
Clásico entre clásicos, esta semana tenía ganas de revisitar Revolver. Me he dedicado casi exclusivamente a él y he aprovechado para descansar de la avalancha de nuevos discos que estoy escuchando estas últimas semanas. Ha sido el refugio perfecto para tomarme un respiro y recargar las pilas musicalmente, visitar territorios más que explorados y continuar disfrutando de una música magistral. Personalmente, y sin que sirva de precedente, me quedo con las soberbias canciones de Lennon para este disco. Recién iniciado en el LSD, da un salto cualitativo con respecto a Rubber Soul (que ya es decir) y compone temas únicos en su carrera, grabados y producidos con ganas de experimentar nuevos sonidos y sensaciones: I'm Only Sleeping, She Said She Said o Tomorrow Never Knows. Por su parte, McCartney continúa en su línea clásica creando obras maestras como Eleanor Rigby, Here There & Everywhere o For No One. El contraste entre ambos funciona a la perfección y crea, junto a las excelentes canciones de Harrison, una obra maestra imperecedera considerada por muchos la obra cumbre del pop del siglo XX.
Un gran disco, sí señor. El inicio de algo muy grande que ya era una realidad en este disco.
ResponderEliminarGracias por tu comentario ;) Beatles Forever.
ResponderEliminar