domingo, 6 de enero de 2013

Tom Waits en cinco discos.

Inauguramos una nueva sección en MISM. En ella pretendemos elaborar unas pequeñas guías muy básicas en forma de cinco discos (brevemente reseñados) sobre carreras discográficas importantes en volumen y sobre artistas de renombre. Estas entradas, que denominaremos “Fulanito en cinco discos” estan orientadas a empujar a los mas indecisos y desorientados a conocer la obra de un determinado arista/grupo ofreciendo breves indicaciones (personales, eso sí, que para eso es un blog) sobre aquellos discos que podrían servir de iniciación. Algunos de ellos serán básicos y otros no tanto, pero que a ojos del que escribe la entrada, serán los suyos. Esperemos que os guste.

Empezaremos con el inimitable Tom Waits. El problema de partida con estas entradas es intentar aglutinar o resumir en cinco discos una obra tan rica, duradera, ambiciosa y ecléctica como la de Waits. Es casi imposible y corro el riesgo de caer en la banalidad y en lo tópico. Asumo ese riesgo pensando en que puede haber personas que tengan al genio de Pomona como eterna asignatura pendiente y que seguro que reciben de buen grado esta breve guía. Vamos allá.

Small Change (1976).


La primera época de Tom Waits es por la que se debe de empezar. Si o si. Son los años del Waits vagabundo, de las hermosas piezas al piano, llenas de aroma decadente, de olor a tabaco y a tasca nocturna, y con el trasfondo del sonido del hielo en los vasos. Waits es un narrador encantador de historias sobre perdedores, tipos solitarios y decadentes y mujeres rompecorazones. Todo ello, acompañado de unas canciones que aúnan seducción con elegancia. Toda su obra primeriza es imprescindible, pero la cima es Small Change. La joya de la corona es Tom´s Traubert´s Blues pero la columna vertebral que conforman los temas Jitterbug Boy, I Wish I Was In New Orleans, The Piano Has Been Drinking (Not Me) e Invitation To The Blues es sencillamente irrepetible. Gran obra maestra.

Prueba tambien con: Closing Time (1973), The Heart Of Saturday Night (1974) o Blue Valentine (1979).

One From The Heart (1982).


A primera vista puede sorprender esta elección, pero no podemos obviar la fundamental presencia del cine (directa e indirectamente) en la obra de Waits. Su etapa inicial es puro cine de autor hecha música. Su trabajo en este encargo de Coppola roza lo sublime. Es el traslado a la pantalla de toda la melodía, la melancolía y la ensoñación de su música. Se acompaña de Crystal Gayle en las voces en varios de sus temas y el resultado es formidable. Waits es actor en el cine y en la vida real. Y aquí también lo demuestra musicando una película olvidada pero no por ello olvidable. Hay que escucharla.

Swordfishtrombones (1983).


Uno de los mejores liftings de la historia de la música. Aunque el cambio pueda parecer muy brusco en unas primeras escuchas de esta joya melancólica, realmente no lo es tanto, ya que en Hearth Attack and Vine (1980) ya nos dejó alguna pista por hacia donde podrían ir los tiros. Swordfishtrombones es la piedra angular sobre la que gira su obra en la compañía Island Records. El maestro conoce a su mujer y musa Kathleen Brennan y de su mano y mecenazgo, opta por recorrer otros pasillos sonoros abarcando todo lo que encuentra a su paso. Sonido cabaretero, inspirador y poco amaestrado. Obra maestra a escuchar en soledad y de forma persistente. Uno de esos extraños casos en los que todo encaja aunque al principio el resultado nos haga poner cara de poquer. 

Rain Dogs (1985).

 
  
Lo que en Swordfishtrombones era una abrumadora puesta en escena del nuevo imaginario waitsiano, en Rain Dogs, la propuesta toca techo. Nueva obra cumbre, llena de detalles, de guiños, de variantes sonoras. Quizás, mi disco favorito (en conjunto) del genio de Pomona. La primera vez que lo escuchas, te descoloca. La segunda, te intriga y te seduce. A la tercera caes rendido eternamente. Cortes de diversa naturaleza, sonidos obsesivos, texturas urbanas, Waits también pone los pies en la tierra con canciones mas enraizadas en la tradición rock como la springsteeniana Downtwon Train. Rain Dogs es de esa clase de discos que llamo yo enciclopédicos ya que recogen todos los matices de un artista hasta hacerlo eterno. Su obra definitiva y un tema para la historia: Time.

Prueba también con: Frankie Wild Years (1987), el directo Big Time (1988), y Bone Machine (1992). Esenciales todos ellos.

Mule Variations (1999).


Este disco inaugura la tercera etapa de la carrera de Tom Waits. La última reconocida, vaya. Y lo hace con un disco que le devolvió a las portadas de las revistas musicales de todo el mundo y que llegó a superar el millón de copias vendidas, algo verdaderamente inédito para un disco de Waits. Mule Variations funciona como un perfecto compendio sonoro de toda su carrera reciente. Contiene un poco de todo y en buenas dosis. Nuevamente, se lo trabaja y entrega una colección de canciones apabullante y que gusta por igual a los amantes del Waits comedido y romántico (Hold On) como al cacharrero y arrastrado oficial (Cold Water). Años después seguiría entregando obras igualmente validas pero Mule Variations permanece como su ultima gran obra. 

Prueba también con: Alice (2002), una debilidad personal y el último Bad As Me (2011).

7 comentarios:

J Aybar dijo...

Buena entrada Mansion. Todos tenemos nuestros favoritos Waitseros y como bien apuntas el goteo de obras maestras a lo largo de los años es dificil de superar. Solo hecho de menos una mencion a Nighthawks at the diner .... una POM en toda regla como diria Joserra. Saludos,

Redacció dijo...

Muy buena idea Mansion. De Tom Waits sería difícil elegir. Todos en esta selección son canela fina. Mi preferido es Rain Dogs, me nudo disco!!!. Me pica el gusanillo waitsiano, a ver si me animo y me pongo con él. Saludos

Joserra dijo...

Como dice Eric ojito con el doble Nighthawks,yo de Waits me quedo con casi todo salvo con el ultimìsimo periodo un poco autoindulgente-
Todos los que reseñas son POM pero creo que Sworfish Trombones es de esos disco que como decía David Mordoh abría que enseñar en los colegios. No sé tiene un especial tristeza circense y fue el cambio y su tristeza es tan radical que abruma, Son como odos a los olvidaos , como una buena película de Buñuel, es EXTRAORDINARIO. También como te dije tengo debilidad por Corazonada y de los más recientes Alice y mule Variations ( este último requetePOM) my godness Tom es BIG.

Joserra dijo...

como odas a los olvidados, quería decir

Rivers Of Ice dijo...

eric: Tienes razon. Nightwaks es otra joya de los setenta de este genio. Ademas, con una de mis portadas favoritas de todos los tiempos.

Chals: Rain Dogs tambien es mi favorito. Aunque luego irian un monton de discos mas...Este señor es impagable.

Joserra: Como le decia a Eric, teneis razon con Nightwaks. Pero la idea es poner solo cinco...je je. Swordfishtrombones es un icono. Basico.

Gracias a todos por comentar!

Anónimo dijo...

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Eres mu tonta marica gorda