McQueen. Podríamos haber seleccionado cualquier otro tema mucho más popular como When Love Breaks Down o Goodbye Lucille #1 (Johnny Johnny), pero Bonny es menos conocida y tan soberbia como estos dos hits del grupo.

Steve McQueen fue el segundo álbum de Prefab Sprout y puede que el trabajo más completo y equilibrado de toda su discografía. Cuando ya habían publicado su opera prima Swoon en 1984, el grupo apareció en la BBC tocando material en directo. El productor Thomas Dolby los vio por televisión e inmediatamente quedó prendado de sus canciones, contactando con el grupo y ofreciéndose a producir su siguiente álbum. Con Neil Conti como batería definitivo y nuevo productor, Prefab Sprout graba sus dos discos más recordados, el ya mencionado Steve McQueen (1985) y From Langley Park To Memphis (1988).

Para dar cuenta de lo prolífico que puede ser Paddy McAloon como compositor, indicar que llegó a mostrar sesenta canciones a Dolby para que seleccionara entre ellas el repertorio que formaría Steve McQueen. El productor eligió 11 temas compuestos antes del año 1979, anteriores en cinco años a la publicación de su álbum anterior. Thomas Dolby daría al grupo las señas de identidad de su época dorada, un sonido más pulido y trabajado que acompañaría a la perfección las composiciones de McAloon.

Paddy McAloon, en la actualidad como ermitaño

La canción acústica que vamos a escuchar pertenece a un CD extra incluido en la edición remasterizada de Steve McQueen en 2005. Es una versión posterior grabada expresamente por McAloon veinte años después para conmemorar el vigésimo aniversario del álbum. Como curiosidad, indicar que Prefab Sprout no publica material original desde el año 2001 con The Gunman And Other Stories, ya que Let's Change The World With Music publicado el año pasado sin demasiados retoques fue grabado en realidad durante el año 1992.

Ya dijimos que Paddy McAloon vive retirado con su familia en Escocia y se prodiga poco, aunque continúa componiendo música. Según declaraciones a la revista Mojo, podría sacar veinte discos completos con todo lo que tiene archivado, pero no lo hace por falta de recursos para publicar dicho material como debería (orquestaciones, etc.). Efectivamente, se ha vuelto un poco paranoico con los años. De hecho, su afán de perfeccionismo le hizo invertir seis meses en grabar el CD extra de ocho temas acústicos que acompañó a la remasterización de Steve McQueen. Es decir, tardó tres veces más en grabar el anexo acústico que el tiempo empleado en crear el álbum original de 1985.

Merece la pena en cualquier caso escuchar semejantes canciones sin adorno alguno. Os dejamos con Bonny al desnudo.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Passion For Acoustics - My Brave Face


¿Echabamos de menos una entrada sobre Paul McCartney? Puede que no, pero voy a aprovechar que el puesto nº 2 del ranking sobre los Beatles en solitario se sigue fraguando para cumplir con Macca en la sección de los acústicos. Este post será una extraña mezcla entre el Passion for Acoustics y el Desmontando a McCartney, matamos así dos pájaros de un tiro recuperando dos secciones clásicas del blog que estaban muy abandonadas.

Nos remontamos esta vez a finales de los ochenta con la publicación del álbum Flowers In The Dirt. Siempre he dicho que me parece un disco muy encorsetado, pero también hay que reconocerle el mérito de recuperarnos al mejor McCartney después de su difícil periplo por la década de los ochenta. Pipes Of Peace, Give My Regards To Broad Street y sobre todo Press To Play, dejaron muy tocada la carrera discográfica de Macca, tanto comercialmente como en cuanto a crítica (nunca lo trataron bien, pero está vez era con razón). A finales de los ochenta incluso el propio Paul sabía que tenía que parar ese declive en su carrera músical, así que puso manos a la obra para reflotar el barco.

Primero publicó un nuevo recopilatorio llamado All The Best! que cumplió su función como eficaz recordatorio de todos sus logros anteriores. Después, se planteó un cambio en sus hábitos como compositor, quizá para recuperar algo de la frescura que había perdido durante la última década. Ya en Press To Play había trabajado con Eric Stewart de 10cc, pero esta vez encontraría a un colaborador más de su nivel: Declan McManus, a.k.a. Elvis Costello. De los contados compositores que han colaborado con él durante su carrera en solitario, Costello puede ser el que mejor ha sabido interactuar con Macca en la creación de canciones. El resultado final fue un álbum como Flowers In The Dirt, repleto de interesantes temas en los que McCartney parece recuperar su olfato para crear melodías tarareables.


My Brave Face en concreto apareció como primer single del álbum. Una canción de gran empaque compuesta junto a Costello y en la que recuperamos el perdido aroma beatle después de varios álbumes decepcionantes. Aroma beatle que Macca empezará a explotar descaradamente a partir de entonces, ya que el éxito del álbum le permitirá realizar una gira mundial en la que recuperará el legado de los Beatles en exceso, algo que no solía hacer en sus anteriores giras con Wings. De aquellos barros, estos lodos... su música en directo ha evolucionado de forma que su contribución en los Beatles durante siete años ha eclipsado cuarenta años de música en solitario.

Para grabar My Brave Face en el estudio, Costello insistió a McCartney para que recuperará el legendario bajo Hofner que había utilizado con los Beatles y que no tocaba desde hacía años. La canción venía acompañada también por un videoclip en el que se alternaban imágenes del nuevo grupo de McCartney con las de un vendedor japonés clandestino de cotizados objetos de los Fab Four. Beatles, Beatles, Beatles... ¿publicidad subliminal de glorias pasadas? La canción siempre me ha recordado un poco a Back In The USSR, no sé si porque son dos temas soberbios para abrir un disco. El acústico que vamos a escuchar es una demo bastante desarrollada, atención a la segunda voz.

jueves, 29 de abril de 2010

Passion For Acoustics - Ziggy Stardust


The Rise And Fall Of Ziggy Stardust & The Spiders From Mars es el trabajo más emblemático de la discografía de David Bowie y uno de los discos más importantes de la historia del rock. En un principio, el álbum iba a ser la continuación natural de su predecesor Hunky Dory (frase hecha que significa "a pedir de boca"), pero la inclusión durante la grabación del tema Ziggy Stardust replantearía la idea original hasta convertirlo en un impactante álbum conceptual.

Ziggy Stardust es el primer alter ego que adoptaría David Bowie para después mutar a lo largo de su discografía en otras encarnaciones como Aladdin Sane (1973) o el Delgado Duque Blanco, personaje que pertenece al álbum Station To Station (1976). El propio artista afirmó en su momento que el nombre de Ziggy le vino al ver el cartel de una sastrería de Londres llamada de esa misma forma. Stardust proviene de un músico marginal llamado Norman Carl Odom que usaba el apelativo The Legendary Stardust Cowboy y que a principios de los setenta publicó un álbum llamado Paralyzed, reivindicado ahora como pequeña obra maestra. Como dato curioso, mencionar que David Bowie versionó uno de sus temas como homenaje en su álbum Heathen (2002), en concreto I Took A Trip (In a Gemini Spacecraft).

Como ya dijimos al principio, Ziggy Stardust terminaría por acaparar el álbum al completo, convirtiéndolo en un disco conceptual que contaría su historia de principio a fin. De hecho, Bowie compuso nuevos temas en la recta final como Star o Hang On To Yourself para hacer más coherente el hilo argumental. La historia comienza con la llegada del alienígena Ziggy Stardust a la Tierra cuando faltan tan solo cinco años para la destrucción total del planeta. Ziggy decide entonces convertirse en una estrella del rock, suicidándose en la última canción para cumplir una especie de objetivo mesiánico (golpe de efecto que incluiría Bowie influido tal vez por las tempranas muertes de Brian Jones, Janis Joplin o Jimi Hendrix).

Mucho se ha hablado sobre el significado completo del álbum, cuyo pretexto no es sólo contar la historia del alienígena, sino establecer también una ruptura con el rock de finales de los sesenta e iniciar el pop vanguardista que caracterizaría la carrera posterior de Bowie. La frase look out you, rock'n'rollers (tened cuidado, rockeros) de la canción Changes reivindicaría aquí su significado por completo, y es que Bowie enfundado en su ajustado traje de Ziggy Stardust no se parecía, ni remotamente, a nada de lo que se había visto hasta entonces en un escenario, ya que frente a la marcada heterosexualidad de grupos como los Stones o Led Zeppelin, Ziggy Stardust ofrecía en el escenario la ambigüedad de un personaje andrógino fascinante.

Junto a las referencias ya conocidas de la ciencia ficción, teniendo muy presente la película 2001: A Space Odissey de Stanley Kubrick, en Ziggy Stardust también había influencias marcadas de la cultura japonesa. En los conciertos Bowie vestía los kimonos del diseñador japonés Kansai Yamamoto, algunos adaptados al personaje y otros creados expresamente para él, moviéndose en el escenario usando como principal referencia el teatro kabuki tradicional. La cultura japonesa era por entonces totalmente desconocida en el Reino Unido, por lo que el impacto producido validaba al personaje como a alguien venido de otro planeta.

Quizá la decisión más sabia tomada por Bowie fue matar a Ziggy cuando aún saboreaba la fama en su punto más álgido. Era necesario mucho valor para hacer algo así y mucha visión de futuro para comprender que el personaje terminaría por devorarlo como músico, así que el 3 de junio de 1973 en el Hammersmith Odeon de Londres, Bowie despedía a su primer alter ego con estas palabras "esta actuación permanecerá mucho tiempo en nuestro recuerdo, no sólo porque es la última de la gira, sino porque es la última actuación que haremos jamás". Moría Ziggy Stardust, nacía Aladdin Sane.

La canción acústica pertenece a la colección de demos aparecidas como bonus tracks en la reedición del álbum por parte de Rykodisc. La versión oficial nos muestra un musculoso riff de guitarra ejecutado por Mick Ronson junto a una de las interpretaciones más sublimes de David Bowie.