- El ashram era, hasta ese momento, un lugar extraño, frío e insípido, exclusivamente enfocado a la meditación: nos movíamos como en sueños y hablábamos sólo lo necesario, con el tono quedo y respetuoso que se utiliza en los cementerios. Así transcurrían los días, calmados monótonos, hasta que una tarde llegaron, como llovidos del cielo, los Beatles.
- Justo después de la conmoción sin precedentes causada por su Sergeant Pepper's Lonely Hearts Club Band, los cuatro Beatles y sus mujeres aparecieron en el ashram. El Maharishi logró mantener a la prensa fuera del centro, pero incluso allí, en el confín de la tierra, había fotógrafos encaramados en los árboles. De todas formas, con su animada charla, sus guitarras y sus canciones, los recién llegados aportaron un elemento de "normalidad" al ashram, una especie de realidad contemporánea, que al principio parecía totalmente fuera de lugar. Maureen y Ringo Starr se marcharon al cabo de poco a causa de las moscas, y porque echaban de menos a sus hijos. Ringo y George eran los más accesibles de los cuatro, pero a mí me caían simpáticos todos. Además, los Beatles iban también al bungalow del Maharishi por las tardes.
- -Siempre que medito - decía John, con su irresistible acento de Liverpool -, me aparece una banda de música en la cabeza.
- -Escríbelo, escríbelo - le recomendaba el Maharishi.
- Me acuerdo de John tan excéntrico y perspicaz, escrutando a través de los cristales de sus gafas; me hacía reír, cosa que no ocurría desde hacía tiempo. En la asamblea de la noche solía girar su silla en una dirección y otra, para mirar a todos. Parecía que John lo veía todo desde un plano místico, y consideraba al Maharishi una especie de mago.
- George era amable y simpático y poseía una aureola de espiritualidad. Se acercaba a las meditadoras de más edad y tocaba y cantaba para ellas. Su firme compromiso con la meditación fue lo que motivó el viaje de los demás Beatles a la India. Estaba interesado en tocar el sitar, decía, no sólo para entretener sino para poder tocar los ragas - ritmos procedentes de los Vedas transmitidos por los hombre santos -, ya que se cree que alteran la conciencia y pueden ejercer una influencia positiva en las personas.
Del libro Hojas Vivas. Mia Farrow.
2 comentarios:
Siempre me he preguntado que pintaba esta mujer (que luego de la mano de Allen demostró no ser mala actriz) en la India con los Beatles. Tengo la esperanza que en nuevas entradas podais descubirir el porqué...jejeje
Por lo menos su hermana inspiró la extraordinaria Dear Prudence.
Es que joder, menudo cuadro: los beatles en plena epoca psicoldelica, Mia Farrow, su hermana, el marisahi, Mike Love de los Beach Boys.....
Eso si, menudas canciones se trajeron los cabrones de aquella estancia.
Yo siempre la he visto un poco moñas. Te darás cuenta en las siguientes entradas de que es una de esas personas que se da demasiado importancia a sí mismas, al menos eso es lo que me parece después de leer algunas partes de su biografía. Nos sirve de todas formas para leer una visión distinta de los Beatles a través de alguien que verdaderamente estuvo allí con ellos.
Un saludo.
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