Judee Sill - Judee Sill:
Fue un especial de la NME dedicado al folk el que me convenció para escuchar este álbum, aunque ya lo había visto en otras publicaciones donde siempre lo recomendaban con gran entusiasmo. Judee Sill se formó al piano cuando cumplía condena en un reformatorio por cometer varios robos, hecho que la acercó además a una de sus mayores influencias en sus futuros trabajos como creadora de canciones, la música de Johann Sebastian Bach. Una tormentosa vida personal le hizo acortar su producción discográfica a tan sólo dos álbumes y la abocó a terminar sus días a finales de los setenta victima de sus propios demonios. Su opera prima y el álbum del que hablamos es una joya melódica a pesar de todas esas connotaciones religiosas que impregnan sus canciones. Esta chica sabía sacar a sus temas todo el jugo posible y desde las primeras escuchas me sorprendió la cantidad de exquisitos giros melódicos que contenían. A destacar gemas intimistas como Crayon Angels, pop fulgurante como el de Jesus Was a Crossmaker o The Lamb Ran Away With The Crown, una canción que ni el propio Paul Simon en el mejor momento de su carrera podría haber hecho mejor.
Roy Harper - Folkjokeopus:
Fue el mismo especial de la NME el que recomendaba entre sus páginas tres discos de Roy Harper entre los que se hacía mención a este Folkjokeopus de 1969. Hasta ahora no tenía ni idea de la extensa discografía de Roy Harper y sólo lo conocía de oídas por haberle puesto voz al Have A Cigar de Pink Floyd. Aunque Folkjokeopus no me parece un álbum redondo, lo recomiendo aquí por dos o tres temas que resultan herederos directos del mejor material del Dylan de la década de los sesenta. Roy Harper no establece límites a sus creaciones musicales y se prodiga el tiempo que le viene en gana, alcanzando por ejemplo los siete minutos en She's The One o los escalofriantes dieciocho en McGoohan's Blues. Son en concreto estos dos cortes los que me han hecho escuchar este álbum entero en repetidas ocasiones, ya que parecen atesorar esa fuerza de otras piezas emblemáticas del folk como It's Alright, Ma (I'm Only Bleeding) o Desolation Row. McGoohan's Blues es sin lugar a dudas la joya de la corona, un intenso tema que te va ganando por ese falsete con el que remata los estribillos y que cinco minutos antes de terminar se torna más liviano en su enfoque gracias a la entrada del resto de la banda para crear la coda final.
Pavement - Crooked Rain Crooked Rain:
Abandonamos el folk para trasladarnos a los noventa con un grupo que sabía conjugar como nadie los elementos del post rock con el pop más brillante. Estos últimos meses he estado escuchado la corta discografía de Pavement y ha sido en Crooked Rain Crooked Rain donde he encontrado el álbum que más me ha cautivado. Me encantan esas armonías vocales y ese aire instrumental tan descuidado que parece tambalearse mientras la voz de Stephen Malkmus sobrevuela todo el conjunto. Me interese por Pavement gracias a los listados de Pitchfork y a que el tema Gold Soundz fue elegido por dicha página como la mejor canción de los noventa, algo que mucha gente considera exagerado. Yo tengo que reconocer que ha sido el anzuelo perfecto para atreverme con este grupo y llevarme además una grata sorpresa. Y es que Crooked Rain Crooked Rain no sólo destaca por el ya mencionado Gold Soundz, sino también por el arrebatador comienzo del álbum con esas guitarras en la segunda parte de Silence Kit o los efectivos coros en un tema tan pegadizo como Cut Your Hair.
1 comentario:
Manuel, ya sabes que no soy mucho de folk...
Así que me gusta más el rescate del disco de Pavement.
Un discazo enorme.
Publicar un comentario