Resulta curioso lo fácil que fue buscar información sobre Déjà Vu en internet y la escasa información que hay en páginas como allmusic o alohacriticon sobre este maravilloso álbum que corona y pone punto final al ranking de CSNY. Puede que hablemos de un álbum algo infravalorado en comparación con su sucesor, no sé si por el tufillo hippie que destila o porque la figura de Neil Young proyecta una sombra demasiado alargada sobre el trabajo de sus otros compañeros. El caso es que para mí, este disco supone el mayor de los logros músicales del trío. Todas las canciones son magistrales y el grado de compenetración entre ellos ofrece un sonido reconocible que funciona perfectamente como marca de identidad en todo el álbum. No nos hayamos, como en el caso de Déjà Vu, ante diferentes personalidades que aportan su visión musical en la parcela que les toca, si no que consiguen sonar como trío a pesar de ser tres individualidades con un curriculum ya por entonces bastante extenso.
Aunque el grupo se formó a partir de varias casualidades, es justo afirmar que David Crosby fue el nexo para reunirlos a todos. Para contarlo desde el principio, tenemos que remontarnos al álbum Younger Than Yesterday de los Byrds, el grupo en el que militaba Crosby antes de formar parte de CSN. Según varias biografías, el álbum donde los Byrds alcanzaron su cima creativa fue el punto de inflexión a partir del cual la personalidad de David se hizo insoportable para el resto de sus compañeros. Aunque era el músico más dotado de todos ellos, también era el más pedante y ególatra. Tenía una personalidad insoportable y estoy casi seguro de que el calificativo "gilipollas" se le quedaba corto. Sólo hay que leer alguna de sus entrevistas o revisar cualquiera de sus conciertos para comprobarlo. La visión que David Crosby tenía de los Byrds entraba en conflicto con la que Roger McGuinn o Chris Hillman tenían del grupo. Allá por 1967 afirmaba que se estancarían si continuaban publicando versiones de Bob Dylan como My Back Pages y se maravillaba de los logros musicales que estaban consiguiendo otras bandas como Buffalo Springfield. En cierta ocasión, fue con McGuinn a la casa de Stephen Stills donde éste les tocó algunos acordes de blues con su guitarra. Crosby se volvió hacia su compañero de grupo y le preguntó porque los Byrds no eran capaces de hacer cosas como esa. No fue el único comentario despreciativo hacia el grupo al que pertenecía. En el Festival de Monterrey, tocó con los Byrds erigiendose como portavoz y lider del grupo durante la actuación, soltando demagogía barata en todo lo que decía y presentando canciones que ni siquiera había compuesto él. No contento con eso, el día siguiente del festival tocó con Buffalo Springfield sustituyendo a Neil Young, algo que no gustó nada al resto de los Byrds.
Cuando los Byrds preparaban la grabación de su nuevo álbum, The Notorious Byrd Brothers, Crosby se empeñó en publicar una canción llamada Triad, donde tomaba como suyas las consignas de libertad sexual que promulgaba el movimiento hippie. El tema no gustó nada a McGuinn ni a Hillman, por lo que fue desechado en beneficio de una versión de la canción Goin' Back compuesta por Gerry Goffin y Carole King. Esto fue demasiado para Crosby, que tachó de retrogrados a sus compañeros de grupo, que preferían publicar la versión de un viejo clásico a proclamar las bondades de un trío sexual. Se fue a casa abandonando la grabación de Goin' Back y al día siguiente McGuinn y Hillman le hicieron una visita. Crosby les recibió con una sonrisa pensando que venían a hacer las paces, pero sus compañeros le sorprendieron anunciándole que era expulsado del grupo. Este hecho privaría a los Byrds de un David Crosby en plenas facultades artísticas. Sin embargo, aún se beneficiarían de las canciones que Crosby había presentado para el álbum The Notorious Byrd Brothers. Pocos años después, Roger McGuinn se sorprendería de la ascensión al olimpo artístico del insoportable David Crosby, mientras él aun continuaba militando en unos Byrds comercialmente hundidos donde sólo quedaba él como miembro de la formación original.
La expulsión de David Crosby de los Byrds coincidió con la desbandada general en Buffalo Springfield. Stephen Stills se encontró también sin nada que hacer aquel verano del 68, así que los dos músicos comenzaron a reunirse informalmente para componer y tocar juntos, iniciando sin darse cuenta el corpus del álbum que nos ocupa. David Crosby conocía a Graham Nash desde la gira que los Byrds habían realizado por Inglaterra en 1966 (gira catastrófica, por cierto) y una feliz casualidad trajo a los Hollies a California para una serie de actuaciones en el año que estamos relatando, 1968. Nash y Crosby volvieron a reencontrarse cuando el primero tenía serias diferencias creativas con el resto de los Hollies y el segundo acababa de ser expulsado de los Byrds. En una fiesta en casa de Cass Elliot, Graham Nash quisó participar en una canción que Stills y Crosby acababan de cantar, You Don't Have To Cry. Se dieron cuenta al instante de que las voces conjugaban a la perfección e inmediatamente después, Graham Nash decidió dejar a los Hollies para embarcarse en el nuevo proyecto que le venía como anillo al dedo. Para evitar futuros problemas con el nombre del grupo, decidieron usar sus propios apellidos, de manera que si alguno de ellos quería abandonar el barco en cualquier momento, los demás no podrían usarlo bajo ningún concepto, medida bastante eficaz adoptada posteriormente por otros grupos durante la década de los setenta (Emerson Lake & Palmer, Southern Hillman Furay Band, McGuinn Clark & Hillman, etc).
El trío intenta entonces fichar por Apple Records, la discográfica creada por los Beatles, pero son rechazados. Finalmente firman con Atlantic Records y se ponen manos a la obra con su álbum debut. Viendolo con retrospectiva, salta a la vista que el más comprometido fue Stephen Stills. Tenía razón Chris Hillman cuando dijo: "Creo que él fue el verdadero artífice del primer disco de Crosby, Stills & Nash, el arquitecto del sonido global que desprende ese álbum". En su calidad de multiinstrumentista, tocó casi todos los instrumentos del álbum y casi el 50 % de las composiciones son suyas, incluyendo el increible medley Suite: Judy Blue Eyes. Los arrebatadores estribillos de Wooden Ships son de su exclusiva autoría y la canción que refleja mejor que ninguna la increible armonía de sus voces también, Helplessly Hoping. Por su parte, David Crosby nos ofrece una bucólica imagen de la reina Ginebra de la leyenda Artúrica en Guinnevere, junto con otra de sus formidables composiciones sobre el asesinato del presidente Kennedy, Long Time Gone. Soberbía también la intro para Wooden Ships, con esos dos soldados de bandos contrarios hablando y preguntándose quién ganó la guerra (siempre pensé que era una canción sobre la Guerra de Secesión americana, aunque la letra es demasiado vaga). Graham Nash por su parte homenajea por primera vez su relación con Joni Mitchell en la canción mas tranquila del álbum, Lady Of The Island y ofrece un festival de memorables melodías en Pre-Road Downs y Marrakesh Express. La foto de la portada se hizo antes de decidir el nombre del grupo, por eso las posiciones de Nash y Crosby están cambiadas. Para no dar lugar a confusiones, decidieron a última hora volver a la misma casa abandonada para hacerse la foto en el orden correcto, pero se encontraron con que la habían demolido el día anterior. Como curiosidad, la imagen de Dallas Taylor que aparece detras de la puerta en la contraportada del disco está superpuesta en la fotografía original. En realidad, no estaba allí.
¿Qué ocurrió después? Os remito a la entrada sobre Déjà Vú para continuar la historia. Lo malo de hacer un ranking de estas características es que resulta imposible contar las cosas según un orden cronológico.
Creo que voy a echar de menos esta sección. He disfrutado mucho comentando los discos y asignándoles un puesto en este ranking tan personal. Gracias a él, me he autoimpuesto un regimen de publicación en el blog de una entrada cada cinco días, periodicidad que estoy cumpliendo desde principios de septiembre. Puede que se haya perdido una temática más variada durante estos meses, pero ha sido una gozada repasar todos estos discos y recabar información en varias páginas de internet o antiguas revistas. He aprendido mucho sobre la trayectoria del grupo y las circunstancias que rodearon la grabación de cada uno de estos maravillosos álbumes. Agradecer sobre todo el apoyo inicial a Miguel Angel S. P., ya que gracias a su entusiasmo por este ranking se me hizo más llevadero escribir estas diez agotadoras entradas.
7 comentarios:
Enhorabuena por todo el trabajo que te has pegado para realizar el ranking completo. Ha sido una buena excusa para descubrir algunos discos (Manassas por ejemplo) y para desempolvar otros viejos conocidos.
Para mi el primer puesto de CSN es indiscutible: es un disco impecable, que mantiene el nivel de manera asombrosa. Las armonías vocales, la instrumetación precisa... todo es completamente soberbio. El primer tema, la "Suite: Judy Blue Eyes" es un tema alucinante que no decae en sus 7 ó 8 minutos de duración.
Uno de mis discos de cabecera.
Gracias por la enhorabuena ;) Manassas es una pasada, no me canso de decirlo. Antes de hacer el ranking, pensaba que mi favorito de los tres era David Crosby, pero ahora que veo el orden de los puestos, creo que en realidad era Stills.
Entonces estamos de acuerdo. Su álbum debut es el mejor de todos. No he querido comentar las canciones en profundidad, por que sino tendría que haber escrito el artículo en dos partes. El caso es que no hay nada en Deja Vu como Helplessly Hoping o Wooden Ships (por poner dos ejemplos).
Por cierto, de Wooden Ships me gusta más la versión en directo que hacían en los conciertos de muchos años después que la oficial del álbum. Si has visto el DVD que te pasé, Daylight Again, seguro que recuerdas estos arreglos...
http://www.youtube.com/watch?v=eqJ6X82-Y7w
A partir del minuto 1:12 podeis ver a David Crosby con la cabeza en otra parte, mientras Graham Nash le hace un gesto desesperado pero muy discreto para que regrese de donde diablos esté XD
Sí, amigo Manuel, Stephen Stills es el más completo como músico. Lástima que se le apagara la inspiración tan pronto.
Me sumo a la enhorabuena de Paulis.
Un buen curro.
Aunque discutiríamos, seguro, algún puesto del top...Pero es una cuestión subjetiva.
A ver con qué nos deleitas ahora.
Muchas gracias, revolver ;)
Creo que podriamos empezar discutiendo el segundo y el primer puesto del ranking XD
Tengo pensadas varias cosillas para el blog. En la siguiente entrada, pondré en marcha la primera de esas nuevas ideas ;)
MANUEL que te voy a decir que no sepas ya, STILLS es y será el más grande de los cuatro, sí señor incluso más que el tío Neil. Creo que los tres primeros discos en solitario del texano superan con creces a cualquier trilogía del canadiense de hecho pienso que pocos artistas pueden alcanzar esos niveles.
Esto no quita para reconocer que sus compinches también son muy grandes: el primer álbum de Crosby es perfecto y los primeros de Nash sensacionales.
Creo que podríamos hablar largo y tendido del orden en la lista, pero si te soy sincero coincidimos en bastantes.
Un saludo.
Si, yo también creo que Stills era el que más futuro tenía, al menos a principios de los setenta. Además de un gran compositor, era una virtuoso de la guitarra, algo que demuestra en cualquier concierto que cojas de CSNY (ya sea mediados de los setenta o principios de la presente década). Sin embargo, después de 1977 se desinfla irremediablemente. Parece como si le abandonaran las musas. Aunque tiene varias canciones excepcionales a posteriori, no volverá a los niveles de entonces. Una pena, la verdad.
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