viernes, 7 de enero de 2011

The Beatles y la reunión desperdiciada (I)

Tras el espléndido ranking de discos de los Beatles en solitario, acometemos ahora el análisis y crítica del decepcionante intento de “reunir” en el proyecto de Anthology a los cuatro Beatles o, como fueron también renombrados, The Threetles. Obviamente los fans siempre quieren y esperan más de sus ídolos (más apariciones, más material, más información…), pero en este caso se ve que un cuarto de siglo más tarde también los de Liverpool querían “algo más”. O al menos McCartney, el más Beatle de los cuatro Beatles y principal impulsor de gran parte de los proyectos del grupo.

Yoko y Paul fueron cacheados en la entrada, para evitar una desgracia

En 1994 Yoko Ono y Paul McCartney hicieron públicamente las paces con motivo de la inclusión de Lennon en el Rock'n'Roll Hall of Fame y las sellaron con un regalo de ella a él: unas maquetas caseras de John, simples demos que había ido grabando en su apartamento neoyorquino durante sus años de silencio discográfico (entre ellas, las que nos ocupan: Free as a bird de 1977 y Real love de 1979).

El faraónico proyecto Anthology (libro, discos y películas) estaba en marcha y tanto la artista japonesa como el músico inglés creyeron oportuno reunir una vez más, aunque fuera virtualmente, a los Beatles para sacar tres canciones nuevas. Al final se quedó en solo dos, y el resultado todos lo conocemos…



El primer error de cálculo es la idoneidad de sacar estos nuevos temas. Obviamente el impresionante legado musical del grupo no lo necesitaba, y en todo caso, salvo sorpresa mayúscula e improbable, con ello solo se lograría devaluar el conjunto. A decir verdad el único motivo para esta empresa era dar publicidad y aumentar el interés de las tres cajas dobles del Anthology. Sin duda el libro tendría una buena aceptación pese a su precio: la auténtica biografía oficial del grupo contada por ellos mismos (recordemos que la de Hunter Davies es incompleta, al estar fechada en 1968). Las películas eran material de primera categoría: narradas por los propios protagonistas, acompañada de impagables fotos y vídeos, y aderezada con los infalibles temas de los Beatles. Pero, ¿y los discos? Recordemos que, pese a llamarse "Antología", era una recopilación de demos, tomas alternativas y algún que otro tema inédito. La demanda de los cedés por tanto era cuanto menos dudosa: para los beatlemaníacos era material más que conocido por multitud de bootlegs (Unsurpassed Masters, Ultra Rare Trax, etc…), y para los no iniciados seguramente no suscitaría demasiado interés. El ofrecer material nuevo serviría para enganchar a algún incauto y poco más. Tenemos, por tanto, el móvil...

"Uno para todos, y todos para uno"

La segunda metedura de pata se podía intuir incluso antes de que sucediera, pero con las canciones ya editadas se hace más que evidente: 25 años después los Beatles ya no son los Beatles. Por más que en la grabación podamos oír a los inconfundibles John, Paul, George y Ringo, una vez más se comprueba la teoría de la Gestalt que dice que el todo es más que la suma de sus partes. Definitivamente no son los mismos que un cuarto de siglo antes: no lo son desde luego sus voces, afectadas por el paso de los años, y tampoco lo son sus interpretaciones. La batería de Starr suena torpe y pesada debido en gran parte al lentísimo tempo de los dos temas, pero es que de un tiempo a esta parte se venía advirtiendo que el sonido de los tambores ha cambiado y no es el Ringo de siempre. George brinda unos más que notables solos de guitarra marca de la casa, pero ¿en cuántos temas de los Beatles suena la guitarra slide? Que mi memoria alcance a recordar creo que se cuela a hurtadillas en Strawberry Fields Forever y poco más (en For you blue es John quien toca la steel guitar). Es decir, todos reconocemos la característica forma de tocar la guitarra slide de George, pero por su carrera en solitario y no por la discografía de los Fab Four; parece ser que Paul en las sesiones de grabación advirtió esto mismo, pero viéndose en minoría en el estudio (Harrison y Jeff Lynne se alinearían en el mismo bando) decidió no meterse en nuevas batallas. Incluso el propio Paul sorprende con su interpretación: no solo no usa su característico y saltarín bajo Hofner (el instrumento Beatle por excelencia) en aras de un sonido más pesado, sino que además se adorna con excentricidades como doblar partes de la línea de bajo con un contrabajo. A todo ello debemos añadir que, pese al trabajo de restauración del sonido de las pistas originales, el resultado es inquietante: John suena extrañamente lejano y etéreo.

Seguimos sumando: las canciones. Debemos disculpar que no sean temas terminados ni muy trabajados, ya que no dejan de ser maquetas caseras que no estaban previstas para ser editadas (de hecho tuvieron que terminar parte de la letra de Free as a bird), pero siendo objetivos la calidad de las composiciones es cuanto menos mediocre. Como señala Ian MacDonald en Revolución en la mente a propósito de Free as a birdse trata de una canción sin interés, compuesta en un período de la vida del autor en el que éste se hallaba demasiado complacido como para preocuparse, o darse cuenta, de si su expresión era banal o desenfocada. No aguanta la comparación con la música de los Beatles en los años sesenta”. Es decir, que los Threetles partían de una base sin mucha sustancia y que difícilmente podían enderezar. De hecho George no quedó impresionado por las canciones y afirmó “Tengo la sensación de que John había perdido parte de la magia en sus últimos tiempos como compositor”. Poco más que añadir.




continuará...

5 comentarios:

Rivers Of Ice dijo...

Fantastica entrada. Y espinosísimo asunto.

A mi todo aquel revival me pilló con 20 años y en una época muy Beatle. Pero la reflexión que haceís es muy completa y acertada.Especialmente lo del slide guitar de Harrison. No sabía que en For You Blue era John el que tocaba la steel guitar!!

Me gusta Real Love (la versíón desnuda de John me pone la piel de gallina) y no soporto Free As a Bird. Se nota en exceso la mano de Jeff Lyne (al que acepto a regañadientes en discos de Harrison o Tom Petty) que por aquella epoca estaba empalmado tras haber producido grandes discos.

Yo creo que se vieron "obligados" a hacerlo. Las peliculas dan para un debate profundo (aunque como documento visual es apabullante). El libro es estupendo. Pero no me parece tan estupendo la parte del audio. Es todo un pelín chapucero. Por eso exculpo a Paul, que tiene un don magico para tratar sus productos de una forma escrupulosa y de gran resultado (su caja de DVD Mccartney Years es un ejemplo de buen gusto)

No se..., ademas a John degraciadamente, nadie le pidió permiso. Y pienso que el genio miope estaría absolutamente en contra de esa maniobra.

Interesante debate.

Beatles for ever!

Paco dijo...

Lo siento, no estoy de acuerdo con lo que dices. Son demasiado largos para exponer aquí, pero mis puntos de vista son diferentes, fanatismos aparte. Simplemente, otra manera de entender las dos maravillosas canciones nuevas (aunque ya tuviésemos las demos) y el proyecto (muy superior en calidad de sonido y mejores tomas que los piratas de Yellow Dog, Vigotone,...), en general. En fin, no se puede estar de acuerdo en todo... Saludos.

Manuel J dijo...

Cuando se cumplió el último aniversario de John Lennon, Plasticos y Decibelios publicó un artículo donde habla de esa perdida de la magia en la composición que George había detectado en las maquetas ofrecidas a los Threetles. He aquí un enlace...

http://www.plasticosydecibelios.es/ultima-cancion-john-lennon/

Muy interesante, ya que presupone una conversión al cristianismo similar a la que le ocurrió a Dylan por aquella época.

En cuanto al Anthology, con la perspectiva que da el tiempo, estoy totalmente de acuerdo con el post. Descubrí a los Beatles por aquella época, cuando se publicaban los tres dobles álbumes. En lugar de comprar el doble rojo y el doble azul, me empaché de demos y tomas alternativas antes que escuchar las versiones oficiales. Lo hice mal y me arrepiento, tenía 15 años y no sabía que debía comprar para iniciarme. Como fan de los Beatles, rara vez pongo los Anthologys... hará diez años que no los escucho. Sin embargo, la discografía oficial la tengo prácticamente quemada.

Paco dijo...

Con todos mis repetos para Plásticos y Decibelios, no deja de ser una opinión más. No me cabe la menor duda de que si Lennon hubiese estado vivo, habrían utilizado, también, la slide. Me parece que las partes vocales son de un gusto exquisito, las guitarras contenidas (hay que tener en cuenta el deficiente sonido del máster, muy difícil de modificar), la slide georgiana, la batería de Ringo en su sitio, y me gusta el sonido de la producción de Jeff Lynne.
Por cierto, curiosa forma de descubrirlos. Para nosotros los Anthology nos sirvieron para conocerlos y quererlos un poco más.
Llevamos con ellos desde el año 1963. ¡Cómo pasa el tiempo! Saludos.
Pd: Después de escuchar los oficiales, no me extraña que ya no escuches esos tres dobles. Son buenos, ¿eh?

Bruno dijo...

Independientemente de los gustos personales de cada uno, creo que es innegable que el resultado final de los dos temas dista mucho de las canciones de los Beatles de los 60's.

A mi la slide de George me gusta mucho (no soy precisamente un fan de guitarristas, pero casi que me atrevería a decir que su slide es de las más famosas y características), y las armonías vocales de los tres en estos temas siguen siendo brutales... pero no son los Beatles. Ni siquiera suenan remotamente a Beatle.

Lo cierto es que la empresa era complicada, y que muy difícilmente todo el mundo iba a quedar contento, pero sinceramente creo que el resultado deja bastante que desear. En la segunda parte de la entrada ya entraremos a hablar de la producción de Lynne y demás...