Creo que alguna vez todos hemos pensado que habría sido de la carrera de John Lennon, si el loco de Mark Chapman no nos lo hubiera arrebatado aquel 8 de Diciembre de 1980. Y creo que también somos muchos los que hemos imaginado lo que habría sido de la carrera de Brian Wilson (y de los Beach Boys) si ese colapso nervioso de 1967 no nos lo hubiera mermado, psicologica y creativamente, para siempre. Estoy convencido que si Wilson hubiera podido conservar sus facultades mentales intactas tras la debacle del proyecto Smile, el pop hubiera vivido alguna que otra revolución mas, como las que supusieron en su dia Pet Sounds o Good Vibrations. Pero desgraciadamente, y en ambos casos, solo podemos vivir de realidades, y la única verdad palpable, es que la carrera en solitario de Brian Wilson no hace justicia al enorme talento de uno de los mejores compositores del siglo XX.
El megaproyecto de revisión de Smile en 2004, fué un momento clave en la carrera de Brian Wilson. Como se puede ver en el extraordinario documental que acompañó la edición de la revisión actualizada del legendario disco que abandonó en 1967, consiguió exhorcitar muchos de los fantasmas que atenazaban la compleja personalidad de su creador. El exito de critica del album liberó a Wilson de muchos miedos y temores. Y ademas, y esto es una teoria particular mia, le permitió volver a encontrarse a si mismo como compositor con energias e ilusiones renovadas. El album That Lucky Old Sun, editado en 2008, es el fiel reflejo de ese renacer creativo. Desde el mismo momento en que me lo compré y lo escuché por primera vez, quedé entusiasmado con el resultado y afirmo sin ningun tipo de duda que es para mi, Smile aparte, su mejor album en solitario. Aquel donde todo el espectro narrativo, personal y musical de Wilson, se dan la mano.
El album es una oda a la ciudad de Los Angeles y a la soleada California. Esa tierra que le vió nacer, crecer, que se lo dió todo y que también le arrebató mucho de lo conseguido. Su particular universo vital y sonoro está allí, en esa ciudad. Todo en este disco parece un nostalgico retorno a sus vivencias, a su singular forma de entender la música y todas las asociaciones que podamos hacer a Los Angeles. Pero no desde un punto de vista melancolico, sino mas vitalista y energico que nunca. De hecho, lo que mas llama la atención en un principio, es la colorista portada y las fotografias interiores del booklet del cd, con un Wilson elegantemente vestido, mas sonriente que nunca (algo pasado por el tamiz del photosop, pienso) y con la ciudad de su vida al fondo. Todo muy bonito y evocador. Pero la música, que es lo importante siempre que hablamos de Brian Wilson, sobresale por encima de todo el envoltorio, que todo sea dicho, también me agrada y es que muchos estabamos cansados de ver a Wilson en poses y fotografias siempre triste y demacrado.
El album funciona como funcionaba Smile. Es decir, construido en diferentes partes (en este caso en cinco diferenciadas pero sin solucion de continuidad) y abordando cada una de ellas un determinado tema o compendio de sentimientos hacia Los Angeles. Cada una de esas cinco escenas, comienza de forma narrativa situandonos en contexto. Todo muy Wilson y con el clásico manto de la sinfonia pop. Siempre me ha gustado mucho como Brian aborda esa particular forma de entender un disco y sus partes. Al final, el disco debe ser un reflejo de un estado animico de su autor, y en esta ocasion, nos ofrece canciones y matices alejados de la melancolia y decaimiento de muchas de sus obras mas historicas. De hecho creo que podemos enlazar el espiritu global de este disco a las buenas vibraciones del himno que le encumbró.
Y por supuesto, hay canciones de gran calidad. Todas ellas encajadas de forma impecable en cada uno de los cinco episodios narrativos pero dotadas de naturaleza propia. El comienzo es toda una declaración de principios con la canción que da titulo al disco. Un tema, nada fuera de lo normal, pero que reaparecerá en sucesivos reprises a lo largo del disco y a veces hasta de forma mucho mas imperceptible. Good Kind of Love y la deliciosa y nostalgica Forever She'll Be My Surfer Girl forman el primer gran signo de maestria de Wilson en este trabajo. Melodias marca de la casa en una dopla formidable. No puedes evitar echar la mirada atras y recordar los tiempos en los que grabó aquellos monumentos pop con sus hermanos. La esencia de Wilson sigue estando ahí. Mexican Girl, correspondiente al tercer acto, resulta en si misma una rareza por su aire latino, sobre todo cuando la enlaza con Cinco de Mayo, que abre el cuarto acto. California Role es un tema que por su tratamiento e instrumentacion nos evoca directamente a los tiempos gloriosos de la ciudad de Los Angeles donde los actores, las actrices, el glamour, los mafiosos y los medios de comunicacion componian un todo irresistible.
La ultima y quinta pata del album es donde se encuentran las dos joyas de la obra. Dos temas antagonicos pero que para servidor, estarian dentro de lo mas granado de la carrera del autor de God Only Knows. Por un lado encontramos la preciosa Can´t Wait Too Long, con todo el universo Wilsoniano condensado en apenas cincuenta segundos. Imposible no resistirse y dejarse llevar por esas voces en perfecta armonia. Y por otro, la extraordinaria y gran obra maestra del album, la mccartiana Midnight’s Another Day. Tan mccartiana que estoy convencido que el intimo amigo de Brian, Paul Mccartney, habria matado por haber podido firmar semejante cancion. Fastuosa melodia al piano, Wilson la canta a lo grande y como en sus mejores tiempos. Y es que la voz de Brian es quizás el aspecto del músico que mas a sufrido el calvario vital al que este genio ha sido sometido desde la caida en barrena de finales de los sesenta. Quedan lejos el timbre y la voz angelical como cuando cantaba cosas como Surf´s Up, pero en este formidable Midnight’s Another Day se acerca a esa excelencia. Por supuesto, hay mas momentos brillantes. Como la adictiva Oxygen to the Brain o el final maravilloso y de homenaje a la tierra de las naranjas (al loro la portada) que es Southern California. Gran disco de un genio que a pesar de todo, demostraba que todavia tenia algunos regalos guardados para nuestros oidos.
El album es una oda a la ciudad de Los Angeles y a la soleada California. Esa tierra que le vió nacer, crecer, que se lo dió todo y que también le arrebató mucho de lo conseguido. Su particular universo vital y sonoro está allí, en esa ciudad. Todo en este disco parece un nostalgico retorno a sus vivencias, a su singular forma de entender la música y todas las asociaciones que podamos hacer a Los Angeles. Pero no desde un punto de vista melancolico, sino mas vitalista y energico que nunca. De hecho, lo que mas llama la atención en un principio, es la colorista portada y las fotografias interiores del booklet del cd, con un Wilson elegantemente vestido, mas sonriente que nunca (algo pasado por el tamiz del photosop, pienso) y con la ciudad de su vida al fondo. Todo muy bonito y evocador. Pero la música, que es lo importante siempre que hablamos de Brian Wilson, sobresale por encima de todo el envoltorio, que todo sea dicho, también me agrada y es que muchos estabamos cansados de ver a Wilson en poses y fotografias siempre triste y demacrado.
El album funciona como funcionaba Smile. Es decir, construido en diferentes partes (en este caso en cinco diferenciadas pero sin solucion de continuidad) y abordando cada una de ellas un determinado tema o compendio de sentimientos hacia Los Angeles. Cada una de esas cinco escenas, comienza de forma narrativa situandonos en contexto. Todo muy Wilson y con el clásico manto de la sinfonia pop. Siempre me ha gustado mucho como Brian aborda esa particular forma de entender un disco y sus partes. Al final, el disco debe ser un reflejo de un estado animico de su autor, y en esta ocasion, nos ofrece canciones y matices alejados de la melancolia y decaimiento de muchas de sus obras mas historicas. De hecho creo que podemos enlazar el espiritu global de este disco a las buenas vibraciones del himno que le encumbró.
Y por supuesto, hay canciones de gran calidad. Todas ellas encajadas de forma impecable en cada uno de los cinco episodios narrativos pero dotadas de naturaleza propia. El comienzo es toda una declaración de principios con la canción que da titulo al disco. Un tema, nada fuera de lo normal, pero que reaparecerá en sucesivos reprises a lo largo del disco y a veces hasta de forma mucho mas imperceptible. Good Kind of Love y la deliciosa y nostalgica Forever She'll Be My Surfer Girl forman el primer gran signo de maestria de Wilson en este trabajo. Melodias marca de la casa en una dopla formidable. No puedes evitar echar la mirada atras y recordar los tiempos en los que grabó aquellos monumentos pop con sus hermanos. La esencia de Wilson sigue estando ahí. Mexican Girl, correspondiente al tercer acto, resulta en si misma una rareza por su aire latino, sobre todo cuando la enlaza con Cinco de Mayo, que abre el cuarto acto. California Role es un tema que por su tratamiento e instrumentacion nos evoca directamente a los tiempos gloriosos de la ciudad de Los Angeles donde los actores, las actrices, el glamour, los mafiosos y los medios de comunicacion componian un todo irresistible.
La ultima y quinta pata del album es donde se encuentran las dos joyas de la obra. Dos temas antagonicos pero que para servidor, estarian dentro de lo mas granado de la carrera del autor de God Only Knows. Por un lado encontramos la preciosa Can´t Wait Too Long, con todo el universo Wilsoniano condensado en apenas cincuenta segundos. Imposible no resistirse y dejarse llevar por esas voces en perfecta armonia. Y por otro, la extraordinaria y gran obra maestra del album, la mccartiana Midnight’s Another Day. Tan mccartiana que estoy convencido que el intimo amigo de Brian, Paul Mccartney, habria matado por haber podido firmar semejante cancion. Fastuosa melodia al piano, Wilson la canta a lo grande y como en sus mejores tiempos. Y es que la voz de Brian es quizás el aspecto del músico que mas a sufrido el calvario vital al que este genio ha sido sometido desde la caida en barrena de finales de los sesenta. Quedan lejos el timbre y la voz angelical como cuando cantaba cosas como Surf´s Up, pero en este formidable Midnight’s Another Day se acerca a esa excelencia. Por supuesto, hay mas momentos brillantes. Como la adictiva Oxygen to the Brain o el final maravilloso y de homenaje a la tierra de las naranjas (al loro la portada) que es Southern California. Gran disco de un genio que a pesar de todo, demostraba que todavia tenia algunos regalos guardados para nuestros oidos.
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