Desde hace ya unos años, Bruce Springsteen me tiene muy descolocado (desmotivado?). Le he visto nueve veces en directo, le escucho y sigo fielmente desde que tengo quince años y hasta le estreché la mano en el momento rock mas inolvidable de mi vida, pero creo que poco a poco su carrera actual me está dejando de interesar. Ha perdido misterio. Ha perdido sustancia. Ha perdido ese nosequé tan autentico que tenia incluso en 1993 (si, en esa época aun era muy grande). Y con esta entrada, comparándole con el gran maestro, solo pretendo hacer ver la realidad antagónica de dos de los grandes compositores americanos por excelencia. Porqué esa distancia entre uno y otro en estos tiempos? Que ha pasado por el camino?
Años 1980-1989: Dylan continua en plena etapa cristiana. Saved y Shot Of Love me encantan pero hoy dia, pocos los recuerdan (injustamente). Con Infidels vuelve a entregar nuevos clásicos y recupera a parte de la audiencia perdida entre los sermones de giras recientes. Pero a mitad de década, encuentra un camino sin retorno con albumes fallidos, falta de inspiración y una afición a la botella que casi acaba con su carrera. Para alivio de todos aparecen los Travelling Willburys y Daniel Lanois (Oh Mercy) y le dan un poco de aire en forma de crédito artístico ante las nuevas generaciones. Bruce arrasa desde 1980 con su gran obra cumbre: The River. Su prestigio como artista de directo sube como la espuma gracias al boca a boca. Nebraska afianza su figura de músico autentico y de culto, pero Born In The USA lo lleva a las televiones de todo el mundo gracias a una colección de temas impoluta. En 1986 todo el mundo quiere ser Springsteen. Tunnel Of Love baja la intensidad pero es el colofón perfecto a una década triunfal. No se puede hacerlo mejor. Punto para Springsteen.
Años 1990-1999: Dylan continua con su Never Ending Tour (iniciado en 1988), atravesando etapas gloriosas con otras menos recordadas. Empieza flojo con Under The Red Sky pero gracias a dos discos impecables de versiones de viejos clásicos (Good As I Been To You y World Gone Wrong) se encuentra así mismo, se autoreafirma y sella en 1997 uno de los mejores discos de la década: Time Out Of Mind. Tras ese trabajo, su figura vuelve a brillar como antaño, actúa ante el papa, gana los Grammys que se le debían y relanza su carrera. Bruce decide romper con la E Street Band para entregar dos discos incomprendidos pero necesarios (Human Touch y Lucky Town). Sigo defendiendo esa etapa y al Springsteen sin la E Street Band. Tras el previsible fracaso comercial, gana un Oscar, graba un album minimalista (The Ghost Of Tom Joad) y reunifica a la banda de su vida en una gira que presentaba una antología impecable de temas inéditos (Tracks). Empate técnico.
Años 2000-2009: Dylan gana su Oscar y en 2001 lo borda de nuevo con Love And Theft. La madurez del genio es un hecho y vuelve a tener a todo el mundo a sus pies, como en 1966. Refuerza su interés ante los aficionados gracias a nuevas entregas de la Bootleg Series y revisiones de su catalogo. En directo se sigue mostrando imprevisible, diferente, y genial. Siempre por delante, aunque no le entiendan. Su voz se hace mayor y tira hacia lo crooner. Y le siguen mas triunfos (Modern Times). Bruce pega el gran bombazo con The Rising. Vuelve a los estadios de la gira del 85 y su nombre recupera todo el clamor popular. Se atreve a volver por los cauces acústicos (Devils and Dust), revisiona su cancionero e incluso el ajeno (We Shall Overcome: The Seeger Sessions). Hasta ahí muy bien. Incluso ofrece nuevas referencias de fondo como las cajas de Born To Run o Darkenss On The Edge Of Town. Pero lejos de seguir con la linea de trabajo de sus mejores años, decide explotar al máximo su figura y empieza a aparecer en todos los medios de forma constante. Ademas, la pila creativa se le acaba y toma decisiones erróneas por intentar sonar moderno. Punto para Bob.
Años 2010-Actualidad: Ambos siguen en la misma linea. Dylan incluso mas imprevisible que nunca y Springsteen mas cansado y repetitivo. Mientras el de Minnesota vuelve a demostrar que sigue en forma (Tempest), juega con nuestra imaginación gracias a esfuerzos tan curiosos como el disco de villancicos. En directo sigue siendo el mismo. Pierde audiencias en sus conciertos pero gana fieles en su religión. Dylan ya es eterno aunque cumpla años y años. El de Freehold actúa sin parar y suple con soltura bajas irreparables en el seno de la ya machacada E Street Band. Se agradece su entusiasmo y su energía juvenil, pero ya resulta repetitivo a ojos de muchos de sus seguidores. En estudio, en mi opinión, entrega el peor disco de su carrera (Wrecking Ball) y se adentra en un extraño callejón sin salida. Lo que antaño era perfeccionismo ahora es un todo vale que muchos no toleramos. Punto para Bob.
Así esta el asunto a dia de hoy. Y mientras uno actúa de la mano del presidente demócrata de turno, el otro hace anuncios para coches y lencería de mujer. Que tiene eso de diferente? Para mi, nada. Ambas cosas me parecen nobles y comprensibles. Así es el negocio...o no?
3 comentarios:
Hola "Mansion on the hill" (gran canción, por cierto) He llegado a tu blog porque lo he visto enlazado en el de David ("Safari nocturno") y en primer lugar, me ha gustado mucho el título. La música es la salvadora de tantas y tantas personas. Y por otro lado, me ha gustado tu artículo de Dylan y Springsteen, aunque no esté del todo de acuerdo con él. Para mí Bruce Springsteen superó a Dylan hace mucho tiempo. Pudo aprender de él, como tantos otros, pero lo rebasó, a mi humilde entender, desde "Born to run" He visto a Springsteen ocho veces en directo, desde el año 2002, con la gira de "The Rising" Y me ha ofrecido lo que nadie me ha ofrecido en directo. Yo crwo que nadie es capaz de "entregarse" en los conciertos como él lo hace. Con la gira de su anterior álbum "Wrecking ball" nos ofreció en el Santiago Bernabéu un concierto que estuvo a punto de igualar el concierto más largo en la historia del rock, que él mismo ofreció en Nassau, si no recuerdo mal, en 1987 Y estamos hablando de un tipo que tiene más de sesenta años. Sus letras son pura poética y su música está entre el folk americano y el más puro rock and roll de todos los tiempos. My Dylan favorito es el de los comienzos, el de "Like a rolling stone" y el de "Hurricane" Pero más allá de esto, me considero mucho más "springstiniano" En cualquier caso, y sin olvidar a Neil Young, se trata de tres grandes artistas. Bueno, encantado de encontrar su blog, que seguiré de manera asidua desde ahora. Saludos!
dos monstruos... suena muy lógica tu deducción década por década, pero así como mi amigo Marcos de acá arriba, Springsteen me gusta 10 veces más... es mas, Dylan nunca me enganchó...
Bruce está en baja, pero ¿quien no de los grandes? el que nombres será una excepción.... vi por única vez a Bruce hace pocos meses y si, es increíble en vivo... salu2 a los 2...
Personalmente, considero que es un artículo muy acertad, pero, permítame que discrepe, no comparto su punto de vista. Tuve la oportunidad de ver a Bruce en directo y a Dylan he visto sus actuaciones últimamente y ha decaído bastante. Personalmente, considero que los últimos trabajos hechos por Bruce- quitando ese revisionismo de la mano con Morello-, me satisface que lo último de His.
En fin, caballero. Un abrazo caluroso -nunca mejor dicho-
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