miércoles, 17 de noviembre de 2010

La sombra del Sir: Ron Sexsmith

Empezamos esta sección con la que, recordamos, queremos reivindicar la figura de Paul McCartney a través de la tremenda influencia que ha ejercido y ejerce en numerosos artistas coetáneos y posteriores, los que de una u otra manera pueden considerarse como los herederos del sonido McCartney. Here we go...

Abrimos la sección con el intérprete de uno de los dos temas con los que hace un par de meses presentábamos La sombra del Sir. Este semidesconocido cantautor puede presumir, aunque no parece precisamente que la vanidad vaya con su persona, de contar entre sus admiradores con Elvis Costello, Elton John, Chris Martin o el mismísimo Paul McCartney. Es más, se cuenta que fue el propio Sir Paul quien recomendó a Brian Wilson que prestara atención a este canadiense. Como se ha leído por ahí, tan solo falta que alguien elija alguna de sus canciones para una comedia romántica (de las de la Roberts o alguna otra de la misma calaña) y obtenga el éxito que se merece.


Con apenas diecisiete años se subía con su guitarra a los escenarios de su ciudad natal, Ontario, para tocar y cantar las peticiones del público; su habilidad para interpretar casi cualquier tema que le solicitaran le valió el sobrenombre de “The One-Man Jukebox”. Con poco más de veinte años montó su primera banda (y única hasta la fecha) a la que bautizó con el significativo nombre de The Uncool, y como tal autoeditaron su primer trabajo discográfico titulado Grand Opera Lane (1991): su sello personal era ya evidente por aquel entonces, aunque se ve coartado por el sonido de la banda que se mueve entre el folk, con algo de country e incluso rockabilly; sin embargo en cortes como Spealking with the angel o Trains se vislumbra el camino que tomará su posterior carrera.

A raíz de este disco firma su primer contrato discográfico y a partir de ahí se suceden sus discos, ya en solitario, moviéndose desde el pop-folk más austero de sus inicios hacia el hacia el pop más convencional del aclamado Cobblestone Runway (2002). Sus composiciones son auténticas obras de orfebrería en forma de suaves baladas con dulces melodías, donde se advierte desde el primer momento la sombra de McCartney, así como en sus muy similares timbres de voz. Desde su debut en solitario en cada disco encontramos auténticas joyas que acarician nuestros oídos y nos enamoran desde el primer acorde: Secret Heart o Wastin’ Time (del homónimo Ron Sexsmith, 1995), Strawberry Blonde, Nothing Good o So Young (del más optimista Other Songs, 1997) o Still Time, Right About Now o Doomed (de Whereabouts, 1999).



Ya en 2001 edita, con producción a cargo de Steve Earle, el más ambicioso Blue Boy. Cansado de recibir buenas críticas pero sin conseguir ningún éxito comercial, comentaba que “es frustrante, cada disco nuevo parece una oportunidad de superar [al anterior] pero siempre pincho. No quiero ser como Nick Drake o Tim Harding, que nunca tuvieron éxito en vida. […] Soy un tío de 35 años de Canadá y no compongo música de moda, así que no puedo esperar conseguir demasiado”. Tanto en este disco como en Cobblestone Runway (2002), donde aparecen arreglos más ambiciosos, nos ofrece temas más alegres, auténticas gemas pop como This Song, Keep It In Mind, These Days o Dragonfly On Bay Street, aunque no pierde su vena más melancólica con temas como Gold In Them Hills o Foolproof.

Con la lección bien aprendida, busca encontrar el equilibrio entre el creador de embriagadoras melodías y el elegante intérprete pop en su siguiente trabajo, el maravilloso Retriever (2004), donde aparece el Ron más mccartniano hasta ese momento: temazos como Imaginary Friends, Not About To Lose o el pedazo de single Whatever It Takes son claros herederos del sonido del exbeatle y exwings. Los arreglos son cuidados hasta el último detalle sin caer en excesos, y Sexsmith suena más seguro que nunca, clara muestra de la madurez del artista.



En este sentido, Destination Unknown (2005) supone un paso atrás. Grabado con Don Kerr, su percusionista de siempre, guarda mucho más cercano al folk de sus primeros álbumes que al camino tomado en sus trabajos más recientes. Aún así, Sexsmith sigue demostrando ser un compositor en forma con temas como Lemonade Stand o I’ve Been Away.


El retorno a la senda perdida se produce con Time Being (2006), grandioso álbum pop donde, si es aún posible, es más evidente la presencia de Sir Paul que nunca. Cada corte, cada línea de cada melodía rezuma el estilo inconfundible de Macca; es más, hasta las interpretaciones vocales son aquí increíblemente parecidas. De no ser por la asombrosa calidad de las canciones, este trabajo bien podría haberse tachado como vergonzoso remedo de McCartney, pero Sexsmith logra algunos de sus mejores temas de siempre con apasionantes composiciones como Hands Of Time, All In Good Time, Reason For Our Love o And Now The Day Is Done. En la misma línea sigue su último trabajo hasta la fecha, Exit strategy of the soul (2008), que aunque no alcanza el nivel de sus trabajos anteriores cuenta con buenos temas como This Is How I Know o The Impossible World.



El primero de nuestros mccartnianos, si bien cuenta con un buen número de fieles seguidores que esperan cada uno de sus nuevos trabajos con ansia, no puede decirse que haya alcanzado el éxito que demandaba en aquellas declaraciones. Con más de veinte años de carrera musical a sus espaldas, más de una decena de discos editados y conciertos por todo el mundo, el bueno de Ron tendrá que contentarse con el cariño y admiración de fans y compañeros de profesión, que no dudan en reconocer su talento en forma de elogios tanto explícita como implícitamente, al ver sus temas versionados por artistas como Feist, Michael Bublé o Rod Stewart.

Mientras tanto, fiel a sus gustos y los nuestros, esperemos que siga componiendo nuevas canciones con increíbles melodías...

2 comentarios:

Bruno dijo...

Aunque no haga falta decirlo, esta sección está abierta a todas las propuestas que se reciban sobre mccartnianos que se precien de aparecer en "La sombra del Sir" ;)

Manuel J dijo...

Ron Sexsmith fue un gran descubrimiento, precisamente gracias a ti. He escuchado todos sus discos, pero creo que es un artista al que habría que dedicarle más tiempo. Buen momento para repasar de nuevo toda su discografía.

Tengo la teoría de que es uno de esos grandes músicos que no ha podido triunfar porque el físico no le ha ayudado. Y luego piensas que si tuviera otra cara, a lo mejor no se habría forjado como el genio que en realidad es. Por cierto, la carita de Ron en la primera foto es todo un poema. Me recuerda a la cara que me vi una mañana en el espejo recién levantado, con cagaleras y malísimo xD