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viernes, 31 de diciembre de 2010

TOP Nº 01 - George Harrison - All Things Must Pass (1970)


Y llegamos por fin al final de otra sección. Voy a echarla de menos, ya que durante estos últimos meses ha sido genial reencontrarme con lo mejor de la música de los Beatles en solitario. Nos ha ocupado casi todo un año, aunque se concibió en un principio para que terminara el más que pasado 4 de julio ¿Qué ha ocurrido para plantarnos en Navidades con el nº 1? He preferido tomármelo con calma, dejando el espacio necesario entre cada posición y dando el tiempo suficiente para recrearnos con cada uno de estos maravillosos discos. Decidí que nunca deberían coincidir dos discos de los Beatles en la primera página del blog, así que han llegado a transcurrir meses sin una nueva entrada. También es cierto que cada post se ha preparado de forma concienzuda a partir del puesto nº 6, intentando hilar los párrafos de manera que la lectura fuera amena y fácil, aportando toda la información posible sobre todo lo que había detrás de cada álbum.

Paso a paso, hemos llegado así al cantado nº 1. Muy previsible, aunque tengo la esperanza de que alguien que haya seguido la sección y apenas tenga noción sobre la carrera en solitario de los miembros del grupo, se sorprenda encontrando un álbum de George Harrison en la cúspide. Sé que es difícil sorprender a nadie con tanta información circulando por Internet, pero sería genial haber descubierto un disco tan maravilloso al menos a una persona con esta entrada. Esa persona pensaría en un principio... ¿un álbum de George Harrison en el número 1, por encima de McCartney o Lennon? Pues si, y aunque toda posición en este listado es discutible, escuchar este álbum te descubre si o si una colección de canciones soberbias. Dicho esto, entramos de lleno en el disco a comentar.


La primera composición de Harrison que aparece publicada en un álbum de los Beatles es Don't Bother Me. George se encontraba enfermo en un hotel de Bournemouth durante una serie de actuaciones del grupo en Gaumont en agosto de 1963. Bill Harry, un periodista de Liverpool, le animó a componerla después de escuchar el instrumental Cry For A Shadow que George había co-escrito con Lennon antes de que estallará la Beatlemania. La canción no puede escapar del tono sombrío por la enfermedad que sufría su autor en ese momento, aunque crea un boceto muy definido de su futuro trabajo en la composición. Tan definido que marca las pautas desde el principio para diferenciarse de sus compañeros y crear una nueva voz dentro del seno del grupo. Ian McDonald afirma con mucha razón en Revolución en la Mente que Harrison aporta a la música pop algo poco común en ella, la seriedad.

George no publicará nuevos temas hasta tres discos después en el álbum Help!, cuando el tandem Lennon-McCartney se ha consolidado ya como una marca de confianza infalible. De ahí las dificultades de George para poder meter más de dos canciones en los trabajos de los Beatles. Incluso George Martin, el productor del grupo, se ha arrepentido en alguna que otra ocasión de su reticencia para trabajar con las canciones que George llevaba al estudio. El tiempo dió la razón finalmente a alguien que tuvo que competir de tú a tú con el tandem de compositores más famosos del siglo XX. Aunque sólo superó el número de dos temas por álbum en Revolver, George ganó mucho terreno en los singles publicados durante los últimos años del cuarteto. En 1968 situó The Inner Light como cara B del single Lady Madonna, en 1969 Old Brown Shoe como cara B de The Ballad Of John And Yoko y, por fin, la ansiada cara A de Something que relegaba a un tema tan rompedor como Come Together a un papel secundario. El afan de superación de Harrison es digno de admiración. Quizá por ser mucho más joven que el resto de los componentes del grupo, tardó algo más en desarrollar sus aptitudes y, a pesar de encontrarse a la sombra de dos genios como Lennon y McCartney, fue subiendo peldaños en el grupo hasta superar a ambos en los últimos discos de los Beatles.

Las canciones de All Things Must Pass son el fruto de la impotencia de Harrison para publicar todo el material que había compuesto en los últimos años de los Beatles. Quizá publicar dos canciones por álbum cuando grababan Help! o Rubber Soul iba más acorde con el ritmo de composición que llevaba por entonces, pero en los tiempos del White Album o Abbey Road, no. Durante los ensayos para Let It Be, Harrison dejó ver ese malestar durante una conversación que quedó recogida en las cintas de grabación del estudio:


He encontrado la traducción a esta conversación en el libro Las Canciones Secretas de los Beatles de Alejandro Iranzo y Antonio Vizcarra:

  • George: Os diré lo que quiero hacer después del concierto. Sabéis que tengo muchas canciones, tantas que podría llenar los próximos diez años, o diez álbums. Me gustaría, quizá, hacer un álbum con estas canciones.
  • John: Pero, ¿en solitario?
  • George: Sí. Porque creo que estaría bien sacármelas de encima y luego ver como suenan.
  • John: Pero eso no sería bueno para la imagen de los Beatles, ver como George hace un LP en solitario.
  • George: Si, pero sería bonito. Cualquiera de nosotros puede hacer cosas por separado. De esta manera, la imagen de los Beatles queda preservada. Puedo regalar todas estas canciones a otra gente que lo haría bien, pero me paro a pensar y digo, ¡que cojones!, son mis canciones y las tengo que hacer yo.
  • Yoko: Muy bien. Es una buena idea.
  • George: Estas canciones las puedo grabar y mezclar en una semana, porque son muy simples. No creo que haya que dedicarles mucho tiempo.

Es difícil conjeturar cuales fueron los temas rechazados por los Beatles que terminaron en All Things Must Pass y que canciones fueron creadas expresamente para el álbum con el grupo ya separado. Jordi Sierra i Fabra indica que 16 de las 18 canciones que componen los dos primeros discos del triple álbum fueron compuestas por George en 1969, aunque Mark Lewisohn afirma que Isn't It A Pity fue propuesta por George en 1966 para el álbum Revolver. En cualquier caso, en el libro Las Canciones Secretas de los Beatles se indica, en base al kilométrico metraje grabado para Let It Be, que los temas compuestos por George durante su estancia en los Beatles fueron: All Things Must Pass, Isn't It A Pity, Let It Down, Hear Me Lord, What Is Life, My Sweet Lord, Apple Scruffs, The Art Of Dying, Run Of The Mill y Wah Wah. El resto podrían haber sido compuestos después de la disolución del grupo o bien no propuestos por George para que fueran grabados por los Beatles. Si McCartney disolvía el grupo en abril de 1970, George terminaba de grabar su triple álbum debut cuatro meses después, en agosto de ese mismo año. Trabajaba con la ventaja de tanto buen material que había sido rechazado por el grupo.


George era desde luego el que peor llevaba aquello de ser un Beatle: "Ya no soy un beatle" dijo tras subir al avión después del último concierto que ofrecieron en 1966 en Candlestick Park de San Francisco. Cuando grababan las tediosas sesiones para Sgt. Pepper, George se aburría soberanamente recordando la fascinación que le había dejado su reciente viaje a la India. En los últimos años del grupo, publicó dos álbumes experimentales que anticipaban su deseo a volar en solitario: Wonderwall y Electronic Sound. También fue, junto a McCartney, uno de los Beatles más implicados en producir a artistas de Apple. Algunos de los apadrinados por George fueron Jackie Lomax, para el que cedió la fantástica Sour Milk Sea, Billy Preston y Doris Troy. También grabó con la Plastic Ono Band de Lennon y se fue de gira con Delaney & Bonnie mientras los Beatles expiraban como grupo.

El álbum fue grabado con la producción de Phil Spector en los studios Trident y en Abbey Road. A pesar de tener el sobrenombre de The Quiet One dentro de los Beatles, George era cualquier cosa menos tímido. Sus amigos decían que charlaba por los codos y su don de gentes le granjeo tantas amistades dentro del mundo de la música que, a la hora de grabar su primer álbum, no le faltaron colaboradores para echarle una mano: Ringo Starr, Jim Gordon, Carl Radle y Eric Clapton de Derek & Dominoes, Gary Brooker de Procol Harum, Klaus Voormann de Manfred Mann, Ginger Baker de Cream, Gary Wright, Dave Mason de Traffic, el batería Alan White de Yes, miembros de Badfinger, Billy Preston e incluso un desconocido Phil Collins para la percusión en el tema Art Of Dying. La producción de Phil Spector destaca por ser la que más se acerco a su famoso Wall Of Sound para un beatle en solitario. Sólo hay que escuchar el primer disco del triple pack, donde sólo hay un relativo descanso para el oído en If Not For You y Behind That Locked Door. Metales y un par de cojones, como decían en Ruta 66 sobre el álbum en el homenaje que le dedicaron tras su muerte.


La publicación del álbum pilló con el paso cambiado a todos los críticos musicales. El tercero de a bordo en los Beatles se destapaba con un álbum potente, robusto y compacto. Las canciones eran excepcionales y daban a conocer lo que el legado de los Beatles se había perdido por el desprecio o los celos de Lennon y McCartney. El álbum fue número 1 en Estados Unidos durante siete semanas, llegando tan sólo al número 4 en el Reino Unido. Esta posición ha sido una de las más inmerecidas en la carrera de Harrison, ya que durante ocho semanas, después de la publicación del disco, hubo una huelga que impidió repartir la correspondencia con las ventas de las tiendas de discos. En 2006 se llegaron a corregir los datos, así que las ocho semanas que Bridge Over Troubled Water de Simon And Garfunkel permaneció en el número 1 entre el 6 de febrero y el 27 de marzo de 1971 pertenecen en realidad a All Things Must Pass, dato que ya ha sido corregido para la historia.

La portada del álbum fue tomada en su nueva mansión Henley-On Thames, llamada Friar Park. En la reedición del año 2000 aparece coloreada y modificada con la adición de nuevos elementos para expresar su preocupación por el medio ambiente. Junto a los cambios en la portada, la reedición del 2000 vino acompañada por diversas tomas acústicas, instrumentales y una reinterpretación del gran éxito My Sweet Lord. All Things Must Pass fue así su álbum debut y, su reedición, el último álbum publicado mientras aún vivía (As life it goes round in circles, como el mismo decía en su canción Circles de su álbum Gone Troppo).


Y finalmente, terminamos con las canciones. En primer lugar, hablaremos de My Sweet Lord y su controvertido plagio. Inmediatamente después de salir publicado el single, apareció la demanda que acusaba a Harrison de copiar el tema He's So Fine de The Chiffons. George alegó que su inspiración le había llegado a traves de la canción Oh Happy Day de Edwin Hawkins, pero el juez le declara culpable en 1976, obligándole a pagar 587.000 dolares en compensación, pero indicando en la sentencia que el plagio fue involuntario y sin malicia. George publicará como respuesta a todo este asunto el tema This Song, burlándose en la letra de lo sucedido. My Sweet Lord es en cualquier caso muy superior a He's So Fine y, a pesar de estar dedicada a Dios, no peca para nada de todos los defectos que suelen venir asociados al mezclar música y religión.

I'd Have You Anytime abre el álbum de forma inmejorable, dejándonos descubrir lo que el tandem Harrison/Dylan podría haber dado de sí cuando ambos se encontraban en perfecta forma compositiva. Dijimos al principio que las canciones del álbum resultan apabullantes por el Wall Of Sound de Spector y, sin embargo, no llegan a cansar. Wah Wah (puya dedicada a McCartney) y What Is Life son resplandecientes, Let It Down agresiva pero con unas etéreas estrofas conducidas magistralmente por la calmada guitarra slide. El Harrison acústico se dosifica en temas como la dylaniana If Not For You y la juguetona Apple Scruffs, canción dedicada a las fans de Apple que acampaban cerca de los estudios. All Things Must Pass es una canción enorme, otra magistral respuesta de uno de sus miembros a la disolución de los Beatles, a la misma altura que God de Lennon o Let It Be de McCartney (por cierto, me encanta como la canta este último en homenaje a George). Isn't It A Pity es un gran tema del que siempre quedará la siguiente incógnita: ¿cómo habría quedado dentro de Revolver? ¿Lo habría convertido en un álbum más grande aún si hubiera sustituido a I Want To Tell You? Todas las canciones merecen algunas líneas, pero mi tema favorito es Run Of The Mill. El principio es arrasador, es una canción que me vuelve loco y no sé porqué. También entre mis predilectas se encuentra Ballad Of Sir Frankie Crisp (Let It Roll). No sé si por la guitarra tintineante o porque fue de las últimas que terminó por cautivarme de este maravilloso disco.

domingo, 5 de diciembre de 2010

Anexo: Top Beatles en Solitario

El otro día estuve revisando el archivo en el que llevé el recuento de votos para el ranking sobre los Beatles en solitario. Estamos a punto de concluir, sólo nos falta comentar el cantado número 1, pero he pensado que no estaría de más hacer un pequeño post con los álbumes que se quedaron a las puertas de entrar. Siempre he pensado, que a medida que nos alejamos del nº 1, las posiciones de los discos dependen más del azar que de un verdadero criterio. En este modesto ranking votaron bastantes personas, pero no tantas como para poder alargarnos mucho más allá del número 10 sin caer en la arbitrariedad. El presente anexo sólo se alargará del puesto nº 11 al nº 15, pero antes haremos un pequeño recordatorio de todos los discos que ya hemos comentado:

- Nº 02 - John Lennon - John Lennon / Plastic Ono Band
- Nº 03 - John Lennon - Imagine
- Nº 04 - Paul & Linda McCartney - Ram
- Nº 05 - Paul McCartney & Wings - Band On The Run
- Nº 06 - Paul McCartney - Flaming Pie
- Nº 07 - George Harrison - Brainwashed
- Nº 08 - Paul McCartney - Chaos And Creation In The Backyard
- Nº 09 - John Lennon - Mind Games
- Nº 10 - George Harrison - Cloud Nine

Y ahora vamos con el pequeño anexo:

Nº 11 - George Harrison - Living In The Material Word (1973)

Tras publicar el triple álbum All Things Must Pass y el triple directo Concert For Bangladesh, George Harrison publica su segundo álbum en solitario con material original, esta vez en un sólo vinilo. Quizá puso el listón demasiado alto con su opera prima en solitario, por eso escuchar Living In The Material World puede resultar algo decepcionante después de tanta excelencia en All Things Must Pass. Phil Spector continúa en la producción y le acompañan los mismos músicos que le ayudaron a grabar su soberbio primer álbum. George sigue inspirado consiguiendo otro número uno con el single Give Me Love (Give Me Peace On Earth) (el último hasta 1981) y, aunque no alcanza las cotas de su trabajo anterior, nos regala canciones como Sue Me Sue You Blues, Living In The Material World y la acústica Be Here Now. A partir de este álbum, salvo casos puntuales, cae en picado hasta Cloud Nine.


Nº 12 - Paul McCartney & Wings - Red Rose Speedway (1973)

Después de dar tumbos desde lo sublime (Ram) a lo irregular (McCartney, Wild Life), Red Rose Speedway marcará una línea clara a seguir en su discografía. A partir de aquí, McCartney recuperará el ansiado éxito comercial y artístico perdido después de dejar los Beatles. Reclutando para Wings al guitarra Henry McCullough y contando de nuevo con Denny Seiwell, el batería de Ram, McCartney crea un buen álbum que en principio iba a ser doble por la abundancia de material. A destacar el primer single, My Love, canción dedicada a su mujer Linda y que cuenta con uno de los sólos de guitarra más memorables de su discografía a cargo de Henry McCullough. También es obligatorio nombrar la apertura de Big Barn Bed, una canción que ya se dejó entrever en Ram, la magnífica Little Lamb Dragonfly, uno de mis temas favoritos de toda su producción, y un medley de temas menores para poner la guinda final.


Nº 13 - Wings - Venus & Mars (1975)

McCartney continúa la estela de éxitos que inauguró en Band On The Run con este álbum, encadenando éxitos durante su periodo más recordado de los setenta. Después de quedar como trío en Band On The Run, decide grabar su siguiente álbum en Nueva Orleans y recluta a Jimmy McCullough y Geoff Britton para engrosar las filas de Wings. Este último no durará mucho como batería, ya que sus continuas peleas con Jimmy le hacen abandonar, siendo sustituido por Joe English. Venus & Mars es un disco que mantuvo el éxito comercial de su predecesor, pero que indudablemente se encuentra un peldaño por debajo. Al igual que en Band On The Run, encontramos un reprise de la canción que da nombre al álbum en la cara B, tema que por cierto es un remedo al grandilocuente rock de principios de los setenta. A destacar temas como You Gave Me The Answer, Magneto And Titanium Man, Medicine Jar o el single Listen To What The Man Said.


Nº 14 - Ringo Starr - Ringo (1973)

Considerado sin discusión como el mejor trabajo de su discografía, Ringo Starr grabaría este álbum de 1973 con una pequeña ayuda de amigos como Marc Bolan, Billy Preston, Klaus Voorman, Harry Nilsson, Jim Keltner y sus excompañeros en los Beatles. Es el único trabajo posterior a su ruptura en el que colaborarían todos los miembros del legendario grupo, llegando a coincidir en el estudio Lennon, Harrison y Starr para grabar el tema con el que contribuiría el primero de ellos, I'm The Greatest. McCartney cedería Six O'Clock y Harrison ayudaría a su amigo batería con tres temas, destacando entre ellos el que sería primer single del álbum, Photograph. El propio Ringo ayudaría en varias de las composiciones, destacando la canción Devil Woman co-escrita con Vini Poncia. Sorprendería a más de uno las posiciones en las listas de éxito de los singles de Ringo hasta bien entrado el año 1975.


Nº 15 - John Lennon & Yoko Ono - Double Fantasy (1980)

Después del nacimiento de Sean Lennon en 1975, John se tomaría un descanso musical de cinco años para no perderse la infancia de su segundo hijo. En 1980 se vio con fuerzas para componer y volver a publicar, por lo que contactó con el productor Jack Douglas y firmó un contrato con Geffen Records. Aunque George Harrison dijera durante las grabaciones de Anthology que Lennon había perdido parte de su magia como compositor en los últimos años, Double Fantasy es la muestra palpable de que había vuelto en plena forma. Una pena que sea un trabajo conjunto en el que haya tantas canciones de Yoko Ono como del propio John. Estoy seguro de que si hubiera sido un trabajo de Lennon al 100 % (con las canciones que después se publicarían en Milk And Honey), habría escalado posiciones hasta quedar incluido en el TOP 10. A destacar Woman, Watching The Wheels, Beautiful Boy (Darling Boy)... todas. Un maravilloso EP de siete canciones.

lunes, 15 de noviembre de 2010

TOP Nº 02 - John Lennon - John Lennon/Plastic Ono Band (1970)


Supongo que, para cualquiera que no sea fan de los Beatles, puede resultar extraño encontrar otro álbum de John Lennon por encima del emblemático Imagine. Plastic Ono Band no tendrá entre sus cortes ningún clásico pop, pero cualquier canción de este álbum es más auténtica y profunda que el himno pacifista de marras. Nos encontramos ante uno de los discos más rotundos, no de un beatle en solitario, sino de la historia del rock. Lennon rompe en este disco con su imagen como miembro de los Beatles y muestra sus traumas y temores como ningún otro músico haya hecho nunca.

Vayamos por partes, si queremos explicar todo lo que hay detrás de este sobrecogedor álbum. Después de la separación oficial de los Beatles anunciada a traición por McCartney, llegó a manos de Lennon un libro con el nombre The Primal Scream de un tal Arthur Janov. El título le llamó la atención porque parecía hacer referencia a las actuaciones de Yoko en directo, pero en realidad teorizaba sobre los traumas infantiles y sus consecuencias posteriores una vez somos adultos. Después de leerlo y contactar con el autor, la pareja decide acudir a Los Angeles para someterse al tratamiento descrito en el libro, qué consistía en reflotar todos los traumas de la niñez para exorcizarlos y aprender a superarlos. Lennon tenía mucho que recordar de su infancia, sobre todo por su traumática relación con sus padres, así que durante casi cuatro meses siguió terapia bajo supervisión del propio Dr. Janov.


La infancia de Lennon no fue precisamente un jardín de rosas. Su madre lo abandonó en su más temprana infancia para formar una nueva familia dejándolo, eso si, a buen recaudo en casa de su hermana Mimi, casada y sin hijos. El pequeño John fue así cuidado por su tía en el hogar que su madre no supo darle. Por otro lado, su padre era marino mercante y, aunque al principio mandaba cheques para mantener a la madre y al niño, pronto dejó de hacerlo. Es celebre el episodio en el que su padre se lleva a John en secreto con tan sólo cinco años para embarcarlo con él a Nueva Zelanda. Julia, su madre, consigue llegar antes de que embarquen y, en mitad de una acalorada discusión, su padre le exige al pequeño que elija entre uno u otro progenitor. Lennon decide marcharse con su padre por dos veces, pero cuando su madre empieza a alejarse, corre llorando hacia ella. Después de ese episodio, no volverá a ver a su padre hasta la eclosión de la Beatlemania, veinte años después. Algunos biógrafos hablan de esta escena como si el futuro de los Beatles y el rock del siglo XX hubieran quedado en suspenso, pendientes de la decisión de un niño de cinco años. En su adolescencia, John recuperaría el contacto con su madre, que le descubriría los discos de Elvis y le enseñaría a tocar el banjo. Sin embargo, cuando todo parecía ir sobre ruedas, Julia fue atropellada por un policía borracho cuando el joven Lennon tenía dieciocho años.

Damos un salto en el tiempo y volvemos de nuevo al ocaso de los Beatles. Lennon anuncia después de terminar Abbey Road que abandona el grupo, pero lo mantendrá en secreto aconsejado por Allen Klein y el resto del grupo. Era algo que se veía venir desde hacia tiempo, ya que Lennon era el miembro del grupo que tenía por entonces mayor actividad en solitario, publicando sus trabajos paralelos bajo el nombre de la Plastic Ono Band. Para explicar esta extraña denominación, tenemos que remontarnos a una exposición que Yoko Ono realizó en Berlin mucho antes de conocer a John, donde utilizó figuras de plástico con radiocassettes incrustadas simulando a un grupo de rock. La idea que quería transmitir era que cualquiera podía formar parte de aquella banda, algo que encantó a Lennon a posteriori. Si tenemos en cuenta que John estaba harto de las ataduras que lo unían a los Beatles, tocar con una banda de plástico sin ningún compromiso era lo que más le apetecía en el mundo. Así que el nombre de la Plastic Ono Band fue usado para sus primeros lanzamientos en solitario con la idea de que podía tocar con los músicos que quisiera bajo aquel nombre tan impersonal.

Plastic Ono Band 1969: Klaus Voorman, Alan White, Yoko Ono (por poco no sale en la foto), John Lennon y Eric Clapton

El álbum del que estamos hablando representa la máxima expresión de la nueva forma de componer que Lennon desarrollaría en la fase final de los Beatles. Yoko le metió en la cabeza que la composición, al igual que cualquier otra forma de arte, tenía que surgir como catarsis de los sentimientos y sensaciones internas del propio artista. Este enfoque hizo mella en el Lennon de los últimos Beatles, aumentando las diferencias entre él y McCartney, ya que este último solía inspirarse en terceras personas y situaciones cotidianas para crear sus propias canciones. La introversión frente a la extroversión como motor creativo. Lennon reivindicaría a partir de entonces temas anteriores en los que ya había hecho uso de esa filosofía sin darse cuenta, como Help! o In My Life, y despreciaría el trabajo anterior de su compañero con temas tan vacuos como Lovely Rita o Maxwell's Silver Hammer. El torbellino de sentimientos que destapó la terapia dirigida por Arthur Janov le vino como anillo al dedo para su nueva forma de componer, siendo un caldo de cultivo idóneo para desarrollar aquellos temas que le tocaban tan hondo.

La Plastic Ono Band contó con multitud de miembros entre sus filas (desde Eric Clapton a Keith Moon, pasando por George Harrison), pero para la grabación del presente álbum sólo necesitó la ayuda de Ringo Starr y Klaus Voorman. Este último era un viejo amigo que los Beatles habían conocido durante su paso por Hamburgo y que emigró al Reino Unido para tocar el bajo en grupos como Manfred Mann y hacer historia diseñando la portada del álbum Revolver. Con Ringo y Klaus, Lennon encontró la base ritmica perfecta para sus nuevas canciones, simple y potente a la vez. Para producir el disco recurrió de nuevo a Phil Spector, ya que, según sus propias palabras, había hecho un gran trabajo con el single Instant Karma.


Ian McDonald lo dijo en Revolución en la Mente: si McCartney era el compositor con más recursos musicales en los Beatles, Lennon se valía de una ciega intuición para crear su música. En Plastic Ono Band, dicha intuición no puede hilar más fino, cada tema es una verdadera obra de arte. Podríamos comparar las canciones de este álbum con las mejores del final de su etapa con los Beatles y no saldrían perjudicadas en absoluto. Quizá por la sobriedad en la instrumentación, encajarían perfectas en el White Album de los Beatles. Después de grabar este álbum, ninguno de sus trabajos posteriores alcanzaría cotas tan altas de excelencia musical, no sé si porque ya había dado lo mejor de sí mismo o por ese intento posterior de alcanzar el éxito comercial acuciado porque los otros ex-beatles ya habían llegado al número 1 antes que él (incluso Ringo se le adelantó).

En Plastic Ono Band, la sombra de la frustrada relación con sus padres planea a lo largo de todas las canciones. Resultan estremecedores los gritos finales en Mother y el infantil desamparo en My Mummy's Dead. Tengo que confesar que siento predilección por Remember, una canción con nota sostenida de piano que tiene un cambio sublime justo antes de terminar las estrofas. Hold On y Look At Me parecen salidas del White Album, dos canciones acústicas muy evocadoras dentro de un álbum desgarrador. La rabia tiene su válvula de escape en los dos temas más duros del disco, I Found Out y Well Well Well. En ambos, Lennon utiliza la misma melodía para la voz y la guitarra, consiguiendo un efecto increíble. Working Class Hero es otro tema acústico donde se describe el crecimiento y la desencantada madurez de cualquier persona. Supongo que todos podemos identificarnos con la letra, por que... ¿quién no ha tenido temores o algo que lamentar a lo largo de su vida?. Isolation es otro corte de piano que habla del aislamiento con una genial parte intermedia. Y mi tema favorito del disco, supongo que el de casi todo el mundo, God. La frase inicial "Dios es un concepto a partir del cual medimos nuestro dolor" quedará como una de las letras más memorables de su autor. Hablamos de una canción donde Lennon rompe con todo lo anterior para comenzar de cero con su carrera en solitario. A destacar, el piano gospel de Billy Preston y la batería de Ringo, con un redoble distinto para cada I don't believe... de Lennon.

jueves, 30 de septiembre de 2010

TOP Nº 03 - John Lennon - Imagine (1971)


Entramos en el podio con el álbum más conocido de la carrera discográfica de John Lennon. Imagine, un trabajo emblemático cuya canción homónima podría ser considerada la más conocida de un beatle en solitario, rivalizando en popularidad incluso con cualquier himno del cuarteto de Liverpool.

Imagine es el primer álbum en el que Lennon intenta acercarse por voluntad propia a las listas de éxito. Sus discos anteriores a Imagine son trabajos experimentales muy difíciles de escuchar, con la excepción del álbum Plastic Ono Band de 1970 que es harina de otro costal. Quizá sorprendido por el gran éxito del álbum All Things Must Pass de George Harrison (Diciembre de 1970), Lennon comenzó la grabación de Imagine seis meses después, concretamente en Julio de 1971. El álbum fue grabado en los sotanos de la casa de Lennon en Tittenhurst Park al oeste de Londres, en un estudio que mandó construir y al que bautizó como Ascot Sounds Studios. Según la biografía de Jordi Sierra i Fabra, John sólo utilizó este estudio para la grabación de Imagine y un álbum de Yoko Ono titulado Fly (el título suena bien, ¿lo escuchamos?). De esta manera, Imagine fue el último LP que Lennon grabó en los Ascot Sounds Studios y, por ende, en el Reino Unido. Entre la grabación del álbum y su publicación, John se trasladaría a los Estados Unidos y no volvería a pisar suelo inglés nunca más. La mansión de Tittenhurst Park fue vendida en el año 1973 a Ringo Starr, que rebautizaría el estudio de grabación del sotano como Startling Studios. A partir de entonces, los estudios del sótano no fueron testigos de la gestación de ningún otro álbum importante (British Steel de Judas Priest no cuenta, al menos para mí).

Para la creación del disco, John cuenta de nuevo con la colaboración de Phil Spector en la producción. Rescatado por Lennon después de cuatro años de inactividad para producir el álbum Let It Be de los Beatles , Phil Spector sería muy solicitado por Lennon y Harrison para los primeros discos de sus respectivas carreras en solitario. Spector coproduciría para John los álbumes Plastic Ono Band, Imagine y Sometime In New York City, además de varios singles. El fin de su relación profesional se produciría durante las grabaciones del disco de versiones de 1975 Rock'N'Roll, un álbum que John decidió grabar para evitar una demanda por el plagio del You Can't Catch Me de Chuck Berry en el Come Together de los Beatles. Las sesiones de aquel álbum, grabado en pleno Lost Weekend, se realizaron entre continuas fiestas de alcohol con la presencia de un inestable Spector que, para poner orden en el estudio, no tenía mejor idea que disparar al techo con un revolver. Al ser expulsados de los estudios A&M después de tanto desmadre, Spector desapareció con las cintas grabadas de Rock'N'Roll hasta que el presidente de Capitol Records pudo recuperarlas previo pago de 90.000 dolares. Después de aquello, nunca más volverían a trabajar juntos.

Imagine se caracteriza, además de por contener excelentes canciones, por ser el mayor exponente del enfrentamiento con Macca en la discografía de Lennon. Si McCartney lanzó sus puyas a traves de varias canciones de Ram de una forma poco directa, el excesivo Lennon se lanzaría directo a la yugular con How Do You Sleep? (una canción que también podría haberse llamado McCartney Sucks). Cada frase dentro de este tema es utilizada para menospreciar a McCartney (The sound you make is muzak to my ears) usando incluso el mito Paul Is Dead en su contra (Those freaks was right when they said you was dead). Para colmo, el guitarrista en este tema era el mismísimo George Harrison... Macca haciendo amigos. Según se cuenta, Ringo Starr escuchó la canción antes de ser publicada y soltó aquello de "That's enough, John". Y la verdad es que no puedes evitar una sonrisa cuando en el documental Imagine ves a Lennon leerle la letra a Harrison entre risas. Para rematar la faena, Lennon incluye dentro del álbum una postal en la que parodia la portada de Ram mientras agarra a un cerdo por las orejas. No es de extrañar que después de tantos ataques directos, McCartney respondiera más suave que un guante con la conciliadora Dear Friend, tema incluido a última hora en su álbum Wild Life (el grueso de las canciones de este álbum fueron grabadas en agosto, Dear Friend sería incluida entre noviembre y diciembre de 1971 como respuesta a Lennon).

Como ya dijimos, el álbum fue grabado en los Ascot Sounds Studios, aunque la parte orquestal sería añadida posteriormente en los Record Plant de Nueva York. La portada del álbum nos muestra a Lennon semioculto tras una especie de neblina, aunque se barajaron otras ideas como un primer plano de la cara de Lennon con esferas del planeta Tierra en lugar de ojos. La imagen definitiva de la portada es desde luego una de las más emblemáticas de su carrera en solitario. El álbum recibió buenas críticas desde su salida y fue nº 1 en EEUU y Reino Unido, aunque el single no tuvo tanta suerte. Imagine, la canción más emblemática de Lennon, fue nº 3 en EEUU y nº 5 en Reino Unido. Tan sólo después de su muerte, el relanzamiento del single en Inglaterra lo encumbraría al nº 1 en 1981, diez años después de su primera publicación.


Las grabaciones del álbum fueron recogidas en vídeo y han sido usadas en varios documentales (ya conocemos el partido que Yoko puede sacarle a cualquier cosa). Ya en 1972 se montó un largometraje con dichas imágenes junto a otras algo más sui generis, como la de John y Yoko gritando su nombre en el bosque (¿reeditado en DVD con el nombre de Gimme Some Truth en el año 2000?). En 1988, se edita Imagine: John Lennon, donde se alternan las mismas imágenes recogidas en el documental anterior junto con otras a través de las cuales se hace un recorrido por la biografía del músico con testimonios de Yoko, Cynthia, Julian y Sean Lennon. Podemos ver imagenes muy valiosas para un fan de los Beatles, como la desmitificación de los Beatles por parte de Lennon frente a un fan andrajoso que va a visitarle o el desayuno de George y John antes de grabar How Do You Sleep?. Resulta sorprendente además como Yoko toma las riendas frente a la consola de sonido mientras Lennon y Spector asienten a todo lo que diga. Lo más destacable, si hablamos de la música en sí, los momentos previos en los que Lennon muestra esbozos de sus temas a los músicos que le acompañarán.

Y terminamos como siempre haciendo un repaso a las canciones del álbum. No exagero demasiado si digo que Imagine podría ser considerada como el himno universal por la paz en todo el mundo. Si McCartney compuso su canción emblemática dentro de los Beatles (Yesterday), Lennon lo hizo fuera del grupo. Jealous Guy, mi canción favorita del álbum, data de 1968 y fue compuesta con el nombre de Child Of Nature mientras los Beatles estaban en la India con el Maharishi. Hermanada con Mother Nature's Son de McCartney, aunque superior a ella, Lennon le cambió la letra para incluirla en Imagine, convirtiendo un canto a la naturaleza en una diatriba sobre los celos en primera persona bastante lograda. How Do You Sleep?, dejando a un lado las puyas a Macca, resulta uno de los temas más crudos y con más personalidad del álbum. Guarda además la última colaboración de Lennon y Harrison antes de que comenzarán a distanciarse a finales de los setenta. El Lennon más crudo desde Cold Turkey o Plastic Ono Band asoma también en Imagine con uno de sus temas más reivindicables, It's So Hard. Un tema de sonido apagado como How? guarda una memorable melodía con una interesante letra sobre la busqueda de la propia identidad. El resto de temas viaja desde el siniestro antimilitarismo de I Don't Wanna Be A Soldier Mama a la dulzura de Oh Yoko!

martes, 17 de agosto de 2010

TOP Nº 04 - Paul & Linda McCartney - Ram (1971)


Es la tercera vez consecutiva que nos encontramos con un álbum de McCartney en el ranking. Me gustaría recordar que, aunque las personas que escribimos en el blog somos mccartnianos de pro, el ranking ha sido confeccionado por un grupo de fans de los Beatles donde la inclinación hacia Macca o Lennon (o incluso Harrison) está más que compensada. El empacho de McCartney, que incluso a mí me parece excesivo, podría explicarse teniendo en cuenta la extensa discografía del ex-beatle si la comparamos con la producción de los otros Fab Four. De todas maneras, garantizo que una vez hayamos publicado el ranking completo, las posiciones resultaran bastante lógicas viéndolas en conjunto.

Ram es un álbum relativamente desconocido en la discografía de McCartney que por su variedad de estilos podría coger por sorpresa a cualquiera que sólo haya escuchado al McCartney de los últimos treinta años o sus canciones dentro de los Beatles. Estoy seguro de que la salida al mercado de Ram pilló con el paso cambiado a más de uno, ya que lo que se esperaba de Macca después de la separación de los Beatles era algo más en la línea del Something/Anything? de Todd Rundgren o cualquier álbum de Emitt Rhodes.

En muchas críticas he leido que Ram es la continuación lógica al McCartney de Abbey Road, dejando su álbum debut como una simple anécdota que contenía tres o cuatro temas aprovechables compuestos mientras aún formaba parte de los Beatles (entre ellos, el clásico Maybe I'm Amazed). En un principio, siempre me he resistido a comparar un trabajo legendario como Abbey Road con un álbum tan humilde como Ram, pero si aislamos las canciones de McCartney en Abbey Road, es posible encontrar esa continuidad. Es más, si nos ponemos rigurosos, queda claro como la étapa de McCartney como baladista clásico en los Beatles se cierra con el álbum Let It Be, grabado antes que Abbey Road y con canciones tan soberbias como la propia Let It Be o The Long And Winding Road. En Abbey Road ningún tema de McCartney puede competir con tan grandes clásicos, tán solo algunos trozos de You Never Give Me Your Money o Golden Slumbers recuerdan vagamente al creador de Eleanor Rigby o Hey Jude. De esta forma, si no pensamos en las contribuciones de Harrison o Lennon para Abbey Road, tiene cierta lógica decir que las canciones de Ram son del mismo nivel o superior que las de McCartney en Abbey Road.


Paul y Linda trabajando en Ram. Con cara de aburrida, como cualquier esposa o novia harta de las frikadas de su marido.

Aunque McCartney fue el primero en anunciar la ruptura de los Beatles, también fue el más afectado por la disolución del grupo. Él mismo cuenta en Wingspan como tuvieron que subsistir en Escocia con los ahorros que Linda tenía de su étapa como fotógrafa, ya que todo el dinero que había ganado formando parte de los Beatles no estaba disponible por orden judicial después de la separación del grupo. McCartney cuenta como se hundió en una gran depresión, viéndose a sí mismo como un simple bajista en paro y que, de no ser por la ayuda de Linda, no habría podido recuperarse de aquello. El disco que antecede a Ram, McCartney (I), es por ello un trabajo irregular bastante perjudicado por la inseguridad después de abandonar el grupo que le dió fama mundial.

Paul inicia pues la grabación de su segundo LP con gran incertidumbre económica, ya que partía de cero aún siendo uno de los compositores más reconocidos de su época. La composición de los temas se realizó en la propia granja, mientras se dedicaba a labores tan poco propias de él como pintar el tejado o pastorear ovejas, ayudado en algunas ocasiones por Linda. Una vez con nuevas canciones debajo del brazo, se desplaza a Nueva York con su familia para grabar el disco, rompiendo con el caracter artesanal de su debut. Los colaboradores en este álbum son Denny Seiwell (en un futuro próximo, primer bateria de Wings) y Hugh McCracken junto a Dave Spinozza a las guitarras. Linda se implica en la grabación ejerciendo como voz de apoyo para la mayoría de las canciones, estableciendo un precedente para terminar como miembro de Wings en los futuros trabajos de McCartney.

La portada del álbum es totalmente artesanal, compuesta por un collage fotográfico y coloreada con rotuladores. En la contraportada del disco y en varias de las canciones aparecen indirectas ocultas a su ex-compañero de grupo, John Lennon, iniciando la conocida guerra músical de sus primeros álbumes en los setenta. En la contraportada pueden verse dos escarabajos (beetles) copulando. Según wikipedia, una inocente alusión a cierto rumor sobre un affaire entre miembros de los Beatles, aunque yo creo que la fotografía en cuestión guarda un mensaje más directo y ordinario. Las canciones en concreto que molestaron a Lennon fueron Too Many People (dedicada a la insistente presencia de Yoko durante las grabaciones de los últimos discos del grupo) y Dear Boy, aunque, según parece, otras como 3 Legs y The Back Seat Of My Car guardan también ciertas frases por las que también se ofendió. No hablaremos de la respuesta de Lennon a estos ataques, porque tenemos que reservarnos para futuras posiciones en el ranking.


Ram es considerado por allmusic como el primer álbum independiente de la historia, ya que según sus propias palabras "celebra pequeños placeres con grandes melodías". Aunque su producción es más elaborada que en su trabajo anterior, el sonido del disco resulta primitivo y tosco en varias de las canciones (3 Legs, Ram On, etc.). Quizá por este motivo, y por las grandes expectativas que se tenían de McCartney, la crítica no fue demasiado benévola con Ram cuando salió al mercado, a pesar incluso de subir a lo más alto en los rankings del Reino Unido y EEUU. McCartney tendría que esperar hasta Band On The Run para disfrutar del reconocimiento que Lennon y Harrison habían obtenido con Imagine y All Things Must Pass respectivamente. Ram quedó entonces en barbecho, ensombrecido por obras posteriores de su autor que quizá no merecían tanto reconocimiento, pero año tras año ha ido escalando posiciones para quedar definitivamente como uno de sus mejores álbumes, citado en no pocas ocasiones como su mejor trabajo en solitario. Quizá su carácter diferencial con respecto a su obra posterior y su variedad de estilos sean las principales bazas para considerarlo en retrospectiva como uno de los discos que muestran al McCartney más auténtico de todas sus encarnaciones.

El listado de temas no tiene desperdicio, destacando de entre todos el single Uncle Albert/Admiral Halsey. Nos encontramos ante un medley soberbio donde la melancolía de Uncle Albert contrasta con la brillantez pop de Admiral Halsey. Parece que McCartney le tomo cariño a esto de confeccionar canciones con pequeños trozos después de Abbey Road, ya que repetiría con el final de Red Rose Speedway, el tema Band On The Run de 1973, el final del álbum Back To The Egg o incluso The Pound Is Sinking del álbum Tug Of War (por poner varios ejemplos). Decíamos antes que el álbum se caracteriza por una gran variedad de estilos, ejemplificando dicha afirmación si consideramos los aires bluesy de 3 Legs, el pop a lo Beach Boys con cierto toque crepuscular en Dear Boy, el hard rock de Smile Away, la balada campestre Heart Of the Country o la rudeza de Monkberry Moon Delight. Long Haired Lady siempre ha sido una de mis canciones favoritas a pesar de los coros de Linda, con esa atmósfera etérea que la rodea y un expresivo final donde se repite aquello de "love is long" hasta el infinito. The Back Seat Of My Car cierra el álbum, una canción que según Ian McDonald data de las sesiones del White Album de los Beatles y que guarda la magia melódica del mejor McCartney. Como curiosidad, destacar que en el final de Ram On (Reprise) nos encontramos con un anticipo de la canción Big Barn Bed del álbum Red Rose Speedway.