miércoles, 24 de agosto de 2011

Desmontando a McCartney - Dear Friend

Últimamente hemos prestado demasiada atención al McCartney de los ochenta, así que vamos a dedicar esta entrada a uno de sus discos menos conocidos de principios de los setenta: Wild Life.

Wild Life no es sólo un álbum de McCartney, sino también el disco debut de Wings. Es difícil conocer las razones por las que McCartney decidió formar un grupo cuando su nombre por sí mismo era una marca de prestigio tras abandonar los Beatles. Es más, cuando Wild Life fue publicado y no vendió lo esperado, Macca se vió obligado a publicar sus siguientes trabajos bajo los créditos de Paul McCartney & Wings para dar a la banda algo de impulso comercial. Hasta Venus & Mars de 1975 no aparecería el segundo álbum acreditado exclusivamente a Wings.


En el documental Wingspan, McCartney no explica las razones concretas para fundar Wings. Se limita a explicar que una noche le preguntó a Linda si se sentiría cómoda tocando en un grupo con la intención de incorporarla como teclista. Era el año 1971 y se estaban poniendo de moda los supergrupos tipo Crosby, Stills, Nash & Young, pero Paul no tenía esa idea en mente para su nuevo proyecto. Según sus propias palabras, quería reclutar a músicos no tan conocidos para que pudieran evolucionar juntos en Wings sin grandes individualidades de por medio. Esta forma de hacer las cosas suena bastante coherente, pero demasiado idealista para un músico con la fama internacional que ya tenía Macca tras los Beatles. Los músicos que reclutó, sin ser grandes figuras de los sesenta, ya tenían una carrera a su espaldas y, en cuanto a individualidades, el propio McCartney era su peor enemigo.

La primera formación arrancó con Denny Laine (ex-Moody Blues), Henry McCullough (ex-Grease Band y ex-Spooky Tooth), Denny Seiwell (ex-músico de jazz y bateria en el álbum Ram) y Linda McCartney. Con el objetivo de consolidarlos como grupo de rock, Paul se entregó a lo que mejor sabía hacer desde la muerte de Brian Epstein: planear multitud de proyectos para que los músicos cogieran una inercia de trabajo productiva. Así, los recien fundados Wings grabaron en tres días su álbum debut Wild Life, realizaron una presentación de gala para dicho álbum plagada de estrellones del rock y se lanzaron en febrero de 1971 a una gira por universidades con el objetivo de dar a conocer al grupo.


A pesar de la buena voluntad que Paul pondría en Wings, la imagen que quedará del grupo para la posteridad no será precisamente la de un grupo sólido. Todos sus componentes irán desfilando con los años y tan sólo Denny Laine se mantendrá con los McCartney hasta el final. Los discos del grupo serán considerados siempre obras de McCartney a ojos del público y la crítica, aunque en ocasiones puntuales se produzcan concesiones como las del álbum At The Speed Of Sound: el único disco en el que todos los miembros de Wings cantan o incluso algunos componen canciones.

Y ahora hablemos del álbum Wild Life. ¿Porque grabar un álbum debut en tan sólo tres días? ¿Exceso de confianza? Según la versión que da McCartney en el documental Wingspan, había escuchado que Bob Dylan grabó un álbum en tan sólo unos días, por lo que decidió imitar ese método de trabajo. No recuerdo que disco era, puede que por las fechas fuera New Morning, aunque no estoy seguro. Está claro que lo que para Dylan siempre ha funcionado a las mil maravillas, no puede extrapolarse a McCartney. Another Side Of Bob Dylan, por ejemplo, se grabó en 1964 en una sola noche y se publicó con sus imperfecciones tal cual era. Wild Life en cambio es un álbum poco inspirado al que se le ven las costuras. Yo me inclino por pensar que McCartney deseaba imitar aquel día de 1963 en el que los Beatles registraron en una maratoniana sesión de 585 minutos la opera prima del grupo, el álbum Please Please Me. Sin embargo, la cosa salió mal con Wild Life porque la situación era distinta: McCartney no era ya un chico de veintipocos con hambre de éxito ni estaba rodeado por otros genios como él, curtidos en la salvaje escena musical de Hamburgo. Ahora en cambio era un padre de familia de treinta y tantos años rodeado de medianías.


Wild Life se deja escuchar, aunque tiene temas desechables como Mumbo, que no pasa de ser una acelerada improvisación, o Bip Bop, una hipnótica canción ideal para cantársela a tus hijos, pero desechable para un álbum. Lo mejor empieza al final de la cara A con la propia Wild Life, una reivindicación en toda regla en pro de los derechos de los animales. Ya en la cara B, Some People Never Know o Tomorrow contienen unas melodías tan sobresalientes que parecen sacadas de la discografía apócrifa de los Beatles. Y finalmente, Dear Friend: el tema más laureado del álbum que nos ocupa.

Ian McDonald afirma que Dear Friend es una soberbia canción continuista del mismo estado de ánimo que llevó a su autor a componer años atrás You Never Give Me Your Money. Dear Friend es un tema triste, pero a la vez conciliador. Fue creado para zanjar la guerra musical en la que se habían embarcado Lennon y McCartney a principios de los setenta. Si Lennon atacó a su ex-compañero en Imagine con especial virulencia, McCartney logró poner punto y final a la trifulca con esta conmovedora canción. La letra completa cabe en una tarjeta de visita, pero la melodía es una de las más solemnes que McCartney haya publicado en toda su discografía.

4 comentarios:

Nemo dijo...

A mí Wild Life siempre me ha parecido un disco injustamente infravalorado. Su problema, como todos los de la primera etapa de McCartney, es que es tremendamente irregular. Al lado de canciones grandísimas, de lo mejor de su repertorio, cuela otros tantos experimentos vacuos. Meras ocurrencias, chistecitos que a él le divertiría mucho hacer, pero que para el oyente son insufribles.

Benet dijo...

Wings nunca me han acabado de gustar. He escuchado varios de sus discos pero, no sé porqué pero no me acaban de llegar. Me falta su famoso Live, pero visto lo visto, no me atrevo a comprarlo.

Anónimo dijo...

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Jimena San Martín

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Fran: Totalmente de acuerdo. Discos irregulares tiene unos cuantos. Sin embargo, fíjate que cuando le ve las orejas al lobo, se deja de tonterias y te saca un discazo: vease Band On The Run, Tug Of War o Flowers In The Dirt.

Benet: A mí me cuesta incluso verlos como grupo. Yo veo la carrera de McCartney como suya desde 1970 hasta la actualidad, ni me planteo a Wings como entidad.

Jimena: OK, pero no hace falta tanta formalidad. Dime la dirección de tu página web y la cuelgo al lateral.

Gracias a todos por comentar. Saludos.