viernes, 2 de abril de 2010

G.A.S. Drummers - Decalogy


Hace ya doce años tres adolescentes jerezanos se juntaron para formar un grupo de música y pasarlo bien. Hacían “punk rápido y melódico” mientras en sus oídos aún resonaban los ecos de sus referentes: Down By Law, NOFX, Nirvana, Rancid, Fugazi... Cogieron tablas tocando por la zona y ejerciendo de teloneros en alguna gira, y cuando tuvieron grabadas algunas maquetas empezaron a buscar quien les produjera un álbum en condiciones. Al igual que casi todos los grupos del mundo, estos fueron los comienzos de G.A.S. Drummers.

Como si de unos Jayhawks patrios se tratara, bien podría decirse de ellos que probablemente se trata del mejor grupo desconocido de toda Andalucía. Y no voy más lejos no por no faltar a la verdad sino porque no sé tanto de música. Con cinco álbumes en el mercado y a cada cual mejor, han tenido una evolución constante que les ha hecho granjearse cada vez más y más seguidores allí por donde pasan. Ahora son cuatro (Dani Llamas, Pakomoto, Rafa Camisón y Pablo Magallanes) y no tres en la banda, y sin duda alguna los problemas que en anteriores grupos tuvieron con los bateristas están superados: hartos de que se les marcharan los baterías por presiones de las respectivas novias (sic), los restantes miembros proclamaron Go Ahead Single Drummers (“adelante baterías solteros”). Han girado por toda España, media Europa y Canadá, asombrando sin excepción con su directo potente, compacto y arrollador. Ahí siguen.

Con cuatro discos en el pescante y por entonces huérfanos de discográfica, en 2008 se decidieron a grabar su quinto disco, el que debía suponer el salto definitivo, el que celebrara una década sobre los escenarios. El grupo se tomó en serio el proyecto y en una primera instancia maquetaron un total de 45 temas con los que empezar a trabajar. Tras las correspondientes discusiones en el local una primera criba dejó en 20 las canciones que se llevaron a El Puerto de Santa María (Cádiz) para acometer la grabación con el productor independiente de moda en nuestro país: Paco Loco. Éste no solo ejercería sus funciones tras la mesa de mezclas, si no que colaboraría en la grabación con guitarras y teclados, casi un quinto miembro de la banda. Finalmente el disco estaría formado por trece cortes soberbios. La idea de la que parte Decalogy es repasar la carrera de G.A.S. Drummers. Algo así como una tarjeta de presentación, algo que enseñar a quien no les conozca y decir: mira, después de diez años esto es lo que sabemos hacer, esto somos nosotros. Y el resultado es francamente admirable. En este tiempo su sonido ha viajado desde el hardcore hasta el folk, desde el punk al power pop, pasando por el garage, psicodelia o el rock americano… Pues bien, todo está en el disco.Con la idea de poder registrar la energía de sus directos los temas se han grabado prácticamente en directo y, como les gusta remarcar, en cinta analógica.

Cada corte es una pequeña obra de artesanía, trabajada con esmero e interpretada con pasión. El acople de las guitarras eléctricas nos da la amistosa bienvenida, y el imparable riff de 25th hour nos golpea de lleno con el empuje que les caracteriza y la garra que quiere transmitir el tema. Teenage wasteland es power pop con sucias guitarras y rabia contenida, un canto a la adolescencia aún no perdida: I won’t say the words: “I’m getting old” / ‘Cause maybe it’s not too late. American bliss es un tema claramente deudor de Nirvana, con un sonido pesado y saturado y una letra llena de pesimismo y desesperanza (¿sobre el imperialismo yanki? ¿la guerra de Irak?). Back among the dead es una feliz rara avis en su discografía: una tranquila balada acústica con arreglos de cuerda a cargo de Paul Lazar de Gotan Project. En Black wind, cuyo tono y empuje nos hace pensar en una road movie, colabora la gran Muni Camón. La nostalgia de South se hace acompañar de potentes guitarras y un ritmo contagioso, al igual que sucede con Paper tigers. Aún tenemos tiempo para el pausado folk de Where to go, un tema más acorde con la carrera en solitario del cantante Dani Llamas que de la banda, el punk irrefrenable de One word (con Dave Smalley) o el rock psicodélico de Family day. No todo es intachable en el disco, por supuesto: Generation mama es demasiado simple y facilona en comparación con las demás canciones, a pesar del pegadizo estribillo, o quizá debido precisamente a eso; del mismo modo Helpless, aun siendo un buen tema, resulta un tanto pretenciosa en su intento de erigirse como himno.

Estamos en definitiva ante un disco sobresaliente que funciona a las mil maravillas, y a pesar de la variedad de temas y estilos el álbum forma un todo compacto y coherente. Si el grupo quería demostrar quiénes son y de qué son capaces lo han conseguido. Larga vida a G.A.S. Drummers.




PD: como ocurre con los grupos realmente buenos, como se disfrutan estos temas es en directo. Si tocan cerca de tu casa y tienes ocasión de verles no te los pierdas porque merecen mucho la pena. Garantizado por Music is my savior.

3 comentarios:

Bruja Truca dijo...

Hola, estimado blog xDD Estamos haciendo una encuesta para ver quienes son las mejores actrices de la época clásica. Voten, si son tan amables xD Gracias.


Fdo: turmana.

Manuel J dijo...

Yo acabo de votar, Bruja Truca ;)

Manuel J dijo...

Muy buenas las canciones que has utilizado como ejemplo del disco. Me gustan más que las que les he escuchado de pasada en anteriores álbumes. Por cierto... ¿tocarán por tu tierra en próximas fechas? Me pongo con Decalogy para empollarlo en condiciones. Y otra cosa, muy original el nombre del grupo XD