Hace unas semanas, Manuel nos obsequió con una gran reseña a modo de retrospectiva del álbum So, de Peter Gabriel. Uno de los discos más relevantes de los ochenta, del que recientemente se ha editado una edición especial conmemorativa. En ese momento caí en la cuenta que este año se cumplen 25 años de la edición del Sign´O The Times de Prince, otro de esos discos básicos de aquella década. Pero Prince no es Peter Gabriel, y el genio de Minneapolis no nos obsequia a sus seguidores con ningún tipo de reedición especial de ninguno de sus discos. Ni lo ha hecho hasta ahora, ni creo que lo vaya a hacer en un futuro cercano. Y en el caso de Sign´O The Times, creo que es una pena, porque estoy hablando de uno de esos discos fundamentales de su tiempo (y del mío) y al que siempre que vuelvo, le encuentro cosas verdaderamente excitantes.
Siempre he comentado que creo que la historia de la música no ha sido todo lo justa que debía haber sido con este doble álbum y por extensión con la figura de un talento como Prince. Pero al margen de esa opinión absolutamente personal, creo que Sign´O The Times es un álbum formidable. Recoge todos los matices posibles del Prince de aquella época mejor que ningún otro disco de su autor. Igualmente, se trata de una de esas obras que podemos llamar “personales” y que retrata perfectamente la personalidad de un músico tan complejo como él. En 1996 intentaría repetir la experiencia con el triple álbum Emancipation, pero se quedó a medio camino y no ofreció una obra tan redonda como la que nos ocupa.
Situándonos en el momento en que fue compuesto, Prince venía escaldado (sobre todo a nivel financiero, que no creativo) del proyecto Parade. Su segundo álbum, tras Purple Rain, que servía como banda sonora de un, nuevamente, pobrísimo film. Aunque el éxito de Kiss le había vuelto a llevar a las primeras posiciones de las listas de ventas, la sensación que existía en el entorno de Prince, era de que por primera vez, podría haber motivos de estancamiento o de pérdida de inspiración en el músico. Prince, recordemos, ha sido siempre un artista en permanente estado de agitación creativa, y raro es el año en que no saca un nuevo álbum, en el formato que sea, en el estilo que sea o bajo el nombre que sea. En los 80, cuando disfrutaba del mayor éxito comercial de su carrera, la cosa era muy similar. Solo 1983 se quedó sin ver salir a la luz un nuevo disco de Prince. A pesar de esa incansable necesidad de ofrecer a su público disco tras disco, su capacidad creativa no mermó en absoluto y en muchos casos, con cada nueva entrega, aumentaba y mejoraba las prestaciones del anterior. Sin entrar a valorar los gustos de cada cual, soy de los que opinan como Bowie, y es que “los ochenta fueron de Prince”.
El primer paso que dio Prince de cara a Sign´O The Times, fue prescindir de la que había sido su banda hasta ese momento: The Revolution. Este hecho ya era la suficientemente relevante como para intuir que Prince tenia otras cosas en mente y que con el nuevo proyecto, quería romper moldes y marcar un antes y un después en su carrera. Despegarse de la que había sido su banda en la época de mayor esplendor comercial, suponía hacer borrón y cuenta nueva. Y si tras Purple Rain llegó Around The World In a Day, pocos en 1986, podían intuir por donde iban a ir los tiros en el nuevo album.
El primer paso que dio Prince de cara a Sign´O The Times, fue prescindir de la que había sido su banda hasta ese momento: The Revolution. Este hecho ya era la suficientemente relevante como para intuir que Prince tenia otras cosas en mente y que con el nuevo proyecto, quería romper moldes y marcar un antes y un después en su carrera. Despegarse de la que había sido su banda en la época de mayor esplendor comercial, suponía hacer borrón y cuenta nueva. Y si tras Purple Rain llegó Around The World In a Day, pocos en 1986, podían intuir por donde iban a ir los tiros en el nuevo album.
Las canciones de Sign´O The Times fueron compuestas a lo largo del año 1986 en diferentes sesiones y en diferentes estudios. La idea que tenía Prince para el que iba a ser su próximo proyecto, fue variando a medida que pasaban los meses. Desde un disco que girara alrededor de una canción hasta un extraño musical. Incluso el album tuvo diferentes configuraciones y hasta alguna portada que otra, así como diferentes ingenieros de producción que entraban y salían del proyecto. Todo se iba desechando a medida que Prince iba componiendo mas temas y puliendo los que ya había registrado. Entre medias, se permitió la licencia de rechazar la propuesta de Quincy Jones de hacer un dueto con Michael Jackson en el tema Bad. Entiendo que Prince andaba demasiado enfrascado en su nuevo proyecto, que se le estaba empezando a ir a de las manos, y supongo que tampoco tenía especial interés en aparecer de la mano de su mayor rival comercial.
Finalmente, a mediados de año, Prince dio con una primera idea en forma de triple album bajo el título de Crystall Ball. La secuencia de las canciones no era muy diferente al resultado final que todos conocemos, pero si que quedaba claro que tenía que reducirlo a un doble album mas concreto y con mayor garantía de ser vendido. Finalmente, y ante las reticencias de Warner por publicar un album de semejantes dimensiones, Prince cede y entrega un disco doble (aunque "solo" con dieciséis canciones) bajo el enigmático titulo de Sign´O The Times, que se publicó en Enero del año 87.
No fue un disco que gozara de un éxito comercial que estuviera a la altura de su calidad. De hecho, podríamos hablar de fracaso relativo en EE.UU, sobre todo en comparación con otras obras suyas anteriores. Pero en Europa si que tuvo un mayor calado que se hizo aún mas evidente con la siguiente entrega del artista: Lovesexy en 1988.
Por su complejidad en matices y estilos (hay pop, rock, soul, jazz, etc...) y porque cada canción resulta un mundo en si misma, vale la pena detenerse en cada tema y analizarlos por separado.
CD 1:
Sign´O The Times: Una de las canciones mas representativas de Prince. Lo tiene todo y no le falta nada. Influyente, imaginativa, impecable. Contiene ademas una de las letras mas logradas de su autor.
Play In The Sunshine: Una muestra del Prince mas vitalista. Ritmos pegadizos para una canción que te levanta el animo.
Housequake: Su estructura atrevida y compleja me ha recordado siempre a la de la inmortal When Doves Cry, aunque Prince retuerce aún mas la propuesta funk, hasta convertirla en un tema de gran personalidad.
The Balad Of Dorothy Parker: Siento especial devoción por esta cancion. Mi favorita de todo el album. Destila clase por todos los lados y su cadencia hechiza desde la primera escucha. Me gustaría que los que desprestigian a Prince sin conocimiento de causa, escucharan esta canción.
It: Casi siempre es señalada como la canción que "sobra" dentro del album. Para mi en cambio es una joya. Suena a algo ya escuchado en otras ocasiones pero el resultado es redondo.
Starfish and Coffee: Pequeña delicatessen inofensiva pero encantadora, que nos sirve de perfecto interludio. Siempre la vi como un single potencial.
Slow Love: Otra cumbre del disco. El Prince mas romántico destapa el tarro de las esencias como el gran baladista que es.
Hot Thing: Sin ser nada del otro mundo, no desentona en el resultado global. Ritmo machacón y bailongo, que tengo que decir, no es el lado que mas me gusta de Prince.
For Ever In My Life: Reconozco que me costó encontrarla el gusto. No me parece lo mas destacado del disco
CD 2:
U Got The Look: Ritmos ochenteros a tutiplen para un tema que a pesar de resultar algo aparatoso se acaba convirtiendo en una canción verdaderamente resultona. Llegó a ser single.
U Got The Look: Ritmos ochenteros a tutiplen para un tema que a pesar de resultar algo aparatoso se acaba convirtiendo en una canción verdaderamente resultona. Llegó a ser single.
If I Was Your Gilfriend: Una joya. Uno de esos momentos especiales en los que Prince roza la genialidad.
Strange Relationship: Me gusta aunque es una canción que quizás tras las escuchas repetidas acaba perdiendo encanto porque tiene a una monotonía rítmica que no le ayuda nada.
I Could Never Take The Place Of Your Man: Obra maestra. Lo mas deliciosamente pop que Prince pudo llegar a grabar esos años. Redonda y con un estribillo demoledor.
The Cross: Conozco gente a la que este tema les aburre por su excesiva grandilocuencia. Se trata de un ejercicio de Prince de mostrarse espiritual y abrir horizontes en su música. A mi me chifla.
It's Gonna Be A Beautiful Night: Sinceramente, me sobra. No se que pasó por la cabeza de Prince para incluir este tema grabado en directo en un disco de estudio como este. En cualquier caso, se me hace muy pesada y me deja la sensacion de que podria haber llegado a ser algo mas.
Adore: La mas negra de la colección e inmejorable final para album impecable.
3 comentarios:
Un disco completisimo y lleno de buena musica. Seguramente los 80 fueron de Prince un poco menos de lo que la gente se cree pero aun asi, en discos como este, era imbatible. Salud
Gracias por pasarte Eric. Se que este disco te encanta y estoy de acuerdo en que en esos años y gracias a discos como este, nadie le podia hacer sombra a Prince. Solo el mismo. :-) Un abrazo
buena reseña de un discazo... la biblia funk del maestro...
mi tema preferido es el If i was..., imposible no escucharlo mil veces cuando salió... salu2...
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