Aprovecho para hablar del disco que más me gustó el año pasado. Un oscuro álbum publicado a finales de 1977 que pasó sin pena ni gloria en su momento, pero que con el paso del tiempo ha alcanzado tanta fama que a veces se le nombra como el mejor disco rock de músicos españoles.
El primer trabajo discográfico de Veneno, grupo formado por Kiko Veneno y los hermanos Raimundo y Rafael Amador, fue uno de los primeros intentos serios, pero extremadamente experimental, de fusionar rock y flamenco en uno. Recuerdo que empecé a escucharlo sin muchas esperanzas, porque ya venía de vuelta de otro supuesto disco pionero en el flamenco rock que no me había convencido del todo, La Leyenda del Tiempo de Camarón de la Isla (quizá porque no estoy familiarizado con el flamenco y Camarón se acerca al rock casi de puntillas).
Veneno parte del lado contrario, las canciones están cantadas por un joven Kiko Veneno como principal compositor tremendamente influenciado por Bob Dylan, mientras que el toque flamenco lo da el frenético acompañamiento de las guitarras flamencas a cargo de los hermanos Amador. El álbum, como se puede ver desde la portada (un cuarto de libra de polen con el nombre del grupo sellado), le debe bastante de su inspiración a las drogas, de manera que el grueso de las canciones fue completado en un día mientras estaban colocados de ácido. Mis temas favoritos, Aparta el Corazón de las Mangueras (repleto de letras surrealistas como su propio nombre indica) y La Muchachita (con un comienzo soberbio y unas guitarras para quitarse el sombrero).
No soy muy amigo del mestizaje musical, sobre todo porque la mayoría de los artistas afiliados a este género suelen ser oportunistas faltos de ideas que intentan sorprender mezclando las ideas de otros, pero lo que hay en este disco es arriesgado y a la vez genial, un choque cultural necesario que debía ocurrir en algún momento.
Veneno parte del lado contrario, las canciones están cantadas por un joven Kiko Veneno como principal compositor tremendamente influenciado por Bob Dylan, mientras que el toque flamenco lo da el frenético acompañamiento de las guitarras flamencas a cargo de los hermanos Amador. El álbum, como se puede ver desde la portada (un cuarto de libra de polen con el nombre del grupo sellado), le debe bastante de su inspiración a las drogas, de manera que el grueso de las canciones fue completado en un día mientras estaban colocados de ácido. Mis temas favoritos, Aparta el Corazón de las Mangueras (repleto de letras surrealistas como su propio nombre indica) y La Muchachita (con un comienzo soberbio y unas guitarras para quitarse el sombrero).
No soy muy amigo del mestizaje musical, sobre todo porque la mayoría de los artistas afiliados a este género suelen ser oportunistas faltos de ideas que intentan sorprender mezclando las ideas de otros, pero lo que hay en este disco es arriesgado y a la vez genial, un choque cultural necesario que debía ocurrir en algún momento.
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