jueves, 4 de octubre de 2012

The New Raemon - Tinieblas, Por Fin



A mediados del mes de septiembre se publicaba el cuarto trabajo de The New Raemon. Era un álbum que esperaba con mucha curiosidad, ya que no tenía muy claro si el grupo iba a seguir la senda abierta en Libre Asociación o iba a retomar aquel sonido más liviano de sus dos primeros discos y EPs. Recuerdo que, a principios de año, todas las pistas que apuntaba Ramón Rodríguez en Facebook indicaban una vuelta a los orígenes. Sobre todo, ese primer título provisional que iba a llevar este cuarto álbum: El Cuaderno Verde. Además, dos de las tres canciones con las que The New Raemon había contribuido al álbum coescrito con Ricardo Vicente y Francisco Nixon volvían a aquel sonido tan añorado. Sin embargo, durante el verano se desveló el segundo y definitivo título: Tinieblas, Por Fin. Ahí ya me di cuenta de que no había vuelta atrás en la senda abierta tras Libre Asociación y las primeras escuchas, hace algunas semanas, me confirmaron que este álbum era un heredero claro de su último trabajo.

La discografía del grupo se encuentra ahora en empate técnico en cuanto al sonido y, en cualquier caso, Ramón Rodríguez continua siendo ese exquisito compositor que nunca ha dejado de ser. Es más, Tinieblas, Por Fin es un álbum que se crece exponencialmente tras cada escucha y que termina siendo muy superior a Libre Asociación. ¿Alguien echa de menos a estas alturas el sonido primigenio de The New Raemon? Pues no debería, ya que a fuerza de golpearnos con sus nuevas canciones, Ramón ha terminado por convencer tras ese arriesgado cambio estilístico que, visto en retrospectiva y teniendo en cuenta su trayectoria previa con Madee, sólo abandonó realmente en A Propósito de Garfunkel. Se podría decir que con aquel primer trabajo supo echarnos el anzuelo y, gradualmente y sin darnos cuenta, ha ido recogiendo carrete hasta tenernos bien atrapados.



Tinieblas, Por Fin es un disco exquisito y potente, en el que sólo puedo ver un defecto del que también adolecen sus últimos trabajos: el último tema es el más flojo y con diferencia. Ocurrió en Libre Asociación con Hágase Tu Voluntad y ahora vuelve a pasar con Devoción. Si nos ponemos puntillosos, incluso en El Problema de los Tres Cuerpos, Las Viejas Luces tampoco terminan de convencer tras dos trallazos como Repartiendo el Sombrero y Un Apocalipsis (elegida por este humilde blog como la mejor canción en castellano de 2011). Una vez nos hemos quitado de encima lo que menos nos convence, pasemos a lo bueno que es mayoría. Los ocho temas restantes me han ido atrapando uno tras otro según he ido escuchando el álbum. Tinieblas, Por Fin, la canción que da título al álbum, me parece uno de los cortes con más personalidad del disco. Haciendo una difícil extrapolación, me recuerda un poco al tema No Other del álbum del mismo nombre de Gene Clark. Según alguna entrevista que he leído, el tema nace de un sentimiento genuino a todo lo que está ocurriendo en nuestro país con la clase política. Galatea tiene su punto fuerte en unas exquisitas estrofas, mientras La Ofensa muestra sus cartas en un poderoso estribillo. Ambas son grandes canciones que continúan abriendo brecha a un comienzo inmejorable. Centinela es para mí el mejor tema del álbum, me parece sublime de principio a fin. Es una de esas canciones que no necesitan de la típica construcción pop para convertirse en un universo en sí mismas. La segunda parte cambia el registro y se vuelve realmente evocadora. Desde la publicación del álbum, Marathon Man parece el tema en el que más se suele fijar la crítica, aunque yo me quedo antes con los cortes ya mencionados.

Tinieblas, Por Fin me parece el mejor álbum de la etapa oscura de The New Raemon... y de toda la discografía de Madee, si me apuran. Un álbum que además puede mirar cara a cara a esos primeros trabajos que tanto atraparon a los primeros fans del grupo. Confieso que con Libre Asociación no me quede convencido del todo, pero, irónicamente, con Tinieblas, Por Fin lo he visto meridianamente claro.

3 comentarios:

Bruno dijo...

Tengo que reconocer que no he escuchado aún este disco, pero aún así digo que soy de los que echa de menos el sonido primigenio de TNR. No logro conectar con sus últimos trabajos: no me gustan ni el sonido ni los arreglos.

Sin pretender desmerecerlos, estos últimos discos me resultan más vulgares y/o convencionales que los dos primeros. ¿Cuántos cientos de grupos nacionales no suenan igual o muy parecidos a este nuevo (valga la redundancia) New Raemon?

Le daré una oportunidad cuando lo coja con un poco de ganas, porque la verdad es que no termina de motivarme.

Un saludo.

Rivers Of Ice dijo...

Solo he escuchado A Propósito de Garfunkel y fué gracias a tu recomendacion.

Debo profundizar mas en ese disco, aunque si tengo el recuerdo de un buen sabor de boca.

Le seguiremos la pista.

Redacció dijo...

Hoy he leido un fantástico reportaje en el Enderrock de Septiembre sobre The New Raemon y este disco. Y desde luego me pasa como a Mansion, sólo escuché A propósito de Garfunkel. Este disco lo tengo que escuchar de todas todas. Gran reseña descriptiva. Saludos