domingo, 21 de marzo de 2010

Franz Ferdinand - Franz Ferdinand

El que nos ocupa es con toda seguridad uno de los debuts más sonados de la primera década del S. XXI. Calificado como hype por una parte de la crítica, el público recibió a Franz Ferdinand con los brazos abiertos dispuestos a bailar y corear cada tema del disco. En realidad ese era justo el objetivo de la banda, literalmente "hacer bailar a las chicas". Dieron en el clavo, sin duda.

Originarios de Glasgow, la base del grupo la formaron Alex Kapranos (guitarra y voz) y Paul Thomson (batería y coros) que habían coincidido en anteriores bandas locales. Conocieron a Nick McCarthy (guitarra, piano y coros), quien acababa de llegar de estudiar música en Alemania. Para completar el grupo Kapranos enseñó a su amigo Bob Hardy a tocar el bajo. Curiosamente a Hardy, que nunca había mostrado un especial interés por la música, le regaló el bajo Mick Cooke de Belle & Sebastian, con el compromiso de que hiciera algo de provecho con él.

La recién formada banda grabó un EP con temas propios y fichó por la discográfica independiente Domino Records. A continuación se fueron a Suecia para grabar su primer album con el productor Tore Johansson (The Cardigans, A-ha, New Order...). El disco se lanzó a principios de 2004 con el single Take Me Out como punta de lanza, yendo directo al tercer puesto en UK, vendiendo en todo el mundo más de 5 millones de copias.

Franz Ferdinand es una banda que bebe directamente de bandas de la new wave y el rock post-punk como Talking Heads, Joy Division, Duran Duran y Orange Juice, por poner unos ejemplos. Tomaron el nombre del Archiduque Francisco Fernando, cuyo asesinato precipitó la I Guerra Mundial. Su álbum debut básicamente lo componen 11 singles, 11 temas pegadizos y bailables interpretados con fuerza y energía contagiosas. Kapranos y McCarthy se revelan como dos compositores efectivos (y efectistas), creando sencillas bases rítmicas sobre las que las guitarras dibujan pegadizos riffs. Las interpretaciones son correctas (incluso el novato Hardy, que sale airoso sin meterse en ningún berenjenal) y sacan adelante los temas con garra; a ello acompaña, además, una producción sobria que proporciona un sonido crudo, directo, en ocasiones casi sucio.

El tema que abre el disco, Jacqueline, comienza con la característica voz de Kapranos muy suave, casi susurrando la entradilla, para disparar a continuación una frenética carrera de guitarras eléctricas mientras corean, casi gritando, el repetitivo estribillo. Tell her tonight se basa en un pegadizo riff de la guitarra, mientras McCarthy canta al límite de desafinar la repetida letra. El tema más famoso del disco, Take me out, se convirtió en un himno para los seguidores del grupo, siendo elegido en 2006 por la revista Rolling Stone como mejor tema del S. XXI. La estructura de la canción es similar a la del primer tema, con una entradilla de Kapranos que da paso al riff de guitarra sobre el que se corea la letra. Terriblemente contagiosa, el single fue directo a los primeros puestos de las listas de éxitos. El videoclip que la acompañaba, de estética constructivista rusa (como toda la imaginería del grupo) fue elegido mejor videoclip del año por la MTV. El resto del disco repite los mismos esquemas, con bases contundentes sobre las que se superponen los irresistibles riffs de las guitarras; las letras, escuetas y repetitivas, buscan que el público acompañe coreando, a voz en grito. Así, se suceden temas como The dark of matinée, la ambigua Michael (This is what I am / I am a man / So come and dance with me, Michael... ¿no queríais bailar con chicas?) o la incendiaria This fire. Puntualmente suena el teclado de McCarthy, como en el caso de Come on home o la oscura Auf asche, donde tiene algo de más presencia durante la intro y las estrofas. El disco acaba con 40 ft, curiosamente uno de los temas más contenidos.

El disco es admirado y criticado a partes iguales, pero lo que es innegable es que la fórmula funciona. Si bien los Ferdinand no inventaron la pólvora, el debut de estos escoceses supuso una bocanada de aire fresco, no solo por su música sino por su imagen y actitud. El resto es historia: cuando parecía que eran otra "flor de un día" repitieron con éxito el cliché para el segundo disco You could have been so much better... with Franz Ferdinand, y para el tercero Tonight: Franz Ferdinand se metieron en los resbaladizos terrenos de la electrónica con desigual resultado. Qué más da: se propusieron hacernos bailar y lo consiguieron con un buen ramillete de temas que funcionan como una inyección de adrenalina. Disfrutemos de este disco por y para lo que es.


1 comentario:

Manuel J dijo...

Lo he intentado con Franz Ferdinand, pero nunca terminaron de convencerme. Les veo calidad, pero no conectan conmigo a ningún nivel. Es más, llevo un rato dándole vueltas a la cabeza buscando alguna razón para justificar que no me gusten, pero ni siquiera la encuentro. Supongo que la música es así... recuerdo que el primer disco lo escuché bastantes veces, el segundo un par (aunque me gustó más el single de presentación de ese álbum que todo lo que les escuché en el primero)... y en cuanto al tercero, ni siquiera sé cual es el single. Ya digo, curioso esto de la música ;)