lunes, 23 de septiembre de 2013

Dos X Uno: Pink Floyd - The Wall


Volvemos con la sección en la que resumimos un doble álbum clásico en uno sólo haciendo una selección de las que son a nuestro juicio las mejores canciones. En esta segunda entrega abordaremos The Wall de Pink Floyd, un trabajo al que no le vendrían mal algunos tijeretazos para hacerlo más compacto y soportable. Aclarar antes de comenzar que soy más devoto de The Wall como doble álbum que del propio White Album de los Beatles. Puede que sea así porque lo disfruté antes de cumplir los veinte años y me impactó toda esa carga emocional que desprendía. Me lo sé de memoria y no me ha sido fácil llegar a la versión resumida final que podréis escuchar al final.

Desde que hicimos la primera entrega con el White Album de los Beatles, me propuse que sólo sacaríamos a colación la sección 2x1 en los casos en los que realmente fuera necesario. Para mí, por ejemplo, sería imposible recortar el Blonde On Blonde de Bob Dylan en un sólo álbum y adelanto desde aquí que ese formidable doble álbum nunca aparecerá en esta sección, al menos por mi mano. Aquellos dobles discos que suelen ser proclives a una versión resumida son trabajos como The Wall, aquellos que intentan trascender a la propia música y se ven obligados, bien por necesidad de la trama interna o de las necesidades expresivas del propio autor, a incluir entre las verdaderas canciones partes de relleno que dicen bien poco desde el punto de vista estrictamente musical, pero que ayudan como recurso dramático para el desarrollo de la historia interna. The Wall es el ejemplo más evidente de un álbum que necesita para su desarrollo ese tipo de ayudas, ya sea en Don't Leave Me Now, Goodbye Cruel World o la excesiva guinda final con The Trial. Al igual que hicimos con el White Album, aprovecharé esta entrada para hacer un recorrido por su génesis, significados y recepción comercial antes de presentar el listado resumido de canciones.


Roger Waters 

En primer lugar, me gustaría hablar sobre la evolución de Pink Floyd como grupo durante los setenta tras la expulsión de Syd Barrett. Echando un vistazo a su dinámica de trabajo con cada nuevo álbum, podemos encontrar el rastro por el cual Waters se hizo amo y señor de la autoría de las canciones del grupo cuando finalizaban los años setenta. Es evidente que tras la expulsión de Syd, el grupo estuvo perdido durante varios años y todos los miembros sin excepción contribuyeron con lo que buenamente podían a la creación de nuevo material. El ejemplo más claro de esta forma tan democrática de trabajar puede verse en Ummagumma, otro doble álbum en el que cada cara de vinilo cuenta con la autoría exclusiva de un componente del grupo. Sin embargo, son Waters y Gilmour, en menor medida, los que poco a poco irán despuntando con respecto al resto en lo que respecta a presentar material nuevo. Ya durante More y Meddle empieza a intuirse una tendencia tácita a dejar caer sobre ellos la responsabilidad de componer. Wright y Mason se contentarán con añadir pasajes instrumentales o apoyar las  nuevas creaciones en Dark Side Of The Moon o Wish You Were Here, momento culmen en el que el grupo alcanza el equilibrio perfecto entre creadores y fieles escuderos a la instrumentación. Todos aportan ideas interesantes en el nivel que les corresponde y ese podría ser el principal motivo del éxito de ambos trabajos ya mencionados.

Sin embargo, Waters como autor empieza a imponerse a los demás en la creencia errónea de que solo él puede sacar adelante al grupo sin las valiosas contribuciones de sus tres compañeros. Es en ese momento cuando Pink Floyd pasa de ser una democracia moderada a la dictadura de Roger Waters y los siguientes álbumes que se publicarán, hasta la disolución de la formación, tendrán autoría casi exclusiva de Waters. Animals, The Wall y The Final Cut se diferencian del resto de los trabajos del grupo porque Waters apenas deja resquicio para que sus compañeros embellezcan o simplemente hagan más llevadera la fuerte carga emocional que Waters imprimía en sus creaciones. Estos tres trabajos ya mencionados son de difícil escucha, ya que no permiten ninguna concesión al oyente y es precisamente el oyente el que tiene que amoldarse a las puntiagudas aristas de las canciones de Waters. ¿Acaso no es un respiro escuchar a Gilmour en The Wall cantando Comfortably Numb? Puede que esta canción nos parezca más brillante de lo que es por estar rodeada de todos los miedos, miserias y traumas de un Waters desatado por un afán de desahogo sin límites. Los Pink Floyd del Dark Side Of The Moon quedarán para la posteridad como la combinación perfecta entre carga emocional y belleza instrumental, ya que Gilmour, Mason y Wright por su parte tampoco tienen mucho que decir si no cuentan con su atormentado compañero. A Momentary Lapse Of Reason y The Division Bell han demostrado con el tiempo ser meros vehículos de estilismo a pesar de las grandilocuentes portadas que aparecen en las fundas de ambos trabajos.


Waters, Wright, Gilmour y Mason

El germen de The Wall nace, como muchos ya sabrán, cuando el propio Waters siente una gran repulsión por la actitud de un alocado fan que se encontraba en las primeras filas de uno de los conciertos de la gira Animals hasta el punto de llegar a escupirle. A partir de ese momento le vino la idea de construir un muro entre él y su público que sirvió como punto de partida para abarcar todo el descontento acumulado a lo largo de su vida. Waters simbolizó todo aquello con la metáfora de los famosos ladrillos del muro: un ladrillo por la muerte de su padre en el ejercito, otro por los traumas infantiles vividos en la escuela, etc. Todas esas ideas quedaron plasmadas en las canciones que Waters compondría a partir de ese punto, muchas más de las que finalmente terminaron en el famoso doble álbum.

Waters presentó después de Animals dos líneas de trabajo al grupo para el siguiente proyecto de Pink Floyd: uno era The Wall y otro The Pros And Cons Of Hitch Hiking, proyecto en el que filosofaba sobre la legitimidad de la infidelidad dentro del matrimonio. Gilmour y Mason consideraron más atractivas las canciones que componían The Wall y la segunda alternativa quedo archivada hasta que Waters la recuperó para su posterior carrera en solitario en 1984. A pesar de ser publicado cinco años después, The Pros And Cons Of Hitch Hiking es un álbum fuertemente ligado a The Wall, ya que muchas de las líneas melódicas contenidas en él guardan evidentes semejanzas con algunos temas del archiconocido doble de Pink Floyd.

La grabación de The Wall contó con Bob Ezrin en la producción. Durante el transcurso de las sesiones, Ezrin se convirtió poco a poco en la mano derecha de Waters y alcanzó en un lapso breve de tiempo una posición que le permitía mediar entre él y el resto del grupo. Gilmour y Mason se amoldaron a regañadientes a la nueva metodología de trabajo en el estudio, pero Wright se mostró apático desde un principio y con pocas ganas de contribuir a la obra de Waters. Tardó bastante en incorporarse al trabajo usando como pretexto que no quería interrumpir las vacaciones con su familia y, aunque muchos consideren que Waters fue cruel al expulsarlo de Pink Floyd durante la grabación de The Wall, el teclista se lo ganó a pulso. Incluso Gilmour secundó a Waters en su decisión de prescindir de él como músico.



Aunque The Wall parezca a simple vista un álbum sin un hilo conductor por la ambigüedad de muchas de sus canciones, Waters relata una historia coherente con un principio y un final. Haciendo un resumen de todo lo que se cuenta en The Wall, se podría decir que acompañaremos al protagonista Pink desde su nacimiento hasta la edad adulta cuando se convierte en una estrella del rock. El paralelismo con la vida de Waters es evidente y las canciones de esta primera parte servirán para enumerar los traumas a los que Pink se enfrentará hasta madurar como persona. Al llegar a One Of My Tunes, Pink es ya una estrella desquiciada que recibe la visita de una groupie en la habitación de su hotel. Otro momento clave del álbum es Comfortably Numb, momento en el que el protagonista se inyecta algún tipo de sustancia psicotrópica que le hace creer que es un dictador fascista encumbrado por sus fans para la conquista del mundo. Ladrillo a ladrillo asistimos a la construcción del muro hasta que Pink llega al límite y en The Trial se produce un juicio en la mente del protagonista que lo autocondena a derrumbar el muro que tan pacientemente ha ido construyendo. Como puede verse, The Wall es un álbum sobre la incomunicación y la carga que cada uno de nosotros lleva sobre sus hombros, aunque el propio Waters en años posteriores lo consideraría adecuado para escenificar la caída del celebre Muro de Berlin a principios de los noventa.

El disco fue un éxito rotundo y se convirtió en uno de los trabajos discográficos más vendidos de los ochenta, incluso se podría decir que tan sólo Dark Side Of The Moon logra hacerle sombra dentro de la discografía del grupo. Es incompresible el enorme éxito que alcanzó teniendo en cuenta su gran carga emocional y lo difícil que resulta asimilar su música tan llena de dramatismo y teatralidad. La discográfica se lo puso difícil a Waters en un principio e intentó que cediera parte de sus derechos editoriales si quería publicarlo como doble álbum. Waters se mantuvo en sus trece y el éxito de Another Brick In The Wall part. 2 allanó el camino para que The Wall fuera publicado en las condiciones que su autor deseaba. La crítica quedó dividida en el momento de su publicación y me atrevería a decir que incluso los fans del grupo tienen opiniones encontradas con respecto a este álbum. Haciendo un repaso a las críticas de la época citadas en wikipedia podemos encontrar la de Robert Christgau, en la que decía que The Wall era "maximalismo mínimo demasiado cursi con efectos de sonido y fragmentos de discurso" o la del Melody Maker, en la que se decía "no estoy seguro de si es brillante o terrible, pero me resulta totalmente convincente ".


Los directos de The Wall llevaron a la ruina al grupo

En MIMS hemos aprovechado esta entrada para hacer un análisis exhaustivo del trasfondo y el significado de tan emblemático doble álbum. Os ofrecemos ahora el prometido resumen en el que descargamos The Wall de recursos dramáticos para ofreceros una selección en la que prima la calidad musical de sus cortes. Don't Leave Me Now, Goodbye Cruel World o The Trial han sido eliminadas porque actúan más como recursos teatrales que como canciones en sí y Goodbye Blue Sky o Young Lust se han quedado fuera por ser consideradas inferiores a los otros cortes que han terminado finalmente en la versión resumida. Limitándonos a la duración de un vinilo clásico, la cara A termina con Hey You acumulando un total de 22:59 minutos, mientras la cara B empieza en Nobody Home llegando hasta los 23:59. He evitado reordenar los temas, ya que he intentado mantener la coherencia narrativa a pesar de los recortes realizados.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Antes de nada decir que es mi grupo preferido.
No estoy muy de acuerdo en hacer un solo álbum de este disco, precisamente por la trama y la sucesión de acontecimientos que van desde la primera hasta la última canción, y que no tendrían mucho sentido sin el "juicio final" en el que aparecen
Pero si nos ceñimos a lo musical, estoy totalmente de acuerdo contigo, hay canciones duras de escuchar y asimilar precisamente "The Trial", y si, es una delicia oír a Gilmour en Confortably Numb,a el y a su guitarra, o en Mother o en Hey You , o si me apuras hasta en la dura Run Like Hell.
Es cierto lo que dices en cuanto al disco en solitario de Waters "The Pros and Cons....", tanto es así, que hay un pasaje en la pelicula de "The Wall", que una de las estrofas que dice su protagonista Pink, pertenece a una de las canciones de dicho álbum en solitario.
En cuanto a las preferencias de sus discos, el que mas me gusta es Wish You Were Here, seguido de el Dark Side , The Wal, Animals, etc etccccc.

MAGUELO



Manuel J dijo...

Muchas gracias por comentar ;)

Creo que estamos de acuerdo en todo. En la misma entrada digo que se pierde el hilo conductor de las canciones al resumir el álbum, pero desde un punto de vista estrictamente musical he dejado lo más remarcable.

The Pros and Cons es sorprendente si previamente conoces The Wall. Hay pasajes calcados entre uno y otro álbum.