sábado, 6 de agosto de 2011

El Paradigma Indie

Esta entrada iba a ser un simple ranking con los que son para mí los mejores grupos de música independiente en castellano. Sólo eso. El caso es que me he liado con la introducción, empezaron a salir párrafos y párrafos que cobraron entidad propia y he tenido que dejar el ranking para más adelante (seguramente lo publicaré en la siguiente entrada).

Antes de empezar, me gustaría aclarar que nunca he sido de modas ni de tendencias y mucho menos en lo que a música se refiere. Siempre he escuchado lo que he querido, así que esta entrada es ante todo una visión muy particular de un chico de provincias (xD) sobre el fenómeno musical llamado “independiente” que comenzó a fraguarse en nuestro país a finales de los noventa. Indicar también que las etiquetas que les ponen a la música me ponen enfermo, pero para entendernos me veré obligado a utilizar el término de marras en bastantes ocasiones.


No tuve un video VHS hasta mediados de los noventa, así que no es de extrañar que hasta 2007 no me atreviera con la tan cacareada escena independiente de este país. Hasta entonces vivía feliz, aislado en mi mundo de grupos angloparlantes de los sesenta y setenta, manteniéndome al margen por voluntad propia de lo que en ese momento se estaba cociendo.

Puede que la radio fórmula tuviera bastante que ver con la percepción errónea que tenía sobre los grupos actuales, igual ese era el principal motivo para no prestar atención a la que podría ser llamada, de forma algo grandilocuente, la música de mi generación. Quizá también tuvo mucho que ver esa máxima que dice “cualquier tiempo pasado fue mejor”, ya que me era muy difícil dar una oportunidad a grupos de veinteañeros (y encima contemporaneos a mí) cuando me sentía deslumbrado por pesados mitos forjados durante décadas como Pink Floyd, The Beatles o Bob Dylan. Y es que los prejuicios de aquellos que sólo consumimos rock clásico son difíciles de evitar, tan sólo hay que pegarse un garbeo por una página como alohacriticon para corroborarlo. Haced la prueba: todo nuevo lanzamiento, ya sea cine o música, se puntúa en aloha con un 2 pelado (p.e. Suck It And See, Arctic Monkeys 2011), mientras añejos dinosaurios que publicaron en su día truños del flower power no bajan nunca del 4 (p.e. Seasons, Magna Carta 1970).

Cuando aún estudiaba en la facultad, empecé a ver ejemplares de una revista gratuita llamada Mondosonoro. Por entonces no tenía acceso a internet y era asiduo lector de la edición española de Rolling Stone. Los nombres de los grupos en esa extraña revista me sonaban a chino y me parecía ver correr el agua cuando pasaba las páginas. Siempre me ha gustado un ranking más que a un tonto un lápiz, así que sólo me decidí a pasar a la acción cuando leí un artículo sobre los mejores álbumes independientes del año 2000. El ranking de música nacional lo coronaba ese año Unidad de Desplazamiento de los Planetas, un disco del que ya conocía la canción Un Buen Día, así que decidí comprarlo para variar un poco. El álbum me deslumbró, pero no dejó de ser algo puntual hasta que en 2008 volví a reencontrarme con Mondosonoro, esta vez en su edición digital. Lo primero que hice fue hacerme con todos los discos que estaban en los primeros puestos de los rankings de 2005, 2006 y 2007, tanto nacionales como internacionales, y desde entonces ando bastante enganchado al panorama musical actual. Además de visitar Mondosonoro de forma periódica, también suelo entrar en otra página llamada Jenesaispop. En cuanto a las ediciones impresas, compro en los kioscos de forma puntual Ruta 66 o Rockdelux, aunque también depende mucho de la portada que saquen cada mes.


Echando la vista atrás, me doy cuenta de que mis gustos se han tornado más actuales sin proponérmelo ni renegando por supuesto del rock clásico al que siempre he sido fiel. Mi actitud ante los primeros discos de música independiente a los que me enfrenté era algo así como "a ver que me cuentan estos”. Ahora espero con impaciencia nuevos lanzamientos tanto nacionales como internacionales de aquellos grupos que me han ido ganando por la causa.

Creo que con el rock clásico llegas a un punto en el que ya has recorrido todos los caminos posibles que te son afines y entonces sólo te queda tirar de bootlegs o ediciones piratas. Muy de vez en cuando descubres un grupo que te sorprende o con el que aún no te habías atrevido, pero muy puntualmente… al menos eso es lo que me ocurre a mí (cuantas veces lo habré intentado con Bruce Springsteen o Neil Young). La ventaja de seguir de cerca un panorama musical vivo es que puedes esperar nuevos lanzamientos cada dos por tres y, lo mejor de todo, asistir a los conciertos de grupos que se encuentran en su mejor momento. Si esto no es cierto, pongamos un ejemplo ilustrativo: si un fanático de Dylan tuviera que elegir entre verlo ahora o en plena Rolling Thunder Revue, ¿qué elegiría? Dejando a un lado, por supuesto, lo que diga el susodicho para defender a su ídolo.

Sin embargo, no todo es color de rosa. Me llama mucho la atención la cantidad de enteradillos que se adhieren al fenómeno indie y hablan de tal o cual grupo como si de una moda pasajera se tratara, más pendientes de escuchar lo último de lo último que de mantener un criterio propio. Tengo esa sensación cuando leo comentarios en Jenesaispop o en cualquier otro blog dedicado a la música independiente. Me indigna leer la importancia que le dan a lo desconocido que sea un grupo, a veces más que a su propia música, de manera que cuando ese grupo triunfa y empieza a darse a conocer para el gran público, lo abandonan y empiezan a hablar pestes de él. He tenido esa sensación en muchas ocasiones (con Love Of Lesbian, p.e.), como si escuchar música fuera más parecido a pertenecer a un selecto club de intelectuales que a la propia experiencia en sí. En fin, pensándolo bien, ésto último que comento tampoco es exclusivo de la música independiente.

7 comentarios:

Nemo dijo...

Yo sólo quiero decir que en mi opinión Seasons de Magna Carta es una absoluta maravilla. Y que nunca he leído el Rolling Stone, qué yuyu.

Alex J. Sales dijo...

Una de las cosas que me repele de la escena "indie" es ese tufo intelectual que mencionas en el artículo...
Además, creo que el grandísimo fondo de catálogo de los 60 y 70 tiene muchas joyas por descubrir, y en los 90 hay autenticas maravillas que son minoritarias a pesar de publicar en multinacionales. La etiqueta "indie" me repele, porque la mayoría de esos grupos, cuando sobresale, fichan por una multinacional y a vivir del cuento. Además también creo que la fórmula se repite hasta cansar, ¿cuántos se dicen herederos de la Velvet? Me cansan las guitarras distorsionadas y el ruido de fondo para parecer más alternativo...
Si "indie" es sinónimo de independiente, se puede ser independiente en las ideas y creaciones aunque fiches por una multinacional, pero no me creo nada de los grupos "indies" españoles.
(Luego se apuntan a la SGAE y votan a Teddy).

Por cierto, la edición española de Rolling Stone también me da Yu-Yu.

Bruja Truca dijo...

A mi me da igual lo que envuelva a la música. Si me gusta, me gusta y no tengo nada que ver con el resto. No me paro a pensar en tufo intelectual ni en multinacional estén o no estén. Al final lo que más importa es lo de menos.

Bruno dijo...

Lo malo de los grupos indies no es tanto los músicos en sí, o sus temas... sino los indie-fans.

Y para los seguidores de música indie lo realmente importante no es que la música sea buena o mala, o que sea independiente o comercial, o que en directo suenen bien o no... lo importante es que te gusten grupos que solo conozcas tú.

El problema de que un grupo indie fiche por una multinacional no es que su música vaya a verse afectada, es que ya los va a conocer todo el mundo, y eso no mola.

Manuel J dijo...

Fran G. Lara: Gracias por pasarte, yo no soporto el primer tema de ese álbum. En cuanto a Rolling Stone dejé de comprarla hace años, pero de vez en cuando las hojeo y encuento artículos muy aprovechables (sobre todo aquellos que hacen retrospectiva de antiguos grupos.

revolver: Gracias por comentar. Últimamente he recibido más satisfacciones de discos actuales que de antiguos, no sé si será porque es lo que más escucho. Esto de no estar en contacto por el foro es un asco, ya no recibo ninguna de vuestras recomendaciones... y me estoy cansando de ir por libre.

Bruja Truca: ¡¡¡Ya falta poco para el 29 de octubre!!!

Bruno: Gracias por comentar.

Nemo dijo...

¡Jajaja! ¡El primer tema de Seasons es toda la cara A del vinilo original

Luis de Vigo dijo...

Estoy completamente de acuerdo con lo que dice Bruno. La típica gente que dice que los Small faces eran mejor que los Beatles.