lunes, 20 de febrero de 2012

Gene Clark - No Other

Cuando quedé prendado de los Byrds hace algunos años, mi favorito de entre todos sus componentes era Gene Clark. Empecé a escuchar los discos del grupo por orden cronólogico y los temas de sus dos primeros trabajos que más me fascinaban eran los de este hombre aún teniendo en cuenta las excelentes versiones que el grupo hacía de las canciones de Bob Dylan. Here Without You, Set You Free This Time o If You're Gone son momentos cumbre en la discografía de los Byrds, canciones que no volverían a repetirse al mismo nivel en su cancionero porque, cuando Gene Clark abandonó el grupo, ninguno de los otros se le podía equiparar. McGuinn, Crosby o Hillman aportaron excelente material para sus discos hasta Sweetheart Of The Rhodeo, pero ninguno de ellos se acerco a la clase y la maestría de este gran compositor.



Cuando leí la historia del grupo en la biografía de Fernando López Chaurri, lo que más me sorprendió fue descubrir la compleja personalidad de Clark. El primero que echó a volar del nido de los Byrds para emprender una carrera en solitario venía de una modesta familia numerosa con ascendencia india. Su padre trabajaba en el mantenimiento de campos de golf y a duras penas conseguía sacar adelante a una prole de trece hijos. La personalidad introvertida de Gene Clark unida a trastornos maniaco-depresivos lo convertían en una persona compleja. Igual pasaba de un estado de euforía a una honda depresión en cuestión de segundos. Empezó a componer canciones a una edad muy temprana y desarrolló esta capacidad innata antes incluso de que los Beatles pusieran de moda aquello de que un músico podía crear su propio material. Cuando llegó a los Byrds disponía de unos excelentes temas propios que podían competir de tú a tú con las canciones de Bob Dylan versionadas por el grupo. Una pena que su miedo a volar en avión y sus continuos cambios de humor le impidieran continuar en los Byrds para abandonar el grupo justo antes de grabar el tercer LP. Su última contribución para mayor gloria de la banda fue la génesis de un single tan rompedor como Eight Miles High.

A partir de entonces, Gene Clark emprende una carrera en solitario mal dirigida a pesar del enorme talento que atesoraba. Tras su marcha de los Byrds, publica un álbum llamado Gene Clark With The Gosdin Brothers en 1967 y después dos discos de bluegrass junto a Doug Dillard. Siempre he pensado que estos primeros álbumes en solitario conforman más bien la antesala que el inicio de su carrera individual propiamente dicha. Gene Clark With The Gosdin Brothers mantiene un sonido demasiado cercano a lo que ya hacía con los Byrds y sus colaboraciones con Doug Dillard tuvieron tan poca relevancia que son difíciles de encontrar incluso por internet.


El primer álbum que arranca un sonido propio y personal para Gene Clark es aquel White Light de 1971, un álbum tranquilo de bellas canciones folk. Roadmaster le siguió en 1972, quizá el que sería para mí su mejor álbum de todos los que publicó. Contiene dos canciones llamadas One In A Hundred y Full Circle Song que resultan las más cercanas al sonido y la gloria de los primeros Byrds que uno de los miembros originales del grupo pudo conseguir tras abandonarlo. Full Circle Song aparece también en el álbum que publicaron los Byrds originales en aquella reunión de 1973 y no suena tan bien como en este álbum de Gene Clark.

Podría haber hablado largo y tendido sobre Roadmaster, pero he preferido dedicar esta entrada a aquel tercer álbum que podría haberle dado la gloria, pero que le precipitó al vacio. Tras la reunión de los Byrds originales en la que participo en 1973, la discográfica Asylum decidió dar a Gene Clark su gran oportunidad para convertirlo en una figura de primera línea. David Geffen le ofreció libertad artística y los medios suficientes para que el músico diera lo mejor de sí. El resultado fue No Other, un álbum que ha sido equiparado al On The Beach de Neil Young y Blood On The Tracks de Bob Dylan como la trilogía básica de rock autorreferencial de la década de los setenta. Ahí es nada, aunque también No Other ha recibido otros calificativos como el Sgt. Pepper del country rock, por lo que, después de tanto elogio, Gene Clark debería ser elevado a los altares junto a Gram Parsons. Y sin embargo, No Other pasó sin pena ni gloria en su momento, convirtiéndose en un tremendo fracaso. Asylum perdió mucho dinero y Gene Clark se hundió para no volver a levantar cabeza. De hecho, su siguiente álbum publicado en 1977, Two Sides To Every Story, no aguanta en píe si lo comparamos con su obra anterior. 


Ya he dicho que Roadmaster es mi álbum favorito de Gene Clark, luego... ¿Qué tiene No Other? ¿Es de verdad un gran álbum que paso desapercibido en su momento? Reconozco que las canciones de Roadmaster me parecen en esencia mucho mejores que las de No Other. No obstante, el atractivo de No Other radica en el barroquismo que Gene Clark supo imprimir a su obra. Escuchando No Other, sientes como el propio Clark es consciente de que quizá esta sea su última oportunidad para triunfar en la música. Esos coros gospel añadidos en varios de los temas, la adición de instrumentos de cuerda o la mezcla de géneros, que lleva a maravillas como la canción que da título al álbum, convierten a No Other en un disco único en su género. El álbum va desde el country rock más convencional en Life's Greatest Fool a la sobrecarga emocional de coros y cuerdas en Strength Of Strings (mi canción favorita, por cierto). El hipnótico groove de No Other contrasta con la panorámica de una canción tan soberbia como la del corte que cierra el álbum, Lady Of The North

No Other es un álbum difícil, no me extraña que no llegara a triunfar en las listas. He dicho antes que las canciones de Roadmaster son mejores que las de No Other, pero eso no significa que las de No Other sean malas. El nivel de Gene Clark como compositor a principios de los setenta era excelente. Las canciones de No Other son enormes y reclamaban con justicia el éxito para su creador. Sin embargo, las oportunidades de triunfar se vieron frustradas y el músico se vió inmerso en una dependencia alcohólica que termino por acabar con su vida a principios de los noventa. No Other, además de ser una obra maestra oculta que ayudó a la evolución de un género como el country rock, retrata la historia de un chico de procedencia humilde que llego a convertirse en uno de los mejores compositores de su generación y que, por azares de la vida, no llego a obtener el éxito que merecía.

3 comentarios:

Nemo dijo...

Gene Clark, uno de mis artistas favoritos de todos los tiempos. Es evidente que Clark era el verdadero talento de los Byrds. Ya desde sus comienzos como The Jet Set su fortaleza compositiva era desbordante. Pero su carácter lo hacía quedarse en un segundo plano ante los egos de McGuinn (autodenominado líder del grupo) y Crosby. Siempre me ha sorprendido lo bien que aguantaron el tipo después de que le dieran puerta. Porque eso es lo que hicieron, echarle de la banda ante su inestabilidad emocional y poca fiabilidad, defectos que plagaron el resto de la carrera de Clark hasta el final.

Su primer disco con los Gosdin Brothers es una delicia de pop barroco que además anticipa el country rock antes que lo hiciera cualquier otra formación. Más lejos iría con Doug Dillard. El primer trabajo con él, The Fantastic Expedition of Dillard & Clark es otra obra maestra de la que REM aprendieron casi todo. Roadmaster no es un disco canónico en sí, sino una colección de descartes ensamblada muchos años después. Esa es la causa de que le falte coherencia, y sin embargo coincido en que es un trabajo deslumbrante.

Con No Other, Clark cometió varios errores. El primero fue estar totalmente enganchado a la cocaína, lo que lo llevó a un desparrame en la producción. Pocos cortes, muy extensos, hiperarropados de voces e instrumentos. No hay más que compararlos con las versiones primerizas más desnudas que se añaden a la reedición del disco. Promocionar a Gene Clark como cantautor con ese tipo de trabajo que podríamos calificar de cosmic americana, en una época en la que primaba la desnudez de, pongamos, James Taylor lo enfrentó al público. El otro error, y que conllevó aún más rechazo, fue la imagen. Una portada glam rock y una foto de Gene Clark casi travestido en una América en la que la ambigüedad no estaba nada bien vista, David Bowie nunca tuvo éxito allí durante los 70, hundió las ventas. Salimos ganando los aficionados que encontramos en No Other un disco de una belleza apabullante criminalmente incomprendido.

TSI-NA-PAH dijo...

Monumental es poco!
Un saludo

Super Soul dijo...

La verdad es que era fascinante, pese a su forma de ser y a los egos de los otros miembros, como siempre acaba siendo su esencia la que impregnaba las canciones.

El ejemplo perfecto para mi es la vuelta por unos meses en la grabación de The notorius byrd brothers, donde se marco un ''vini, vidi, vinci'' antologico.