Songs For Beginners fue el mayor logro en la carrera musical de Graham Nash, más meritorio si cabe que sus contribuciones en los álbumes de CSN o CSNY. Si consideramos que Something/Anything? de Todd Rundgren o el debut de Emitt Rhodes son los discos que el público esperaba de Paul McCartney en la década de los setenta, este fantástico álbum de Graham Nash podría ser el tercero en discordia dentro de ese selecto grupo de melody makers. En este trabajo se dan cita todas las facetas del músico, desde su compromiso con los ideales pacifistas en los temas que abren y cierran el disco (Military Madness y Chicago (We Can Change The World)) hasta su extraordinaria capacidad como compositor melódico de incuestionable ascendencia británica.
Secundado por colaboradores procedentes de grupos de primera fila con mención especial para David Crosby y Neil Young, Nash ofrece con este álbum una colección de canciones soberbias caracterizadas por su sencillez y belleza, marcadas todas ellas por la tristeza de su reciente ruptura sentimental con Joni Mitchell. I Used To Be A King quedará para la posteridad como el mejor tema de toda su carrera con referencias a otra de sus composiciones mientras militaba en los Hollies, King Midas In Reverse. Melodías memorables las de Wounded Bird o Man In The Mirror, momentos épicos teñidos de tristeza los de Better Days o There's Only One y somnolientas despedidas las reflejadas en Sleep Song. Un álbum de una pieza que podría haber sido obra maestra de no ser por la inclusión de Be Yourself, canción con tufillo hippie que actualmente suena demasiado ingenua y trasnochada.
Songs For Beginners nos da la visión más exacta de Graham Nash tal y como era después de dejar los Hollies para liberarse de ataduras creativas y desarrollar sus nuevas inquietudes. Nada ni nadie en este álbum puede coartar ni eclipsar la figura del compositor más melódico de CSNY. En el año 2000 publicó la continuación a este fantástico trabajo, Songs For Survivors, clara dedicatoria a aquellos principiantes que habían conseguido sobrevivir a la década de los sesenta. Una secuela que no alcanzá ni de lejos la calidad de su predecesor, publicada quizá demasiado tiempo después de que Graham Nash hubiera dado lo mejor de sí mismo.
Secundado por colaboradores procedentes de grupos de primera fila con mención especial para David Crosby y Neil Young, Nash ofrece con este álbum una colección de canciones soberbias caracterizadas por su sencillez y belleza, marcadas todas ellas por la tristeza de su reciente ruptura sentimental con Joni Mitchell. I Used To Be A King quedará para la posteridad como el mejor tema de toda su carrera con referencias a otra de sus composiciones mientras militaba en los Hollies, King Midas In Reverse. Melodías memorables las de Wounded Bird o Man In The Mirror, momentos épicos teñidos de tristeza los de Better Days o There's Only One y somnolientas despedidas las reflejadas en Sleep Song. Un álbum de una pieza que podría haber sido obra maestra de no ser por la inclusión de Be Yourself, canción con tufillo hippie que actualmente suena demasiado ingenua y trasnochada.
Songs For Beginners nos da la visión más exacta de Graham Nash tal y como era después de dejar los Hollies para liberarse de ataduras creativas y desarrollar sus nuevas inquietudes. Nada ni nadie en este álbum puede coartar ni eclipsar la figura del compositor más melódico de CSNY. En el año 2000 publicó la continuación a este fantástico trabajo, Songs For Survivors, clara dedicatoria a aquellos principiantes que habían conseguido sobrevivir a la década de los sesenta. Una secuela que no alcanzá ni de lejos la calidad de su predecesor, publicada quizá demasiado tiempo después de que Graham Nash hubiera dado lo mejor de sí mismo.
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