En todas las listas de los geniales locos del rock no suelen faltar nombres como Arthur Lee, Brian Wilson o Syd Barret. Son nombres cuyos trabajos son pilares fundamentales del rock del siglo XX, si hablamos de ellos hablamos de obras maestras imperecederas como Forever Changes, Pet Sounds o The Piper At The Gates Of Dawn. El caso de Daniel Johnston es algo más complicado, ya que nunca se dió a conocer por las vías normales para conseguir el éxito masivo. Este documental narra su vida desde aquellos primeros comienzos artísticos en el sótano de la casa de sus padres hasta la fama de la que goza actualmente, incluyendo la admiración que sienten por él bandas de renombre internacional como Wilco o Sonic Youth. El documental hace un recorrido muy interesante centrándose principalmente en los testimonios de sus padres, su manager y los amigos más intimos que le acompañaron en algunas de las etapas de su vida.
La infancia de Daniel transcurre en el seno de una familia católica conservadora de los Estados Unidos. Es sorprendente la temprana obsesión que siente por varias formas de expresión artística, ya que desde muy joven compone temas acompañado de un piano, graba videos caseros editados en los que él mismo hace de varios personajes y dibuja compulsivamente sus primeras obsesiones como el famoso globo ocular, Casper o el Capitán América. Las primeras maquetas caseras que graba las distribuye gratuitamente para todo aquel que quiera escucharlas. Mientras sus profesores del colegio lo calificaban como un niño de elevado cociente intelectual, en la adolescencia hacen acto de presencia los problemas mentales que irán agravándose a lo largo de su vida con épocas determinadas en las que tendrá que ser internado en un psiquiátrico. Su relativa recuperación mental a principios de los noventa y la publicidad que Kurt Cobain de Nirvana le hizo llevando una de sus camisetas nos muestran otro periplo de su vida en el que dos grandes discográficas como Elektra y Atlantic pugnan por firmar con él ventajosos contratos discográficos.
Este documental se beneficia enormemente de la gran cantidad de material grabado en vídeo que el propio Daniel Johnston registró a lo largo de su vida. Resultan sorprendentes los primeros vídeos caseros en casa de sus padres, su primera aparición en la MTV, extraños testimonios en primera persona o imágenes de Laurie Allen, su primer amor de juventud y musa inspiradora de la mayoría de sus canciones. Actualmente realiza conciertos por todo el mundo acompañado por una banda o en solitario, vive con sus padres y sigue necesitando atención médica, ya que es evidente su inestable personalidad y desvaríos mentales. Más de 150 grupos, muchos de relevancia internacional como Wilco, Pearl Jam, Beck o Sonic Youth han grabado sus canciones. Este documental nos permite asomarnos en exclusiva a una de las personalidades más peculiares de la música donde genialidad y locura se entremezclan para dar lugar a pequeñas maravillas como ésta...
3 comentarios:
Leí sobre Daniel en un periodico, cuando estaba en la sala de espera del dentista. Me llamó la atención y muchas veces he estao a punto de regalarte el disco en una de las tantas veces que he ido a la Fnac a comprar Reyes pero no sabía si lo tendrias.
Por suerte o por desgracia parece que ese hombre padece la llamada "enfermedad de los genios" dicho de otra manera, que es bipolar. Me llama mucho la atención la relación de bipolaridad y genialidad...
El único disco que publicó Daniel Johnston fue Fun con Atlantic Records. Los demás "álbumes" son cassettes que el mismo grabó, aunque no sé si se habrán publicado posteriormente. No he indagado mucho en su música, pero tenía mucha curiosidad por ver el documental y saber quien era en realidad este tío. Si quieres, todavía tengo el archivo de la película en el disco duro. ¿Te la paso?
Es que ahora resulta que ni el lector de cd ni el del dvd me van...
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