The Beatles: Rock Band

Sirva de precedente que ni siquiera soñé con tener este juego entre mis manos, ya que el precio de la caja con el kit completo me parecía excesivo. Sin embargo, mi hermana tuvo la feliz idea de regalarme a principios de año una guitarra Fender Stratocaster y el juego para Wii. El caso es que aquí estoy desde hace casi tres meses encantado de la vida con treinta años bien cumplidos y una guitarra de plástico colgada al hombro casi todas las tardes. Aunque hay gente que dice que este tipo de juegos es un fraude que sólo tiene alguna utilidad cuando te reunes con amigos para echar unas risas, a mi me ha enganchado desde el principio. Personalmente, puedo pasarme horas delante del televisor balanceando la guitarra y haciendo como que soy un miembro más de los Beatles.

Según la mecánica del juego, te dedicas a ejercitar tus habilidades espaciales coordinando los acordes de la mano izquierda y el rasgueo de la derecha para tocar las notas justamente cuando las marcas de colores pasan por la línea horizontal del mástil. Es decir, tocar Rock Band no es un curso acelerado para aprender a tocar la guitarra, pero si es verdad que en ciertos niveles de dificultad, resulta más fácil dejarte llevar por el ritmo de la canción antes que estar pendiente de la velocidad de las notas. Un amigo me dijo hace poco que si tocas la batería del juego puedes adquirir ciertas nociones para aprender después a tocar una de verdad... no sé si será cierto, porque aún no tengo la batería (subrayemos la palabra "aún"). Lo que más agradezco a este juego es poder tocar el bajo de Paul McCartney y descubrir líneas melódicas que siempre han estado ahí, pero a las que no he prestado la atención suficiente. De esa forma, he redescubierto canciones que habré escuchado miles de veces como A Day In The Life o Don't Let Me Down. Aclarar que el bajo es el instrumento al que menos atención suelo prestar, puede que por su sonido sordo que suele confundirse en ocasiones con el de la bateria.

En el apartado gráfico no nos encontramos con un alarde de virtuosismo, los desarrolladores se han limitado a caricaturizar a los Beatles de manera que puedas reconocerlos entre ellos. Y la verdad es que tampoco son necesarios demasiados recursos en ese aspecto, ya que la imagen que han conseguido es bastante simpatica y, si estás jugando, no prestas mucha atención a lo que los personajes hacen en el escenario. Mención aparte tienen los videoclips recreados de canciones como Here Comes The Sun, con George Harrison guitarra en ristre paseando por una verde pradera floreada, o Within You Without You, con los Beatles empapados en LSD rodeados por una gama de texturas psicodélicas.Teniendo en cuenta que han desarrollado cada uno de los escenarios que aparecen en el juego, la labor artística es digna de alabanza, sobre todo en las canciones que los Beatles tocan en el estudio para después retrotraerse a esos originales y coloridos paisajes.

Después de machacarlo casi todas las tardes, el juego se me ha quedado corto y ahora estoy aprovechando las ofertas de la opción Tienda Virtual. Desde hace unos días estoy disfrutando de nuevas canciones como Norwegian Wood, Lovely Rita, A Day In The Life, You Never Give Me Your Money o Her Majesty. Incluso me estoy planteando comprar una tarjeta de puntos para adquirir las canciones que me faltan de álbumes como Abbey Road o Rubber Soul. De momento, y para apaciguar las ganas de tocar nuevas canciones, he conseguido casi por precio de saldo el primer Rock Band dedicado a músicos tan dispares como Oasis, The Police o Bon Jovi.