jueves, 25 de noviembre de 2010

David Bowie, desde Footstompin' a Fame

El tema Fame del álbum Young Americans de David Bowie es una canción con una génesis cuanto menos curiosa. Tenemos que remontarnos nada menos que al año 1961 para encontrar el tema que inspiró uno de los mayores éxitos del Duque Blanco de mediados de los setenta.


The Flares, un oscuro grupo de doo woop fundado a principios de los años cincuenta por uno de los futuros miembros de los Coasters, triunfaba en 1961 con la canción Footstompin'. El grupo tan sólo aguanto dos años más hasta su disolución, publicando media docena de singles sin éxito con un estilo similar al pequeño hit que habían conseguido a principios de la década. The Flares se separó en 1964, quedando para el recuerdo como otro grupo más de un sólo éxito, algo por otra parte normal hasta la irrupción de la nueva aristocracia pop-rock de los sesenta.


Damos un salto en el tiempo y nos situamos a mediados de los setenta, David Bowie quería conquistar el mercado americano, aunque ya era una estrella en el Reino Unido desde hacia un lustro. La imagen andrógina de Ziggy Stardust era demasiado excesiva para la sociedad americana de la época, por lo que para su próximo proyecto decidió beber de los sonidos negros para conquistar por fin los EEUU. Diamond Dogs sería así el último álbum en el que Bowie aparecería caracterizado como Ziggy Stardust. En su siguiente trabajo, titulado Young Americans, aparecería en la cubierta con una imagen más convencional. En la gira previa a la grabación del álbum, David Bowie rescataría la canción Footstompin' de The Flares añadiéndole un atractivo riff de guitarra creado por uno de sus guitarras de aquella época, Carlos Alomar. He aquí una actuación en directo del tema en The Dick Cavett Show, a destacar el acusado desgaste físico de David por el consumo de drogas (36 kg. pesaba entonces). La chica que baila es Ava Cherry, su amante de aquella época mientras aún seguía casado con Angie.


Para contar de primera mano la transformación de Footstompin' a Fame, dejamos una interesante explicación de Carlos Alomar en el fantástico libro titulado David Bowie, Una Extraña Fascinacion escrito por David Buckley:

  • Bowie interpretaba en la gira un tema titulado Footstomping, que nos gustaba mucho. Empecé a tocarlo inmediatamente (el riff de Fame). Entonces fuimos al estudio de Electric Ladyland, en Nueva York, para grabarlo. Pero no salió bien. Parecía una vieja canción de rock and roll sencilla y ridícula. Ni siquiera a Bowie le gustó. Así pues, lo que hizo fue cortarlo y darle un formato de blues. Tan sólo dejó percusión, el bajo y la parte de guitarra; mientras tanto se enteró de que Lennon estaba en la ciudad, de modo que le invitó a venir. Tuvieron varias conversaciones, y yo básicamente esperaba a que terminase de hablar con Lennon para poder continuar el puñetero trabajo. Entonces Lennon agarró una de mis guitarras y entró en la cabina de grabación para tocar un fragmento acústico. Fue genial. Terminamos de grabar y volvimos a poner la cinta. Mientras la escuchábamos, oíamos algo que ahora que ahora conocemos como el ruido Fame. ¿Qué diablos es eso?, dijo David. Lennon tocaba la guitarra acústica, y al parecer apoyaba la barbilla sobre el instrumento y su respiración producía ese ruido tan curioso. David creyó que decía Fame. ¡Dice Fame, os lo aseguro! Entonces él y John se fueron, y yo me quedé con el técnico de sonido, Harry Masling, para inventar algunos overdubs e ideas para el tema. Volviendo a la época de James Brown, en la que había cuatro o cinco guitarristas tocando a la vez sin que pasara nada, empecé a poner todas las demás partes de guitarra. David regresó al cabo de un rato y dije: Eh, David, tienes que oír esto, es genial. Lo oyó y respondió: Eso es, ya está terminado, y entonces se lo llevó a casa, escribió la letra y regresó al día siguiente para grabar la parte vocal.


Fame fue así una interesante versión que evolucionó hacia uno de los temas más conocidos de la discografía del Duque Blanco. La presencia de Lennon actuó como catalizador para crear una canción de novedosa estructura, sobre todo por ese atractivo susurro que va soltando. El álbum Young Americans, que en un principio iba a titularse Shilling The Rubes (Timando a los Palurdos, en referencia a su intento de triunfar en EEUU), evolucionó así de un marcado sonido negro a un álbum algo más pop de lo que se pretendió en un principio. Se desecharon temas geniales y el disco terminó con una versión de Across The Universe sin demasiado interés, supongo que en agradecimiento a la crucial intervención de Lennon en Fame.

10 comentarios:

TSI-NA-PAH dijo...

Tengo el libro deDavid Buckley, tengo que volver a leerlo! Bowie sabia olfatear cualquier cosa que valiese la pena!
un abrazo

Benet dijo...

Un post muy interesante. Conocía la relación Lennon-Bowie pero no los detalles.

Rivers Of Ice dijo...

Gran post!

Curiosamente esta semana he escuchado bastante a Bowie. Especialmente Low, que me parece una de sus cimas creativas.

David dijo...

¿36? ¿no sería 63?
Joder! Desconocía los orígenes de Fame. La versión de Across es mala,mala.
Timando a los palurdos me parece un título genial...pero poco diplomático (ja,ja).
Un saludo.
Habrá que hacerse con ese libro.

Luis Cifer dijo...

Genial historia de una gran canción. Desde luego de la unión de dos genios no podía salir una mala canción.
Muy buen post.

Manuel J dijo...

En primer lugar, gracias a todos por pasaros por aquí a comentar.

Tsi-Na-Pah: Pues si, es curioso como Bowie nunca dió un paso en falso durante los setenta. Todo lo que hacía era sublime. Dicen que es el único que puede competir de tú a tú con los Beatles. Incluso sus discos con Brian Eno te pueden gustar si llegas a trabajártelos mucho. Tan sólo Pin Ups, su álbum de versiones, puede resultar algo flojo en aquella época.

Benet: Gracias ;) Si buscas "Lennon Bowie" en Google, verás fotos de ambos durante cierta ceremonia de los Grammy. Bowie está calavérico.

Mansion On The Hill: Yo tambien estoy escuchando mucho a Bowie estos días, precisamente después de escribir este post. Lo tenía muy abandonado y ahora le estoy pegando un repaso a los discos Scary Monsters y Let's Dance. No los he escuchado lo suficiente y se merecían más atención.

David: Lo de los 36 kg. viene en el libro de David Buckley. Según parece fue durante Young Americans / Station To Station cuando estuvo más cerca de morir por el consumo escesivo de drogas. Además, estaba medio zumbado leyendo bibliografía nazi y ocultismo. Se alimentaba a base de pimientos y leche. Te lo cuento tal y como aparece en el libro.

El libro de David Buckley lo compré hace muchos años y ya era difícil de encontrar. Me recorrí toda Sevilla y lo encontré en una libreria que estaba a punto de cerrar. No sé si podrás comprarlo por internet, pero es uno de los mejores libros sobre música que he leido. Lo tengo como oro en paño. Está entre mis libros de cabecera, junto con Revolución en la Mente de Ian McDonald.

Luis: Gracias por comentar. La reunión fue posible gracias a que Yoko dejó a John a su aire durante un par de años, menos mal. Lo que nos hemos perdido por culpa de esa bruja... a un Lennon más activo musicalmente, estoy seguro.

David dijo...

Vale, te creo entonces. Qué fuerte.
Pero lo que añades en tu comentario de "Dicen que es el único que puede competir de tú a tú con los Beatles."
No lo diré yo (jajaja). De hecho, para mí nadie puede competir de tú a tú con ellos... Y añado que Bowie me encanta, y que tengo bastantes discos suyos (me falta alguno de los setenta, pero de esa época tengo casi todo).

Víctor Hugo dijo...

David Bowie es el ejemplo perfecto de una persona con talento propio y además buen olfato musical. Sabía rodearse tanto de buenos músicos como captar las corrientes y sonidos que tuviera un elago especial. Hay gente con talento que por tener malas y pésimas compañías se fueron al garete. El de David no fue el caso:) Muy bueno lo tuyo. Saludos.

Gaines dijo...

Muy buena referencia; no la conocía. Acabo de llegar al blog y se nota que sus autores son fanáticos juiciosos. Felicidades.

www.notassinpartitura.blogspot.com

Manuel J dijo...

David: Para mí, los tres pilares fundamentales del rock del siglo XX son Beatles/Bowie/Dylan. Después irían los Byrds y Pink Floyd... detrás, todos los demás.

Avísame si consigues el libro de David Buckley.

Victor Hugo: Gracias por comentar. Si, Bowie tenía un olfato increíble en los setenta. Lo perdió después de Let's Dance para siempre, aunque siempre ha publicado cosillas interesantes. Por cierto, ayer mismo compré "Los Miserables" para leerlo ;)

Gabriel: Bienvenido, gracias por comentar. Me paso por tu blog ;)