No hace poco se publicó un nuevo EP de Jens Lekman, un músico sueco del que no teníamos noticias desde 2007. El EP atiende al nombre de An Argument With Myself y, a la vez que me despertaba una gran curiosidad, me hizo recordar lo tremendamente bueno que era su último trabajo hasta la fecha, Night Falls Over Kortedala. Su talento no ha cambiado un ápice desde entonces. No me considero un experto en Jens Lekman y, de hecho, me acabo de dar cuenta de que este hombre tiene multitud de EPs e incluso un álbum llamado When I Said I Wanted To Be Your Dog que aún no me he dignado a escuchar. Sin embargo, bien merece la pena repasar la parte de su obra que mejor conozco: el nuevo EP y el encantador Night Falls Over Kortedala.
Vayamos por partes. Night Falls Over Kortedala fue el último trabajo publicado por Lekman en 2007. No voy a deshacerme en elogios diciendo que es un buen exponente del pop barroco, cuando The Left Banke o The Zombies en los sesenta dejaron grandes obras maestras del género. Sin embargo, y para ser sueco, Lekman creo con Kortedala un disco que se acerca bastante al encanto de singles como Walk Away Renee o álbumes como Oddessey And Oracle. No tengo muy claro si para la confección del álbum contrató a una orquesta de verdad o si utilizó fragmentos orquestales que después fue repitiendo como samples debido a la insistencia con la que aparecen en las canciones. En cualquier caso, esos fragmentos resultan tan geniales en temas como Sipping On The Sweet Water o I'm Leaving You Because I Don't Love You que poco importa su procedencia. El disco además suena con una textura similar a si se estuviera reproduciendo como vinilo, incluso en Spotify podéis hacer la prueba (al menos, esa es la sensación que siempre me ha dado).
Y volvemos a lo mismo que en entradas anteriores. Poco importaría el sonido vinilo o los añadidos orquestales si las canciones no merecieran la pena. En este caso, el conjunto al completo es de una gran belleza. Tengo varias canciones favoritas, pero siento una gran debilidad por A Postcard To Nina, un tema lento con campanitas que, todo hay que decirlo, tocado en directo por Lekman suena tan torpe como excelente en su versión de estudio. Aunque las canciones son soberbias gemas pop por sí solas, los acompañamientos orquestales las elevan aún más si cabe. The Opposite Of Hallelujah, If I Could Cry o Your Arms Around Me son de lo mejorcito del disco y se encuentran repartidas estratégicamente para que el álbum no decaiga en ningún momento. Mención especial merece para finalizar I'm Leaving You Because I Don't Love You, con ese encantador piano como baza principal.
Portadas de Night Falls Over Kortedala y el EP An Argument With Myself
El EP recientemente publicado nos devuelve a un Lekman en plena forma que demuestra otra vez la misma genialidad de hace años. Las excelentes canciones regresan con fuerza, aunque esta vez el músico parece haber dejado aparcadas las orquestas para abrazar con estilo y elegancia una nueva vertiente de ritmos más exóticos como el reggae o la salsa. No soy muy amante de ambos géneros, pero las nuevas influencias armonizan tan bien como los violines de antaño las nuevas composiciones. Es un EP sin desperdicio, aunque yo destacaría una canción llamada Waiting For Kirsten, encantador homenaje que se ha marcado Lekman dedicado a la actriz Kirsten Dunst.
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