- Entre mis amigos músicos de la época se contaban Wayne Fontana, Eric Stewart – un magnífico guitarrista – y Tony Hicks, de los Hollies, pero teníamos muy buena relación con los Beatles. La primera vez que los vi fue en el Station Hotel; iban embutidos en unas casacas de cuero negro que todos envidiábamos. Creo que nos sorprendimos mucho porque ambos grupos desconocíamos lo que hacían los otros; veníamos de zonas tan alejadas como Liverpool y Londres. Aunque no tocábamos el mismo estilo de música (nosotros éramos más bluseros), teníamos una herencia musical común: Little Richard, Chuck Berry, Buddy Holly, Eddie Cochran y Carl Perkins.
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- A medida que la cosa iba haciéndose más grande, empezamos a llamar a John, Paul o George para acordar las fechas de lanzamiento de los discos. Todo el mundo hablaba de los Beatles frente a los Rolling Stones y toda esa porquería, pero entre nosotros lo que hacíamos era ponernos de acuerdo incluso en eso. “Vosotros lo sacáis primero, y nosotros nos esperamos dos semanas”. Evitábamos coincidir; había sitio de sobra para los dos grupos. En una ocasión, salió Paperback Writer y uno de nuestros discos – Paint It Black, creo – casi al mismo tiempo. Nos llamábamos inmediatamente y lo arreglamos para el siguiente.
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- Prácticamente no recuerdo nada de aquellas sesiones (sobre Their Satanic Majesties Request). Vacío total [...] ¡La foto de la portada del disco es un buen reflejo de lo que éramos entonces! [...] Construimos el plató subidos en ácido, recorrimos Nueva York buscando flores y el resto de elementos del decorado, pintamos, hicimos graffitis... Estábamos chiflados. Después de que los Beatles hubiesen sacado Sergeant Pepper, era como decir, “Hagámoslo todavía más ridículo”.
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- Así pues, podía oír lo que hacía otra gente; tenía la oportunidad de sentarme y hablar con gente interesante, como Robert Fraser, Christopher Gibbs o Michael Cooper, además de ver a los Beatles. Hubo más contacto entre los miembros de los Rolling Stones y los Beatles durante esa época que nunca desde que nos dieron I Want To Be Your Man. En ese momento, lo estaban saturando todo. Los Beatles no podían fallar; quizá no es lo que ellos pensaban, pero con respecto al público era así. Todo lo que hacían era para mejor – que retrospectivamente eso sea cierto o no, es otra cosa - , pero les pasaba como a nosotros: vivían bajo una presión insufrible y se tenían que adaptar a una sociedad cambiante.
1 comentario:
Debería estar más agradecido...
Ese guitarrista que nombra, Eric Stewart es un personaje a descubrir para quien no lo conozca. Miembro de 10 cc, colaborador durante años de McCartney, tiene una ingente obra plena de calidad.
Saludos.
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