sábado, 19 de marzo de 2016

Elvis Costello & Me (1 de 2)

Recuerdo lo mucho que me gustaba confeccionar un ranking cuando el blog estaba tan activo años atrás. Algunos de ellos me llevaron largas semanas de preparación, como el de las versiones sobre canciones de los Beatles en MOJO o el de los temas inéditos de Bob Dylan. Hoy vamos a recuperar esa sana costumbre, aunque no emplearemos cinco o seis entradas en ir desgranando cada posición (eso espero).

La verdad es que llevo mucho tiempo queriendo hablar de mi idilio musical con Elvis Costello gracias a la recomendación del amigo Héctor. No me considero un erudito en su obra y por tanto no me veo capacitado para dedicar una entrada a cada disco que considero reseñable de su trayectoria como músico. Es por ello que he decidido publicar un pequeño ranking con las diez canciones que más me gustan de todo lo que le he escuchado. Este tipo de entradas, ágiles y compuestas por pequeñas partes, son ideales cuando quiero hablar de discos sin tener que elaborar largas parrafadas. Ordenar los temas dentro del ranking me ha llevado menos de un cuarto de hora.



Me gustaría comentar antes de entrar en faena como empecé a escuchar al bueno de Elvis y la percepción que tengo de él como músico y creador. Y es que la música de Costello no ha sido precisamente para mí un amor a primera vista como ya me ocurrió en su día con Bob Dylan o los Beatles. Sus discos han ido horadando mi mente a base de escuchas y supongo que mi persistencia en escucharle a pesar de las primeras malas sensaciones partía de la intuición de que al final terminaría por gustarme. No fue fácil, la verdad. Sus tres primeros discos con los que empecé no me gustaron nada de nada de primeras, de hecho me desagradaba su voz y no me cuadraba su forma de componer. Toda su música me parecía cortada por el mismo patrón, demasiado agresiva y sin momentos de auténtico disfrute. Lo veía demasiado cerebral, en definitiva. Me di por vencido después de probar varias veces con My Aim Is True y Armed Forces. En esta primera intentona no fui más allá de sus tres primeros álbumes.

Pasó el tiempo y entonces recordé King Of America, el único disco que le conocía de muchos años atrás y que había escuchado por recomendación de un amigo (quizá por 2002 más o menos). King Of America había sido para aquel chico que me lo recomendó el álbum de su vida. Lo tenía en cassette, vinilo y CD, varios formatos a su vez en varias versiones. Cuando escuché King Of America por primera vez por su insistencia no tendría más de veintipocos años. Recuperarlo por segunda vez pasada la treintena y después del bombardeo de las canciones de su primera obra fue una especie de bálsamo. Me sonaban todas las canciones de años atrás y, por primera vez, era capaz de disfrutar verdaderamente de la música de Costello. Esta experiencia me hizo ver de otra forma los discos que hasta entonces me habían mortificado. Recuperé My Aim Is True y, casi por arte de magia, empecé a percibir la música que contenía de otra forma muy distinta.



Supongo que los prejuicios nos juegan malas pasadas a veces y, si lo que esperamos de un músico no es finalmente lo que nos ofrece, terminamos frustrados. Elvis Costello es pop, pero su música no tiene nada que ver con, por ejemplo, los Beatles. La melodía inmediata no es precisamente su fuerte y escucharlo con la mente más abierta me ayudó a apreciar su original forma de componer. Ahora lo veo como un creador de canciones bastante versátil capaz de nadar en cualquier género musical ajeno al pop. Sus canciones encierran un fuerte componente visceral, quizá por estar cantadas con esa indomable y bronca voz, pero también poseen a su vez ese matiz más académico por los inteligentes y originales textos que rubrica como letrista. Me parece una combinación difícil de ver en un artista pop y, quizá cuando entendí su música desde ese prisma, empecé también a disfrutarla como correspondía.

Como ya he dicho, después de King Of America volví a comenzar con Costello escuchando su primera y genial trilogía de álbumes. Me llevé meses desgranando cada canción de esos primeros trabajos y, a partir de ahí, me decidí a recorrer su discografía completa por orden cronológico. No creo que entonces tuviera la más mínima idea de las agradables sorpresas que me deparaba esta decisión: Get Happy!!, Blood & Chocolate, etc. Esta iba a ser una mera introducción al ranking, pero se ha convertido en una entrada por sí misma. Espero poder hablar de las diez canciones del top en las próximas entradas. Quizá pueda hablar de todas ellas en una sola... quién sabe :)

4 comentarios:

Alex J. Sales dijo...

Interesante regreso.
Esperaremos atentos.

Rivers Of Ice dijo...

Fantástico Manuel!!!

Chals dijo...

Esas listas y rankins me encantaban, me alegra. Pues resulta que nuestra relación con Costello es casi idéntica, yo también entré por King Of America por recomendación de un amigo, según él ese era un disco perfecto para mi, y vaya si lo fue, el siguiente fue Get Happy, y así poco a poco voy desgranando su discografía. Delivery Man, otra joya que me encandila. Saludos

Manuel J dijo...

Muchas gracias a todos por pasaros por aquí. Que casualidad, Chals. King Of America y Get Happy también son de mis discos favoritos. Un saludo!