jueves, 10 de febrero de 2011

El bufón ha muerto. Viva el Rey del Pop (II)

Viene del sábado 5 de febrero...

Ofrecemos aquí otras perlas del texto de 2001, haciendo leña del árbol caído...

  • Año 2001- Le dedican una estrella en el Hollywood Walk Of Fame y le hacen una estatua de cera en el museo de Madame Tussaud. La estatua es el primer toque de atención: empieza a parecer más humana la copia que el original // Muere su chimpacé, Bubbles, aplastado por un coche. Michael disfruta en su papel de viuda desconsolada.

En cuanto a la valoración que se hace sobre su capacidad de innovar en la música, también hay un "lígero" cambio de enfoque:

  • Año 2001- Por el contrario, cabe dudar de que se apunte a conceptos vanguardistas. La habilidad de Michael reside en amalgamar ideas ya aceptadas en el mundo del pop, el dance y el R&B, a las que puede añadir pinceladas de hip-hop o de rock, por aquello de ponerse medallas de modernidad.

  • Año 2009- Cuando alguien hace música tan buena como la de Jackson, nuestros placeres colectivos se enriquecen y nuestra historia se hace más intensa y compleja. Las barreras que rompió ayudaron a hacer del mundo del pop moderno una escena más inclusiva de lo que era. Exploró un nuevo territorio. Siempre es bueno ver a alguien transformando el mundo de las posibilidades conocidas.


Repito que la música publicada por Michael era la misma tanto en 2001 como en 2009, al menos en lo que a álbumes se refiere. El cambio es increíble.

A favor de la revista, cabe indicar que los reportajes que cerraban ambos números huían de cualquier concesión al momento en el que fueron publicados. Tanto Diego A. Manrique (en 2001) como Brian Hiatt (en 2009) hacian un balance realista de los últimos años del cantante, con sus pros y sus contras, hablando claro de su momento de gloria y lamentandose posteriormente de su caida libre en el pozo del ridículo. Aquí unos ejemplos del exquisito texto de Manrique:

  • Por ejemplo, en el inicio de los ochenta, cuando The Jam visitó España en labores de promoción. Una relajada conversación con periodistas estuvo a punto de pasar a mayores cuando Paul Weller atribuyó a Michael el pináculo del soul contemporáneo y alguien le rebatió, citándole a Stevie Wonder. Paul defendió muy vigorosamente que nadie podía hacerle sombra a Michael en creatividad, swing, plasticidad.
  • Era cierto. Michael arrasaba con Off The Wall y multiplicaría el impacto con Thriller. Luego llegaría música vibrante, pero el tren descarrilaría. No, más que eso: ha sido la más estrepitosa de las caídas. Del estado de gracia al desprestigio personal, a la decepción creativa. Hace muchos años que casi todo lo que se refiere a Michael produce grima. También algo de ira. Aquí tenemos a uno de los artistas más dotados de su generación, con la gracia motriz de James Brown y la pasión vocal de Jackie Wilson, reducido a una caricatura.
  • [...] Como todo lo que rodea a Michael, Invincible se ha transformado en un culebrón. En dos años, se han dado una docena de fechas de edición, lo que hace sospechar que: a) había ganas de marear la perdiz y crear expectativas extraordinarias o que, b) Michael se pierde grabando, con sus peligrosos deseos de crear algo tan comercial que venda 30 o 40 millones de copias.
  • [...] De hecho, durante los años noventa vimos a un Michael Jackson que reaccionaba frente a los batacazos - los personales y los de las cifras de venta - con una monstruosa vanidad. Hubo que inventar para él un mote barato, lo de Rey del Pop, que se adecuara a su ego y a sus inseguridades.

He aquí un texto de 2001 que no se recrea destrozando al músico. Tan sólo se lamenta de los últimos tiempos de la estrella caída, estableciendo la cruel realidad que quizá los fans del músico nunca quieran llegar a ver.

Los textos comparados con todos sus defectos no son más que un indicador de la opinión publica a la figura de Michael Jackson, antes y después de su muerte. Todos nos llevamos las manos a la cabeza con la famosa imagen de su hijo en el balcón o nos quedamos sorprendidos con un documental sobre Michael en el que entraba en una tienda de antigüedades y se gastaba 50.000 dolares cada vez que señalaba un jarrón de porcelana china sin apenas inmutarse. Y se llevó media tienda. La vida del músico en sus últimos años fue muy bizarra, pero su muerte volvió a todo el mundo del revés en cuestion de un pestañeo. No es de recibo continuar las bromas con alguien ya fallecido, queda claro, pero resulta fascinante como el mundo del rock vive las muertes de sus ídolos.


Aparcamos a Michael Jackson como ejemplo y extrapolamos a otros mártires del rock. John Lennon, Kurt Cobain, Elvis Presley, Jim Morrison, etc. En cierto número de la Rolling que no recuerdo, se indicaba que los ingresos de estos artistas ya fallecidos eran los mayores del año anterior si nos circunscribimos al mercado musical (supongo que sería un año en el que aún se vendían discos). Con semejantes cifras es evidente que la muerte de un músico despierta la curiosidad del ciudadano medio más que la propia música en sí. ¿Por qué? ¿El morbo vende? Estoy seguro de que Dire Straits o The Police habrían vendido más discos si Mark Knopfler o Sting hubieran muerto a mediados de los ochenta (Dios no lo quiera). Otra hipótesis alternativa: si McCartney hubiera fallecido a principios de los ochenta y Lennon hubiera continuado publicando discos hasta ahora... ¿qué habría pasado con la imagen pública de uno y otro? Supongo que también influye mucho lo magnética que sea la personalidad del fallecido en cuestión. George Harrison, por ejemplo, no se ha convertido en un icono de las mismas dimensiones que Lennon. La edad también juega un papel muy importante. La imagen emblemática de Jim Morrison habría sufrido un duro revés si el músico hubiera vivido hasta la vejez. Su última fotografía en una portada de los Doors ya lo presentaba gordo y barbudo con tan sólo 28 años.

3 comentarios:

Bruja Truca dijo...

Eso de que la muerte glorifica ha sido de toda la vida. En el caso de Michael Jackson no iba a ser diferente. Muere la persona y nace el mito. Pero también es cierto que todos los MITOS, así con mayúsculas han sido buenos en lo suyo ¿no? Ya tienes una tarea, pensar un mito de la música que haya sido malo xD

Manuel J dijo...

Eso es fácil, Kurt Cobain xD

Ya en serio, gracias por leer estos dos artículos al completo ;)

Bruja Truca dijo...

Yo tengo otro, Elvis.

Mejor que no vayas a la Alameda a decir eso de Kurt Cobain, los "alternativos" te apalearán XD

No hay de qué, no es por compromiso, es por interés :)