Me gusta recuperar esta sección de vez en cuando, porque tiene una estructura muy cómoda para recomendar música sin necesidad de ser un experto en los discos o grupos en cuestión. Acostumbrado como estoy a extenderme demasiado, nunca viene mal relajarse un poco y recomendar buena música despachando cada álbum en un escueto párrafo.
Cardinal - Cardinal: Descubrí este maravilloso y desconocido álbum de 1994 gracias a una reseña en el blog El Pequeño Misantropo en el País de los Sueños. Sentí mucha curiosidad cuando leí sobre un disco oculto de mediados de los noventa que se atrevía con el pop barroco durante unos años en los que predominaba el grunge. Cardinal fue un duo constituido por el compositor Richard Davies y el arreglista Eric Matthews que unieron fuerzas para crear un disco tan recomendable como este homónimo álbum debut. No voy a decir que es un disco redondo, porque sobre la mitad más o menos pierdo un poco el interés, pero los cuatro primeros temas y los dos últimos merecen ser descubiertos por cualquier melómano que se precie de serlo. A destacar, la delicadeza de un tema a dos voces como Last Poems y una canción al piano tan increíble como You've Lost Me There, en la que juega un papel importante el contraste entre las voces de ambos. El álbum termina con la luminosa y folkie Singing To The Sunshine y una canción pop tan bien acabada como Silver Machines.
Real Estate - Days: Pitchfork situó este álbum como el nº 9 de los mejores discos de 2011. Yo sólo puedo decir que me lo recomendó una amiga y que tardé demasiado en hacerle caso, menos mal que finalmente me atreví con él durante el verano del año pasado. Este álbum me acompañó en el reproductor de mp3 todos los días que pude ir a la playa y, cualquiera que decida escucharlo después de leer esta entrada, podrá comprobar que no existe un disco mejor para ver las olas y tumbarse en la arena. Real Estate ha publicado un luminoso trabajo de guitarras cuyo sonido es heredero directo de los mejores discos de los Byrds, no en vano uno de los temas se llama Younger Than Yesterday. Este álbum es una delicia de principio a fin y la única pega que podría ponerle es que resulta tan homogéneo en su sonido que todas las canciones se me parecen mucho entre ellas. Una cosa está clara, es un disco increíble que no baja el nivel en ningún momento. A destacar Easy, la canción que abre el álbum, y Out Of Tune, mi favorita aún en dura competencia con las demás.
Mac Demarco - 2: El tercero en discordia también es un álbum de guitarras como el segundo, aunque el estilo es algo distinto. Descubrí la música de Mac Demarco gracias a que Pitchfork nombró uno de sus temas, Ode To Viceroy, como una de las canciones del momento. La portada del álbum con esa cara de paleto sureño (aunque el tío es canadiense) y pose algo desfavorecida me echaba un poco para atrás, pero cuando me puse con el álbum se me cayeron todos los prejuicios de golpe. La portada no es muy afortunada, pero desvela al igual que los videoclips que Mac Demarco es un tipo sin complejos que sabe reírse de sí mismo cuando le viene en gana. Si alguien me pregunta como podría describir su música, diría que es como si Ryan Adams le hubiera robado la guitarra a Chris Rea (el del gran hit ochentero On The Beach). A pesar de todo, hablamos de un músico sensible que ha creado uno de los mejores discos de finales del año pasado. Aún siendo el primer tema que le escuché, Ode To Viceroy sigue siendo mi canción favorita por ese fraseo de guitarras y ese gran final de acordes infinitos. Muy recomendables también Cooking Up Something Good, Dreamin o Sherrill.
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