Costabravismo (Mushroom Pillow, 2005)
Este quinto álbum nos va a dar la oportunidad de hablar del peor álbum de La Costa Brava. Aunque Costabravismo no es un álbum en sí, ya que sus autores lo definieron como un CD-single de diez canciones, cualquier seguidor de La Costa Brava lo considera el quinto trabajo de la banda. Se puso a la venta tan sólo en la página web de Mushroom Pillow y en las tiendas Fnac, algo bastante peculiar y restrictivo desde un punto de vista comercial. Costabravismo trajo consigo además diferencias de opinión entre los líderes del grupo, ya que Sergio Algora quería publicarlo y Fran Fernández no estaba de acuerdo. Lo que no tengo claro es si se oponía al CD-single vendido de una forma tan limitada o a la publicación en cualquiera de sus formas por la baja calidad del álbum en sí. En cualquier caso, Algora se salió con la suya y Costabravismo vio la luz de la forma que ya hemos descrito.
En mi opinión, el disco está muy por debajo de lo ofrecido en entregas anteriores. Ni siquiera Fran se saca un sólo tema memorable, ya que me es imposible recomendar con ganas alguna de sus aportaciones en este quinto álbum. Su mejor canción está entre Tres Años y Amor en Japón, pero ninguna de las dos son gran cosa. La tercera en discordia, Novias Con El Pelo Largo es quizá la peor canción de todas las que ofreció al grupo. Un tema con letra irónica, pero con melodías similares a las canciones que se cantan en cualquier clase de preescolar.
Algora por su parte vuelve a unir fuerzas con Enrique Moreno y se saca la mejor canción del álbum, Nadie Sabía que Estaba Muerto. No es una canción a la altura de lo mejor del grupo, pero hablamos de un tema bien construido que me recuerda a una de esas canciones que Mecano solía meter de relleno en sus últimos trabajos. Algora tampoco hace grandes alardes en este álbum y compone junto a Dani Garuz un tema que responde al nombre de Mi Primera Dama y que nunca me convenció del todo.
Algora por su parte vuelve a unir fuerzas con Enrique Moreno y se saca la mejor canción del álbum, Nadie Sabía que Estaba Muerto. No es una canción a la altura de lo mejor del grupo, pero hablamos de un tema bien construido que me recuerda a una de esas canciones que Mecano solía meter de relleno en sus últimos trabajos. Algora tampoco hace grandes alardes en este álbum y compone junto a Dani Garuz un tema que responde al nombre de Mi Primera Dama y que nunca me convenció del todo.
El resto del álbum queda despachado con el instrumental habitual y tres versiones de canciones ajenas, entre las cuales se cuela una del primer álbum de Mecano. La mejor de todas es sin lugar a dudas la que cierra el álbum, Olvida el Ayer, versión castellanizada del Let's Live For Today de The Grass Roots. No Me Enseñen la Lección de Mecano era una canción ya de por sí demasiado floja como para ser adaptada al sonido del grupo y la cover del Can’t Take My Eyes Off You con el título en castellano de Superpoder es tan hortera que me es imposible escucharla hasta el final.
En resumen, Costabravismo es el punto más bajo en la discografía del grupo y trajo a posteriori la marcha de Dani Garuz. Un músico siempre a la sombra de Algora en el plano compositivo, pero muy solvente en el apoyo vocal e intrumental que se arriesgó a comenzar un proyecto en solitario llamado DA del que ya hemos hablado en este blog en varias ocasiones.
En resumen, Costabravismo es el punto más bajo en la discografía del grupo y trajo a posteriori la marcha de Dani Garuz. Un músico siempre a la sombra de Algora en el plano compositivo, pero muy solvente en el apoyo vocal e intrumental que se arriesgó a comenzar un proyecto en solitario llamado DA del que ya hemos hablado en este blog en varias ocasiones.
Velocidad de crucero (Mushroom Pillow, 2007)
El último álbum de La Costa Brava es el tercero en Mushroom Pillow y un trabajo muy distinto a todos los anteriores. En primer lugar, el grupo se toma un descanso después de la deriva creativa acusada en el álbum anterior y acuerda tomarse el tiempo necesario para afrontar el siguiente proyecto con un material digno de ser publicado. Los dos años en barbecho les sientan de maravilla y Velocidad de Crucero se convierte en el álbum que compite con Llamadas Perdidas por ser su mejor trabajo. Sin embargo, el hecho de pensarse más este nuevo álbum rompe con la filosofía inicial del grupo y convierte a Velocidad de Crucero en una especie de apéndice al resto de sus discos. Yo al menos lo veo así, ya que el sexto álbum da la impresión de estar muy pensado y trabajado, al contrario que todos los discos anteriores en los que el grupo juega más con la espontaneidad y el riesgo.
Tras la marcha de Dani Garuz entra en La Costa Brava Ricardo Vicente, un músico procedente de Tachenko que servirá de apoyo a Algora y que ejercerá como tercer compositor del grupo aportando además nuevo material bajo su autoría.
Tras la marcha de Dani Garuz entra en La Costa Brava Ricardo Vicente, un músico procedente de Tachenko que servirá de apoyo a Algora y que ejercerá como tercer compositor del grupo aportando además nuevo material bajo su autoría.
Me gustaría comenzar a desgranar el contenido de este álbum con las soberbias aportaciones de Algora y es que su canción de apertura Natasha Kampush (Hazme una Perdida) me parece la mejor canción del álbum con diferencia. No en vano dedicamos una entrada a enlazarla en el blog sólo para que tuvierais la oportunidad de escucharla. Un comienzo lento a ritmo de vals da paso inmediatamente a esa rabia derrotada que se destapa en los estribillos. Me parece soberbia, uno de los mejores temas de toda su discografía. Algora contribuye además con otros dos temas que también merecen mención, Justicia Poética y La Prueba del Polígrafo. Una canción esta última que me recuerda poderosamente a todos esos baladones que sonaban en España durante los años setenta en plan Camilo Sexto.
Fran por su parte incluye nada menos que seis canciones al total que consiguen recuperar en varios casos el nivel al que nos tenía acostumbrados antes de Costabravismo. Destacan entre ellas Olímpicos, un tema que relata en su letra añoradas andanzas de adolescencia, y Sábado, un delicioso corte en el que suenan unos memorables acordes de guitarra sobre los que gira toda la canción. Ricardo Vicente consigue colar dos temas que sorprenden al no romper la cohesión del álbum y mantener el nivel al que los dos compositores habituales nos tenían acostumbrados. Tanto Amor Bajo Cero como Te Cambio por un Mundo Donde no Valga la Pena mantienen ese inconfundible estilo que después se ha sumado al proyecto Francisco Nixon.
Fran por su parte incluye nada menos que seis canciones al total que consiguen recuperar en varios casos el nivel al que nos tenía acostumbrados antes de Costabravismo. Destacan entre ellas Olímpicos, un tema que relata en su letra añoradas andanzas de adolescencia, y Sábado, un delicioso corte en el que suenan unos memorables acordes de guitarra sobre los que gira toda la canción. Ricardo Vicente consigue colar dos temas que sorprenden al no romper la cohesión del álbum y mantener el nivel al que los dos compositores habituales nos tenían acostumbrados. Tanto Amor Bajo Cero como Te Cambio por un Mundo Donde no Valga la Pena mantienen ese inconfundible estilo que después se ha sumado al proyecto Francisco Nixon.
En resumen, Velocidad de Crucero es una inmejorable despedida para La Costa Brava, pero que traiciona en cierta medida la rompedora imagen que el grupo se había forjado dentro del homogéneo panorama nacional. Si nos paramos a pensar, incluso Costrabavismo es más consecuente en ese sentido.
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