Como ya adelantamos en la anterior entrada, me dispongo a enumerar aquí los cinco conciertos que más me han defraudado.
5. Dani Garuz (DA)
Siendo totalmente honestos no puedo decir que este concierto me defraudara, porque no esperaba nada de él. Realmente es que no solo no conocía nada suyo (de lo cual me alegro), sino que ni siquiera sabía que iba a tocar aquella noche. Lo que ocurre es que el señor Garuz aparece en esta lista por tener el dudoso honor de ser el suyo, casi con toda seguridad, el peor concierto al que he ido en mi vida. Un aplauso.
Allí que estábamos en Cádiz para ver a The New Raemon, dentro de los conciertos del Mirador Pop 2009, y nos encontramos con que el primero en subir al escenario fue un canijo vestido de cowboy, lo más parecido a un Howard Wolowitz texano que te puedas imaginar. Con su SG en ristre y una banda que iba y venía como el Guadiana (inexplicablemente, en la mitad de los temas Dani se quedaba solo en el escenario, y ponía una caja de ritmos), empezó a cantar uno tras otro sus temas... a cada cual más absurdo. Casi no recuerdo ninguna canción, pero aquel estribillo que decía "me gusta correrme / es cojonudo / correrse es lo mejor" se me ha quedado grabado a fuego en mi mente. Para más inri, acabando el concierto empezó a hacer piruetas, y lo cierto es que también recuerdo que medio se quitó la camisa, aunque puede que esto último solo sea fruto de las pesadillas que aún me causa.
De todo ello me quedó un profundo trauma que aún envenena mis sueños; pero más grave aún es el caso del amigo Manuel J, quien desde entonces es declarado fan de Dani Garuz, como demuestra esta entrada.
4. Mando Diao
Aunque sus últimos trabajos no me gustan nada, sus dos primeros discos, Bring'Em In y Hurricane Bar, me siguen pareciendo muy muy buenos. Así que cuando me enteré que en la primavera de 2009 venían de gira acompañando a Franz Ferdinand no dudé en ir a Atarfe para verlos.
Lo cierto es que no sé a quién culpar por el desastroso concierto de aquella noche: no sé si es que la banda toca tan horrorosamente mal (aunque solo sea por llevar 15 años juntos, les concedo el beneficio de la duda) o es que los señores de la mesa de sonido tenían las manos ocupadas en otra cosa y no atendían a sus obligaciones. Aún dando como más probable la segunda hipótesis, el hecho es que aquel concierto fue poco menos que un martirio: un sonido totalmente saturado, con la compresión a tope, no se distinguía ningún instrumento, las voces apenas audibles, cada músico parecía ir por su lado... De lo peor que he escuchado en mi vida. Si a eso sumamos que su repertorio va en franca decadencia y que el cantante, como todo el mundo sabe, en directo canta menos que un grillo pisado, tenemos el cuadro hecho.
Tan solo viendo que la mayoría de su audiencia eran jovencitas adolescentes nos queda claro: como ya sospechábamos, Mando Diao solo son un grupo de suecos que vienen a presumir de guapos y hacer posturitas.
3. New Order
En el Summercase de 2006 los de Manchester eran cabeza de cartel y habían generado una tremenda expectación... a la que no supieron responder en mi opinión.
Sí, estamos hablando de un grupo mítico, con clásicos imprescindibles (quieras o no, escuchar en directo Regret o Bizarre love triangle emociona), todo lo que quieras. Pero cuando llega el momento de retirarte lo mejor es darte cuenta y tener los arrestos para hacerlo, todo lo que no sea eso supone manchar el nombre y devaluar los méritos de la banda. Que no es un problema de edad, ojo, ya que cuántos ejemplos podemos encontrar de grupos y músicos que siguen a pie del cañón siendo mucho mayores. No es eso, es más un tema de actitud: daba la impresión de ser una banda que iba con el piloto automático, o casi que sin él siquiera; sin motivación alguna... El coro del hogar del jubilado de Villajoyosa le echa más huevos al asunto.
En mi opinión, y visto lo que vi, de los batacazos mayores de los que yo haya podido ser testigo.
2. Josh Rouse
El principal atractivo que tenía para servidor la primera edición de la Monkey Week (a la que ya hicimos referencia cuando hablamos de Kitty Daisy & Lewis), era la actuación de este cantautor americano-valenciano.
En aquel entonces sus últimos trabajos publicados eran Country mouse city house y el recopilatorio The best of the Rykodisc years, y con ese referente acudí al festival. Pero qué sorpresa cuando nos encontramos que se dedicó, en gran parte, a desgranar temas de su siguiente trabajo aún no editado por aquel entonces, el infumable El turista. Con su castellano aprendido directamente de Doña Croqueta y esa bossanova a medio tiempo, el recital aburrió hasta a las ovejas. Tuvo un par de momentos decentes cuando se dignó a tocar a alguno de sus temas clásicos, pero nada más. Si a ello le sumamos que, por motivos de organización, su actuación se vio reducida a poco más de 45 minutos, os podéis imaginar con qué carita nos quedamos. Desde luego a este probe hombre no le ha sentado nada bien la dieta mediterránea.
Desde aquí pedimos que regrese a USA, y nos vuelva a regalar discazos como Nashville o 1972, o incluso el ya mencionado Country mouse city house.
1. Bob Dylan
Las víctimas del timo de la estampita no creo que se sientan más estafadas que yo cuando aquella noche salí de ver al señor Dylan cantar (bueno, digo cantar como bien podría decir graznar) en el estadio Chapín de Jerez en verano de 2008.
Todo lo dicho un poco más arriba sobre New Order se puede aplicar aquí, solo que elevado a la quincuagésima potencia. Vaya tío sinvergüenza, cómo se está dedicando a pisotear su prestigio (allá él, para eso es suyo y puede hacer con él lo que quiera, como el gato del chiste), pero lo peor de todo es cómo se está cachondeando de los fans, con el beneplácito de muchos de ellos. "Es que él es así" decían algunos, "es que tienes que saber a lo que vienes" decían otros... No, si al final la broma me cuesta 50 euros y la culpa va a ser mía.
El hecho es que aquella tarde, tras horas de espera bajo un sol de justicia y un telonero de lo más soso (no recuerdo su nombre, es aquel al que atropelló el Neng con el coche), Dylan apareció en el escenario con el look de Juanito Valderrama. Sin decir ni una palabra al respetable ni mirar tan siquiera de reojo (lo juro, no miró al público ni un segundo, cantó todo el tiempo de perfil), hizo unas versiones irreconocibles de sus propios temas, y tal como vino se marchó; creo que en todo el concierto solo dijo una vez "gracias" y nada más, ni hola ni adiós. Nunca he visto más desgana ni mayor desprecio por el público, exceptuando a Mourinho claro. De no ser porque iba con Manuel J, un dylanita de pro, no hubiera sido capaz de reconocer la mitad de las canciones.
Actualmente, Dylan es única y exclusivamente para fanáticos, como los que tuve delante aquella tarde: habían asistido a los 8 conciertos de la gira en nuestro país, y los tíos de lo más contentos... ¡esto antes no pasaba!
5. Dani Garuz (DA)
Siendo totalmente honestos no puedo decir que este concierto me defraudara, porque no esperaba nada de él. Realmente es que no solo no conocía nada suyo (de lo cual me alegro), sino que ni siquiera sabía que iba a tocar aquella noche. Lo que ocurre es que el señor Garuz aparece en esta lista por tener el dudoso honor de ser el suyo, casi con toda seguridad, el peor concierto al que he ido en mi vida. Un aplauso.
Allí que estábamos en Cádiz para ver a The New Raemon, dentro de los conciertos del Mirador Pop 2009, y nos encontramos con que el primero en subir al escenario fue un canijo vestido de cowboy, lo más parecido a un Howard Wolowitz texano que te puedas imaginar. Con su SG en ristre y una banda que iba y venía como el Guadiana (inexplicablemente, en la mitad de los temas Dani se quedaba solo en el escenario, y ponía una caja de ritmos), empezó a cantar uno tras otro sus temas... a cada cual más absurdo. Casi no recuerdo ninguna canción, pero aquel estribillo que decía "me gusta correrme / es cojonudo / correrse es lo mejor" se me ha quedado grabado a fuego en mi mente. Para más inri, acabando el concierto empezó a hacer piruetas, y lo cierto es que también recuerdo que medio se quitó la camisa, aunque puede que esto último solo sea fruto de las pesadillas que aún me causa.
De todo ello me quedó un profundo trauma que aún envenena mis sueños; pero más grave aún es el caso del amigo Manuel J, quien desde entonces es declarado fan de Dani Garuz, como demuestra esta entrada.
4. Mando Diao
Aunque sus últimos trabajos no me gustan nada, sus dos primeros discos, Bring'Em In y Hurricane Bar, me siguen pareciendo muy muy buenos. Así que cuando me enteré que en la primavera de 2009 venían de gira acompañando a Franz Ferdinand no dudé en ir a Atarfe para verlos.
Lo cierto es que no sé a quién culpar por el desastroso concierto de aquella noche: no sé si es que la banda toca tan horrorosamente mal (aunque solo sea por llevar 15 años juntos, les concedo el beneficio de la duda) o es que los señores de la mesa de sonido tenían las manos ocupadas en otra cosa y no atendían a sus obligaciones. Aún dando como más probable la segunda hipótesis, el hecho es que aquel concierto fue poco menos que un martirio: un sonido totalmente saturado, con la compresión a tope, no se distinguía ningún instrumento, las voces apenas audibles, cada músico parecía ir por su lado... De lo peor que he escuchado en mi vida. Si a eso sumamos que su repertorio va en franca decadencia y que el cantante, como todo el mundo sabe, en directo canta menos que un grillo pisado, tenemos el cuadro hecho.
Tan solo viendo que la mayoría de su audiencia eran jovencitas adolescentes nos queda claro: como ya sospechábamos, Mando Diao solo son un grupo de suecos que vienen a presumir de guapos y hacer posturitas.
3. New Order
En el Summercase de 2006 los de Manchester eran cabeza de cartel y habían generado una tremenda expectación... a la que no supieron responder en mi opinión.
Sí, estamos hablando de un grupo mítico, con clásicos imprescindibles (quieras o no, escuchar en directo Regret o Bizarre love triangle emociona), todo lo que quieras. Pero cuando llega el momento de retirarte lo mejor es darte cuenta y tener los arrestos para hacerlo, todo lo que no sea eso supone manchar el nombre y devaluar los méritos de la banda. Que no es un problema de edad, ojo, ya que cuántos ejemplos podemos encontrar de grupos y músicos que siguen a pie del cañón siendo mucho mayores. No es eso, es más un tema de actitud: daba la impresión de ser una banda que iba con el piloto automático, o casi que sin él siquiera; sin motivación alguna... El coro del hogar del jubilado de Villajoyosa le echa más huevos al asunto.
En mi opinión, y visto lo que vi, de los batacazos mayores de los que yo haya podido ser testigo.
2. Josh Rouse
El principal atractivo que tenía para servidor la primera edición de la Monkey Week (a la que ya hicimos referencia cuando hablamos de Kitty Daisy & Lewis), era la actuación de este cantautor americano-valenciano.
En aquel entonces sus últimos trabajos publicados eran Country mouse city house y el recopilatorio The best of the Rykodisc years, y con ese referente acudí al festival. Pero qué sorpresa cuando nos encontramos que se dedicó, en gran parte, a desgranar temas de su siguiente trabajo aún no editado por aquel entonces, el infumable El turista. Con su castellano aprendido directamente de Doña Croqueta y esa bossanova a medio tiempo, el recital aburrió hasta a las ovejas. Tuvo un par de momentos decentes cuando se dignó a tocar a alguno de sus temas clásicos, pero nada más. Si a ello le sumamos que, por motivos de organización, su actuación se vio reducida a poco más de 45 minutos, os podéis imaginar con qué carita nos quedamos. Desde luego a este probe hombre no le ha sentado nada bien la dieta mediterránea.
Desde aquí pedimos que regrese a USA, y nos vuelva a regalar discazos como Nashville o 1972, o incluso el ya mencionado Country mouse city house.
1. Bob Dylan
Las víctimas del timo de la estampita no creo que se sientan más estafadas que yo cuando aquella noche salí de ver al señor Dylan cantar (bueno, digo cantar como bien podría decir graznar) en el estadio Chapín de Jerez en verano de 2008.
Todo lo dicho un poco más arriba sobre New Order se puede aplicar aquí, solo que elevado a la quincuagésima potencia. Vaya tío sinvergüenza, cómo se está dedicando a pisotear su prestigio (allá él, para eso es suyo y puede hacer con él lo que quiera, como el gato del chiste), pero lo peor de todo es cómo se está cachondeando de los fans, con el beneplácito de muchos de ellos. "Es que él es así" decían algunos, "es que tienes que saber a lo que vienes" decían otros... No, si al final la broma me cuesta 50 euros y la culpa va a ser mía.
El hecho es que aquella tarde, tras horas de espera bajo un sol de justicia y un telonero de lo más soso (no recuerdo su nombre, es aquel al que atropelló el Neng con el coche), Dylan apareció en el escenario con el look de Juanito Valderrama. Sin decir ni una palabra al respetable ni mirar tan siquiera de reojo (lo juro, no miró al público ni un segundo, cantó todo el tiempo de perfil), hizo unas versiones irreconocibles de sus propios temas, y tal como vino se marchó; creo que en todo el concierto solo dijo una vez "gracias" y nada más, ni hola ni adiós. Nunca he visto más desgana ni mayor desprecio por el público, exceptuando a Mourinho claro. De no ser porque iba con Manuel J, un dylanita de pro, no hubiera sido capaz de reconocer la mitad de las canciones.
Actualmente, Dylan es única y exclusivamente para fanáticos, como los que tuve delante aquella tarde: habían asistido a los 8 conciertos de la gira en nuestro país, y los tíos de lo más contentos... ¡esto antes no pasaba!
4 comentarios:
Joder tío…lo que me he podido reir con lo de el tal Dani…buenísimo a más no poder.
Sobre lo de New Order algo oí en su día. Debió ser bochornoso. Y mira que me joder ver a grupos grandes tocar con el piloto automático…
Y sobre Dylan, aquí te tengo que tirarte un poco de las orejas. Yo como Manuel J soy Dylanita (con mis reservas, ojo, porque hay discos que no me gustan nada) y le he visto dos veces. En 2004 y en 1995. En una estuvo de perfil y en otra de frente. Y en ambas estuvo frio y distante. Es así y hay que entenderlo, que mas da…. Eso sí, cuando suenan las canciones me rindo a él como un corderito... Me parece genial como está afrontando su carrera en los últimos años. En estudio, desde 1997, nos ha dejado varias obras maestras. En directo reconozco que no es para todos los públicos. Nunca lo fue. Pero Dylan es intocable tio…
Buena entrada…
Después de leerme lo de Dani Garuz, he tenido que ponerme algunas de sus canciones para recordar lo bueno que es el tío xD No es desde luego uno de mis músicos de cabecera y, de hecho, aún no ha sacado un disco por el que haya que hacerle un lavativazo,pero es un tío que no se toma en serio a sí mismo y, de vez en cuando, te saca canciones muy buenas: 24 Horas, Tigres Vegetarianos, Velocidad Absurda, Niño de Mama... eso si, confirmo lo de las piruetas en el escenario. Por poco se nos mata con la esquina del escenario.
Muy bueno el píe de foto para New Order. Creo que el de la derecha es el que pone las molduras de escayola xD
En cuanto a Josh Rouse, ya ni me acuerdo de sí me gustó o no en el concierto de El Puerto. Lo que sí es verdad es que antes de verlo en directo, su música no me llamaba la atención para nada... y ahora bebo los vientos por su obra pre-El Turista. Hice los deberes tan bien antes de verlo en la Monkey Week que me enganché a su música después de casi un año escuchando sus discos sin que me dijeran nada. Lo de Doña Croqueta es muy fuerte.
El píe de foto de Dylan también se las trae xD Yo habría puesto "Su Primera Comunión" en vez del "El Emigrante", pero tampoco está mal xD Y has llamado sinvergüenza a Dylan... eso es como decir "me cago en Dios", pero en friki. ¿Y sólo dijo una vez "Gracias"? La frase correcta debería ser: Y además, al final del concierto nos dió las gracias a unos simples mortales como nosotros xD
Un entrada + 10 ;)
Hay que ver cómo sois los dylanitas: aquel concierto fue lo más parecido que puedo imaginar a pagar para que se meen en mi cara xD
¡ Qué guasa tiene el jodío Bruno este !
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