viernes, 20 de mayo de 2011

The Beatles según... Elvis Costello (2 de 2)


Pasaron de escribir canciones simples de amor a contar historias adultas, como Norwegian Wood, que hablaban del lado amargo del amor. Tenían ideas más transcendentes de lo que uno esperaba de pegadizas canciones pop. Además, fueron el primer grupo en darle auténtica importancia a la atmósfera de sus discos. Los ingenieros de los estudios de Apple inventaron multitud de técnicas que hoy tenemos asumidas para responder a necesidades creadas por el grupo. Antes de los Beatles había científicos en laboratorios experimentando con técnicas de grabación, pero no había rockeros que deliberadamente alteraran el balance lógico de los instrumentos. No es nada exagerado decir que eso le dio a todo el mundo, desde la Motown a Jimi Hendrix, una libertad enorme.

Mis discos favoritos son Rubber Soul y Revolver. En ambos hay referencias a otras músicas –rhythm & blues, Dylan, psicodelia-, pero no de manera obvia, lo que les convierte en álbumes atemporales. Nada más coger Revolver sabías que era algo diferente: en la foto de la parte de atrás salían con gafas de sol en un interior, y ni siquiera miraban a la cámara... y la música era tan extraña y al mismo tiempo tan intensa.

En inglés la palabra beatlesque (algo así como beatlesco) lleva tiempo en el diccionario. Les oigo en el disco de Prince Around The Worl In A Day; en las canciones de Ron Sexsmith; en las melodías de Harry Nilsson. Cualquiera puede darse cuenta de que Kurt Cobain los escuchaba y los mezcló con punk y metal en alguna de sus canciones. Seguramente no estaríamos ante el ambicioso último disco de OutKast si los Beatles no hubieran editado el White Album.

He colaborado con Paul McCartney en varios temas y actuado en directo con él en un par de ocasiones. En 1999, poco después de la muerte de Linda, Paul organizó un concierto homenaje para ella. En los ensayos me dijo que probara a cantar con él All My Loving. Sólo había tenido 35 años para aprendérmela. Fue una interpretación muy conmovedora, presenciada sólo por el equipo y el resto de los artistas que iban a actuar. En el concierto fue muy distinto. En cuanto cantó el primer verso -Close your eyes and I’ll kiss you- la reacción del público fue tan intensa que ahogó completamente la canción. Fue impresionante, pero también bastante desconcertante. Tal vez en ese momento entendí uno de los motivos por el que los Beatles tuvieron que dejar de tocar. Las canciones ya no eran suyas. Eran de todo el mundo.

4 comentarios:

David dijo...

Lo que comenta al final es muy bonito. Y lo de sólo había tenído 35 años para aprendérmela me ha hecho gracia.
Un saludo.

Paco dijo...

Otro buen aporte. Y es verdad lo que dice el sabio Costello, sus canciones eran de todo el mundo...
Paul también habla maravillas de él.
Saludos.

Gustavo Huidobro dijo...

Costello es un genio, nunca habia escuchado a alguien opinar sobre The Beatles de modo tan coherente, y al culpa es de todos los que se adueñaron sus canciones.

61 y 49 dijo...

Algo así escribió hace tiempo para Rolling Stone, si pudiera encontrar el texto íntegro...

Es de los mejores que he podido leer sobre The Beatles, escribe bien el muy..., hasta las gafas que siempre calza le hacen parecer aún más interesante.

Saludos.